Documentalmente
sabemos que el último rey nominal de
Mallorca, conocido en las crónicas como el Infante Jaume de
Mallorca, o el rey de Nápoles, murió en Soria y fue
enterrado en el convento franciscano de esta ciudad.
Todo está preparado para
saber si, más de seis siglos después, su
cuerpo sigue todavía donde se depositó. |
Memoria de
la primera fase de las excavaciones
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Hace ya algunos años que se formó el
“Grup Jaume IV”, para la investigación de los últimos días del que fuera
rey de Mallorca, Jaime IV, y la búsqueda y recuperación de sus restos
mortales. El grupo está formado por personas de Mallorca, Barcelona y
Soria.
Documentalmente se sabe que el rey
mallorquín falleció en Soria, donde hizo testamento, en el cual mandaba
ser enterrado en el convento de frailes menores de San Francisco. En ese
documento reconocía a su hermana, Isabel, como heredera de la corona de
Mallorca.
Se tienen noticias documentadas de que el
convento estaba fundado en 1227. A lo largo de los siglos reyes y nobles
favorecieron a la comunidad y a las fábricas de la iglesia y el
monasterio, llegando a convertirse en lugar elegido para enterramientos
por parte de esa nobleza.
Diversas vicisitudes llegaron a convertir
el cenobio en las ruinas que hoy se esconden tras los muros. Se arruinó
la iglesia primitiva y se reedificó en el siglo XVI. En 1618 se quemó el
convento, excepto la iglesia, y se volvió a edificar gracias a la
magnificencia de fieles y caballeros sorianos. En la Guerra de la
Independencia, otra vez, es destruido el recinto religioso y ya no se
restaurará, en su totalidad, la hermosa iglesia.
Un documento fechado en 1683, conservado
en el Archivo Histórico Provincial de Soria, daba noticia de la
restauración de la capilla de la Concepción, sita en el presbiterio de
la vieja iglesia por el entonces marqués de Velamazán. Ese documento
indicaba, también, que había escaleras, lo que nos llevó a pensar en una
cripta.
Jaime IV y la Dinastía de Mallorca
Jaime I, llamado “el Conquistador”,
falleció en 1276. Antes, entre 1229 y 1235, había conquistado Mallorca,
Menorca, Ibiza y Formentera. Casó en primera nupcias, en Ágreda (Soria),
1221, con Leonor de Castilla y Plantagenet, con quien tuvo a Alfonso,
fallecido antes que su padre. Contraería después matrimonio con Violante
de Hungría. Hizo testamento en tres ocasiones y, dado el sentido
patrimonial del Estado de la época, dividió éste entre sus hijos.
A Jaime le correspondería Mallorca que
comprendía, además de las Islas Baleares, la parte continental del
reino: los condados de Rosellón, Cerdaña y Occitania. Casó con
Esclaramunda de Foix. Su hijo mayor, Jaime, renunció a los derechos
dinásticos y profesó en la Orden de Franciscanos.
A Jaime II de Mallorca le sucedería su
hijo segundo, Sancho, muerto sin descendencia legítima de su esposa,
María de Nápoles. Ante la falta de descendencia directa, sucedió a
Sancho su sobrino Jaime, quien reinaría como el III.
La división del reino había creado
problemas casi desde el inicio entre las dos ramas reinantes
descendientes de Jaime I. Con Jaime III esa rivalidad llegaría al máximo
al coincidir en el reinado con Pedro IV, el Ceremonioso, pese a que
Jaime había casado con la hermana de Pedro, Constanza de Aragón, por
deseo expreso del abuelo de ambos, Alfonso. El matrimonio tuvo dos
hijos, Jaime e Isabel.
El reinado efectivo en Mallorca duraría
hasta 1343, fecha en la que Pedro IV conquistó el reino de su hermana y
cuñado. La insistencia de Jaime III por reconquistar sus estados
llevaría a la Batalla de Llucmajor, en la que éste perdería el reino y
su propia vida. Viudo, había casado en segundas nupcias con Violante de
Vilaragut, de quien tuvo otra hija, Esclaramunda. Las tres mujeres de la
casa fueron llevadas, tras la batalla, a Valencia. Jaime, el hijo y
heredero, que había participado en la lid siendo herido gravemente,
pasaría muchos años de su vida prisionero entre Játiva y Barcelona.
Jaime IV heredaría de su padre el tesón
para reconquistar su reino. Cuando logró escapar de su encierro en
Barcelona, casó con Juana II de Nápoles, en un intento por conseguir
dinero para su empresa. A lo largo de su corta vida se alió con todo
aquel reino que le facilitara medios para atacar a su tío, Pedro IV de
Aragón, y conseguir su patrimonio.
En esas estaba cuando, herido, se adentró
en Soria, siendo recibido por quien más tarde sería Juan I de Castilla,
quien se encontraba en Soria para contraer matrimonio con una prima de
Jaime, Leonor de Aragón.
