Pedir para el Santísimo. Una tradición perdida de los pueblos de Soria: Quintanilla de Tres Barrios

Leopoldo Torre y García

El rico folklore de los pueblos se ha ido difuminando a medida que lo ha hecho su desaparición. Por si así no fuera, los cambios de mentalidad y la transformación social han sido transcendentales para ir borrando paulatinamente del panorama costumbrista toda una serie de tradiciones que fueron marcando el calendario de su interpretación. A pesar de que algunas de ellas se han ido recuperando tras la cruzada olvidadiza de los años 60 y 70, quedan muchas que dormitan para siempre en el limbo del recuerdo porque el contexto actual dista mucho del caldo de cultivo de aquel ambiente para el que fueron creadas.

El fuerte arraigo religioso que flotaba en el panorama del pasado dio como resultado un aporte de costumbres vinculadas a determinadas celebraciones. Hay que tener en cuenta que el calendario festivo fue multiplicador común de pueblos y ciudades que no dejaban pasar la ocasión para ponerlo en práctica y celebraban a su imagen y semejanza unos actos conmemorativos de cierta relevancia. Onomásticas patronales, festividades de santos, ciclos de pasión,  llevaban aparejados un programa de actividades de gran consideración tanto en el aspecto laico como en el religioso. El amplio abanico de representaciones costumbristas y tradicionales de los pueblos ha pasado a formar parte del rico patrimonio o acervo cultural.

De aquel entonces a este ahora mucho ha cambiado la situación en el medio rural. La despoblación y la ruptura de aquella imagen mental han contribuido a todo ello. A pesar de que parte de este bagaje se ha ido recuperando, es evidente que bastante material significativo no volverá a resurgir. Sólo el recuerdo de su puesta en escena puede dar fe de que hubo un tiempo en el que se interpretó la vida cotidiana como una manifestación de profundidad hacia todo aquello que supusiese un cierto realce y consideración.

Uno de estos ciclos de carácter religioso tenía lugar desde el inicio de la Cuaresma hasta la entrada de la Semana Santa. Acaecía en los días festivos y el escenario no era otro que el entorno del pueblo cuyas calles se cubrían de colorido y expectación porque en ellas se plasmaba la escenificación de la obra. Las  protagonistas eran las mozas del pueblo que se caracterizaban para la ocasión en fervientes animadoras del cotarro ambiental. Llevaban la voz cantante de un cancionero religioso que se interpretaba en el singular escenario de las calles. Aquí desarrollaban sus dotes de coristas contribuyendo al buen fin de pedir limosna para ayudar a la iglesia. O al Santísimo, como mandaban los cánones.

Alcozar. Pidiendo para el Santísimo. 2004

La misión de estas mensajeras era realizar un acto de buena voluntad, ya que las mozas del pueblo se ponían a disposición de la iglesia para recabar fondos con los que hacer frente a las necesidades más  imperiosas. Su trabajo consistía en ofrecer un repertorio de canciones a todo aquel que con su misericordia pudiera conceder una desinteresada ayuda. En aquellos tiempos, el estipendio solía ser más bien en especie que en dinero pues la carencia de la moneda contribuía a ello. Recogían todo lo que se les donaba, lo cual, al acabar el recorrido por el pueblo, era llevado a casa del sacerdote para su conformidad. No solían ser espléndidos los curas con aquellas mozas que con tanta animosidad y desinterés se prestaban a realizar semejante interpretación durante toda la mañana dominical o festiva. Si acaso una exigua propina que era destinada a una merienda de chocolate por la tarde.

El recorrido por las calles comenzaba una vez acabada la misa. Las mozas formaban un grupo y siguiendo un orden establecido iniciaban la actuación. Una de ellas, haciendo las veces de capitana, portaba una cruz, a la cual se le había adornado con cintas de colores. Algunas otras llevaban cestas de asas como recipientes para recoger los donativos que iban dándoles los buenos samaritanos. Como queda dicho, la balanza se inclinaba más hacia el lado de las donaciones en especie que en dinero. La escasez monetaria contribuía a ello. Por contra, las patatas, los huevos, las alubias o algunos cereales, eran los productos más recolectados.  

