La ermita de la Virgen de la Cabeza, en Bliecos

 

Isabel Goig Soler

 

Bliecos es una localidad soriana situada al sureste de la provincia. Un lugar con historia que participa de la influencia del denominado Campo de Gómara. Allí compró una casa señorial, la restauró y fijó su residencia el ya fallecido Florentino García Llorente, sacerdote y pintor. Tiene un valor añadido y es la ermita de la Virgen de la Cabeza, más por la devoción y, sobre todo, por el entorno vegetal, que por la propia edificación.

La tradición oral ha mantenido que la imagen fue traída desde Jaén por unos pastores o recolectores de aceituna y que el niño fue robado en Marchamalo (Guadalajara), leyenda a la que ha contribuido el padre Damián Janáriz (1870-1947)(1) en su Historia de las ermitas de la Diócesis de Osma. sin publicar:

Es costumbre en Bliecos ir a Andalucía a trabajar en la recolección de la oliva. Cuánto gozaban estos buenos cristianos al ver en Jaén y Andújar multitud de imágenes y estampas de la Virgen de la Cabeza y la mucha devoción que allí se profesaba. Se unían con ellos a rezar y obsequiar a la Virgen. Tanto cariño cobraron a la Virgen de la Cabeza que resolvieron encargar una imagen para llevarla a Bliecos a fin de hacer partícipes a sus paisanos de los prodigios y milagros que dispensaba a sus devotos.

Hablaron a un escultor y convinieron con él que la habían de hacer lo más hermosa posible y que ellos pagarían religiosamente lo que fuera justo. El escultor determinó el precio y acordaron que al año siguiente al volver ellos a la recolección de la oliva pagarían el precio y llevarían la imagen a su pueblo. Con lo que ahorraron ese año y el siguiente tuvieron bastante para pagar el coste de la imagen. Resultó encantadora. Para traerla al pueblo colocaron la imagen de la Virgen en un cajón y el Niño en otro. Llenos de gozo emprendieron el camino y no pensaban más que en llegar pronto para dar una satisfacción grande a sus paisanos. Qué largo se les hacía el camino. Para amenizarlo unos ratos rezaban, otros cantaban y otros referían la historia de la Virgen de la Cabeza según lo habían oído referir a las gentes. Rebosando de gozo decían: "Qué contentos se pondrán los de Bliecos cuando vean la hermosura que es la imagen que llevamos”.

Poco antes de llegar a una población llamada Marchamalo (Guadalajara) salieron unos ladrones que les echaron el alto y les exigieron la entrega del dinero que llevaban. No satisfechos con apoderarse del dinero que les habían entregado se apoderaron de la caja pequeña donde iba el Niño de la Virgen creyendo encontrar ahí más dinero. Los ladrones, después de separarse a cierta distancia, abrieron la caja ansiosos de encontrar dinero y cuál no sería su sorpresa cuando hallaron al Niño Jesús. Indignados tiraron con furia la caja del Niño a un campo de trigo. Comenzó a salir luz y resplandor de allí donde había caído el Niño y las gentes admiradas acudieron a ver lo que pasaba. Se acercaron y encontraron un precioso Niño. Lo besaron con respeto y devoción y lo llevaron a la iglesia para que el Sr. Cura lo colocara en el altar y se le diera culto. En Marchamalo veneran con devoción este Niño Jesús y lo aman como el mejor tesoro. Esta es la razón porque la Virgen de la Cabeza, que se venera el Bliecos, no tiene Niño porque está en Marchamalo.

Continuaron el viaje sin ningún percance especial hasta llegar a Bliecos donde se les hizo un recibimiento solemne y entusiasta conduciendo en andas la imagen hasta la parroquia donde la colocaron en hermoso altar, no cansándose de mirar y alabar la hermosura divina que en María contemplaban. La visitaban sin cesar dirigiéndole fervientes plegarias y ofreciéndole lo mejor que poseían, creyendo ser poco cuanto hacían en su obsequio. La proclamaron Patrona y Protectora y como a tal prometieron levantarle un santuario digno donde tuviera su trono para recibirles en audiencia, aceptara los obsequios que le ofrecían y dispensara sus gracias para socorrerlos y ampararlos en las necesidades.

