Soria Pueblo a Pueblo

Covaleda en imágenes

por Andrés Cámara

 © Textos y fotografías, originales para la sección

 

El origen de esta población se suele relacionar con el pueblo Bretón, que procedía de las tierras del norte. Esta teoría realmente no parece tener demasiados fundamentos ni pruebas que la verifiquen. Lo que sí es cierto es que en la literatura de estilo romántico se recogen testimonios sobre el parecido de las mujeres del pueblo con las mujeres nórdicas, lo que corroboraría la teoría de origen Bretón.

Se han encontrado restos de época celta como los muros ciclópeos en el Paso de los Arrieros, así como restos de una calzada romana y el puente de Santo Domingo de esta misma época. También se han encontrado unas hachas fechadas en la Edad de Bronce en el Paraje de Cueva Medrano, que atestiguan la presencia de hombres dedicados a la caza en los alrededores del pueblo.

Las Crónicas de Fernán González cuentan como los covaledaños le ayudaron en las guerras contra los moros para conseguir las tierras del Alfoz de Lara.

La localidad de Covaleda recibe el privilegio de una Carta Puebla por parte de Alfonso X, quien concede el privilegio de posesión comunal del monte, más tarde ratificado por Juan I (1285) y por Felipe II (1562).

En el año 1923 la localidad fue arrasada por un incendio que solamente respetó la iglesia y unos pocos inmuebles más del pueblo.

 

Laguna de Urbión

Laguna de Urbión vista desde el pico. La laguna o lago de Urbión, llamada así por el pico de este nombre que se levanta a unos doscientos metros de ella, es un hoyo de agua frigidísima, proveniente de los enorme bloques de nieve que cubren tanto en invierno como en verano, el famoso pico y sus laderas, a modo de fantástico sudario. La fama de esta laguna ha salvado los linderos de la provincia y aun los de España, y es conocida en toda Europa.

Geógrafos e historiadores se han ocupado de ella con harta frecuencia, y es de lamentar que la más de las veces, lo hayan hecho con notoria inexactitud, escribiendo de oídas o dando crédito a las patrañas más absurdas.

Según ellas, el horripilante pozo no tenía fondo. Sus aguas eran saladas observándose el flujo y reflujo del mar, con el que estaba en directa comunicación.

Las horrorosas tormentas de agua y de piedra que muchas veces han devastado las cosechas, llevando la desolación y la ruina a muchos pueblos de la comarca tenían su origen en las aguas del célebre pozo, donde cargaban tan destructores elementos.

De todos los pueblos circunvecinos se oían con terror sus espantables y pavorosos bramidos en los días de tormenta o de revueltas atmosféricas.

Algunos de los pocos temerarios que se habían atrevido a llegar hasta sus márgenes e intentar sondear su profundidad, habían echado cientos y cientos de varas de cordel atados a una piedra sin llegar jamás al fondo.

Otros habían sumergido en el pozo reses muertas, atadas por los cuernos y habían visto con espanto que al poco tiempo solo quedaban estos, desapareciendo el cuerpo de la res, devorado por invisibles monstruos submarinos de que estaba infestado el pozo.

Otros aseguraban que en su centro existía una hoya o remolino del agua que tragaba y arrastraba a su fondo cuanto en ella cabía, ejerciendo además una poderosa tracción, de la que no podían librarse los que se acercaban demasiado a sus márgenes; y que los ganaderos se habían visto obligados a construir una valla, empalizada o murete para que no fuesen absorbidas sus reses.

Y, finalmente, por personas ya de edad madura, pero de inteligencia no tan avanzada, se ha dicho con profunda convicción, que sobre las aguas del pozo se habían visto flotar varios restos del Crucero Reina Regente, perdido en el Estrecho de Gibraltar, al regreso de conducir la embajada mora a Tánger, el año 1.894.

Estas y otras muchas consejas semejantes, todas realmente fantásticas, han venido sucediéndose a través de los tiempos, y creyéndose como artículo de fe por algunos de aquellos sencillos indígenas, completamente sugestionados por la tradición, y en los que la ilustración corría parejas con su mísera vida, y de aquí el que considerasen como insigne locura, el que nadie intentase penetrar en tan terrible pozo.

© Andrés Cámara

 

Covaleda en imágenes (comentadas)
por Andrés Cámara

Covaleda por Pedro Sanz

Ruta Literaria Laguna Negra

Fuentes y Manantiales de J. I. Esteban JaureguiFuentes y Merenderos de Covaleda, José Ignacio Esteban

El tío Melitón, Pedro Sanz
Senderos Imaginados: Machado, Gerardo Diego y José García Nieto
La Piedra Andadera, Ángel Almazán
Aquellas viejas carretas, Pedro Sanz Lallana
Mendikat :: Soria  :: Piedra Andadera
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Historia de Covaleda
Covaleda - caminoSoria.com
Abel Martín,  Web sobre Antonio Machado 

La Casa pinariega, José Tudela de la Orden
La Carretería y la Vaca Serrana Negra, Isabel Goig
Los metales en Soria, Isabel Goig
Una jornada pinariega

Las Casonas de Carreteros de la Junta y Hermandad de la Cabaña Real de Burgos-Soria Escuela Politécnica Superior de Burgos

VIKENSROBBOTDonde comer y dormir

Camping de Covaleda, Refugio de Pescadores

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