Vocabulario y Argot Popular en trance de desaparición
en Quintanilla de Tres Barrios

Leopoldo Torre García

Cada pueblo tiene una forma y un deje en la manera particular de hablar. En ese lenguaje suelen ser frecuentes el uso de expresiones, palabras, giros y vocablos característicos o típicos del lugar cuyas acepciones o significados no aparecen por lo general en el diccionario, y otras que, si bien aparecen, no tienen el mismo significado. Hay que hacer constar las muchas contracciones y deformaciones de palabras, lo que hace que en ocasiones rebajen la lengua hasta un nivel vulgar.

Quintanilla de Tres Barrios no escapa en absoluto a estas características en el empleo de palabras que todavía hoy se siguen utilizando con frecuencia. Cierto es que a medida que va pasando el tiempo se va puliendo y eliminando parte de ese vocabulario tan original que en otro tiempo fue común denominador del habla. Por ejemplo, ya no es tan normal oír vocablos como “visus” (iros) o “marchaisus” (marcharos) y algunos otros como el sufijo aumentativo –ismo, muchismo (muchísimo), buenismo (buenísimo), o “enantes” (antes), que tiempo atrás quedaron perpetuadas en la jerga coloquial. Pero aún se sigue frecuentando el empleo de gerundios que salen del pretérito indefinido en lugar del presente, como por ejemplo ubiendo (habiendo), tubiendo (teniendo), hiciendo (haciendo), etc.

El argot es rico en voces, consonancias y expresiones que definen a la perfección la antología del vocabulario que vamos a tener ocasión de comprobar. En su agenda particular, cada pueblo guarda extensas y valiosas connotaciones, en ocasiones con cierta trascendencia.

Del contenido de palabras aquí expuestas es posible que la gran mayoría de ellas sean de conocimiento general en otros pueblos, especialmente en aquellos limítrofes o de relativa proximidad, pero también incluso en latitudes más lejanas del entorno o de la demarcación. Es decir, no sólo son palabras o vocablos corrientes que se pueden oír o haber oído en el pueblo de al lado sino en otros de la misma provincia o colindante.

Pero también es verdad que un buen puñado de vocablos que aparecen en esta relación son exclusivos de Quintanilla de Tres Barrios y sólo aquí se han hablado u oído. Son de cuño propio y no suelen haber traspasado la barrera de la comunicación para acuñarlas como suyas sus vecinos. Lo mismo que ocurre en otros pueblos. Así pues, de las aquí expuestas buena parte de ellas se habrán podido oír en otras partes y lugares pero no por ello dejan de ser originales o características del pueblo y de las gentes que las han utilizado o las utilizan como motor idiomático para comunicarse o entenderse.

Queda por llevar a cabo un pormenorizado estudio que profundice todavía más en este tema a fin de cuantificar la nómina de palabras y expresiones del argot popular que pueda enriquecer un aspecto tan importante como es la lingüística popular. En Quintanilla de Tres Barrios se está trabajando en ello para ampliar el conocimiento y el significado de su verborrea y de sus vocablos y expresiones para rescatar un aspecto sumamente fundamental como es el lenguaje.

Expresiones

La fraseología reciclada sigue dando mucho que hablar mientras haya buenos entendedores que con cuatro palabras les baste. Por eso puede ocurrir que a alguien de los no habituados le suelten una perorata de expresiones y palabras al llegar al lugar y se quede con la copla sin haber entendido ni papa. Podría ocurrir si a alguno de los entendidos les diese por expresarse en el habla antigua, aquella que entre palabras sueltas y entreveradas y alguna que otra expresión de las que cuesta cogerle el tranquillo te deja peor que estabas y con las ganas de volver para intentarlo.

No en vano existen o existieron palabras y expresiones como las relacionadas a continuación que invitan a introducirse en el lenguaje coloquial de tiempos pretéritos.

 

A FE QUE.- Expresión similar a “cualquiera diría”.

ANDAR A JUAN TE LA PEGO.- Tú me haces una, yo te hago otra. Manera de fastidiarse mutuamente con tal de no entrar en razones.

ALLA PENICULAS.- Expresión que viene a significar “allá tú, yo no quiero saber nada”, “tú sabrás lo que haces”. Figuradamente es como decir que a uno no le cuente sus penas y que haga lo que le parezca. Aunque también sea lógico pensar que “penículas”, se entienda por “películas”.