Ignoramos la fecha en que sucedieron estos hechos que relata el padre Janáriz y también si tienen algo de verosimilitud. En vista del documento notarial transcrito por el investigador José Ignacio Esteban Jáuregui podemos sacar dos conclusiones: la primera y principal es que el paraje donde se edifica la ermita ya tenía el nombre de monte La Cabeza(2), por lo que resulta lógico deducir que el nombre de la ermita está relacionado con ese paraje. Por otro lado no se tienen noticias de que en 1614, cuando se edificó, bajaran a recoger aceituna a Jaén, aunque podría ser.

En la ciudad de Soria, a veinte y un días del mes de Septiembre de mil y seiscientos y catorce años, en presencia de mí el escribano y testigos, parecieron presentes: Juan de Uclés, albañil vecino de esta ciudad, como principal deudor y obligado; y Francisco del Saz zapatero, y Miguel de Cecilia carpintero, vecinos de la dicha ciudad como sus fiadores y principales pagadores, y dijeron que:

Por cuanto el dicho Juan de Uclés tiene tratado y concertado con el concejo, alcaldes y vecinos del lugar de Bliecos, jurisdicción de esta ciudad, de hacer una ermita en el sitio que tienen señalado junto a la fuente del monte de La Cabeza, de treinta y seis pies de largo [10 metros], y diez y ocho de ancho [5m], y doce de alto [3,35m].
La pared de regañón [Oeste] toda de piedra; las demás cinco cuartas [1m] de piedra y lo demás de tapiería.
Y una vara de ancho el cimiento [83,5 centímetros].
Y ha de llevar una puerta de cuatro pies y medio de ancho y ocho de alto [1,25x2,20m], hecho un arco alrededor de piedra tosca.
La armadura de par hilera a cuatro aguas; todo labrado con sus dos topetes; la tabla seisén labrado; con seis tirantes.
Y que ha de poner toda la teja.
Y hacer una capilla de yelso de seis cuartas de alto [1,25m] adonde esté la imagen.
Y la puerta la ha de hacer de madera a su costa; y la capillita ha de ser embebida en la pared.
Y la ermita ha de ser de teja doblada.
Y la clavazón ha de ser a costa del dicho Juan de Uclés.
Y de viga a viga lo ha de tabicar, y hacer la mesa del altar.
Y todos los materiales necesarios lo ha de poner por su cuenta el dicho Juan de Uclés, con que el concejo y vecinos del dicho lugar de Bliecos se lo ha de dar puesto a su costa al pie de la obra; en la forma y como se contiene en el contrato que entre ellos se hizo y otorgó en el dicho lugar de Bliecos en quince días del presente mes de Septiembre, a que se refieren.

Y la dicha obra la ha de dar hecha y acabada en toda perfección para el día de Pascua de Navidad, fin de este presente año de seiscientos y catorce, por razón que por ello el dicho concejo, alcaldes y vecinos del dicho lugar, le han de dar y pagar ochenta ducados, como se contiene y declara en el dicho contrato.
Los cuales le han pedido que de ello haga y otorgue escritura en forma por ante escribano, y dé fianzas de así lo cumplir.

Y poniéndolo en efecto, el dicho Juan de Uclés como principal deudor y obligado, y los dichos Francisco del Saz y Miguel de Cecilia como sus fiadores y principales pagadores y cumplidores, y haciendo como para lo que dicho es, dijeron que hacían e hicieron de deuda y hecho ajeno suya propia, [y] dijeron que se obligaban y obligaron con sus personas y bienes muebles y raíces habidos y por haber, todos tres juntos y de mancomún, a voz de uno y cada uno de ellos por sí y por el todo insolidum /... fórmulas de obligación y renunciación .../ que el dicho Juan de Uclés hará la dicha ermita en la forma y por el precio, según y de la manera que en esta escritura y en el dicho contrato que por ellos ha sido visto y entendido, se contiene y declara, llanamente y sin pleito alguno.
Y la dará hecha y acabada en toda perfección, a vista y parecer de oficiales y personas que lo entiendan, para el dicho día de Pascua de Navidad, fin de este dicho año de seiscientos catorce.
Donde no, que los alcaldes, concejo y vecinos del dicho lugar de Bliecos, o quien su poder hubiere, puedan buscar y busquen oficiales y maestros que hagan la dicha obra; y por lo que más costare de los dichos ochenta ducados, y por lo que para en cuenta de ellos el dicho Juan de Uclés hubiere recibido se les pueda ejecutar y ejecute llanamente y sin pleito alguno /... fórmulas de obligación y renunciación .../
En testimonio de lo cual otorgaron la presente escritura y lo en ella contenido ante mí el escribano público y testigos yuso escritos. Y los dichos Juan de Uclés y Miguel de Cecilia lo firmaron de sus nombres; y porque el dicho Francisco del Saz dijo no sabía firmar, a su ruego lo firmó un testigo; siendo testigos: Lucas de Arce vecino de la ciudad de Valladolid, Rodrigo de Ulloa y Francisco Alonso, vecino y estante en esta ciudad. Y yo el escribano doy fe conozco [a] los otorgantes.
Juan de Uclés - Miguel de Cecilla (sic) - A ruego, Rodrigo de Ulloa - Ante mí, llevé de derechos un real y no más de que doy fe, Diego de Peñarroja

