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Mapa
de un tramo del Duero (55 KB)
Hoy nuestra ruta parte de Quintanas de Gormaz haciendo una parada para
admirar el castillo de Gormaz y dirigirnos a Vildé, nos acompaña el señor Teodosio en
un recorrido de unos 13 kilómetros.
Sumadas todas sus entradas, el acuífero denominado "calcáreo de Vildé y
Gormaz" constituye el de mayor valor medio interanual. Esta gran unidad que describe
el mapa Hidrogeológico se asienta al sudoeste de la provincia, y ocupa una gran
extensión, además de contar con el mayor volumen de recursos hidrológicos, con caudal
abundante e inalterable y que no son suficientemente aprovechadas a excepción de Vildé
para la piscifactoría y Quintanas de Gormaz para regar alrededor de trescientas
hectáreas.
A este bello paraje de la provincia de Soria, coronado hacia el sudeste por la cumbre
donde se asienta el castillo de Gormaz, y, por donde el Duero describe varias curvas,
acuden a pescar sorianos y forasteros.
Quintanas
de Gormaz
Quintanas
de Gormaz
Este pueblo de unos 200 habitantes tiene una
iglesia, la de San Lorenzo, en la que destaca el altar con reliquias de más de cien
santos traídas desde Roma, y en el campanario un campanillo con un pentagrama mágico y
una ermita, la de Nuestra Señora de las Angustias.
Aunque sus lagares están en ruinas conservan unas bodeguillas.
Vive Quintanas de Gormaz, fundamentalmente, en torno a la economía del agua, buena parte
de sus habitantes y de los pueblos de alrededor están empleados en unas fincas de
regadío que ocupan unas trescientas hectáreas; el riego se hace mediante sofisticados
elevadores y "pivots" y con el agua del río Duero, sin necesidad de acudir a
los manantiales.
Aquí existe una posada rural, "La Casa Grande de Gormaz", en un lugar
privilegiado, próxima al lugar de recreo natural "Las Fuentecillas".
En la carnicería del pueblo comprar unas chuletas de cordero y no olvidéis preguntar a
los quintaneses cuál es la mejor manera de asarlas (con sarmientos)... y vámonos de
excursión...
Quintanas cuida su entorno de agua y pinares, donde no es difícil ver algún jabalí y
algún corzo, canalizando las pequeñas fuentes del monte y construyendo merenderos. Cerca
del pueblo, la "Fuente de las Pozas" es un ejemplo de ello, en un paraje del
pinar de mullido césped, donde se ha construido una alberca, con un entorno muy limpio,
otros parajes cercanos son la fuente de "La Tejera", la fuente de "la
Oveja" y fuente del "Rey", en lo que hace ya muchos años es un despoblado.
Los pinares (nos encontramos en la zona de pinares medios) de Quintana son de pino negral
(Pinus pinaster) y eran utilizados para la extracción de resina, prueba de ello son las
entalladuras de su troncos y los botes de barro que aún podemos observar.
A dos kilómetros del caserío nacen, de una pequeña elevación rocosa, los
cuatro manantiales que los habitantes llaman "Las fuentecillas de Quintanas", es
un paraje único, gracias al propio Duero y a las fuentes, que con su caudal constate y
sonoro alimentan al río más importante de la provincia, en cantidades que, junto con las
de Gormaz y Vildé, dan al padre Duero el aporte más importante de agua.
Marcando el linde entre Quintanas y Gormaz encontramos otra fuente que, junto con las
otras dos, forman el conjunto llamado "Las fuentes de Gormaz" de idénticas
características que las "Fuentecillas". El ayuntamiento con la ayuda de Icona
plantó árboles hace unos años que unidos a los asadores forjan un lugar ideal para el
verano, en una amplia pradera.
Un proyecto para embotellar el agua al final no fue llevado acabo, según nos cuenta
Teodosio no recuerda bien si al agua "le faltaba grados o le sobraba cal".
Tienen unos parajes llamados "la Islilla" y "La Vega" donde los
particulares cosechan remolacha además de los productos propios de la huerta para consumo
diario.
Teodosio nos cuenta el resurgir del agua de la siguiente manera "el agua viene de
Berlanga de Duero, a través de un gran río subterráneo, choca por la fuerza de la
corriente en una pared de roca que existe junto al Duero, rebota fuerte en esa pared y
sale por "las Fuentecillas" en la pared opuesta".
Museo de la resina, Quintanas de Gormaz
Gormaz
Cuenta Ángel Almazán en su libro
Por tierras de Soria, La Rioja
y Guadalajara que "el topónimo Gormaz, es de origen protohistórico, y
proviene de Vormatio/Bormatiu, que deriva de la raíz ligur borm/born que
proviene del dios Borbo-Bormanus, una divinidad de las fuentes y manantiales
termales".
Así pues nos encontramos una vez más con que la toponimia responde la
mayoría de las veces a un sentido que no es ni caprichoso ni casual.