Respecto al cancionero, el repertorio está extraído íntegramente del cancionero popular que se cantaba en el pueblo de Quintanilla de Tres Barrios (1). No obstante la tradición estaba extendida por otros pueblos de la provincia que tenían versiones semejantes sobre el mismo tema aunque diferentes en letra y tonada por algunas muestras que he podido oír. Queda por realizar un  profundo y detallado estudio sobre esta tradición de la que apenas se ha escrito. Nada se sabe del autor o autores de la composición del temario. Todo hace pensar que pudiera tratarse de algún miembro de la corte religiosa: cura, prelado o vicario de la iglesia. La sencillez de la letra y el contenido de las canciones invitan a pensar que no están compuestas por un entendido sino por una persona que buscaba adaptar la rima fácil de una composición a un motivo interesado de la celebración, ajustando el contenido de la versificación al hilo conductor del tema. Hay canciones que están dedicadas a un tema o a una celebración en concreto de los que duraba el ciclo cuaresmal. Desde el primero al último domingo y fiestas de guardar.

Las cantoras se ceñían a la canción del día que iban repitiendo la misma versión casa por casa. Por lo general se cantaba a la puerta de las casas pero no exclusivamente puesto que si en la calle se encontraban a un posible interesado, el canto tenía lugar in situ. El objetivo era conseguir la máxima ayuda y colaboración y nadie se libraba de la solicitud.

                                      Echa la mano al bolsillo
                                      mozo no seas cobarde
                                      somos hijas del Santísimo
                                      y queremos ayudarle.

 Tal era el reclamo del donativo utilizando, a veces, ciertas artimañas o melosidades para conseguirlo. El mozo accedía muchas veces a la petición dependiendo de quién fuera la moza que se lo solicitara, teniendo en cuenta que la simpatía o la atracción tenía algo que ver. Conseguido el objetivo, buenaventura que se le concedía.

                                       Ya nos ha dado limosna
                                     
 con su mano poderosa
                                      Dios le dé salud y gracia
                                       y que pronto le dé novia.

Desde el primer acto de presentación quedaba bien claro cuáles eran las intenciones. La iglesia necesitaba ayuda y colaboración de la feligresía y a fe que lo conseguía. La astucia clerical ganaba dadivosamente la confianza del creyente por la cuenta que le traía. Le quedaba un largo trecho plagado de contratiempos y dificultades para no colaborar. ¿Quién le iba a decir que el devenir de la incipiente cosecha no sufriera cualquier calamidad si no colaboraba? Había que tener contentas a las divinidades y su colaboración era indispensable, aunque le faltara a su ya maltrecha economía. 

La iglesia se nutría de diferentes maneras para conseguir mantenerse. Disponía de suculentas rentas procedentes de un patrimonio conseguido en muchos casos por medio de las donaciones de los fieles. También gozaba de los bienes que los creyentes dejaban en heredad al morir (2). Además poseía otras maneras de captar estipendios, ya fuera en especie o en metálico. Los ingresos por responsos, por bulas pontificias que eximían de pecar durante la Cuaresma, por el reparto de los banzos para poder alzar de las andas de las imágenes en las procesiones. Y algunas otras triquiñuelas para la ocasión. Siempre que se diese un motivo para exprimir al creyente, la iglesia permanecía atenta para llevarse su porción. Y si no se las inventaba, como ocurría con la representación de pedir para el Santísimo.

Intransigentes consigo mismas, el empeño de las mozas se traducía en un merecido resultado gracias al apego religioso justificado en la masiva respuesta del pueblo. Bien es cierto que lo contrario podría depararles ofensas no exentas de represiones contra él o sus bienes. Presentimiento de que algún signo clarividente sucedería. Atento siempre quedaba el sufrido hombre del campo al dicho de “Pascuas marzales, hambres y calamidades”.

Alcozar. "Las del Santísimo". 1995

Queda dicho que el ciclo del cancionero de petición para el Santísimo comenzaba una vez iniciado el tiempo de la Cuaresma y acababa el Domingo de Ramos. Durante los días festivos que mediaban en el trayecto se iba cantando la canción o el tema correspondiente al día de la celebración. La primera de las salidas daba fe de cuál era el objetivo.

                                      Hoy es el primer domingo
                                      que venimos los cristianos
                                      a pedir para el Santísimo
                                      de todo género humano.

                                      Somos unas abejitas
                                      que vamos de flor en flor
                                      recogiendo la limosna
                                      para ayudar al Señor.

