En
las Tierras Altas de Soria existen todavía los restos de unos edificios
que en su día fueron ermitas con viviendas adosadas para los santeros.
Son restos apenas visibles, rodeados por maleza. Nada en esos montones
de piedras hace pensar que durante siglos fueron centros donde la
religiosidad popular dio rienda suelta a sus sentimientos peregrinando,
subastando banzos y otros obsequios fabricados por las manos piadosas de
mujeres, depositando exvotos o bebiendo del agua milagrosa que manaba en
alguna fuente cerca de ellas. Tampoco ningún indicio recuerda que en
algún tiempo esas ermitas fueron ricas en propiedades rústicas con cuyas
rentas prestaban dinero a censo o servían para realizar obras, hacer
retablos o arreglar campanas de las iglesias de las que dependían.
Nada, salvo los documentos conservados en los archivos.
En
esa vasta zona soriana, dedicada en tiempos a la tarea de la
trashumancia existieron, además de las pequeñas y humilladeros sin
santero, cinco ermitas importantes. San Fructuoso, en Buimanco, de cuya
fuente se forma un arroyo con el mismo nombre que va a desaguar en el
río Linares; Nuestra Señora del Valle, en Armejún; Santa Marta, en
Matasejún; Nuestra Señora del Monte Seces, en Sarnago; y la Virgen de
Oncala primero, del Espino más tarde, en Oncala. De todas ellas existen,
en el Archivo Histórico Provincial de Soria abundante documentación.
Alguna referencia se encuentra también de una ermita llamada Sansol, sin
que hasta la fecha hayamos encontrado más que un documento, también
alguna referencia a la de San Pedro el Viejo y a la de Santa Olalla o
Santa Eulalia. Toda esta documentación se encuentra archivada en los
protocolos notariales correspondientes a San Pedro Manrique.
Alrededor de las ruinas se han generado leyendas de todo tipo,
milagrosas en el caso de las ermitas. También en torno a la de Oncala,
sobre la negativa de la imagen a salir de los límites del municipio,
leyenda que se repite en otros pueblos de Soria. Por ejemplo, la Virgen
de la Solana, en Cubo de la Solana, se apareció a un pastor indicándole
dónde quería que fuera construido el templo, como no se hizo donde la
virgen quería, destrozaba por la noche la construcción que se había
hecho durante el día. La de los Milcarros, de Quintanas Rubias de Abajo,
debe su nombre a que la virgen dijo que no la moverían de allí ni con
mil carros, al pretender llevarla a Ines porque la había encontrado un
hombre de esa localidad. San Hipólito, de Olmillos, apareció entre Ines
y Olmillos, y también se negó a ir a Ines. La Virgen de los Montejos, de
Momblona, se apareció en el mojón que divide Momblona de Soliedra, la
imagen se negó a que le levantaran la ermita en Soliedra. Muchas
imágenes a las que se levantaron ermitas fueron escondidas en lugares
recónditos a lo largo de los siglos, cuando los cristianos temían
profanaciones por parte de los musulmanes.
Como se leerá en el documento transcrito líneas abajo, la imagen de
Oncala fue trasladada, sin negativa alguna, primero a San Pedro Manrique
y más tarde devuelta a la iglesia de San Millán.
Sobre la ermita de Nuestra Señora de Oncala o de la Virgen del Espino,
también se ha ocupado Eduardo Alfaro en
IDOUBEA Virgen
del Espino, Oncala
en sus aspectos arqueológico y arquitectónico. De los restos que todavía
resisten, en el interior de un recinto privado, Eduardo Alfaro dice:
La ermita está en ruina: ha perdido íntegramente la cubierta y la mayor
parte del alzado de sus muros, sólo en la cabecera (este) conserva entre
4 y 6 metros de altura, piedra trabad
con duro mortero de cal. Tiene planta rectangular (15x7metros) con
cabecera en el este y acceso probablemente en la mitad occidental
de la fachada sur, de cara a la vieja ruta que asciende el puerto.
El testero es plano con contrafuertes en las esquinas; se les ha
expoliado la piedra de los ángulos, más que probablemente
porque se trataba de sillares. Tanto el testero como los
contrafuertes se apoyan en un saliente zócalo de piedra.
El
geógrafo Tomás López (1730-1802), la ubicaba así:
Lo que hay desde esta villa a la ciudad de Soria son 7
leguas cortas hacia el medio día en cuya distancia se hallan los
lugares siguientes: Villar del Río, Villasecas Vajeras y Someras y a la
mano derecha después de subir a un alto que llaman Sanquílez se dejan
los dos lugares de esta jurisdicción como son Aldehuelas y Campos.
