LOS
APELLIDOS JUDEÑOS DEL SIGLO XIX
1. Contexto histórico
Durante
el S. XIX, la provincia de Soria padece cuatro grandes epidemias de cólera
que diezman su población. De igual modo las crisis agrícolas y ganaderas se
suceden una tras otra, siendo especialmente intensa la del bienio 1885-1887.
El miedo a la muerte y las
prolongadas sequías en la Castilla de aquel momento hizo que se fundaran y
refundaran un sinfín de asociaciones de carácter religioso. Que tenían por
objeto rezar por el alma de todos aquellos hermanos fallecidos, además se
encargaban de ofrecer rogativas a sus patrones para pedir la esperada
llegada de las lluvias. Así lo reflejaban sus estatutos.
De este modo en 1839 se
refunda en Judes, la Cofradía de la Santa Vera Cruz, a la que
se uniría pocos años después la del Santísimo Sacramento, con
previa autorización del Obispado de Sigüenza.
Mediante los libros de
cuentas de estas dos cofradías, conocemos los nombres y apellidos de todos
los Hermanos y Hermanas que formaron parte de estas dos asociaciones – en la
práctica casi todo el pueblo pertenecía a ellas –. El interés de estas
listas radicaba en que con ellas podía hacerse un cómputo rápido del número
de asociados; Tras el fallecimiento de uno de ellos, su nombre se tachaba y
junto a él se marcaba una cruz.
Cada año, los mayordomos de
ambas cofradías y el cura ecónomo del lugar se reunían en sesión para tratar
temas de diversa índole, tras finalizar la reunión se añadían a la lista los
nombres de los nuevos hermanos que ingresaban en la asociación, tras pagar
las cuotas establecidas.
2. Tratamiento de la información
Esta lista nos permite
conocer los nombres y apellidos de los personajes que habitaron en el lugar
de Judes durante el S.XIX, ya que en la práctica casi toda la población era
miembro de ambas cofradías.
Para procesar la
información contenida en las listas de Hermanos, se ha hecho un recuento de
cada uno de los individuos que aparecen en ella. Indistintamente de su sexo
y de si aparecen con uno o dos apellidos.
De este modo, se
contabilizan un total de 87 apellidos diferentes ordenados según su
frecuencia de aparición, los resultados finales se presentan en porcentaje.
3. Apellidos del Siglo XIX
Los apellidos que aparecen
con mayor frecuencia son los siguientes:
Martínez
(9,19 %), Sarmiento (8,10 %), García (7,02 %), la Hoz y
Cerro (5,58%), Bartolomé (4,86 %), Sanz y Monge
(3,96 %), Deza (3,78 %), Atance (3,06 %), Clares (2,70
%), Donoso (2,52 %), Díaz (1,98 %), Velamazán (1,80 %),
Tejedor, Legido y Astasio (1,62 %), Alonso,
Moreno, Parra y Gonzalo (1,26 %), Bendicho y
Hernández (1,08 %), Ibáñez, López y Alguacil (0,90 %).
Otros apellidos menos
frecuentes son:
Huerta, Casado, Bolaños,
Mateo, Romero, Funes, Pascual, Rodríguez
y Amo (0,72 %), de Gordo,
Berrueco, Millán, Lozano, Bueno y Cogolludo (0,54%).
Y por último los apellidos,
poco comunes, que tan sólo son contabilizados 1 ó 2 veces, correspondientes
a sagas de familias en declive o recién llegadas.
Navio, Larena, Valero,
Serrano, Mazo, de Mingo, Palacios, Vicente, Carretero, González, del Rey,
Aguilar, Aragoncillo, Agudo, Cambronero, Colas, Benito
y Soriano
(0,36 %).
Blanco, Bayo, Gálbez,
Sánchez, Andrés, Batanero, Trimiño, Godeo, Velasco, de Villavieja, Miranda,
Giral, Ballano, Dilla, Camacho, Jodra, la Torre, Muñoz, Urgel, Esteban,
Torralba, Zarza, Felis, Delgado, Sobrino, Escalera, Segundo
y Galo (0,18 %).
Todos estos apellidos nos
informan sobre las personas que en tiempos pretéritos llegaron a Judes, bien
sea de su lugar de procedencia, su oficio, sus características físicas o el
nombre de sus ancestros.
En el momento en que un
forastero llegaba a un lugar y decidía quedarse a vivir su nombre era
inscrito en el lugar de destino acompañado de su lugar de procedencia. De
este modo todas las personas que llegaban de Velamazán, se les inscribía
como Fulanito de Velamazán, de Huerta, etc...
De este modo contabilizamos
los siguientes apellidos toponímicos:
Reino de Castilla:
Lugares de Soria:
Deza, Velamazán, Aguilar, Villavieja,
Huerta, Torralba, Jodra, La Hoz,
Soriano.
