Bliecos es una localidad soriana situada
al sureste de la provincia. Un lugar con historia que participa de la
influencia del denominado Campo de Gómara. Allí compró una casa
señorial, la restauró y fijó su residencia el ya fallecido Florentino
García Llorente, sacerdote y pintor. Tiene un valor añadido y es la
ermita de la Virgen de la Cabeza, más por la devoción y, sobre todo, por
el entorno vegetal, que por la propia edificación.
La tradición oral ha mantenido que la
imagen fue traída desde Jaén por unos pastores o recolectores de
aceituna y que el niño fue robado en Marchamalo (Guadalajara), leyenda a
la que ha contribuido el padre Damián Janáriz (1870-1947)(1)
en su Historia de las ermitas de la Diócesis de Osma. sin publicar:
Es costumbre en Bliecos ir a Andalucía
a trabajar en la recolección de la oliva. Cuánto gozaban estos buenos
cristianos al ver en Jaén y Andújar multitud de imágenes y estampas de
la Virgen de la Cabeza y la mucha devoción que allí se profesaba. Se
unían con ellos a rezar y obsequiar a la Virgen. Tanto cariño cobraron a
la Virgen de la Cabeza que resolvieron encargar una imagen para llevarla
a Bliecos a fin de hacer partícipes a sus paisanos de los prodigios y
milagros que dispensaba a sus devotos.
Hablaron a un escultor y convinieron
con él que la habían de hacer lo más hermosa posible y que ellos
pagarían religiosamente lo que fuera justo. El escultor determinó el
precio y acordaron que al año siguiente al volver ellos a la recolección
de la oliva pagarían el precio y llevarían la imagen a su pueblo. Con lo
que ahorraron ese año y el siguiente tuvieron bastante para pagar el
coste de la imagen. Resultó encantadora. Para traerla al pueblo
colocaron la imagen de la Virgen en un cajón y el Niño en otro. Llenos
de gozo emprendieron el camino y no pensaban más que en llegar pronto
para dar una satisfacción grande a sus paisanos. Qué largo se les hacía
el camino. Para amenizarlo unos ratos rezaban, otros cantaban y otros
referían la historia de la Virgen de la Cabeza según lo habían oído
referir a las gentes. Rebosando de gozo decían: "Qué contentos se
pondrán los de Bliecos cuando vean la hermosura que es la imagen que
llevamos”.
Poco antes de llegar a una población
llamada Marchamalo (Guadalajara) salieron unos ladrones que les echaron
el alto y les exigieron la entrega del dinero que llevaban. No
satisfechos con apoderarse del dinero que les habían entregado se
apoderaron de la caja pequeña donde iba el Niño de la Virgen creyendo
encontrar ahí más dinero. Los ladrones, después de separarse a cierta
distancia, abrieron la caja ansiosos de encontrar dinero y cuál no sería
su sorpresa cuando hallaron al Niño Jesús. Indignados tiraron con furia
la caja del Niño a un campo de trigo. Comenzó a salir luz y resplandor
de allí donde había caído el Niño y las gentes admiradas acudieron a ver
lo que pasaba. Se acercaron y encontraron un precioso Niño. Lo besaron
con respeto y devoción y lo llevaron a la iglesia para que el Sr. Cura
lo colocara en el altar y se le diera culto. En Marchamalo veneran con
devoción este Niño Jesús y lo aman como el mejor tesoro. Esta es la
razón porque la Virgen de la Cabeza, que se venera el Bliecos, no tiene
Niño porque está en Marchamalo.
Continuaron el viaje sin ningún
percance especial hasta llegar a Bliecos donde se les hizo un
recibimiento solemne y entusiasta conduciendo en andas la imagen hasta
la parroquia donde la colocaron en hermoso altar, no cansándose de mirar
y alabar la hermosura divina que en María contemplaban. La visitaban sin
cesar dirigiéndole fervientes plegarias y ofreciéndole lo mejor que
poseían, creyendo ser poco cuanto hacían en su obsequio. La proclamaron
Patrona y Protectora y como a tal prometieron levantarle un santuario
digno donde tuviera su trono para recibirles en audiencia, aceptara los
obsequios que le ofrecían y dispensara sus gracias para socorrerlos y
ampararlos en las necesidades.
Ignoramos la fecha en que sucedieron
estos hechos que relata el padre Janáriz y también si tienen algo de
verosimilitud. En vista del documento notarial transcrito por el
investigador José Ignacio Esteban Jáuregui podemos sacar dos
conclusiones: la primera y principal es que el paraje donde se edifica
la ermita ya tenía el nombre de monte La Cabeza(2),
por lo que resulta lógico deducir que el nombre de la ermita está
relacionado con ese paraje. Por otro lado no se tienen noticias de que
en 1614, cuando se edificó, bajaran a recoger aceituna a Jaén, aunque
podría ser.