Después se pasa junto a la ermita de Nuestra Señora de Oncala propia
tierra de la villa de San Pedro Manrique y desde aquí se sube el alto o
sierra de Oncala y se baja luego a tierra de Soria que faltará pata
dicha ciudad como 3 leguas poco más o menos, en cuya distancia se
hallan algunos lugarcillos como son Ausejillo, La Rubia, Garray.
En
el legado Janáriz, inventariado por el padre Zamora Lucas, que se
conserva en la Biblioteca Pública, la sitúa así:
Estaba situada esta ermita
en el término de Oncala como a un kilómetros del pueblo en
dirección N.O. no muy distante de la carretera que sube a la general de
Soria-Calahorra; se sabe de ella que tenía muchos bienes o hacienda, que
su construcción era sólida y elegante, predominando mucho la
piedra bien labrada; era bastante capaz –muy larga- junto a
ella estaba la casa residencia del fraile que casi todos los
años se hacía una romería a dicha ermita, saliendo la procesión
desde la iglesia de San Miguel de San Pedro Manrique, y que el
ayuntamiento de Villa y Tierra daba ese día el pan y vino necesario a
todos los clérigos, sacristanes y monaguillos; todavía hay
algo de sus ruinas, y que la imagen se conserva en la parroquia
de Oncala.
¿1718? Visitó asimismo [el
visitador de la diócesis de Calahorra-La Calzada] la ermita de
Santa María del Espino de Oncala, cuya capilla que es muy larga y al
principio lóbrega, se halló con aseo, y por cuanto la casa que
hay pegando a la ermita está bastante maltratada, amenazando ruina en
mucha parte de su fábrica, con destino a la habitación de un ermitaño que cuide de ella, se componga con el caudal que tiene dictando
autos sobre cuentas.
Entre
los documentos consultados en el Archivo Histórico Provincial de Soria
se han hallado mandas testamentarias ordenando misas y aceite para la
lámpara; se encuentran también los nombres de los distintos santeros;
censos redimibles; arrendamientos de la hacienda de la ermita, etc. El
primer documento hallado es de fecha 3 de junio de 1604, en el que los
patronos de la ermita (siempre los beneficiados de la parroquial de San
Miguel, de San Pedro Manrique), dan en renta a Francisco de Herce una
huerta propiedad en Ribarroya (La Rioja). En este trabajo sólo
transcribiremos un documento del año
1809, fecha en la que la imagen de la Virgen del Espino, que había sido
llevada a San Pedro Manrique sin previo aviso al Concejo del lugar, con
motivo de la Guerra de la Independencia, es trasladada de nuevo a
Oncala.
Aquí
el documento
En
la villa de San Pedro Manrique a quince de junio de mil ochocientos
nueve ante mi el escribano y testigos Antonio León Fernández y Manuel
Ximénez Tova, vecinos del lugar de Oncala en la comprensión de esta
Villa, comisionados por su concejo, dijeron: que en catorce del presente
mes celebró su concejo acuerdo en el libro del mismo, que rige el folio
veintiocho y su dorso, que se halla en papel del sello cuarto mayor y
han presentado para insertarlo testimoniado en este instrumento y por él
les han conferido poder y facultad para que a nombre de su Concejo,
otorguen el correspondiente poder a favor de don Domingo Balmaseda
(1) y de Basilio Ximenez Tova, de aquella misma vecindad, para que
esos, a nombre de dicho Común traten y conferencien con los comisionados
nombrados por el cabildo de San Miguel de esta Villa sobre que Ntra.