Lugares de Guadalajara:
Clares, Aragoncillo, Atance, Cogolludo.
Lugares de Burgos:
Miranda.
Corona de Aragón:
Lugares de Teruel:
Berrueco
Lugares de Lérida:
Urgel
Reino de Navarra:
Lugares de Navarra:
Funes
Extramuros:
Francia:
Galo
En el momento en que
empezaron a fijarse los apellidos aquí relacionados, los intercambios
comerciales y por tanto el tránsito de personas parece ser que fue más
intenso con Castilla – superior al 80 % –. Mientras que el intercambio de
gentes procedentes de los territorios pertenecientes a la Corona de Aragón y
Navarra apenas superó el 10 %. Quizá podría deberse a la presencia de
aduanas y puestos fronterizos en torno a "La Raya" con Aragón (Iruecha,
Monteagudo de las Vicarías, Ciria, Deza, Agreda, Milmarcos, Molina,
etc....), que no desaparecieron completamente hasta el siglo XVIII. A estas
alturas los apellidos llevaban ya varios siglos fijados.
- Apellidos referentes a Oficios y
Jerarquías
Cuando la persona que
llegaba a nuestro pueblo conocía un oficio que le diferenciaba del resto de
aquella sociedad, se le inscribía con su nombre acompañado del trabajo que
sabía desempeñar, por ejemplo: Fulanito el Tejedor, el Batanero.
De este modo se forman los
siguientes apellidos:
Tejedor, Carretero,
Batanero, Cambronero, Valero, Alguacil, Monge
y del Rey.
- Apellidos referentes a atributos
personales
Otro gran grupo de
apellidos que incide sobre el mismo concepto, son aquellos que se refieren a
características físicas o psíquicas de las personas que los originaron en un
momento histórico concreto.
Serían los siguientes:
de Gordo, Blanco, Moreno, Lozano, Agudo, Ballano y Bayo,
Bueno, Delgado, Sobrino, Amo.
En otras ocasiones la
persona que se inscribía en el libro de bautismos parroquial tomaba como
apellido el nombre de su padre o en algunas ocasiones de la madre. Durante
el periodo medieval todos estos patronímicos se declinaban adoptando las
partículas –ez, –az, –oz, –nz, con el
significado (Hijo de).
Sanz, González, Martínez,
Hernández, Gálbez, Sánchez, Ibáñez, López, Pérez, Díaz
y
Muñoz.
Otros apellidos que
tendrían un origen similar son los que toman directamente el nombre del
padre sin declinar: Bartolomé, Donoso, Mingo, Pascual,
Gonzalo, Andrés, Mateo, Velasco, Alonso, Vicente, Benito, Esteban, Felis,
Segundo y Millán.
En algún caso aparecen
precedidos de la partícula de, indicando su antigua procedencia.
- Apellidos del reino animal y vegetal
Dada la naturaleza agrícola
y ganadera de nuestra provincia también se contabilizan algunos apellidos
que se relacionan que estos conceptos.
Sarmiento, Parra, Romero,
Zarza.
- Apellidos referentes a edificaciones y
objetos
Son un grupo de apellidos
poco abundantes, pero no por ello faltos de interés.
Mazo, Palacios, La Torre
y Escalera.
En este último grupo
incluimos todos aquellos apellidos de origen incierto o desconocido.
Funes, Astasio, Navio,
Bendicho, Godeo, Giral, Bolaños, Dilla, Colas, Legido, Camacho, Larena
y
Bayo.
Muchos de estos apellidos
podrían ser más antiguos que los clasificados anteriormente, merecerían ser
estudiados con mayor detenimiento ya que podrían descender del antiguo
lenguaje aragonés que pudo ser vernáculo de esta comarca.
1- La microtoponimia y los apellidos
Los nombres de algunos
predios de Judes se han transmitido oralmente hasta nuestros días,
aportándonos información sobre las gentes que les dieron nombre. Algunos
parajes quizá tomaron el nombre de los repobladores que Gonzalo Nuñez
de Lara trajo del Norte de España a lo largo del Siglo XII.
Para facilitar la
repoblación nuestra zona, llamada "Cuadrilla de la Sierra de Medinaceli",
se dividió en dos mitades: Sierra Alta y Sierra Baja.
En algunos testamentos y
repartos de hijuelas de los siglos XVIII y XIX aparecen los siguientes
microtóponimos:
Manantial de la
Piribáñez, Barranco de Mingo Sancho, Llano de la
Vicente, Miguel Huerte, Baén1
de la Juan Pérez, Hoyo Rimiro, Hoya Astasia, Hoya
Gonzalo y Hoya de Diego.