Murió en febrero de 1375 y recibió, por
orden del príncipe Juan, honores de rey en su entierro, que fue en el
Convento de Franciscanos de la ciudad, tal y como había estipulado en su
testamento, hecho en casa del “arcediano Ferran”, y en presencia del
conde de Medinaceli, familiar directo de Jaime por su antepasada Foix.
Isabel Goig
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ANTECEDENTES Y CONCLUSIONES
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA
- SEPTIEMBRE 2008
CONVENTO DE SAN FRANCISCO – SORIA
Helena Inglada y María
Llinàs
El año 2007 se solicitó a la Junta de
Castilla-León el preceptivo permiso de intervención arqueológica para el
proyecto de localización de la tumba de Jaume IV en el Convento de San
Francisco de Soria. Un equipo de historiadores y arqueólogos,
financiados por el Consell de Mallorca, se desplazó a la ciudad para
poder constatar la presencia de la tumba del último de los herederos al
trono de Mallorca, muerto en el exilio.
Por dificultades técnicas para desplazar
el equipo a finales del 2007, se solicitó una prórroga para poder
realizar la intervención durante el 2008. Junto con esta solicitud se
adjuntaba el proyecto de prospección con geo-radar. Inicialmente sólo se
pensó prospectar la nave central, pero con la aportación económica de la
Junta se pudo ampliar a todo el solar.
Así pues, en el mes de abril se llevó a
cabo el trabajo de campo de geo-radar y a principios de mayo disponíamos
del documento interpretativo.
Con algunos datos más precisos, gracias a
este trabajo previo, se inicia la excavación en el convento de San
Francisco el día 24 de septiembre de 2008. Tal como estaba previsto los
trabajos iban a durar una semana, dándose por terminados el día 1 de
octubre.
El equipo de intervención se componía de
dos técnicos – Helena Inglada y Maria Llinàs- y dos auxiliares – Patxi
Ozcoz y Omar Ahjaj. La financiación de la intervención fue a cargo de la
Direcció Insular de Relacions Institucionals del Consell de Mallorca.
No hubiera sido posible llevar a cabo la
intervención sin el trabajo previo del equipo de historiadores y
documentalistas, encabezado por el profesor de la Universitat de les
Illes Balears Gabriel Ensenyat, Pep Mas, Miquel Gayà e Isabel Goig y de
todos aquellos que han colaborado de alguna forma en el desarrollo de
este proyecto: don Rufo Nafría, Climent Picornell, Xisca Jaume, don Pep
Estelrich, Jaume Riera y don Antoni Mut.
El presupuesto para la intervención, que
incluyó: desplazamiento del equipo desde Palma y Barcelona, estancia y
manutención para 1 semana en Soria para todo el grupo, alquiler de
vehículo para desplazamientos durante 1 semana, aportación de las
herramientas y suministros necesarios para la intervención y gestión de
los materiales, limpieza y siglado de los objetos recuperados,
elaboración de memoria, inventario de materiales y traslado / ingreso de
materiales en el Museo Numantino, ascendió a unos 6.000 euros.
La memoria de intervención fue entregada
en la Delegación de la Junta de Castilla León en diciembre de 2008. Los
materiales fueron depositados en el Museo Numantino una parte el día 1
de octubre de 2008 y el resto fue llevado en mano por la Sra. Isabel
Goig el día 31 de diciembre de 2008.
EXCAVACIÓN
El día 24 de septiembre sobre las 16
horas se inicia la intervención en el antiguo convento.
La metodología empleada fue el método
Harris / Carandini. El sistema gráfico de registro de UE en planta y
sección. Registro fotográfico. Registro de materiales de cada UE.
A partir de los datos aportados por el
documento de geo-radar se plantea situar la cala de intervención en la
zona central, próxima al ábside, de la capilla de la Concepción.
Inicialmente la cala tenía unas
medidas de 3 x 4,
aunque posteriormente se amplió,
ya que la localización de diversas
estructuras hacía aconsejable la apertura de nuevos espacios.
Se individualizaron un total de 28
unidades estratigráficas.
Vistos todos los elementos, y partiendo
de una lectura sesgada del conjunto ya que no se ha realizado una
excavación en extensión (ni siquiera de toda la capilla), hemos llegado
a la interpretación que procedemos a exponer.
Localizamos 3 niveles de circulación
distintos (en orden descendente de cota)
1- Zona más próxima al ábside. Nivel de
losas y baldosa de cerámica. Sobre las losas aparece una estructura
moldurada que podría definir un espacio reservado para la liturgia.
2- A unos 10 cm por debajo de este nivel,
aparece un segundo pavimento de losas, conservado en la parte izquierda
de la cala. La diferencia de cota podría salvarse con un escalón hacia
la parte más lata, dónde se situaría el altar.
3- Tercer nivel de circulación entre 40 y
50 cm más bajo. Zona meridional de la cala. Se compone de tres losas que
podrían corresponder a un enterramiento. A la misma cota un enlosado de
piedra y baldosa cerámica.