Sra. del Espino, que se trasladó de orden de ese cabildo o cura de San
Miguel de su ermita a esa parroquial de dicho Arcángel, sin noticia de
su Concejo de esa traslación, y soliciten que dicha santa Imagen se les
entregue para colocarla en la Iglesia de dicho Lugar Oncala con la
decencia y culto correspondiente y transijan cuantas dificultades sobre
este particular se ofrezcan como todo resulte del citado acuerdo
para legitimar sus personas el cual certifico, doy fe y verdadero
testimonio que a letra dice así:
En
el lugar de Oncala aldea y jurisdicción de la Villa de San Pedro
Manrique a catorce de junio de mil ochocientos nueve. Estando juntos y
congregados en nuestra casa de Concejo a son de campana tañida como
tenemos de costumbre para tratar las cosas convenientes para el servicio
de Dios, bien y utilidad de este Común y entre otras cosas para nombrar
comisionados que otorguen poder para que con los Señores Comisionados
del Cabildo de San Miguel traten y conferencien sobre la colocación de
Nuestra Señora del Espino en esta Iglesia y lo demás anejo a ello y se
nombraron por comisionados para el organizamiento de dicho poder a los
señores Antonio León Fernández y Manuel Ximénez Tova los cuales
otorgaron a favor de los señores don Domingo Balmaseda y Basilio Ximénez
Tova, poder que para ello les confiere este Concejo con todas las
facultades que en derecho se requieren y cuales sean necesarias para el
efecto y en fe de ello lo firmamos en referidos dichos día, mes y año:
Pedro Sierra, Pedro Miguel Barrero, Tomás Bernardo Muñoz, don Alejandro
Josep del Valle, Rafael Fernández, Julián Marín, Juan Eulogio Barrero,
Benito Mainez, Julián Martínez, como fiel de hechos Juan Josep
Fernández. Concuerda con su original que obra en dicho libro de acuerdos
al folio referido, que me fue exhibido por dichos a quienes se lo
devolví y a que me remito y a fe de ello lo signo y firmo en esta villa
de San Pedro Manrique a quince de junio de mil ochocientos y nueve. En
testimonio de verdad hizo su signo Juan Manuel de Arnedo, y usando de
las facultades conferidas en dicho acuerdo otorgan y dan todo su poder
cumplido especial y tan bastante como en derecho se requiere más firme
que pueda y deba valer por si y a nombre del referido Común de vecinos a
los expresados don Domingo Balmaseda y Basilio Ximénez Tova, para que en
representación de sus propias personas, sus derechos y acciones, traten,
conferencien y transijan todas las dudas y dificultades que se ofrezcan
en el asunto propuesto con los comisionados por el Cabildo de San Miguel
de esta villa a fin de que dicha Nuestra Señora del Espino se coloque
en la Iglesia del Lugar de Oncala, en el modo propuesto, a todo lo
que obliga todos sus bienes y los que pueden obligar de su concejo,
muebles y raíces, derechos y acciones, presentes y futuros. Dan amplio
poder a los señores jueces y Justicias de S.M. y su fuero competente
para que a ello les compela y apremien como por Sentencia definitiva de
juez competente dada y pasada en autoridad de cosa otorgada, consentida
y no apelada, que por tal la reciben, renuncian todas las leyes, fueros
y privilegios de su defensa y favor que renunciar pueden con la general
en forma, cuya obligación sea y se entienda también por estar y pasar
por cuanto en virtud de este poder se hiciere y obrare por los
expresados apoderados pues por el desde ahora para entonces lo aprueban,
loan y ratifican. En cuyo testimonio así lo otorgaron, siendo testigos
Juan de la Torre, Manuel Ruiz y Pedro Martinez Ventimilla, vecinos y
naturales de esta Villa y los otorgantes a quienes yo el escribano doy
fe, conozco, lo firmaron: Antonio León Fernández, Manuel Ximénez, Juan
Manuel de Arnedo.
Yo, el dicho Juan Manuel de Arnedo, escribano de número y Ayuntamiento
de esta Villa de San Pedro Manrique, presente fui al otorgamiento de
esta escritura que saqué bien y fielmente de su protocolo, registro de
escrituras públicas, otorgadas por mi testimonio en este año de fecha
que obra en mi poder y oficio en papel del Sello a que me remito y en fe
de ello lo signo y firmo en este pliego del Sello, en dicha villa, día
mes y año de su otorgamiento.
Testimonio de verdad. Firmado Juan Manuel de Arnedo.
