SOBRE EL APELLIDO
SORIANO BERDONCES
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Las rutas de la repoblación y de la
emigración
1- Localización
actual del apellido Berdonces:
El
apellido Berdonces se localiza en la actualidad básicamente en Navarra
(Tudela, Fitero, Corella, Citruenigo, Cascante, Pitillas, Castejón, Ablitas,
Pamplona, Ansoain, Ribaforada, Mutilva, Orcoyen y Zizur Mayor, entre otras)
y La Rioja (Cervera del Río Alhama, Aguilar del Río Alhama, Alfaro,
Arnedillo, Arnedo, Valdegutur, Valverde, Calahorra, Murillo de Río Leza,
Rincón de Soto, Haro, y Logroño), seguidas de Vizcaya, Barcelona, Guipuzcoa,
Jaén, Álava, Zaragoza, Murcia y Soria, donde el apellido está en claro
retroceso debido a la despoblación, en Los Campos, Las Aldehuelas,
Villar del Río, Huérteles, San Pedro Manrique, La Ventosa de San Pedro,
Montaves, Trébago, Ágreda y otras localidades, todas ellas del norte de la
provincia muy cerca de La Rioja (2).
453
españoles lo llevan como primer apellido, y 488 como segundo, de los cuales
277 se localizan en Navarra, 146 en La Rioja, y 62 en Guipúzcoa. Por
nacimiento encabeza la lista Navarra con 236 personas, La Rioja con 232,
Jaén con 124 y Soria, con 68 (3).
2- El
solar originario del apellido:
Verdonces es el nombre de un despoblado (4) del término de Valdeprado, al
O/NO de dicha localidad, en la confluencia del arroyo de Val de Verdones con
el río Valdeprado. No lejos de Castillejo de San Pedro, término anexionado
hoy a Valdeprado, en dirección NE, existe el lugar llamado Valverdones,
situado entre el arroyo de Val de Verdones y el arroyo de Cabrera, que
vierten sus aguas al río Valdeprado, afluente a su vez del río Alhama.
Valverdones o Val de Verdones (5) está sin duda en el origen del despoblado
de Verdonces y del moderno apellido Berdonces.
El
apellido Berdonces sería, por tanto, originario de la zona de
Valdeprado-Castillejo de San Pedro, extendiéndose desde aquí por todo el
nordeste de Soria (Yanguas, San Pedro Manrique, Santa Cruz de Yanguas,
Oncala, Magaña, Trébago, Ágreda, etc.) y posteriormente por la cuenca del
río Alhama (desde Navajún, Aguilar, Cervera del Río Alhama, Valdegutur,
hasta Fitero) y la Ribera de Navarra (Tudela, Castejón, Corella, Cascante,
etc.) Es precisamente aquí, en las tierras altas del nordeste de Soria,
limítrofes con La Rioja –territorios unidos desde antiguo por fuertes lazos
de tipo histórico, económico y cultural- (6) y cuyas aguas vierten hacia la
Ribera del Ebro- en donde situamos el solar original del apellido Berdonces,
apellido relacionado seguramente con la trashumancia de la cabaña ovina y la
trajinería.
Sin
duda, la trashumancia y la trajinería fueron en el pasado principales
motivos de los flujos de población entre estas tierras. Sabemos que algunos
ramales de la Real Cañada Soriana Oriental unían la Ribera del Ebro con las
sierras del sur de La Rioja y nordeste de Soria, de modo que los rebaños
subirían en verano a las sierras riojano-sorianas, para bajar a invernar a
las zonas bajas. Igualmente parece que fueron numerosos los matrimonios
entre yangüeses y cameranas, o entre sorianos y fiteranas. En opinión del
profesor Alfaro Pérez, (7) que ha estudiado los movimientos migratorios en
el Valle Medio del Ebro en la Edad Moderna, la presencia actual de tantos
Berdonces en el alto, medio y bajo curso del Alhama, así como en Tudela,
coincide con la ruta migracional de las sierras a los valles. La
implantación del apellido en lugares alejados de su solar original como Jaén
podría explicarse también desde la trashumancia. Además algunos de aquellos
Berdonces fueron trajineros, con gran movilidad por toda España. La
posterior despoblación de las sierras y la emigración hacia los núcleos
industriales han llevado el apellido a Barcelona, Vizcaya o Guipúzcoa.