(Archivo Histórico Provincial de Soria - Protocolos Notariales – 363-662-188). José Ignacio Esteban Jáuregui.

Las dimensiones de la ermita de 1614 son, aproximadamente, la mitad de las que apunta el padre Janáriz:

Es de mampostería, de estilo indefinido pero elegante y agradable en sus formas y conjunto. Mide 20 metros de largo por 8 de ancho y 8 de alto. El techo es de bien formada bóveda; el presbiterio amplio y coronado con sencilla cúpula pintada de alegorías y letreros alusivos a la Virgen. En el centro se ostenta el altar, todo dorado; tiene en medio el trono o camarín de la Virgen comunicándose con la sacristía, donde tiene a manera de altar en que se puede celebrar la santa misa al mismo tiempo que se celebra por delante en la iglesia (...).

La ermita, ubicada a un kilómetro del pueblo, está rodeada de árboles y a su pies mana una fuente de agua fresca de la que, aseguran, va muy bien para quienes sufren dolores de cabeza. En cuanto a la devoción y culto, el padre Damián Janáriz escribe:

Devoción y culto. La fiesta principal es el 24 de septiembre. El día 23 por la tarde hay Vísperas y Salve cantada. El Ayuntamiento en este día 23 recoge limosna de los vecinos para repartirla en la fiesta a todos los pobres que asisten a ella. El 24, misa solemne de campaña al aire libre, con panegírico y después grandiosa procesión con acompañamiento de música y disparo de bombas y cohetes.

El día 4 de mayo, después de celebrar misa en la ermita, se trae la Virgen a la parroquia donde permanece hasta el primer domingo de octubre en que se vuelve por la tarde a su santa casa. La novena se celebra del 5 al 13 de junio con Rosario de Aurora y misa al amanecer, concurriendo todo el vecindario lo mismo que por la noche al ejercicio de la novena.

En la actualidad, la romería se celebra el último domingo de agosto. La despoblación ha modificado todas las fiestas de los pueblos, que tienen lugar cuando todavía no se han marchado los vecinos que vuelven para pasar el verano.

La devoción a la Virgen de la Cabeza, cuya mayor representación se encuentra en Andújar (Jaén), está extendida por toda España, aunque es en Andalucía y en Castilla y León donde se da con mayor frecuencia, lo que se explicaría, en parte, por la actividad trashumante y, también, por la costumbre de acudir a Jaén para la recogida de aceituna, los denominados “cagarraches”.. En la provincia de Jaén se conocen advocaciones en: Andújar, Arjona, Quesada, Arjonilla, Campillo de Arenas, Cazorla, Huesa, Alcalá la Real, Porcuna, Baeza, Higuera de Calatrava, Martos, Lopera, Jaén, Bailén, Torredonjimeno, Marmolejo, Mancha Real, Mengíbar, Linares, Villanueva de la Reina, Lahiguera, Sabiote y alguna más. Es la provincia andaluza con más advocaciones, pero en las otras siete también existen. Por ejemplo en Granada: Capileira, Cogollos de Guadix, Cúllar, Motril, Alhama, Santa Fe, Granada, Iznajar, etc. En cuanto a Castilla y León, lugares de origen trashumante, se encuentran advocaciones a la Virgen de la Cabeza en Ávila, en Villacedré (León), en Valladolid: Ataquines y Viloria, en Salamanca la propia capital, Chinchilla y Miranda del Castañar. En la provincia de Soria: Iruecha, Layna, Bliecos y Castillejo de San Pedro. La Virgen de la Cabeza está, además de en los lugares anteriores, extendida por Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña, Extremadura y un largo etcétera, pero sin la importancia, en cuanto a lugares, de Andalucía y Castilla la Vieja.

 

1. Ver biografía en la web de la Real Academia de la Historia.

2. Cabeza/cabezo: algo elevado que sobresale de lo que le rodea.

 

© Isabel Goig Soler

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