A MEDIO ANDAR.- Cosa u objeto desgastado. Expresión utilizada para dar a conocer que una  prenda o cualquier otra cosa, herramienta o utensilio, está usada o ha sido utilizada.

BAJARSE O TIRAR EL PANTALON.- Aplicado a aquel que lo llevaba a efecto, se entendía como la acción de ir a defecar. Antiguamente, cuando los pueblos no disponían de letrinas ni wáteres, los hombres solían hacer estas necesidades por las orillas del pueblo. Era frecuente ver de buena mañana el trajín de hombres yendo y viniendo del lugar elegido para hacer sus necesidades. Al que no le oprimía la necesidad tenía todo el campo para hacerlo cuando se iba al trabajo.

CARDAR LA LIENDRE.- Darle a uno para el pelo. Pegar a alguien sin demasiado ímpetu por cosa de poca importancia. Esta expresión procede del modo de despiojar las liendres del cabello. Es posible que se hiciera a base de pequeños golpes en la propia cabeza para machacar los ácaros.

COGERLAS A BOTE Y BOLEA.- No dejar pasar ni una. En las conversaciones se dice de aquel que está a la expectativa y no pierde la oportunidad de contestar a cada palabra que diga su interlocutor. Persona oportunista. Semejante a la expresión “estar a la que salta”.

CORRE QUE SE LAS PELA.-  Se dice de quien sale de estampida de un sitio o lugar porque tiene prisa o porque le acecha el peligro.

CORTAR PIE.- En el argot popular del lagar era una expresión que se aplicaba a la elaboración del vino mosto y el método utilizado para exprimirlo. Consistía en ir abriendo alternativamente cada una de las cuatro caras y echar la uva al centro de la pila donde un  dispositivo de maderos y tablones formaban el armazón o castillo* que servía para el prensado mediante la suspensión del pilón*.

DAR UNA SOMANTA.- Pegarle a uno una buena paliza o zurrirle la badana*.

DE AQUÍ TE ESPERO.- Hecho o acontecimiento de gran importancia o envergadura.

EN CHICHOTA.- Se dice de los pajarillos en el nido de pocos días que tienen el buche verde y están comenzando a echar el plumón. De muy poco tiempo.

ESTAR A ABUCIAS.- Estar a expensas de algo o de alguien con la sensación de perder el tiempo.

ESTAR A LA QUE SALTA.- Expresión semejante a “cogerlas a bote y bolea”. Estar pendiente de lo que dice el que habla para contestarle a su modo, como si la última palabra fuera siempre la suya. No perderse la ocasión de intervenir.

ESTAR CALAMOCANO.- Situación en que se encuentra aquel que ha bebido más de la cuenta. Estar borracho o bebido.

ESTAR EN AYETAS.- En ayunas. Ho haber probado bocado alguno.

JODER LA PROCESIÓN.- Se dice de la persona que viene a importunar o molestar en lo que se está haciendo. Fastidiar a uno el invento por no ser de su gusto o llevarle la contraria.

LAS PATAS LE VALIERON.- Salir de estampida porque algún peligro le anda al acecho.

NO ESTAR CATOLICO.- Persona o animal que no se encuentra en buen estado de salud. También se suele aplicar a diversos comestibles que presentan un aspecto no muy convincente.

PA’ TI LA PERRA GORDA.- Conclusión a que se suele llegar para dejar a alguien  por imposible debido a la cabezonería sobre algún tema de conversación.

PASAR LAS DE CAIN.- Momentos de penuria por determinadas circunstancias o motivos que suelen influir en la situación personal sea ésta física, anímica o económica.

PASARLAS CANINAS.- Tener dificultades extremas y pasarlas muy estrechas por no tener con qué alimentarse.

PINGAR EL JOPO o HOPO.- Levantar el jarro. En sentido coloquial significaba estar un poco bebido. Esta misma expresión en Andalucía viene a significar, morir.

SOBAR LA BADANA.- Dar a alguien una paliza o un buen escarmiento. También se suele utilizarse la expresión como zurrirle a uno.

UNTAR EL MORRO.- Darle a uno un buen escarmiento por meter las narices donde a no le llaman. En ocasiones a la expresión se le añade “con tocino”.