Tenemos que pensar además
que la actual división provincial data de 1833. En la Edad Media, los
actuales límites entre Soria y La Rioja no estuvieron tan claramente
definidos o fueron cambiando de manos. De forma que muchos lugares del norte
de Soria (Yanguas, San Pedro Manrique, Magaña, Cigudosa, etc.) pertenecieron
primero a Navarra, y luego a Castilla, pasando posteriormente a formar parte
de los grandes señoríos riojanos de Cameros, Aguilar y Nájera (8). Por el
contrario, en la Edad Moderna, gran parte de los territorios que hoy
conforman La Rioja Baja y la zona de Cameros (Navajún, Enciso, Jubera,
Aguilar, Cervera, Calahorra, Alfaro, etc.) pertenecieron durante siglos a
Soria, que era una provincia enorme pues limitaba por el norte con Navarra y
Álava y con Guadalajara por el sur (9).
3- Posible
origen francés:
Estamos hablando de un apellido soriano-riojano, pero sin embargo,
fonéticamente hablando, presenta rasgos que podemos interpretar como de
origen franco, occitano. La toponimia ha conservado, por suerte, dos
modalidades del mismo nombre –Verdones y Verdonces- , hecho que nos permite
asegurar que el moderno “Verdonces” o “Berdonces” viene del antiguo
“Verdones”. Sin embargo, la evolución fonética desde “Verdones” hasta
“Verdonces” sólo puede explicarse si
quienes portaban el nombre
de Verdones, hubieran hablado gascón, modalidad del occitano, hablada en el
mediodía de Francia. Tuvieron que haber sido necesariamente gascones, o en
todo caso occitanos, para pronunciar Berdones, como Berdons o Berdonz. La
última parte de la evolución habría sido autóctona, de Berdonz a Berdonces,
en un deseo de evitar terminaciones extrañas al castellano. La confusión de
las grafías b/v fue largo tiempo fenómeno habitual.
La terminación -ces
del apellido puede explicarse como un plural formado sobre nombres
medievales de fonética occitana, terminados en grupos consonánticos
extraños para el castellano: -ns (*Berdons), -nç (*Berdonç), -nz (*Berdonz),
cuyo origen etimológico sería Berdones o Verdones , con apócope o pérdida
de la vocal final, fenómeno muy frecuente en el dialecto navarro-aragonés
(10) medieval de los siglos XII y XIII, por influencia franca, (11)
resultando formas como Berdons o Berdonz, que evolucionarán posteriormente
al nuevo plural Berdonces. Estos patronímicos medievales acabados en –es
solían indicar el origen o procedencia de quienes lo portaban.
Las variantes del apellido Berdonces, tales como, Berdón, Berdont,
Berdonts, Berdons, Berdonc, Berdonz, Berdonce, Berdones, Berdonés, Verdonces,
etc. dan una idea de todas las fases de la evolución fonética experimentada.
Entre los patronímicos franceses de la zona de las Landas y el Béarn, de
lengua occitana gascona-bearnesa, (12) encontramos apellidos fonéticamente
similares, tales como, Berdon, Verdont, Berdone, Berdoues, Berdoin, Berdos,
Berdot, Berdoias, Berdoies, Berdoyes, etc. (13)
Debemos tener en cuenta la presencia en Navarra, La Rioja y territorios
colindantes, en los siglos XII y XIII, de gentes oriundas de ultrapuertos
–entre ellos numerosos monjes peregrinos- procedentes de toda la Occitania,
comprendida Gascuña, a través de las dos grandes rutas del Camino de
Santiago (14), atraídas por los privilegios acordados por los monarcas (15).
