"La
Muy Noble y Muy Leal Villa de Deza".
Así reza la leyenda de esta villa, que fue del señorío de los duques de
Medinaceli, propietarios de la fortaleza de la villa. Desde remotos orígenes, como
demuestran los restos arqueológicos del eneolíto en la Venta del Hambre, pasando por el
pasado celtíbero, romano, visigótico hasta llegar a la Edad Media donde convivieron las
tres culturas (árabe, judía y cristiana), esta villa se mantiene viva en cultura y
tradiciones.
Ubicada en la franja rayana de Aragón y la sierra de
Miñana, posee una industria
abundante: ganadería lanar, porcino estabuldo y vacuno de engorde; una pequeña industria
textil y fundamentalmente una industria de regadío, gracias a "La Vega" que la
bañan los arroyos que forman los manantiales Argadil, Suso y Valdezuciel; rica pues
también en árboles frutales, fundamentalmente almendros. Estos manantiales nutren los
baños termales de la vecina población zaragozana de Alhama de Aragón. Rico sotobosque,
donde crece el té de risco, tomillo, romero, camamilda y espliego (el cuál destilaban
antaño). Perdiz, conejo, liebre, jabalí y algún corzo nos podemos encontrar entre sus
bosques de carrasca y roble fundamentalmente. Por su término discurre también el río
Henar que al llegar a Aragón lo llaman Deza, en su tiempo sus aguas movían varios
molinos harineros, cuatro de ellos, aquí en la villa.
Numerosas fuentes se ubican en el término de Deza, por lo que la visita a esta villa
histórica, la podemos completar con unos bellos recorridos a su naturaleza: la sierra de
Miñana alberga el
manantial
de Agadir, la Cañada de la Losa, el Rincón de Hocino, la
Fuente Suso; la Fuente Vieja en el paraje del mismo nombre o llamado también Camino de Taranzana, revestida de grandes piedras de sillería, muy antiguas, alrededor unas piedras
onduladas conforman un pequeño lavadero; y además, San Roquillo, Muza, Peribáñez,
Azañón, el Hocino, los Ojos, Almanzorre...
Fuentes
de Deza, José Ignacio Esteban
Entre Deza y Cihuela, antes de llegar a la granja de Mazalacete, se encuentra
«La Cruz del Estudiante», cuenta la leyenda que está allí en honor a un joven
estudiante, enamorado de una gitana y que ese era su lugar de encuentro con ella.
A mediados de septiembre, celebra Deza sus fiestas principales en honor del
Santísimo Cristo del Consuelo, en el cuadro de leyendas y tradiciones
comentamos esta fiesta en particular; pero mantienen vivas otras fiestas. El
primer sábado de mayo celebran la
*"Cruz
de Mayo", con bendición de campos y
*pingada del mayo
delante de la ermita. En ese pequeño templo de San Roque, ubicado en la carretera de La
Alameda, guardan las imágenes de Santa Bárbara y San Roque, las cuales,
alternativamente, las procesionan de la ermita a la iglesia; a la santa se la deja en
épocas de tormentas y al santo para que protegiera las viñas: "San Roque divino
Roque, tu que estás en ese cerro, guárdame las uvas blancas que no se las coma tu
perro"; tenían tantas viñas en Deza, que existían varios alambiques para la
fabricación de aguardiente. Siguen encendiendo hogueras y saltándolas por San Antón y
Santa Lucía.
Bien, una vez comentada la actualidad de esta villa, haremos un pequeño
recorrido histórico, puesto que, más abajo os aconsejamos un
enlace donde podréis
ampliar su historia:
Callejeando por su calles moriscas, nos encontraremos quizá, con la plaza
de toros más antigua de la provincia, excavada a pico y rodeada de paredes naturales, con
restos de túnel.
La parroquial en honor a Nuestra Señora de la Asunción es de los pocos edificios
góticos de la provincia, llamado "gótico columnario", con una airosa torre.
También nos encontraremos con casas blasonadas.
Y
por supuesto con su edificio principal: el
palacio de los Finojosa, llamado popularmente
"Posada Vieja", por haber dedicado el edificio a este menester, siendo después
casa-cuartel de la Guardia Civil. Hoy convertida en sala de exposiciones: hasta el 31 de
octubre (ignoramos si la prolongaran), y con motivo de la celebración del IX Centenario
del Císter en Castilla y León, hay una exposición titulada "En la Ruta de
los Finojosa" . De cualquier manera siempre hay alguna exposición. Proyectan una
película de primeros de siglo sobre la fiestas dezanas, que no debéis dejar de visionar.
El venerable Carabantes fundó en esta villa un convento de Capuchinos.
Hubo hospital y también minas de plata en explotación hasta mediados del presente siglo.
