GARRAY,
NUMANCIA Y LAS GUERRAS NUMANTINAS
A
siete kilómetros de Soria se encuentra el pueblo de Garray que no
duerme a la sombra de las famosas ruinas de
Numancia, puesto que Garray es
un lugar lleno de vitalidad y turismo.
Es
punto de partida para la Ruta de las Icnitas; de parada obligada para
visitar las ruinas; punto de interés en la ruta del románico ya que
posee una bella ermita recién restaurada del año 1231 y declarada en
1944 Monumento Nacional; zona de baño del río Duero, donde se puede
practicar la pesca (trucha y salmón) y el piragüismo; cuenta con
escuela de equitación, Club de Aeromodelismo y un Centro de Vuelos
Ultraligeros...
Los
Santos Mártires a los cualés está dedicada la ermita románica y de los
se conservan reliquias son: Nereo, Aquileo, Pancracio y Domitila. Es un
edificio de planta rectangular y de su primitiva fábrica se conservan la
cabecera, cerramiento oriental de la nave y portada meridional de tres
arquivoltas que enmarcan un tímpano: las rosetas menores que encierran
una mayor son análogas a las de San Juan de Rabanera y Tozalmoro. En el
interior se conserva un altar románico decorado geométricamente y una
interesante pila bautismal de forma tronco-cónica.
Aparte
del turismo, los habitantes de Garray cuentan con ganadería lanar y
bovina; cultivo de trigo, cebada y girasol; fábricas de piensos y harinas
y una plantación de hierbas, comercializadas a nivel nacional e
internacional con el nombre de Soria Natural.
La
parroquial, dedicada a San Juan Bautista, tiene elementos góticos en la
capilla mayor; también era una obra gótica la desaparecida iglesia de
San Miguel.
Hablanda
del pasado diremos que tenian algunas tradiciones que el paso del tiempo
se ha ido llevando: pagaban el piso, el último pago que se hizo, en la
década de los sesenta, supuso quinientas pesetas; pagaban también la
entrada a mozo, durante un año, el opositor a mozo debía hacer de
alguacil de los jóvenes; el día del Corpus enramaban las casas de las
mozas; pedían la gallofa y contaban con un molino y dos posadas, donde
paraban los aceiteros.
También
aquí, como en tantos lugares de la provincia, se quisieron trasladar las
fiestas patronales a agosto, negándose, en referendum, los vecinos, por
lo que se siguen celebrando el 12 de mayo y 24 de junio.
Además
del río Duero, discurren el Tera y Moñigón a la sombra de chopos,
fresnos y olmos y un sotobosque rico en manzanilla, tomillo, retama en
convivencia con las codornices y las liebres.
Sobre
el topónimo de Garray existen dos teorías para explicarlo. Menéndez
Pidal y García de Diego defienden su origen vasco de "garaldi":
hoguera, derivado de quemado en relación con el sitio y quema de
Numancia. Por su lado Corominas dice que podría tratarse de un nombre de
persona de origen arábigo.
Sobre
Numancia os remitimos a nuestra
guía
arqueológica, pero os diremos que
se encuentran situadas en la finca Garrejo, donada en su día a Garray por
el vizconde de Eza: fueron declaradas Monumento Nacional a fines del siglo
pasado. En la actualidad, el resto de la finca pertenece a la familia
Marichalar; en su interior está ubicada la ermita de San Antonio,
celebrándose cada año romería.
Existe un proyecto de parque
histórico natural que acogería un arqueódromo...
Encontraréis
todo tipo de servicios para repostar en este lugar clave.
Como
curiosidades os dejamos aquí dos reseñas.
La
primera del libro
Los gentilicios burlescos de Soria de
María Villanañe:
"GARRAY:
Gentilicio: Los garrejos o garreños. De nombre eúskaro, que ha tenido varias
interpretaciones (de Garay, alto de Garratia, ciudad frecuentemente
quemada), es el escenario de algunas leyendas disparatadas que recoge
Florentino Zamora Lucas en sus Leyendas de Soria. Hay también un poblado
cercano llamado precisamente "Garrejo", hoy granja particular y
antaño denominado "Garrahejo"."
La
segunda del Pascual Madoz, 1845:
"...
dentro de él están las ermitas de San Antonio de Padua y la de los
Santos Mártires Achileo, Nereo, Pancracio y Santa Domitila; bonito
santuario, en el que se conservan reliquias de los cuatro mártires,
siendo las de los primeros, las cabezas y hallándose la de la Santa en el
Burgo de Osma; son tenidas en gran veneración por todo aquel país dichas
reliquias, y en el día 12 de mayo, que se celebra su festividad,
concurren las autoridades de Soria e infinidad de gentes, así de la
ciudad como del anejo, cuyo teniente cura, autoridad municipal y al menos
una persona por cada casa, tienen que asistir a la función de iglesia;
comprende también el término, las granjas de Garrejo con cuatro vecinos,
el Arenalejo con uno, el Soto del marqués con otro y el cerro en donde
existió la célebre y antigua Numancia, noble y ejemplar modelo de
heroismo y amor a la independencia; en este sitio de tan gloriosos hechos,
para cuya memoria se principió a construir una pirámide cuyo primer
cuerpo ya tiene 15 pies de elevación, se encuentran continuamente,
haciendo excavaciones para sacar piedra, instrumentos bélicos, bustos,
pedazos de vasijas muy delicadas, ídolos, medallas, carbón, hnuesos
humanos, monedas de oro, plata y cobre, las mas de las que tienen en el
anverso un hombre sentado en un dornajo, con casco en la cabeza, lanza en
la mano derecha, dos ríos al pie y otro hacia la espalda; y en el reverso
se ve un caballo; en 1825 un jornalero que estaba sacando piedra,
encontró un magnífico collar de plata en figura de cadena con fuertes
eslabones y atrechos, graciosos bustos; pesaba 18 onzas y lo vendió por
160 reales al teniente cura de la parroquia, quién lo mandó fundir y
hacer el copón que sirve para depósito de S.D.M.; en 1844 se halló un
idolillo de metal, de un palmo de alto, que fue regalado al jefe
político; y una familia bien acomodada en el pueblo, debe su fortuna a la
invención por uno de sus antecesores, de 9 bolos y 2 bolas de
oro..."
©
Isabel y Luisa Goig
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