Por ello, la
presencia de los topónimos Val Verdones y Verdonces, nos permite pensar en
una hipotética presencia de monjes francos en la frontera nororiental de
Castilla, en la antigua Extremadura soriana, a Mediados del siglo XII,
procedentes de la Abadía cisterciense de Berdoues o Berdones, sita en la
región del Gers en Gascuña. (16)
4- Algunas
citas históricas:
Ya
hemos aventurado la hipótesis de que el actual Berdonces tenga origen
medieval y que pudiera guardar relación con una hipotética presencia de
monjes berdones o verdones. Sabemos que monjes procedentes de la Abadía de
Berdones o Berdoues, en Gascuña, fundaron hacia 1142 la Abadía cisterciense
de Cántabos en Fuentelmonje (Soria), primitivo asentamiento del monasterio
de Santa María de Huerta. (17)
El
profesor Alfaro Pérez afirma que hay una mención a un caballero de Berdones
(pronunciado posiblemente berdons o berdonz) en las Crónicas de la Batalla
de las Navas de Tolosa de 1212. Y es que entre los caballeros francos que
tomaron parte en dicha batalla, estaba el conde Céntulo de Astarac, en cuyo
territorio se hallaba la ya citada Abadía cisterciense de Berdoues o
Berdones. No sería por tanto de extrañar que hubiera acudido acompañado por
el propio abad, monjes o caballeros “berdones”, relacionados con dicha
abadía. También el Arcipreste de Hita en el Libro de Buen Amor de hacia
1340, hacía referencia al Abad de Berdones, entre la comitiva de clérigos y
frailes que salen a recibir a Don Amor. (18)
5- El
topónimo Verducea:
El topónimo Verducea, antigua ermita de Nuestra Señora,
en el término de Magaña guarda un parecido fonético con los de Verdones y
Verdonces, lo que nos podría llevar a pensar que hubieran tenido un mismo
origen. (19)
Sin embargo, en el caso de Verducea (aparece como
Verduceda en el mapa de Francisco Coello de 1860), podría proponerse como
hipótesis el origen vasco, de la época de la repoblación navarra del norte
de Soria. Próxima a Magaña, que significa “en lugar elevado”, “sobre un
promontorio” (del vasco mahai – gaina), la ermita de Verducea
(del vasco behere-donea > berdonea) tendría el significado de
“Santa (María) de Abajo” o “santuario de abajo”. En ese caso, estaríamos
hablando de los siglos X-XI. La posterior evolución fonética Berdonea>Verducea,
podría explicarse a partir de la terminación –z de muchos topónimos navarros
y el locativo vasco –ea: *Berdonz>Verdoncea>Verducea, en un posible contagio
fonético con el cercano Verdonces.
6- Antigüedad
del apellido:
Utilizado como apellido, estaríamos ante un apellido toponímico, que
indicaría el lugar de origen o adscripción, tratándose de un territorio de
señorío. Así lo encontramos documentado por primera vez en un documento
notarial de Tulebras, localidad cercana a Tudela en Navarra, fechado en
1380, en el que interviene un tal Gil de Berdontes, en referencia a una
deuda contraída con un judío de la misma localidad, hecho que recoge la
revista Príncipe de Viana (20). Es posible que se tratase de una variante
del apellido, en una época en la que se recuperan los grupos consonánticos
al menos en los documentos: el escribano debió de escribir “Berdontes” en
lugar de “Berdonz” o “Berdonç”, cuya fonética le resultó extraña.
En
el mencionado trabajo titulado “Corrientes migratorias del Valle Medio del
Ebro en la Edad Moderna”, se afirma que a lo largo del s. XVII se produjo
un importante incremento del flujo migratorio desde las sierras riojanas y
sorianas hacia la Ribera de Navarra, a través de Fitero y que Los Berdonces
de Valdeprado constituyen un claro ejemplo de ello (21). Como consecuencia
de este hecho, en algunos de aquellos lugares serranos despoblados (Berdonces
y Valdeprado, entre ellos) se asentaron numerosos moriscos tras la orden de
expulsión de 1610. (22) En la iglesia de Navajún, localidad riojana a
escasos kilómetros de la soriana Valdeprado, existe una hornacina con la
siguiente inscripción: “Esta imagen la trajo Juan de Berdonces. 1616” (23).
En la cercana localidad soriana de Trébago, aparece el nombre de María
Berdonces grabado en el dintel de una ventana. En esta misma localidad de
Trébago, el apellido Berdonces está registrado en el s. XVIII según datos
del catastro. Manuel Berdonces aparece aquí relacionado con el oficio de
cobrador. Según el catastro del Marqués de la Ensenada de 1760, los
Berdonces, como los Soria, Carrascosa, Barranco, Palacios, Vela y Las Heras
estaban considerados como labradores propietarios de rebaños de ovejas en
Aragón y Extremadura. Eran gente pudiente como lo demuestran los dinteles de
sus casas y ejercían de administradores y mayordomos de familias nobles del
pueblo. Lo mismo ocurre en el Libro de Nuestra Señora del Río Manzano en la
misma localidad de Trébago, donde figura un tal Matheo Berdonzes entre los
Mayordomos de la Virgen que reclaman la reedificación de la ermita en abril
de 1760. En un acta del Ayuntamiento de Trébago de octubre de 1825, el
apellido Berdonces figura entre los candidatos a ocupar cargos municipales
(24). El apellido Berdonces también aparece registrado en la localidad
navarra de Fitero a mediados del s. XVIII, donde figura Simona Berdonces
Bermejo y su hijo Pedro Vicente Lagroba Berdonces.