Vocabulario

ABANTO.- Se le suele llamar así a la persona de aspecto o traza estrafalaria que le da por hacer chanzas para la ocasión mediante gestos o que se comporta de una manera fuera de lo normal.

ABELDAR.- Aventar con el bieldo la mies trillada para separar la paja del grano.

ABOTAGADO.- Abotargado. Hinchazón que suele apreciarse por lo general en la cara, con aspecto amoratado, o en las extremidades.

ABOZUNAR.- Caer de cabeza al suelo sin poderse levantar por la presión que se le viene encima. Se suele utilizar cuando una caballería cae y queda clavada de cabeza por el peso de los arreos o de la carga.

ABRIOJO.-  Abrojo. Clase de cardo de pinchos largos y potentes. En el diccionario aparece como cardo estrellado.

ABUJERO (o BUJERO).- Agujero. Rendija, hueco o roto.

ACACHAR.- Agachar.

ACICUACO.- Malestar repentino que se le presenta a una persona con expulsión, por lo general, de líquido estomacal. Puede denominarse también, aguaducho. En sentido amplio es darle a una persona ansias, arrojar o devolver.

ACIRUTA.- Hambre desmesurada. Se dice de aquel que come demasiado deprisa por tal necesidad.

ACONCHABAR.- Conchabar. Asociar un conjunto de cosas homogéneas o heterogéneas para conseguir un nivel intermedio de calidad o valor. En la partición de herencias se habla de aconchabar tanteando el valor de cada cosa y mezclando una con otra para conseguir una equidad lo más exacta posible entre los bienes a repartir para cada uno de los herederos.

ACOYUNTAR.-Asociación entre dos personas que sólo disponen de un animal de tiro para formar yunta y llevar a cabo faenas del campo.

ADOBAR.- Condimentar la conserva de la matanza mediante especias o hierbas aromáticas.

ADRA.- Turno, vez. Control utilizado para efectuar algún trabajo municipal en el que participaba el vecindario.

AGOSTERO.- Persona que se ajustaba para ayudar en las faenas de la recogida del cereal. En el trabajo a desarrollar se incluía la siega y la trilla y podía variar, ya fuera segar, acarrear, o trillar.

AGUADA.- Rocío. Estado en que se halla el campo determinadas mañanas como consecuencia de la acumulación de gotas acuíferas.

AGUADERAS.- Dispositivo de madera, esparto o incluso mimbre que se acoplaba a los lomos de la acémila (asno o mulo) para transportar cuatro cántaros de agua. Mediante un par de ganchos de hierro curvados se unen a dos tableros rectangulares en cuyo espacio se abren dos agujeros para insertar los recipientes.

AGUDO.- Se dice de la persona que a pesar de su estado de impedimento, edad o salud,  camina con cierta ligereza o soltura. 

AHITARSE.- Tos convulsa que sobreviene al comer. En el supuesto de animales significaba atragantarse con la comida, caso de las ovejas, por causa de la vedija.

AHINESO.- Contracción de “ahí en eso”, en ese sitio o lugar.

AHIVADEAY.- Expresión que significa “quítate de ahí”, por estorbar allí donde se encuentra.

ALACENA.- Compartimiento abierto en la pared de la cocina en cuyo estante se colocaban determinados utensilios.

ALBARCA.- Abarca. Calzado rústico a modo de sandalia atado con correas.

ALBARDA.- Aparejo que se coloca a lomos de la acémila para adecuar el dispositivo de la carga.

ALBOLARIO.- Persona alocada que actúa sin miramientos; generalmente no se atiene en apreciaciones ni atiene a lo que se le dice.

ALCOTAN.- Se le suele llamar así a la persona que hace las cosas deprisa sin pararse en apreciaciones.

ALCOTANA.- Clavo en forma de alcayata cuya función consiste en unir el pilón* con el usillo* en el dispositivo utilizado en el lagar o jaraíz para el prensado de la uva.

ALDA.- Mandil, delantal u otro tejido ceñido a la cintura y que recogido por los extremos servía para llevar alguna cosa.

ALDADA.- Cantidad de algo que se lleva sobre el alda.

ALFORJAS.- Especie de talega abierta por el centro y cerrada por los extremos en dos compartimentos, adaptada para llevarla al hombro o a lomos de las caballerizas.  