En este enlosado aparece un recorte en el
que encaja una estructura moldurada que no conseguimos interpretar. La
pieza moldurada parece reutilizada y como si estuviera invertida. La
primera lectura fue que estaba ahí casualmente, pero el recorte en las
piezas inferiores para su encaje descartan la eventualidad. Fue colocada
allí con intención. Podría ser que esta pieza moldurada partiera desde
una cota inferior y las losas se le adosaran con posterioridad.
En muchos puntos, de forma irregular y
desigual, pero generalizada aparecen restos de cenizas y carbones que
tiznan los pavimentos. Se ha individualizado una zona (UE 8) en la que
estos restos tenían una potencia de 20 cm. En el resto aparecen manchas
de unos 3 cm de grosor. Se trata de un nivel de incendio. Los materiales
datan el estrato en el siglo XVII.
Dónde no aparecen las losas del pavimento
2, aparecen materiales de derrumbe. Una serie de niveles de escombros,
que contienen diversos materiales de construcción (algunos de ellos
elementos arquitectónicos y decorativos). Estos materiales se agrupan
por tamaño en los diferentes estratos, más ricos en cal y arena los
superiores, con elementos de menor a mayor tamaño a medida que
descendemos de cota y bajo todos ellos 2 estratos de arcillas (UE 11 y
12) que suponemos aportadas.
Entre estos niveles de escombros emergen
las estructuras localizadas (pilares, pilastras, dinteles...) como si
hubieran sido cubiertas después de un derrumbe generalizado. Todo ello
parece colocado de forma intencionada como nivelación para las losas de
pavimentación (UE2), que se han conservado parcialmente, y sellado los
niveles inferiores.
Por lo que respecta a la zona meridional
de la cala, dónde aparece una posible estructura de enterramiento, sobre
ella documentamos dos niveles diferenciados. Por una parte un nivel de
derrumbe con piedras y material de construcción moderno. Por otra parte
un osario que ocupaba todo el ángulo izquierdo, formado por huesos en
deposición secundaria, ya que sólo se localizaron cráneos y huesos
largos. Su colocación no era en absoluto metódica y aparecían mezclados
con material de derrumbe. Pensamos que debía tratarse de un traslado de
huesos de un osario situado en otro punto, por razones que desconocemos,
pero relativamente reciente, quizá posterior al uso como iglesia. El
hecho de tratarse de una deposición secundaria y estar los huesos muy
alterados no permitía hacer un estudio antropológico que hubiera
aportado datos relevantes sobre el conjunto. Los huesos se depositaron
en la fosa común del cementerio municipal.
De entre todos los elementos localizados,
llaman la atención los estructurales. Una pilastra oval, un pilar
moldurado, un dintel más bajo que el nivel de circulación y una pared de
sillares de arenisca decorados, pero no coincidentes.
Ninguno de ellos parece estar en su lugar
original. La primera impresión es que se trata de reutilizaciones.
Parece como si se hubiera remodelado un espacio aprovechando los restos
de una estructura anterior y se hubiera recolocado sin demasiada fineza.
Tal vez esta reestructuración responde a la referencia localizada en la
documentación que habla de una obra de reforma en la capilla subterránea
del altar, por problemas de estabilidad.
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CONCLUSIONES
Ya que el objetivo principal de la
intervención era la localización de la tumba de Jaume IV, la situación
de la cala se determinó por este motivo. Justamente en este punto el
informe del geo-radar situaba una estructura relacionada con cavidades
de aire en el subsuelo. Juntando estos datos con la documentación
histórica hacía pensar que fuera posible localizar la capilla
subterránea situada bajo el altar.
La duración de la intervención
arqueológica fue muy limitada, por ello la cala tuvo que ser de
dimensiones reducidas. A pesar de todo la localización de este conjunto
de estructuras confirma la hipótesis de trabajo, e incluso que podríamos
estar en el lugar correcto, no podemos confirmarlo de forma concluyente.
La falta de tiempo para la realización de
la intervención, que aún así ha sido muy satisfactoria en cuanto a los
resultados, nos permite plantear futuras intervenciones que puedan
corroborar la documentación escrita existente, que plantea que l'Infant
fue sepultado en este punto.
Esperamos que en un futuro próximo se
pueda concretar esta labor en un proyecto de colaboración entre las dos
instituciones.
Helena Inglada y María Llinàs
Palma, 24 de octubre de 2011
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Jaime IV de Mallorca y Soria
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Jaime IV de
Mallorca y Soria. Introducción
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Sondeos arqueológicos
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Memoria de la primera fase de las excavaciones
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Jaime IV. Investigación - Octubre 2008
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Jaime IV. Investigación - 13 de abril
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Jaime IV.
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El
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El Convento
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El
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Un nuevo
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Jaime IV. Un
rey de Mallorca enterrado en Soria
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Libro "El
Infante de Mallorca"
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Ysabillis,
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