Esto
es lo que he podido encontrar en relación con el apellido Berdonces. En la
mayoría de los casos las afirmaciones aquí recogidas no pasan de ser meras
hipótesis de trabajo. Sin duda los archivos parroquiales y otros documentos
antiguos podrían proporcionarnos un material mucho más amplio.
Excursión al Despoblado de Verdonces
Notas:
1-
Elena
Labayen Berdonces (San Sebastián 1949), es licenciada en Románicas por la
Universidad de Zaragoza. Ha sido profesora de Fonética Histórica del Español
y de Literatura Medieval en la
Universidad de Deusto y Catedrática de Instituto. Su bisabuelo materno,
Anastasio Berdonces Vallejo, nació en Ventosa de San Pedro.
elenalabayen@live.com
2-
Información obtenida de las páginas blancas de Telefónica. Según el
vaciado de los vecindarios del Marqués de la Ensenada, hacia 1750 se
registraban vecinos propietarios apellidados Berdonces en las siguientes
localidades sorianas: Ventosa de la Sierra, Valdeprado, Trébago, Castilruiz,
San Andrés, Las Aldehuelas, Fuentestrún, Montenegro, Muro de Agua, San
Felices y Ventosa de San Pedro.
3-
Distribución territorial de los apellidos en España.
Instituto Nacional de Estadística.
4-
Los despoblados medievales surgen como pequeñas aldeas después de la
Reconquista, en el s. XII. Algunos de estos despoblados pudieron ser
asentamientos de pastores, utilizados como terrenos de pasto para el ganado
trashumante. Otros pudieron ser núcleos de población al amparo de algún
convento, cenobio o eremitorio. El despoblado de Berdonces lo menciona el
padre jesuita Gonzalo Martínez Díez, en “Comunidad de Villa y Tierra de San
Pedro Manrique” y Gervasio Manrique de Lara, en “Datos para la historia de
la Villa de San Pedro Manrique”, que reproduce el testimonio de D. Miguel
Antonio Martínez. Miguel Antonio Martínez, cura párroco de
Navavellida, en la relación
sobre la villa de San Pedro Manrique y sus aldeas para el Diccionario
geográfico de España de Tomás López de 1772, afirma: “Entre Valdeprado y
Castillejo se ha despoblado un barrio llamado Verdonces y se ha derruido en
ese siglo –el XVIII- la iglesia, cuyo titular era Santiago”. Esta misma
información la recoge Gervasio Manrique de Lara, que transcribe un
manuscrito también de M. Antonio Martínez, fechado a 26 de junio de 1796.
Afirmación que concuerda con la de Sebastián de Miñano en su Diccionario
geográfico-estadístico de España y Portugal de 1826, que dice a propósito de
Castillejo de San Pedro: “En esta jurisdicción hay unos corrales que fueron
pueblo y se llamó Berdonses”. No aparecía recogido este despoblado en el
Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, al no gozar de jurisdicción
propia, aunque en el lugar de Valdeprado se mencionaban un total de seis
casas sin moradores y cuatro arruinadas. Tampoco lo menciona Pascual
Madoz. Elena
Labayen Berdonces. El despoblado de Verdonces.
5- Mapas
cartográficos de la zona:
www.nalsite.com/Imágenes/MAPAS/PDF/España/la rioja/319
Ver IGN:
MTN50 histórico 1936. Ágreda (cuadrícula 319).
Ver también el mapa
de Soria de Francisco Coello de 1860:
IGN.Fondos Cartográficos.