La primera festividad en orden cronológico era la del día de San José, puesto que el primer domingo que salían a pedir coincidía con el anterior a esta festividad. Algo que no se ha constatado anteriormente es que la tonalidad de las canciones apenas variaba. Era casi siempre la misma entonación.

                                      San José como es tan justo
                                      quiso cambiar de carrera
                                      al ver a su esposa en estado
                                      sin saber qué misterio era.

                                      Baja un ángel y le dice
                                      detente José, no temas,
                                      que tu esposa ha de traer
                                      al Señor de cielo y tierra.

                                      De las varas elegidas
                                      la de José ha florecido
                                      y en ella reconocemos
                                      que fue José el escogido.

La proliferación de festividades en tiempos pasados hizo florecer el costumbrismo y la tradición de los pueblos. El calendario de celebraciones incluía el día 25 de marzo como el de Nuestra Señora y de él colgaban ciertos ritos conmemorativos que teñían de colorido la onomástica. La composición para esta ocasión hacía referencia al misterio de la gestación de la Virgen.

                                      El veinticinco de marzo
                                      día de Nuestra Señora
                                     puso bandera en campaña
                                      y ha salido victoriosa.

                                      Anda de aquí para allá
                                      la Virgen entre las flores
                                      anda de aquí para allá
                                      nace un niño sin dolores.

                                      Nueve meses le tuvisteis
                                      en vuestro sagrado seno
                                      y a la Navidad trajisteis
                                      a Jesús de Nazareno.

Por lo general las estrofas de las canciones suelen ser bastante cortas. Las letras hacen alusión a lo circunstancial de los hechos y en ellos se relatan aconteceres o avatares surgidos a modo de episodios en la vida de sus protagonistas. El relato se encuadra dentro del ambiente que rodea a los hechos. Este caso en concreto hace mención al proceso de gestación de Jesús en el seno de María y al posterior alumbramiento.

Como queda dicho, ciertas canciones sólo se podían cantar en días determinados y solamente aquel día en el que se conmemoraba la celebración.  El resto de las canciones se interpretaban en cualquier fecha a su libre albedrío. Del repertorio del cancionero hay algunas que destacan por su profunda expresividad. Es el caso de los famosos Mandamientos.

                   En breve quiero explicar           de la Pasión los sucesos
              2   para mejor decir             vamos con los Mandamientos.
                   En el primero fue Judas     cuando a aquel manso cordero
              4  le vendió por 30 reales       luego le entregó en el huerto.
                   En el segundo los judíos      que en el huerto le prendieron
             6   y con grandes griteríos       en la cárcel le metieron.
                   En el tercero las gentes      que de la junta salieron
             8   mandan que le crucifiquen    y que le azoten primero.
                   En el cuarto a una columna   le amarraron como a un reo,
            10  le dan cinco mil azotes        descoyuntando sus huesos.
                   En el quinto canta el gallo     cuando le negó San Pedro
            12  tirándole de las barbas       cien bofetadas le dieron.
                   Le sacaron al balcón         con púrpura y caña puesto
           14   y una corona de espinas      le pusieron en el sexto.
                   En el séptimo la cruz        sobre sus hombros pusieron
           16   y como era tan pesada      tres veces cayó en el suelo.
                   En el octavo el calvario      cuando Simón el Cirineo
           18   le ayudó a llevar la cruz      para que llegase más presto.
                   En el noveno tres clavos     ya están hechos los barrenos
          20    le clavan de pies y manos      descoyuntando sus huesos.
                   En el décimo expiró        y vino ácimo luego
          22    le dan cinco mil lanzadas      y el costado quedó abierto.
                   De él salía sangre y agua       tres días después de muerto
          24    fue a sacar a los Santos Padres    que están en el cautiverio.
                   Si queréis saber cristianos        de estos diez mandamientos
          26    el doctor que los compuso        fue Cristo Redentor nuestro.

Quizá esta composición sea una de las mejores interpretaciones realizadas para la ocasión por su contenido y por la versificación. A las puertas de la Semana Santa, los Mandamientos reflejan la escenificación de la Pasión de Cristo en el huerto de los Olivos. A pesar de la profundidad de los acontecimientos y de la crudeza de los hechos, la entonación de la letra, carente de la presunta melancolía implícita que pudiera contener, hace de ella un motivo más de percepción musical. Se ha hecho constar que la práctica totalidad de las canciones poseían la misma entonación.