Junio, 26, 1809
En
el Lugar de Oncala, aldea y jurisdicción de la Villa de San Pedro
Manrique, a veintiséis de junio de mil ochocientos nueve, yo el
infrascrito escribano del número y ayuntamiento de la misma y su Tierra,
estando en la Casa del Concejo del mismo, con asistencia de los
comisionados que abajo se expresará y especialmente con los apoderados
al efecto de la otorgación de esta escritura, los señores don Manuel
Antonio Fernández Espuelas y don Pedro Antonio Redondo, beneficiados de
la parroquial de San Miguel de la dicha villa, de una parte, y de la
otra el regidor, Concejo y vecinos que abajo constarán por sus
respectivas firman a la continuación de esta escritura de convenio, que
de ser comisionados los referidos don Manuel y don Pedro en nombre del
dicho cabildo, al efecto se dieron por satisfechos don Domingo Balmaseda
y Basilio Ximénez Tova, vecinos de este dicho lugar, aquel en la
actualidad ausente de este pueblo, apoderados de este Concejo, como
aparece del poder que obra por principio e inserto el acuerdo que
expresa el celebrado fecha quince de junio, ante Juan Manuel de Arnedo,
escribano de dicha villa y su Jurisdicción, y una y otra parte
confesaron ser la mayor y más sana parte de ambas congregaciones y por
lo mismo de una unión y conformidad, dijeron por parte de dicho Concejo,
que el Cabildo de San Miguel, patrono que es de la imagen de Nuestra
Señora del Espino, y administrador de la Casa, bienes, efectos y
derechos, y acciones enterado de que las actuales circunstancias de los
tiempos presentes exponían próximamente a la profanación de dicha
imagen, saqueo y robo de los efectos del enunciado Santuario, pensó
evitar tal profanación de aquella, y saqueo de estos y usando de las
facultades que le competían, ya que se hallaba obligado dicho Cabildo,
más habiendo llegado a entender por el regidor, Concejo y vecinos de
este pueblo la deliberación del Cabildo, dirigió aquél a dichos
beneficiados con fecha de primero de febrero de este año, una carta en
que proponía al dicho Cabildo tenía nombrados a los señores don Domingo
Balmaseda y Basilio Ximénez Toba, vecinos y concejales de este Lugar,
para que a nombre y representación de su Concejo propusieron al Cabildo
tuviesen a bien acceder dejarles la referida imagen por ahora en la
iglesia de este dicho pueblo a cuyo fin el día tres de junio de este
referido año en la Sala Capitular del nominado Cabildo, habiéndose
constituido los referidos don Domingo y Basilio, expresan nombres de los
insinuados don Manuel Antonio y don Pedro Antonio el referido Cabildo
habiendo oído la solicitud de los expresados comisionados de este
Concejo para el convenio que se referirá por (...) condesciende dicho
Cabildo en entregar al referido Concejo y vecinos por vía de depósito
por ahora y hasta que otra cosa determine el citado Cabildo, la citada
imagen del Espino y los efectos siguientes con la precisa condición que
los vecinos de este pueblo no se han de oponer en tiempo alguno de los
derechos y acciones como tampoco a los instrumentos que el Cabildo tenga
de propiedad, relativa al enunciado Santuario, efectos y bienes, a lo
que se obligan por la presente escritura. Primeramente se hace entrega y
cargo dicho regidor, Concejo y vecinos, por los comisionados del
referido Cabildo particular de la matriz de San Miguel, como es:
De
la corona grande de plata labrada y adornada en varias piedras que su
peso es, incluso el rostrillo (2), cuatro libras y una onza.
Item, una pequeña para el niño, que las dos pesan quince onzas.
Item, un cáliz, patena y cucharilla, todo de plata, que pesan dos libras
y dos onzas.
Item, cinco casullas, dos blancas, una encarnada, otra morada y otra
verde.
Item, tres albas, con los amitos, que el uno tiene puesto la Virgen.
item, cuatro manteles.
Item, dos bolsas, una encarnada y otra de todos colores con sus
corporales.
Un
atril de palo.
Una campanilla grande.
Un
candelabro de hierro, otros dos de bronce.
Un
cíngulo muy bueno, pues otros dos que hay son inútiles.
Item, tres cortinas con su cenefa, cuatro mantos de la Virgen, los tres
con capotillo.
Un
capotillo del Niño, el tornillo y una barreta para las cortinas.
Dos rosarios y otros dos puestos en la Virgen, ninguno de oro o de
plata.
Una cadena de bronce vieja.
Dos cabretillas para los sobrealtares viejas.
Dos misales, el uno bueno, y el otro viejo.
A
más, una cruz dorada vieja.
Y
se queda en la iglesia de este pueblo por ahora y a la disposición del
Cabildo y en su nombre en el cura que es al presente y le suceda, y
mayordomo de ella, una casulla, estola, manípulo, corporales, todo
blanco y bordado en oro y con lentejuelas.
Item dos bolsas, una nueva y la otra de lo mismo, algo usadas ambas con
encaje de soles.
Item, un vestido de dicha imagen de tisú de oro y forrado de holandilla
encarnada.
Un
mantel de altar remendado.
Se
advierte que de los efectos que había en el Santuario de dicha Ntra.
Sra. del Espino, quedan en la Iglesia de San Miguel, a disposición del
cabildo, dos campanas y cajonería, como también una casulla encarnada
bordada en oro con su estola, manípulo y bolsa de corporales, y ellos en
ella con su paño correspondiente y una alba con su amito de (...)
guarnecido de encaje de soles.