Ver: Cartografía SIGPAC de
España: sigpac.mapa.es
Mapa de Fco. Coello
1860 (Magaña) |
(pulsar para
ampliar)
Mapa de la zona de
Valdeprado-Magaña
MTN50 histórico. 1936
Mapa de la zona |
Mapa de Fco. Coello
1860 (Valdeprado) |
6-
En opinión de Javier Asensio García, Danzas procesionales de
Cameros y el norte de Soria, las comarcas limítrofes de Cameros en La Rioja y el
norte de Soria tienen una historia y una cultura comunes, ligadas a la
granjería ovina trashumante. Se trata de un territorio montañoso - ambas
vertientes de la cordillera ibérica - con gran homogeneidad histórica y
cultural. Podría afirmarse, incluso, que el norte de la actual
provincia de Soria es históricamente y culturalmente más riojano y vascón
que castellano. Pensemos que todo el norte de la actual provincia de Soria
fue reconquistado en el s X por los reyes de Nájera-Pamplona (desde Sierra
Cebollera, Vinuesa, Valle del Río Razón, Sierra del Carcaño, Tera, Almarza,
Garray, Oncala, la Tierra de Yanguas, San Pedro Manrique, Magaña, Cerbón,
Cigudosa, Trébago, Ágreda y su comarca, llegando probablemente el avance
navarro a la Sierras del Almuerzo y del Madero, como establece la
demarcación de la frontera del reino de 1016) y que muchos de estos
territorios se repoblaron tempranamente con navarros y cameranos, contando
seguramente para ello con la labor repobladora y colonizadora de los grandes
monasterios riojanos como Valvanera, San Martín de Albelda o San Prudencio
de Monte Laturce.
Con anterioridad, desde los inicios de la Edad Media, puede suponerse que
hubo pastores trashumantes vascones en las sierras riojano-sorianas. El caso
de las lápidas con nombres de apariencia euskérica en las cabeceras del
Cidacos y el Linares adelantaría al s. I de nuestra era la presencia vascona
en estos territorios. Luis Núñez Astrain. El euskera arcaico.
7-
Francisco José Alfaro Pérez, Corrientes migratorias del Valle
Medio del Ebro en la Edad Moderna, en Migraciones y movilidad social en
el Valle del Ebro (siglos XVI-XVIII) de José Antonio Salas Auséns. Editado
por la Universidad del País Vasco. 2006. Francisco José Alfaro Pérez es
profesor de la Universidad de Zaragoza.
8-
Se trató siempre de territorios fronterizos, con límites cambiantes y
diferentes adscripciones. Tal es el caso de Yanguas, San Pedro Manrique ,
Magaña, Val de Prado, Cigudosa, Ólvega etc., lugares que
habrían pertenecido a Navarra en los siglos X y XI, y desde el
s. XII –tras su incorporación a Castilla- se habrían constituido en
Comunidades de Villa y Tierra. En cuanto a Cigudosa, perteneció siempre a
la Merindad de Logroño. En los s. XIV y XV, Yanguas, Ólvega y
Cigudosa fueron enclaves riojanos dentro de Soria, pertenecientes al
Señorío de Cameros desde 1370, con los Ramírez de Arellano, condes de
Aguilar, que sustituyen a los antiguos señores de Cameros, los Haro. San
Pedro de Yanguas perteneció en el s. XIV a Juan Alfonso de Haro, de los
señores de Cameros, y luego a los Manrique, duques de Nájera, desde 1383. Se
trataría en todos los casos de territorios de señorío, en manos de la
pequeña nobleza rural riojana. Magaña perteneció en el s. XV al Condestable
Álvaro de Luna, emparentado con los Ramírez de Arellano. Desde el siglo XVI
estos lugares volvieron a ser sorianos, dándose el caso de que en el s.
XVIII las tres cuartas partes de los territorios riojanos actuales
pertenecían a Soria. Desde el punto de vista eclesiástico, Cigudosa y
Valdeprado, así como la Tierra de Yanguas, San Pedro Manrique y Magaña
pertenecieron desde el s. XIII a la Diócesis de Calahorra, dentro del
Arciprestazgo de Yanguas, junto con Vea, Navajún, Valdemadera, Aguilar,
Cervera, Cornago e Inestrillas. Esto sin contar con las posesiones
–generalmente terrenos de pasto- que algunos monasterios riojanos, como es
el caso del monasterio Fitero, pudieron haber tenido en las sierras del
norte de Soria, en los siglos XII, XIII y XIV.