En la canción que sí cambia la entonación es en el Inocente Cordero.  Hay una estela de melancolía en sus versos que denotan el momento crucial de la muerte de Jesús. La profundidad del momento en que van ocurriendo los acontecimientos escenifica la cruda realidad y las notas van tomando un matiz de sentimiento contraído. Una canción que emociona a los contritos corazones.

                   El Inocente Cordero        hijo de la blanca oveja
             2   cuando vino de Belén      a ser maestro en nuestra tierra.
                   Apenas tiene ocho días    cuando la misión le entrega
             4   un jueves antes de Pascua    un mozo a vender le lleva.
                   Desde la plaza al mercado    desde el mercado a la plaza
             6   dieron la una y las dos         y a las tres que le remata,
                   dieron por el  hijo de Dios       30 monedas de plata.
            8    Tinieblas rompen los aires     las piedras de dos en dos
                   unas con otras se parten       el pecho del hombre no.
           10   Ya lloran los serafines       ya lloran con gran dolor
                   al ver que Cristo se muere    de luto se cubre el sol.
           12   Ya se han cubierto de luto    los altares de María
                   ya se han cubierto de luto    hasta la Pascua Florida.
           14   Ya se han cubierto de luto    los altares del Señor
                   ya se han cubierto de luto    hasta la Resurrección.

Una muestra que evidencia que el cancionero estaba esencialmente  enfocado al propósito pedigüeño es que la interpretación que se hace del Domingo de Lázaro no habla para nada de su resurrección por parte de su amigo Jesús. Narra un episodio de hambrienta necesidad por parte de San Lázaro que denota claramente el enfoque o la persecución de la finalidad: recabar la caridad a modo de limosna 

                                      Lázaro gran caballero
                                      primo y amado de Dios,
                                      señores roguéis por vos
                                      al Señor que concedisteis.

                                      San Lázaro le pidió
                                      al hambriento una limosna
                                      y porque no se la dio
                                     Cristo le negó su gloria.

                                      Désela usted si la tiene
                                      no le pase lo de aquél
                                      que le echó Dios al infierno
                                      para nunca más volver.

                                      A voces le está llamando:
                                      “Lázaro, Lázaro, ven,
                                      que me quemo en llamas vivas
                                      por no haberos hecho bien”.

                                      San Lázaro respondió:
                                      “la misericordia es
                                      para antes de la muerte,
                                      después ya no es menester”.

Hay que volver a hacer hincapié en el sentido de esta canción y la casuística de su finalidad. En la versificación se aprecia descaradamente la incitación a socorrer al necesitado para que el oyente capte la intención. Para ello utiliza un argumento no demasiado lógico. San Lázaro le va a pedir una limosna precisamente a un hambriento, el cual se la deniega, se supone que por carecer de ella cuando precisamente es él el gran necesitado. Y por la negativa a colaborar le manda al infierno. Es una especie de contradicción que de alguna manera viene a reforzar la idea de la caridad y a través de ella sensibilizar a las gentes para que colaboren con la iglesia o de lo contrario se verán en una situación comprometida. Hay que hacer el bien en vida para no tener que ir al infierno de cabeza. Lo que se busca es infundir miedo, temor a morir en pecado por no haber contribuido a la causa.

Al Domingo de Lázaro le sucede el Domingo de Peces en el que se relata el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. Se retoma el pulso de las notas alegres en la canción y se hace más atractiva su peculiar interpretación.                                     

                                      Hoy es el Domingo Peces
                                      día grande que dejó Dios señalado
                                      para que vengamos todos
                                      obró un gran milagro.

                                      Con solamente dos peces
                                      y cinco panes que ordena
                                      cinco mil hombres hambrientos
                                      se hallaron en su presencia.

                                      A comer se hacían todos
                                      de peces y de pan quedan
                                      cinco canastillas llenas
                                      han quedado en sus mesas.

                                      Hoy aumenta Cristo el pan
                                      para el que viene y para el que queda
                                      Dios nos dé salud y gracia
                                      y también su gloria eterna.