En Gormaz apenas quedan 20 habitantes y enclavado en la mitad de la ruta del Mio Cid nos
encontramos con uno de los asombros más perdurables, el castillo de Gormaz.
Desde el puente sobre el río Duero, romano, reedificado por los árabes y reconstruido en
1864, podemos admirar esta fortaleza, obra maestra de la arquitectura castrense califal y
desde el cauce del río (también aquí los manantiales son numerosos) podemos encaminar
nuestros pasos y atravesar el pueblo haciendo una parada para acercarnos a la ermita de
San Miguel, donde recientemente se han descubierto pinturas medievales datadas y con un
valor aproximado a las de San Baudelio; se abre la ermita con una puerta de arco de
herradura y empotrada en una de sus paredes hay una lápida árabe.
Ascendemos por el camino que nos lleva al
castillo y Teodosio nos señala una pequeña
cueva rupestre que nos evoca a las de Tiermes.
La
muralla de esta fortaleza se abre en una puerta califal, con arco de herradura enmarcado
en alfiz y al penetrar en el recinto, nos encontramos con sólidos restos de fortaleza,
patios y aljibes que aún permanecen en pie, podemos subir, con cuidado, al torreón de la
"sala de armas" y Torre de Almanzor y salir por las poternas y aquí desde la
cúspide de esta meseta, arropadas por esta magnífica fortaleza, dejamos navegar la vista
por estos asombrosos mares de trigo, por las tierras de Berlanga y las de la Ribera, por
las espléndidas vegas, por el padre Duero, testigo mudo de interminables luchas entre
moros y cristianos... y la figura del Cid, se nos aparece cabalgando y nos estremecemos y
sentimos que nos hallamos en un lugar privilegiado de la historia... de súbito Teodosio
nos despierta y nos invita amablemente a continuar nuestra ruta...
Gormaz
Gormaz
y su aldea Recuerda
Vildé
En la otra orilla del Duero se encuentra Vildé, pequeño pueblo de unos
80 habitantes que está agrupado al ayuntamiento de El Burgo de Osma. Tiene Vildé su
iglesia dedicada a Santa María y su arquitectura popular de adobe hecho de paja y barro.
En el pueblo vecino de Navapalos, desde hace unos años, estudiantes de arquitectura y
personas interesadas en el tema, trabajan en el estudio y promoción de esta arquitectura,
con técnicas y materiales de la zona.
En el entorno espléndido en que se encuentra Vildé, hay un pantano pequeño para
regadío, subvencionado por el gobierno de la Segunda República (lo que motivó que los
habitantes, en agradecimiento, votaran a las izquierdas en las siguientes elecciones) el
cual riega "la Ribera", sembrada de cereal, alfalfa, patatas, maíz, remolacha y
judías.
Al manantial más importante de Vildé se le conoce como la "Fuente de San
Luis", mana en el paraje del mismo nombre que lo debe a que en la otra orilla del
río existió en tiempos un beaterío o convento de frailes con esa denominación, del
cual todavía se conservan las ruinas. Al parecer, este convento fue arrasado por una
avenida de aguas.
Nos comenta Teodosio que la temperatura de las aguas de estos manantiales es de una
constancia de 18º.
El paraje de la "fuente de San Luis" es cuanto menos, singular; a cada margen
del río existieron dos molinos, uno de los cuales se halla restaurado formando parte del
conjunto con una piscifactoría. El molino se ha utilizado para colocar las truchas que
van a ser vendidas en primer lugar y que guardan ayuno algún día.
De las mismas características, es la llamada fuente de "las Cañameras", lugar
donde antes acudían a secar los cáñamos. Otras fuentes del lugar son "fuente de la
Sabuquera", llamada así por estar junto a un sauco; "la Vieja" recubierta
de sillería en 1894, muy cerca del caserío; "fuente Martín" con caudal
dirigido al río Caracena (el cual desemboca aquí en Vildé en el paraje "Corral de
la Buitrera", y cuando llega al Duero ha cambiado ya su nombre por el de río
Grande); las otras, las que manan por el monte, cerca de los altos de pedriza Gorda o
Rebollo se encuentran casi siempre secas, el señor Teodosio nos comenta que "hay
muchas, pero no hay nieves ni llueve, y ya no manan".
También podemos hallar en Vildé restos celtíberos, hispanorromanos y la "Casa de
la Mora", un monumento funerario de los siglos I-II.
La piscifactoría de Vildé
Nos despedimos de la agradable compañía de Teodosio y nos marchamos, no sin antes
invitaros, a visitar uno de los lugares privilegiados de esta provincia.
© Isabel
y Luisa Goig
Mapa
de un tramo del Duero (55 KB)
Quintanas
de Gormaz
Gormaz
Museo de la resina, Quintanas de Gormaz
Fuentes
de Quintanas de Gormaz, José Ignacio Esteban
Fuentes
y Manantiales de Gormaz, José Ignacio Esteban
Fuentes
y Manantiales de Vildé, José Ignacio Esteban
La piscifactoría de Vildé
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de Gormaz
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de Gormaz
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