9-
En el s. XVI la Rioja estaba dividida administrativamente en dos
zonas. La Rioja Alta y Media dependía de Burgos, mientras que la Rioja Baja
dependía de Soria. En 1812 La Rioja era soriana en tres cuartas partes de su
territorio. En la actualidad, hay enclaves riojanos dentro de la provincia
de Soria. Tal sería el caso de Valdeprado o Cigudosa, entre otros.
10-
Vicente García de Diego, El dialecto navarro-aragonés. Manual de
Dialectología Española. 1946.
11-
En opinión de
Carlos Folgar Fariña, Lenguas en contacto en la Castilla medieval:
la apócope extrema y la influencia de los francos, Universidad de
Santiago de Compostela (2005), el fenómeno fonético del apócope extremo se
debe a la influencia de los francos y se dio sobre todo en el s. XII,
opinión que también compartía Rafael Lapesa. Proceden del gascón la caída de
-n- intervocálica (berdones>berdoues), lo mismo que el apócope de la vocal
final (berdoues>berdous o berdones>berdons), la confusión S/Z finales
(berdons>berdonz; berdus>berduz), la diptongación de o>ou (Verdon> Verdoun); los plurales en –nz
(Verdonz), la confusión b/v, etc. Ver: Ricardo Ciérbide, La lengua de
los francos de Estella. Institución Fernando el Católico. Del
mismo autor, La scripta administrativa en la Navarra medieval en lengua
occitana. Comentario lingüístico. 1989. Rasgos similares se dan en el
occitano provenzal. J.R. Fernández González, La presencia de francos y su
influjo lingüístico. Universidad de Oviedo.
12-
El bearnés y el gascón son las dos lenguas románicas que se hablaban
en Gascuña. El
gascón, lo mismo que el bearnés, el lemousin, el languedociano o el
provenzal, pertenecen a la familia del occitano (langue d´oc), para
diferenciarlo del francés del norte (langue d´oil).
En Navarra se le llamó gascón. Uno de los mejores estudios realizados sobre
esta lengua gascona a través de documentos medievales de Estella o Fitero
se debe al profesor don Ricardo Ciérvide.
13-
Noms de
famille en langue occitane gasconne.
www.gasconha.com
14-
Existió un
camino de Santiago desde Tudela, por Tarazona, Ágreda, Matalebreras,
Fuentestrún, Trébago, Magaña, Valtarejos, San Pedro Manrique, Yanguas,
Munilla y Jubera, por el cauce del río Cidacos, dándose desde el s. XII un
importante flujo de peregrinos hacia la ermita de Santiago de Jubera.
Hortensia Ruiz Ortiz de Elguea. “La devoción a Santiago de Jubera
en la Edad Media”. Tesis doctotal. Revista Berceo. Instituto de Estudios
Riojanos.1971.
15-
Desde la segunda mitad del siglo XII abundarán las menciones de
francos en Alfaro, Arnedo, Calahorra, Nájera, Logroño y Tudela, entre otras.
Y es que en muchas ocasiones se trajeron gentes de ultrapuertos para
repoblar las tierras recién reconquistadas. Además, la mayor parte de los
monjes y por supuesto todos los abades eran francos. En Navarra se habló
gascón, siendo numerosos los documentos navarros escritos en lengua gascona
desde 1225 hasta 1325. Muchos de estos documentos han sido estudiados por el
profesor don José Luis Orella.
Hay que aclarar al respecto que los reyes de Pamplona tuvieron numerosas
posesiones en Gascuña, Aquitania, Béarn, etc. en los s. XI, XII y XIII.
16- La llegada de
monjes francos a la frontera oriental de Castilla (antigua Extremadura
soriana) se enmarca en el contexto de las peregrinaciones a Santiago de
Compostela. Desde finales del s. XI y a lo largo de los siglos XII y XIII,
tuvo lugar en Navarra, La Rioja y territorios adyacentes, una auténtica
“colonización” franca, como consecuencia de la afluencia de gentes
procedentes de Ultrapuertos, desde toda la Occitania (Provenza, Languedoc,
Gascuña, región de Toulouse), atraídas por los privilegios concedidos por
los monarcas. Este flujo de población, se irá asentando en las nuevas villas
francas que fueron surgiendo a lo largo de las dos grandes rutas del Camino
de Santiago, acogidas al Fuero de Jaca, el Fuero de Logroño, u otros fueros.