Todos estos predios hacen
referencia a partes del término de Judes de gran fertilidad y que en tiempos
pretéritos fueron cultivadas (Hoyas, Barrancos y Badenes) en algún
caso porque incluso fueron de regadío. Lógicamente estos colonos de la
España húmeda solicitarían tierras fértiles antes de desplazarse desde su
lugar de origen.
Debido a que estos parajes
se han transmitido oralmente hasta nuestros días conservan errores
gramaticales. El topónimo Huerte hace referencia al antiguo
apellido Huerta. Rimiro probablemente deriva de
Ramiro. Sin embargo Astasia cambió de género
para concordar con el accidente geográfico al que da nombre, "Hoya".
Otros se han transmitido
sin variación hasta nuestros días.
Merece especial atención el
topónimo urbano Piribañez que evoluciona de un modo especial y
que nada tiene que ver con los anteriores. Da nombre a un manantial y está
espacialmente relacionado con otro topónimo: Detrás de la Torre
y con un antiguo camino.
Hoy la Torre ha
desaparecido, tan sólo se conservan algunas piedras de sillería en las
ventanas del edificio que le sucedió, sin embargo el camino continúa vigente
y en algunos tramos conserva, en sus márgenes, grandes piedras que lo
delimitan.
Es bastante probable que en
el pasado la fuente de la Piribañez y la Torre que tubo
encima, llevasen el mismo nombre, que se correspondería con el vigía o
castellano de aquella fortificación, Per Ibáñez
(Pedro el que fuere hijo de Juan).
La evolución del topónimo
Per Ibañez > Peribañez > Piribañez sería propia de comunidades
mozárabes2,
osea de aquellos cristianos que residían en tierras bajo dominio musulmán.
La presencia de una pequeña fortaleza que les diese cobijo y protegiese el
camino sería por tanto provable y natural.
El mismo camino pasa por
otro predio de Judes, cerca ya de tierras aragonesas, en el que aparece el
microtopónimo Baén1
de la Torre. Nuevamente se observa una trilogía de elementos: torre,
manantial y camino. La abundancia de pedazos de cerámica celtíbera en la
zona quizá nos acercaría a sus orígenes.
2. Ortografía y fonética de los
apellidos
A pesar de que en 1492
Nebrija fija y normaliza la gramática española, los apellidos siguen
transmitiéndose de una manera un tanto anárquica, se van escribiendo y
fijando como mejor les parece a los copistas y escribanos de los pueblos.
Todavía en el año 1752,
aparece "Francisco Garzia" en el Catastro del Marqués
de la Ensenada del lugar de Judes, un siglo después ya aparecería corregido
en otros documentos.
Durante el siglo XIX otros
apellidos siguen apareciendo con errores ortográficos: Belamazán,
Felis, Tegedor, Ernández, Oz y Monge.
El apellido Felis,
hoy ya ha desaparecido de Judes, en su momento fue transcrito manteniendo un
error fonético que todavía hoy se mantiene en la comarca, consistente en la
sustitución de la X a final de palabra por S.
Otro fenómeno fonético muy
común fue la metátesis, consistente en la permutación de sonidos dentro de
una misma palabra. En este caso afectó al apellido Carbonero
que intercambió los sonidos |b| por |r|.
Posteriormente incorpora el
fonema |m| para dinamizar su sonoridad:
Carbonero > Cabronero >
Cambronero.
Como hemos señalado este
fenómeno fue harto frecuente en el pasado, afectó a numerosos vocablos y
topónimos: Velilla a partir de Vilella (villa
pequeña en Latín), Oromanto3
a partir de Oreta (agua en la primitiva jerga de Milmarcos y
Fuentelsaz), Aguilando a partir de Aguinaldo,
etc…
A día de hoy tan sólo el
apellido Monge, conserva su error ortográfico de tiempos
pretéritos.
Fotografía tomada en 1931, en el centro Felipa
de la Hoz Parra
Matrimonio: Paulino Monge García y Valeriana Díaz de la Hoz
Niños: Luis Monge Bolaños y Felipa Bartolomé Monge
1. Baén:
de Badén, pierde la |d| por disimilación, procede del latín VADU y
significa "zona de un cauce, con fondo firme y llano por donde se puede
cruzar con facilidad".
2. Menéndez
Pidal afirma que el grupo PER
acredita la existencia del nombre PERO, del latín PETRU,
frecuente en el pasado y debido a la influencia Mozárabe.
3. Oromanto.-
Topónimo preromano, referente a un
manantial y paraje de Judes. Relacionamos el topónimo Oromanto con la
voz Oreta (agua en Mingaña), una metátesis y una declinación
del vocablo harían el resto.
© Santiago Álvarez
Bartolomé
judesdesoria@hotmail.com
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