Cuentan con una tradición de carretería como demuestran los restos de dos ventas: la
Venta del Hambre y Rebollar de Yeso. Durante siglos existió tradición alfarera, tal vez
heredada de las repoblaciones musulmanas.
La constante repoblación de Deza a través de los siglos hizo que en 1800
se construyera un nuevo barrio llamado "Las Atarazanas"; hoy cuenta con unos 400
dezanos censados, pero según el Madoz (1850) contaba con 1.400 habitantes; la historia
también nos cuenta que en las guerras de la Raya de Aragón, hubo traslados forzosos de
población, en 1429, cuando el rey de Aragón llevó "cativos todos los moradores
assí Christianos como Moros y meterieron la villa a sacomano, y quemaron, y derribaron
algunas casas".
Ya hemos comentado que esta villa está muy viva, no tendréis problemas
para comer, podéis hacerlo en el Centro Recreativo Cultural y si queréis dormir podéis
hacerlo muy cerca, en Gómara; también encontraréis, supermercado, panadería,
carnicería, entidad bancaria, farmacia, centro médico, gasolinera, piscinas municipales,
estanco y bares.
Cuentan con una Asociación Cultural Villa de Deza.
Curiosidades
toponímicas.-
Nos cuenta Antonio Ruiz Vega que "Por Deza rastreó el malogrado F.
Sebastián Febrel varios topónimos vasco-ibéricos de interés que certifican la gran
antigüedad del poblamiento de esta villa fronteriza. Argadil, Algadir o Agadir, que de
todas estas maneras llaman al manantial más importante de Deza, podría venir de
"Arkadi" que en vasco actual significa roca o peñasco y es precisamente allí
donde se ubica el manantial. "El Moto" se llama popularmente en Deza al monte
más alto de su sierra. en vasco contemporáneo, "moto" designa la cúspide de
una montaña. Pero además de estos dos, Febrel encontró otros muchos topónimos
vasco-ibéricos: Ituero, Bustal, Mata, Servilla, Val de Poro, Val de Zufiel, Val de Ogil,
Antoñana, Taranzana, Onsal, Almanzorre, Losilla y Cero. Éste último sería, según
Febrel, el antiguo nombre de la ciudad y significaría "cielo".
Sobre el topónimo de Deza, encontramos en el libro
Toponimia de la Tierra de Soria de
Eleuterio Carracedo Arroyo, lo siguiente: "Topónimo que con la misma forma se
repite en Galicia, recoge un lugar y un río Deza en la provincia de Pontevedra y un Dezas
en La Coruña. También el nombre Eza-Deza se encuentra recogido en el Diccionario
Onomástico y Heráldico Vasco como un antropónimo, variante de Iza "juncal".
Por último, Eza es el nombre de un caserío o palacio en la provincia de Navarra. Por
todo ello muy probable que estemos ante un antropónimo de origen navarro".
©
Luisa Goig
Jesús Esteban nos ha enviado
dos dibujos
Fotografía de mediados de los años 60, y en el
que figuran 3 hombres (uno mi abuelo Jesús Esteban) charlando en lo que
denominamos el cementerio de la iglesia, que es la zona próxima a la
iglesia.
"El
Corredero y la Plaza de toros de Deza"
Vicente
González Aleza nos ha enviado dos poesías y nos comenta:
" Soy de Deza y he escrito una poesía dedicada a la ermita de la
Soledad. Así mismo también he escrito otra poesía dedicada al arco de San
Blas para ver si podemos mantenerlo en pie":
POESÍAS
A DEZA DE VICENTE GONZÁLEZ
Francisco
González nos escribe y apunta:
Deza ya no tiene gasolinera, cerró hace 2 años o más En Deza también se celebran hogueras en la víspera de la Purísima 7 de
Diciembre. Antiguamente se celebraba San Blas, de cuya ermita aún quedan un arco como
resto. En el barrio de La Atarazana se encuentra la ermita de San Antonio. Hay gran devoción a los Santos de la Soledad que también tienen ermita en
el pueblo, en el paraje precisamente conocido como La Soledad.
Vicente
Alejandre
puntualiza:
Mi nombre es Vicente
Alejandre Alcalde y me gustaría corregir dos datos referentes a Deza que
no son correctos y se vienen repitiendo últimamente en
la historiografía de Soria.
El primero de ellos
se refiere a la fundación en Deza de un convento de
capuchinos por el venerable Carabantes. Aunque hubo intención de
ello dicho convento nunca se llegó a fundar. Si no me falla la memoria Pey Ordeix en un
pequeño
artículo publicado a finales del siglo XIX en "Recuerdo de Soria"
argumentó (a partir de datos aportados por el biógrafo del
venerable) la no fundación del convento.
