 A Pie por Soria
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Texto de Teógenes Ortego Frías (Historia de Soria)
Las regiones del interior y, particularmente en la Meseta superior, su huella progresiva fue de evolución lenta, tal como lo permite la realidad física del suelo; no arriesga trazados nuevos, pero sí mejora sus condiciones en razón de la utilidad que reportan; se van ensanchando y rectificando viejísimos trazados; se construyen puentes de maderas y cruzan las barreras de su ríos con balsas movidas por pértigas y maromas. Sin embargo, el particularismo exaltado de las tribus del interior no podía pensar en vastas comunicaciones. Fuera de las eternas sendas de tipo localista, rutas de ganadería trashumantes y caminos de recueros, fueron los colonizadores romanos quienes primero trazaron caminos de alta concepción en Hispania como un todo orgánico.
Vía Astúrica-Caesaraugusta La Vía Astúrica-Caesaraugusta corresponde al número 27 del Itinerario Antonino y fue la línea más importante para la Celtiberia a lo largo de la Meseta. Baja desde Astorga hasta las rasadas del Duero, paralela a su margen derecha, para cruzarlo en Garray, remonta la divisoria Sierra del Madero y por el valle del Queiles se dirige a Tarazona y desde allí a Zaragoza.
El tramo provincial Uxama (Osma)-Augustóbriga (Muro) tiene una longitud de 72 millas romanas, equivalentes a 108 Kms. En su trayecto se encuentran las mansiones de Voluce (Calatañazor) y Numantia (Garray), por vía bien marcada en líneas generales, empleando enlosados afirmados o simplemente explanaciones, según la morfología y calidad del terreno. Adolf Schulten, Blázquez Martínez, Sánchez Albornoz y Blas Taracena, han enriquecido las fuentes clásicas con modernos estudios histórico-arqueológicos. El nombre de Augustóbriga, parece indicar un campamento augústeo como origen de esta ciudad, llana y amurallada; la fecha de los años 33 o 34 del miliario allí encontrado viene a demostrar que ya existía en tiempo de Tiberio, (14-37) d.C., quizá trazada para apoyo de las guerras cántabras, hacia el año 26 a.C., en los comienzos de la dinastía Julio-Claudia. La vía se conservó con especial atención; fue reparada, en gran parte, por Trajano (98-117), según consta en las inscripciones; un miliario de Garray de mediados del siglo I podría referirse a la consolidación del afirmado; otros de este trayecto del Duero dan fecha del 104 a 111 y del año 131; otro, de Clunia, es del 117. Los de tierra de San Esteban de Gormaz y Langa, de finales del siglo III, corresponden a Carino y Galerio.
Teógenes Ortego Frías (Historia de Soria)
Rutas Vías Romanas
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Introducción
a Vías Romanas
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Las
vías descritas por Estrabón en los primeros años del Imperio romano,
recorren tan sólo unos dos mil kilómetros. Sobre esta base se
organizará en Hispania la penetración romanizante; un eje arterial sigue
las costas mediterráneas, y una derivación bética señorea la vida de
las tierras ricas del Sur. En contraste, el tráfico terrestre fue escaso;
la riqueza económica dependía del remo o de la vela por que las grandes
ciudades estaban asentadas junto al mar.
Las
comunicaciones imperiales a través del territorio arevaco-pelendón,
dentro de la actual provincia de Soria, constituyen ramificaciones
sustanciales de las que de primer orden cruzan la Meseta o de la que
remonta el Valle del Ebro, claramente consignadas ambas en el Itinerario
de Antonio y en Tábula Peuntingeriana.
La
vía existía ya en época de Tiberio y fue reparada, en gran parte, por
Trajano (98-117), según consta en los miliarios.
A
Diocleciano pudo atribuirse el mérito de revitalizar los cauces
imperiales, en cuya misión participó su yerno Constancio Cloro
(256-306), de cuya ejecutoria localicé un nuevo miliario en Renieblas,
comprendido en la milla XXII dentro de este término campamental. Fue
permanente la conservación de esta vía en el mejor estado, por
constituir un camino de relación entre dos regiones de economía
complementaria, a la vez que respaldo para las campañas del norte y ruta
de exportación de cereales, lana, salazones de carne y otros recursos de
la Meseta para abastecer las necesidades del Imperio.
Breve
Bibliografía
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