El Zarragón

En Valdegeña la figura del zarragón, zarrón o zorronero, salía el día de Navidad, a fin de rondar a las mozas. En esta ocasión era un quinto el encargado de aparecer vestido de esta guisa, con la cara tiznada, vestido de mamarracho, portando una cola de toro en la mano con el fin de amedrentar, y provisto de unas alforjas que iba llenando con productos de las alacenas, con el implícito visto bueno de las mujeres.

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Por Navidad también, en Villálvaro, un mozo se vestía de zarragón portando un bastón adornado con moneditas de dos reales, y recorría el pueblo en busca de víveres donados.

Zarragones salían en Matanza de Soria y Villaseca de Arciel. En Rello, la gallofa la pedían con cencerros, suponemos que también irían vestidos de manera estrafalaria.

En Castillejo de Robledo era anunciada por los pastores vestidos con pieles de oveja y leguis (polainas o calzas), que portaban cencerros atados a la cintura e iban recorriendo el pueblo cantando villancicos y haciendo sonar las colodras o cuernas. No sabemos si actuaban como zarrones, con su carga ritual, o simplemente simulaban ser los pastorcillos que adoraron a Jesús en Belén. De forma similar aparecían en Peñalba de San Esteban los mozos y pastores auténticos: con su indumentaria típica de chamarra de piel, abarcas y haciendo sonar cascabeles y cencerros.

En Santa Cruz de Yanguas danzan con palos en determinadas fechas, hacen el trenzado y entre los danzantes está la figura del Zurraguero. Félix Jiménez recogió las letras de las distintas costumbres que se vivían en este precioso pueblo de Tierras Altas, y fueron publicadas por la Asociación de Amigos de Santa Cruz de Yanguas.

Zurraguero:    Ahí tienen señores
                        a ocho bandidos
                        que fuertemente pelean
                        por ver si me pueden coger
                        pero petardo se llevan.

Maestro:          El bandido serás tú
                        y de malas intenciones,
                        y pronto vas a pagar
                        todas tus malas acciones.

Zurraguero: ¿Es que me vas a matar? o
¿qué vas a hacer conmigo?

Maestro: Apercibido estarás
pronto lo has comprendido.

Zurraguero:     ¿Eso vas a hacer conmigo?
                        Siendo amigo verdadero,
                        señores miren ustedes,
                        con quien me juego el dinero.

Maestro:          Buen dinero tendrás tú,
                        para poder jugar,
                        si llevas la chambra rota
                        y una saya destrozá.

Zurraguero:     No te corres de vergüenza,
                        al decir esas palabras,
                        el tiempo que te he servido,
                        ¿a dónde está mi soldada?

Maestro:          Lo que te digo es que bajes,
                        que aunque tranquilo te encuentras,
                        te voy a quitar la vida
                        con esta espada sangrienta.

Zurraguero:     No tengas prisa cobarde,
                        que yo maldita que tengo,
                        estoy comiendo morcilla
                        por si acaso pronto muero.

Maestro:          Aprovéchate del vino
                        y de todos los manjares,
                        que la vida se te acorta
                        por momentos esta tarde.

Zurraguero:     A la Virgen de Escobillas
                        que es una madre que quiero,
                        ¿sabes qué me tiene dicho?
                        que aunque me mates, no muero.

Maestro:          Tres veces te hemos cogido,
                        te nos has vuelto a escapar,
                        y a las cuatro te cogemos
                        y aquí las vas a pagar.
                        Tú eres aquél que decía
                        que hacías burla de mí,
                        por matar a un criminal
                        nadie lo puede sentir.
                        Cómo no ibas a triunfar
                        encontrándote tan fuerte.
                        Te voy a meter la espada
                        entre medio de los dientes.
                        Qué orgulloso te encontrabas
                        comiéndote la morcillas
                        y en este momento
                        te voy a quitar la vida.

Todos:             Ya se ha muerto el Zurraguero
                        ya no podemos danzar.
                        Virgen de las Escobillas
                        que vuelva a resucitar.

Entre los variados nombres que reciben estas figuras estrafalarias fuera de Soria y su significado, unido siempre a la petición de gallofa o aguinaldos, referenciamos los tres siguientes que hacen su salida con motivo de las fiestas navideñas:

El Zangarrón de Sanzoles del Vino (Zamora). El 25 de diciembre por la tarde, víspera, y el 26 de madrugada, mozos, quintos y tamborilero van a recogerlo a su casa para la fiesta con danzantes y baile al ritmo de castañuelas, el pito zamorano y el tambor. Como todas las fiestas, acaba con el pago del aguinaldo y la comida en comunidad siguiendo unas normas o el pago de una multa.

El Tafarrón, de Pozuelo de Tábara (Zamora). Otra fiesta de mozos/quintos, con petición de aguinaldos, en las fiestas de Navidad.

La talanqueira, de San Martín de Castañeda (Zamora). A los que llevan los cencerros les llaman Visparros, el Cernadeiro es el que reparte ceniza, y otros varios. Salen el 5 de enero y, naturalmente, piden el aguinaldo o aguilando.

El Jarramplas, en Extremadura. Es una fiesta notable, que tiene lugar el 20 de enero, declarada de interés turístico.

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