La última de las interpretaciones de este ciclo de  peticiones y limosnas tenía lugar el Domingo de Ramos, umbral de la Semana Santa. Por aquellos tiempos la escenificación de este día llevaba aparejada una muestra de la representación de los acontecimientos donde no faltaba la borriquilla sobre la que iba montado Jesús. Esto acaecía en plena efervescencia de la bendición de ramos, después vendría la petición por las calles. Llegaba a su fin el ciclo iniciado en los albores de la Cuaresma. Las mozas se sentían plenamente satisfechas con el trabajo realizado cuyo esfuerzo y dedicación a la causa de la iglesia les hacía sentirse reconfortadas. Por eso, aquel último día, si cabía, se sentían todavía más pletóricas a la hora de interpretar el canto.

                                      Hoy es el Domingo Ramos
                                      día grande de soler
                                      cuando Jesucristo entraba
                                      triunfante en Jerusalén.

                                      Entra con ramos y palmas
                                      su Divina Majestad
                                      entra con ramos y palmas
                                      por toda la cristiandad.

                                      Arrodillados le adoran
                                      como rey del Universo
                                      ofreciéndole los dones
                                      de oro, mirra e incienso.

                                      Sábado contemplaremos,
                                      domingo entremos con ramos,
                                      lunes le lavan los pies,
                                      martes le lavan las manos.

                                      Miércoles en la columna,
                                      jueves de espinas cercado,
                                      viernes con la cruz acuestas
                                      camino ya del calvario.

                                      Hijo de tan buenos padres
                                      bien nacido y bien criado
                                      por El venimos pidiendo
                                      para alumbrar a este Santo.

La interpretación del cancionero correspondiente a este día ponía punto y final al ciclo de pedir para el Santísimo. Era el inicio de un largo recorrido por el credencial religioso que seguía con toda la retahíla de actos correspondientes a la Semana Santa, continuaba después con la parafernalia del mes de María y a buen seguro que se ampliaba el repertorio de este tiempo de fe a las Novenas y Rogativas en súplica de agua (3). De marzo a mayo el fervor religioso impactaba de lleno en el ánimo y en el espíritu de los creyentes. Porque, además, era tiempo de confesiones y los confesores que acudían a los pueblos para “tomar declaración” a los habitantes hacían de su estancia una comunidad de fieles participativos en los actos llevados a cabo para la ocasión. Tiempos de fe, aquellos.

 

(1)  CLICK!!TORRE GARCIA, Leopoldo.  Ecos rurales. Edicomunicación. Barcelona, 1987

(2)  En Quintanilla de Tres Barrios llegaron a pagarse rentas a diferentes estamentos eclesiásticos u otros racioneros. Tal es el caso de la iglesia del pueblo; de la iglesia del Ribero de San Esteban de Gormaz (año 1853); de las monjas de Aranda de Duero (año 1785); del Hospital de El Burgo de Osma. Otros beneficiarios de prebendas eclesiásticas fueron la Capellanía del pueblo; los racioneros de El Burgo de Osma; renta de la Bermea; renta de Gasco; renta de Artisana; renta de Margarita; renta de Peñaranda; renta de don Eustaquio Marqués; renta de Antonio Bravo y renta de Antonio Diez.

(3)  TORRE GARCIA, Leopoldo. Novenas y Rogativas en Quintanilla de Tres Barrios (Soria). Revista de Folklore, núm. 66. Págs 209-215

© Leopoldo Torre y García
Web de Quintanilla de Tres Barrios


Quintanilla de Tres Barrios

Novenas y Rogativas en Quintanilla de Tres Barrios
La Vid. El fruto de una tradición perdida
Nuestros juegos de antaño. Divertimiento y ocio en Quintanilla de Tres Barrios
Vocabulario de Quintanilla de Tres Barrios
Museo Etnológico de Quintanilla de Tres Barrios

Web de Alcozar --> Cantares de "las del Santísimo", Teófila García de Blas

 

  volver a
FIESTAS POPULARES Y TRADICIONES

  volver a 
PÁGINAS DE ETNOLOGÍA

 

FORMULARIO  esperamos vuestras Colaboraciones

© Aviso legal todos los textos de las secciones de Pueblos y Rutas, pertenecen a la obra general Paseando Soria de Isabel y Luisa Goig Soler y tienen su número de Registro General de la Propiedad Intelectual: 00/2003/9219.
Los trabajos originales de Etnología, Historia y Heráldica también están registrados por sus autores.
Así mismo los textos de los libros de las autoras están protegidos con su correspondiente ISBN

página principal soria-goig.com