El segundo dato se
refiere al supuesto nacimiento en Deza de Eugenio Torralba. Este
personaje, protagonista de la novela "Torralba", obra de Gil Vera, nace
en Deza, sí, pero en la novela. El personaje histórico era conquense. En
mi opinión, Gil Vera, mezcla datos biográficos reales de Eugenio
Torralba y Ramón Ramírez (morisco de Deza), sacados posiblemente de los
procesos de la Inquisición (ciertamente me gustaría hablar personalmente
con el autor para poder comprobar mis sospechas).
"El Cuerno" y otros dulces de
Deza
|
Deza
y su Toro
Se celebra aquí, en la raya con Aragón, uno de los ritos relacionados
con el noble y mitológico astado de los que tanto abundan en nuestra Tierra. Es en
septiembre y durante las fiestas en honor del Santísimo Cristo del Consuelo.
Dice José Tudela, en su folleto "El Salón del Toro": "En Deza se torea,
mata y consuma el toro del Cristo, que se compra con los fondos del Santo Cristo y se
repone su gasto con el precio de la carne repartida y por limosnas; y únicamente los
pastores tienen el privilegio de arrastrarlo muerto hasta el portal del
ayuntamiento".
Hasta hace poco se recogía una medida de grano por habitante en pública colecta a fin de
comprar el toro. Las familias que habían tenido hijos varones en ese año debían
entregar, además el peso en grano del churumbel. ¡Curioso y maltusiano impuesto!. En la
actualidad se limitan a prorratear entre los vecinos la cantidad necesaria para mercar el
morlaco, de un modo similar a como se hace en la capital soriana. El miura, en honor del
Cristo, se torea en una desacostumbrada plazuela perdida entre los vericuetos callejeriles
de la antaño morisca ciudad. Casas la rodean desde cuyas ventanas puede contemplarse la
lidia como si de palcos lujosos se tratase. curiosamente, pese a su reducidísimo aforo y
sus más modestas instalaciones, pues ni a tentadero llega, es una de las pocas plazas de
toros fija con que cuenta la provincia de Soria y da idea de la importancia que a estas
cosas otorgan los dezanos. "El toro del Santo Cristo tenía los cuernos cachos y pa
diversión del pueblo lo toreaban los muchachos". Al menos siete matadores han
comenzado su carrera en Deza, entre ellos cabe destacar a Braulio Lausín como el más
antiguo y Sergio Sánchez, de los últimos.
Pero la más vistosa ceremonia tiene lugar el día siguiente cuando todo el pueblo se
reúna en la Plaza Mayor para meterse entre pecho y espalda la carne del toro,
convenientemente aderezada y acompañada, como es natural, con caldos del cercano Aragón.
Antes de habrán cocinado las tajadas en las inevitables calderas o calderetas. Allá
donde se encuentre un refugio del viento, allá se verá a un grupo de amigos o vecinos
disponer la lumbre y colocar sobre los sesos o trébedes la olla donde se condimentará la
sagrada vianda. Puede uno toparse grupos de improvisados marmitones en cualquier recoveco
o descampado. Luego, la plaza se llenará de mesas, manteles y sillas y se convertirá en
un inmenso comedor colectivo al aire libre. Al final y si no llueve, aquello será un
ágape comunal.
Antonio Ruiz Vega
"La Soria Mágica"
Heráldica
En el ayuntamiento de Deza, bajo el escudo heráldico, comienza así su
leyenda:
"En el nobiliario oficial vigente y en cronistas tan respetables como
Silva, Haro, Mella y Madoz se dice: que esta población es de fundación tan remota que
como a Numancia, la habitaron los primitivos celtíberos. Los romanos la mejoraron y
engrandecieron, mencionándola Plinio y Estrabón en sus tablas geográficas con el nombre
de Hero, por un templo que tuvo consagrado a esta Diosa. Los moros hicieron de ella un
poderoso baluarte, por su situación estratégica. Los nobilísimos Fernández de Deza su
solar en esta villa. Pasó más adelante por privilegio de don Enrique II a su señorío,
emancipándola de la Corona y venciendo el título de Muy Leal. Anteriormente, en 1212 los
de Deza asistieron en la batalla de las Navas de Tolosa donde por su valeroso
comportamiento recibieron de don Alonso VIII grandes mercedes y privilegios, según
manifiesta en su crónica de aquella acción guerrera el testigo presencial de la misma
don Rodrigo Ximénez de Rada primer arzobispo de Toledo". |
(Mapa de
la zona (112 KB)
Río
Henar
Relato:
«La Cruz del Estudiante»
Fuentes
de Deza, José Ignacio Esteban
Deza
entre Castilla y Aragón, Vicente Alejandre
La
Soria Mágica
Antonio Ruiz Vega
Leyendas
y
Tradiciones por Ángel Almazán
Mendikat
:: Soria
::
Sierra de Miñana
Deza
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