17-
Serafín Olcoz
Yanguas. Memorias del Monasterio de Fitero del Padre Calatayud.
Edición crítica. Institución Príncipe de Viana. Gobierno de Navarra. 2005.
Opina este autor que hacia 1137 hay constancia de la
presencia de monjes del Cister en la frontera oriental de Castilla, en la
antigua Extremadura soriana, respondiendo a una política defensiva promovida
por Alfonso VII. Tal es el caso del asentamiento en la Sierra de Yerga (en
La Rioja) que había sido frontera con el Islam entre 1045 y 1119, y desde
1135, frontera con Navarra. Los monjes que vinieron a Yerga, con el Abad
Durando al frente, procedían de la Abadía de Cabadour, ubicada en la Gascuña,
en la región de Bigorre, cerca de los Pirineos. Posteriormente se
instalarían en Nienzebas (1141) y finalmente en Fitero (1152). Los topónimos
sorianos mencionados anteriormente, dan pie a la hipótesis de que pudo haber
existido también, por la misma fecha, un asentamiento provisional de monjes
procedentes de la abadía de Berdones o Berdoues en Gascuña, en las faldas de
la sierra de Alcarama, en el lugar conocido como Valverdones. Desde aquí se
habrían trasladado a Cántabos (1142) y posteriormente a Huerta (1162). El
emplazamiento de Valverdones, en la Alcarama soriana, al igual que el de
Yerga, reunía las condiciones de las primitivas fundaciones cistercienses.
Por otro lado, sería también factible pensar en la presencia de monjes
procedentes de los grandes monasterios riojanos -ya desde el s. XI-
remontando el cauce de los ríos Iregua, Cidacos, Linares o Alhama hacia sus
cabeceras en tierra soriana,
en busca de pastos de altura. De hecho, el Monasterio de
Fitero tuvo importantes posesiones en Yanguas, San Pedro de Yanguas,
Magaña y Ágreda, en los siglos XII, XII y XIV, constituyendo un auténtico
señorío monástico. Cristina Monterde Albiac. Colección Diplomática del
Monasterio de Fitero (1140-1210). Tesis doctoral. Universidad de
Zaragoza. 1978
18-
El abad de Berdones al que se refiere el Arcipreste de Hita debió de
pertenecer al monasterio de Santa María de Bonaval en Guadalajara, filial
del de Valbuena, en Valladolid, que a su vez fue fundación de la abadía de
Berdoues o Berdones en Gascuña. A los monjes berdones se les conoció también
como bernardos.
19- A partir de la forma Berdoues>berdous>berduz. Berdoues era el nombre
gascón de la Abadía de Berdones en Gascuña.
20-
Juan Carrasco Pérez, El préstamo judío en Tudela a fines del siglo
XV. Revista Príncipe de Viana, vol. 43, año 1982.
21-
En opinión del
profesor Alfaro Pérez de la Universidad de Zaragoza, Verdonces es un
despoblado cercano a Valdeprado, entre la Rioja Baja y Soria. Aquellos Berdonces de
Valdeprado habrían bajado a Fitero a trabajar como criados y terminaron
casándose con fiteranas viudas. Francisco J. Alfaro Pérez. Op.cit.
22-
La expulsión de los moriscos, especialmente numerosos en la zona de
Valdeprado-Berdonces y Aguilar del río Alhama, la ordena el obispo de
Calahorra en 1610. Muchos de aquellos moriscos no abandonaron sus
localidades, continuando con sus oficios de buhoneros o trajineros, e
incluso esta zona atrajo a numerosos moriscos procedentes del alto valle del
Alhama. Algunos adoptaron nuevos apellidos. Dr. Rodríguez R. de Lama,
Moros, judíos y francos en el reino de Nájera.
www.vallenajerilla.com
23-
Página web del Ayuntamiento de Trébago.
http://www.trébago.com
24-
Página web del Ayuntamiento de Trébago.
http://www.trébago.com
© Elena Labayen
Berdonces
elenalabayen@live.com
El
apellido vasco-soriano MARTIALAY
Tres topónimos sorianos, por Elena Labayen Berdonces
El Despoblado de VERDONCES (Soria), por Elena Labayen Berdonces
Excursión al Despoblado de VERDONCES (Soria), por Elena Labayen
Berdonces
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