En la ciudad de Soria, a veinte y un
días del mes de Septiembre de mil y seiscientos y catorce años, en
presencia de mí el escribano y testigos, parecieron presentes: Juan
de Uclés, albañil vecino de esta ciudad, como principal deudor y
obligado; y Francisco del Saz zapatero, y Miguel de Cecilia carpintero,
vecinos de la dicha ciudad como sus fiadores y principales pagadores, y
dijeron que:
Por cuanto el dicho Juan de Uclés tiene
tratado y concertado con el concejo, alcaldes y vecinos del lugar de
Bliecos, jurisdicción de esta ciudad, de hacer una ermita en el sitio
que tienen señalado junto a la fuente del monte de La Cabeza, de
treinta y seis pies de largo [10 metros], y diez y ocho de ancho [5m], y
doce de alto [3,35m].
La pared de regañón [Oeste] toda de piedra; las demás cinco cuartas [1m]
de piedra y lo demás de tapiería.
Y una vara de ancho el cimiento [83,5 centímetros].
Y ha de llevar una puerta de cuatro pies y medio de ancho y ocho de alto
[1,25x2,20m], hecho un arco alrededor de piedra tosca.
La armadura de par hilera a cuatro aguas; todo labrado con sus
dos topetes; la tabla seisén labrado; con seis tirantes.
Y que ha de poner toda la teja.
Y hacer una capilla de yelso de seis cuartas de alto [1,25m]
adonde esté la imagen.
Y la puerta la ha de hacer de madera a su costa; y la capillita ha de
ser embebida en la pared.
Y la ermita ha de ser de teja doblada.
Y la clavazón ha de ser a costa del dicho Juan de Uclés.
Y de viga a viga lo ha de tabicar, y hacer la mesa del altar.
Y todos los materiales necesarios lo ha de poner por su cuenta el dicho
Juan de Uclés, con que el concejo y vecinos del dicho lugar de Bliecos
se lo ha de dar puesto a su costa al pie de la obra; en la forma y como
se contiene en el contrato que entre ellos se hizo y otorgó en el dicho
lugar de Bliecos en quince días del presente mes de Septiembre, a que se
refieren.
Y la dicha obra la ha de dar hecha y
acabada en toda perfección para el día de Pascua de Navidad, fin de este
presente año de seiscientos y catorce, por razón que por ello el dicho
concejo, alcaldes y vecinos del dicho lugar, le han de dar y pagar
ochenta ducados, como se contiene y declara en el dicho contrato.
Los cuales le han pedido que de ello haga y otorgue escritura en forma
por ante escribano, y dé fianzas de así lo cumplir.
Y poniéndolo en efecto, el dicho Juan de
Uclés como principal deudor y obligado, y los dichos Francisco del Saz y
Miguel de Cecilia como sus fiadores y principales pagadores y
cumplidores, y haciendo como para lo que dicho es, dijeron que hacían e
hicieron de deuda y hecho ajeno suya propia, [y] dijeron que se
obligaban y obligaron con sus personas y bienes muebles y raíces habidos
y por haber, todos tres juntos y de mancomún, a voz de uno y cada uno de
ellos por sí y por el todo insolidum /... fórmulas de obligación
y renunciación .../ que el dicho Juan de Uclés hará la dicha ermita en
la forma y por el precio, según y de la manera que en esta escritura y
en el dicho contrato que por ellos ha sido visto y entendido, se
contiene y declara, llanamente y sin pleito alguno.
Y la dará hecha y acabada en toda perfección, a vista y parecer de
oficiales y personas que lo entiendan, para el dicho día de Pascua de
Navidad, fin de este dicho año de seiscientos catorce.
Donde no, que los alcaldes, concejo y vecinos del dicho lugar de Bliecos,
o quien su poder hubiere, puedan buscar y busquen oficiales y maestros
que hagan la dicha obra; y por lo que más costare de los dichos ochenta
ducados, y por lo que para en cuenta de ellos el dicho Juan de Uclés
hubiere recibido se les pueda ejecutar y ejecute llanamente y sin pleito
alguno /... fórmulas de obligación y renunciación .../
En testimonio de lo cual otorgaron la presente escritura y lo en ella
contenido ante mí el escribano público y testigos yuso escritos. Y los
dichos Juan de Uclés y Miguel de Cecilia lo firmaron de sus nombres; y
porque el dicho Francisco del Saz dijo no sabía firmar, a su ruego lo
firmó un testigo; siendo testigos: Lucas de Arce vecino de la ciudad de
Valladolid, Rodrigo de Ulloa y Francisco Alonso, vecino y estante en
esta ciudad. Y yo el escribano doy fe conozco [a] los otorgantes.