It, ha de ser de obligación del beneficiado y mayordomo del Cabildo
contribuir anualmente si se cobran los réditos de la hacienda vendida
que obra en la real hacienda la cantidad de trescientos y cuarenta
reales para la luminaria de aceite en la lámpara que arda continuamente,
día y noche, como también dos velas con que se han de encender en los
días de precepto o haya misa; it. si dicho mayordomo de Cabildo por
algunas ocurrencias no cobrare de la real hacienda los réditos ha de ser
de dicho Concejo y vecinos el soportar la luminaria en los términos
expresados. it. ha de ser de obligación según ha sido hasta ahora del
mayordomo del Cabildo contribuir con la limosna de misa y sermón a ser
cobrada, cobrados que sean dichos réditos, a el cura de la Matriz, que
ha de venir a celebrarla a la Iglesia de este lugar el día 8 de
septiembre como la ha verificado en su ermita hasta el tiempo presente.
Se proviene que todos los efectos pertenecientes a las precitadas Imagen
y Santuario queda en la Iglesia de este pueblo hasta tanto que otra cosa
determine dicho Cabildo. Y para cumplimiento de lo contenido en esta
escritura de convenio y que tenga el valimento y firmeza que ahora y
demás sucesores se obligan desde ahora para entonces ambas partes como
es el referido cabildo los frutos y rentas de la mesa capitular y el
concejo y vecinos de este lugar sus respectivos bienes, dando para ello
el competente poder a los señores jueces y Justicia de Su Santidad y
Majestad que fueran competentes, a la jurisdicción de los cuales se
someten y lo recibe, como si fuera sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada, consentida y no apelada, renunciando los propios fueros,
jurisdicción y domicilio y la Ley dit conveneri de jurisdicción
omnium judiciem. Así lo otorgaron Antonio de la Fuente, vecino de
la Villa de San Pedro; Felipe Salvador, residente en ella; y Vicente
Ximénez Toba, natural del lugar de Los Campos, jurisdicción de la villa
de Yanguas; firmaron los dichos señores comisionados del Cabildo, como
el regidor y demás congregantes, a quienes doy fe conozco.
AHPSo. Protocolos
Notariales. Caja 2731- volumen 4647
La talla es hueca,
de madera oscura policromada, mide 95x35. Podría datarse al final del
siglo XIV. Pedro Iglesia, en su libro sobre Oncala, recuerda que en su
época de monaguillo existía la costumbre de que la mujer del mayordomo
de la Cofradía del Espino era la encargada de vestir la imagen “con una
especie de manto que terminaba en una teja cubriéndole la cabeza y
encima una corona muy ornamental, pero sólo era de metal o latón dorado
y escaso valor...”. En cambio, en el documento puede leerse que “la
corona es grande de plata labrada y adornada en varias piedras que su
peso es, incluso el rostrillo, cuatro libras y una onza”. La imagen luce
en la actualidad en la iglesia parroquial de San Millán, junto al altar
mayor. La fiesta sigue celebrándose el primer fin de semana de
septiembre.
(1) La familia Balmaseda era notable en Oncala. Miembros de ella
habían sido, además de potentes trashumantes, cargos públicos. Manuel de
Balmaseda y Marín, en 1725 era gobernador, alcalde mayor y Justicia
ordinaria en San Pedro y Lugares de su jurisdicción. Lorenzo, en 1801,
firma un préstamo con los hermanos Ximénez del Río, de Oncala, por
importe de 370.000 reales. En 1818, otro miembro, Vicente de Balmaseda,
ingresa como religioso en la Orden de Calatrava.
(2) El rostrillo es el adorno que se ponían las mujeres alrededor de
la cara, y hoy se suele poner a las imágenes de la Virgen y de algunas
santas.
Fotos
cedidas por la Asociación "El Redil" de Oncala
©
Isabel Goig Soler
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Inicio
Las Ermitas, Soria
Ermita de la Virgen de la Cabeza, Bliecos
Ermita de San Roque, Taroda
Ermita de Santa María del Monte, en Sarnago
Ermita de Santa Marta, en Matasejún
Ermita Virgen del Espino, Oncala
Ermita Ntra. Sra. Concepción, Ventosa de San Pedro
Ermitas de la Ciudad de Osma
Ermita de las Magdalenas, El Burgo de Osma
Ermita de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Peroniel del Campo
Ermita de San Miguel, Las Cuevas de Soria
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, Barca
Ermita de San Pedro del Haya, Oncala