CALENDARIO ETNOLÓGICO

DICIEMBRE

Durante el mes de diciembre son pocas las celebraciones que se viven. Tanto las de diciembre, como la mayoría que tenían lugar a lo largo del año, han sido trasladadas al mes de agosto, para que los que se marcharon puedan participar de ellas. Justo es reconocer que las del mes de diciembre están acertadamente trasladadas, por que a la ausencia de personas se une el frío y las primeras nevadas, en general las más intensas del año.

Pero los patrones religiosos son los patrones, y aunque sea con una misa, en algunos pueblos de nuestra tierra siguen guardando el día.

Tal sucede en Almajano, donde el 30 de noviembre (este año trasladado al 1 de diciembre por ser el anterior domingo), celebran el santo patrón Andrés, a quien está dedicada su iglesia parroquial. Otro tanto sucede en Rebollar, donde su iglesia tiene el mismo titular.

Santa Bárbara, cuya festividad está fijada el 4 de diciembre, tiene sus fieles en Soria. En Golmayo, tiempos ha, pedían los mozos la gallofa para merendar, encendían hogueras y bailaban alrededor de ellas. Pero es en Fuentegelmes donde la patrona Bárbara es festejada con más intensidad, pues son tres los días de fiesta, según nos contó Cándido Contreras. El primero sacan en procesión la imagen de santa Bárbara, el segundo día lo dedican a las ánimas y difuntos y el tercero procesionan a San Roque (a pesar de que su fiesta es en agosto) en agradecimiento por haber finalizado ese día de diciembre la epidemia de gripe que por los años veinte asoló la provincia. El último día todo el pueblo se reúne alrededor de un banquete donde, casi con seguridad, estará presente la paella y los productos del cerdo a la brasa.

Los habitantes de Soliedra celebran el día de la Purísima Concepción. Los de Almarza guardan el día a Santa Lucía, el día 13, antes con petición de la rosca por parte de los mozos. En Casarejos festejan a su patrona, la Virgen de la O o de la Esperanza, el día 18, con misa, procesión, orquesta y una representación teatral a las que tan aficionados son sus habitantes.

San Esteban, titular de la iglesia de Ocenilla, es honrado en esta localidad, y San Juan Evangelista, titular de las iglesias parroquiales de Derroñadas y Aldehuela del Rincón, es festejado por ambas localidades el día 27 de diciembre.

 

La Navidad y sus Ritos Sorianos

En cuanto a las Navidades, qué decir nuevo, aunque tal vez al final recordemos alguna vieja tradición. El día 25 de diciembre tiene lugar el nacimiento de Jesús, y también, antes de la era cristiana, se celebraron en Roma Las Mithriacas, fiestas y misterios dedicadas a Mithras, la principal de las cuales era la de su nacimiento, el 25 de diciembre, día en que se celebraban juegos de circo y otros muchos ritos. Mithra o Mithras, ya sabemos, fue la divinidad persa que los griegos y romanos confundieron con el Sol, pero que según Herodoto se trataría de Venus celeste. Los fastos a este dios se celebraban en cuevas por donde circulaban fuentes y a los principiantes se les sometía a pruebas. De aquí luego lo de dedicar este día al dios del cristianismo. La Historia no se puede ocultar.

Vamos a esa vieja tradición. En el Archivo de la Sección Femenina (o lo que ha quedado de él y que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Soria, aparece una tradición recogida por María Loreto Carnicero Díez (maestra), en el año 1953. Ya se sabe el valor que para los agricultores tenían sus bestias de labor, por razones obvias. Pues bien, la Nochebuena obsequiaban a sus animales con el nochebueno, una torta grande amasada con aceite y frutos secos, a la que, suponemos, no se le añadiría demasiados ingredientes caros. Después de este rito, todos junto, provistos de zambombas y otros instrumentos de percusión, cantaban el siguiente villancico:

Caminan los romeritos
cargados de romerías
cargados de romerías;
anda el uno y anda el otro
a cien leguas cada día.

El uno era San José,
la otra la Virgen María.

Ya llegaron a Belén;
al pie de una fuente fría,
están esperando el alba;
tras el alba viene el día.

San José se fue a por leña,
que otro remedio no había.

Cuando vino San José
la Virgen era parida.

Era tanta su pobreza
que ni un pañuelo tenía.

Se echó mano a su cabeza
y una toca que tenía
la partió de medio a medio
y al Hijo de Dios envolvía.

A los cojos sanaré
y a los ricos avarientos
castigo Dios le daría.

Estribillo

Ardía la zarza
y no se quemaba.

La Virgen María, doncella y preñada.

Ardía la zarza
y no se quemó,
la virgen María, doncella y parió.

 

NAVIDAD EN BRÍAS, Víctor García

 

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