Juan de Uclés - Miguel de Cecilla (sic) - A ruego, Rodrigo de Ulloa -
Ante mí, llevé de derechos un real y no más de que doy fe, Diego de
Peñarroja
(Archivo Histórico Provincial de Soria
- Protocolos Notariales – 363-662-188). José Ignacio Esteban
Jáuregui.
Las dimensiones de la ermita de 1614 son,
aproximadamente, la mitad de las que apunta el padre Janáriz:
Es de mampostería, de estilo
indefinido pero elegante y agradable en sus formas y conjunto. Mide 20
metros de largo por 8 de ancho y 8 de alto. El techo es de bien formada
bóveda; el presbiterio amplio y coronado con sencilla cúpula pintada de
alegorías y letreros alusivos a la Virgen. En el centro se ostenta el
altar, todo dorado; tiene en medio el trono o camarín de la Virgen
comunicándose con la sacristía, donde tiene a manera de altar en que se
puede celebrar la santa misa al mismo tiempo que se celebra por delante
en la iglesia (...).
La ermita, ubicada a un kilómetro del
pueblo, está rodeada de árboles y a su pies mana una fuente de agua
fresca de la que, aseguran, va muy bien para quienes sufren dolores de
cabeza. En cuanto a la devoción y culto, el padre Damián Janáriz
escribe:
Devoción y culto.
La fiesta principal es el 24 de septiembre. El
día 23 por la tarde hay Vísperas y Salve cantada. El Ayuntamiento en
este día 23 recoge limosna de los vecinos para repartirla en la fiesta a
todos los pobres que asisten a ella. El 24, misa solemne de campaña al
aire libre, con panegírico y después grandiosa procesión con
acompañamiento de música y disparo de bombas y cohetes.
El día 4 de mayo,
después de celebrar misa en la ermita, se trae la Virgen a la parroquia
donde permanece hasta el primer domingo de octubre en que se vuelve por
la tarde a su santa casa. La novena
se celebra del 5 al 13 de junio con Rosario de Aurora y misa al
amanecer, concurriendo todo el vecindario lo mismo que por la noche al
ejercicio de la novena.
En la actualidad, la
romería se celebra el último domingo de agosto. La despoblación ha
modificado todas las fiestas de los pueblos, que tienen lugar cuando
todavía no se han marchado los vecinos que vuelven para pasar el verano.
La devoción a la
Virgen de la Cabeza, cuya mayor representación se encuentra en Andújar
(Jaén), está extendida por toda España, aunque es en Andalucía y en
Castilla y León donde se da con mayor frecuencia, lo que se explicaría,
en parte, por la actividad trashumante y, también, por la costumbre de
acudir a Jaén para la recogida de aceituna, los denominados
“cagarraches”.. En la provincia de
Jaén se conocen advocaciones en:
Andújar, Arjona, Quesada, Arjonilla, Campillo de Arenas, Cazorla, Huesa,
Alcalá la Real, Porcuna, Baeza, Higuera de Calatrava, Martos, Lopera,
Jaén, Bailén, Torredonjimeno, Marmolejo, Mancha Real, Mengíbar, Linares,
Villanueva de la Reina, Lahiguera, Sabiote y alguna más. Es la provincia
andaluza con más advocaciones, pero en las otras siete también existen.
Por ejemplo en Granada: Capileira, Cogollos de Guadix, Cúllar, Motril,
Alhama, Santa Fe, Granada, Iznajar, etc. En cuanto a Castilla y León,
lugares de origen trashumante, se encuentran advocaciones a la Virgen de
la Cabeza en Ávila, en Villacedré (León), en Valladolid: Ataquines y
Viloria, en Salamanca la propia capital, Chinchilla y Miranda del
Castañar. En la provincia de Soria: Iruecha, Layna, Bliecos y Castillejo
de San Pedro. La Virgen de la Cabeza está, además de en los lugares
anteriores, extendida por Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña,
Extremadura y un largo etcétera, pero sin la importancia, en cuanto a
lugares, de Andalucía y Castilla la Vieja.
1. Ver
biografía en la web de la Real Academia de la Historia.
2. Cabeza/cabezo:
algo elevado que sobresale de lo que le rodea.
©
Isabel Goig Soler
Inicio
Las Ermitas, Soria
Ermita de la Virgen de la Cabeza, Bliecos
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Ermita de San Pedro del Haya, Oncala