ALGARAZO.- a) Lluvia fina, rápida y de corta duración que se suele producir, en ocasiones, de manera intermitente. Chubasco de poca intensidad. B) Se suele decir de la  persona que hace las cosas deprisa y corriendo. Parecido a la expresión “alcotán”.

ALICANCANO.- Nombre con que se le conocía a ciertos ácaros, en especial a los piojos. También se le llamaba así a la persona que le daba por hacer chanzas. “Anda de hay, alicáncano”.

ALMARIO.- Armario.

ALMENDRUCAR.- Árbol del almendro.

ALMENDRUCO.- Fruto del almendro, almendra.

ALMIDEZ.- Almirez. Mortero de metal.

ALMORCAR.- Amorcar. Dar topetazos con la cabeza los animales de cornamenta.

ALZA LA MAYA.- Juego popular de la chiquillería que consistía en esconderse un grupo mientras uno de ellos, elegido a suerte, salía en su búsqueda. Consistía en descubrir a todos y llegar al punto de partida antes que ellos, de lo contrario si el escondido conseguía llegar antes decía “alza la Maya por todos mis compañeros y por mí el primero”, liberando a los ya descubiertos.

ALZAR.- Levantar la tierra con el arado estando en periodo de barbecho. Dar la primera vuelta al rastrojo.

ALZAR A VER A DIOS.- Toque de campanas en la celebración eucarística que coincide con el momento en que el sacerdote eleva la sagrada hostia y el cáliz.

AMIELGA.- Mielga o melga. Especie de alfalfa que brota de manera espontánea.

AMODORRARSE.- Adormecerse, entrar en estado de somnolencia y recogimiento.

AMOGARSE.- Amoharse. Enmohecerse, florecer algún alimento.

AMOLAR.- Fastidiar, molestar a drede.

AMONTONARSE.- Juntarse, amancebarse. Vivir en estado o situación matrimonial sin estar casados.

AMORECER.- Estar en celo las ovejas y su predisposición para cogerse o ser preñadas por el morueco.

AMUGAS.-  Aparejo acoplado a los lomos del animal de carga para el transporte.

ANDADA.- Querida, amante, concubina.

ANDADEAY.-  Contracción de “anda de ahí” con significado de quitarse del lugar donde se encuentra. A veces suele llevar aparejada la equivalencia de “déjame de cuentos y vete”.

ANDARRIOS.- En Quintanilla se le llama así al pajarito de las nieves.

ANDOSCA.-  Oveja que tiene menos de dos años. En la práctica se la suele conocer por el estado de los dientes.

ANGARILLA.- Armazón de hierro o de mimbre de forma cóncava hecho con dos varas y acabado en cuatro asas que se llevada por dos personas y se utilizaba  para transportar cosas.

ANGARILLON.- Angarilla grande.

ANGARRIA.- Hongo comestible de color marrón y aspecto rugoso que suele crecer por primavera en terrenos arenosos y húmedos.

ANGUARINA.- Gabán de paño tosco y sin mangas que se utilizaba para resguardarse de la lluvia y el frío.

ANGUARINAS.- Figuradamente, se dice de la persona chaquetera que le da coba a todo lo que se le pone por delante.

AÑADA.- Cada una de las dos partes en que antiguamente se dividía el terreno de un pueblo a efectos de aprovechamiento de pastos. Con esta separación, un año se dedicaba una de las partes a la agricultura y la otra a la ganadería y al siguiente, al contrario. Con este sistema agropecuario se aprovechaba el estiércol del ganado para abonar la tierra de sembradura.

AÑINOS.- Lana de poca calidad que suele salir de la barriga de las ovejas jóvenes o de las corderas.

APELMAZADO.- Aquello que presenta un aspecto no esponjoso ni suelto sino más bien consistente o dificultoso. Por ejemplo, el laboreo de la tierra, más prieta o bronca; el escarmenar la lana más apretada. En general, algo que no se llega a manejar o separar fácilmente.

APORCAR.- Labor que consiste en acumular tierra junto al tronco de las plantas. En el caso del viñedo quedaba amontonada junto a la cepa para aumentar los nutrientes del agua. El apuerco se llevaba a cabo con la azada,  posteriormente también con la yunta de mulos, y tenía lugar durante los meses de junio y julio, en ocasiones por la noche aprovechando la luz de la luna y después de dejar de segar. A la operación contraria se la llamaba excavo.

AQUINESTO.- Contracción de “aquí en esto”, que viene a decir “aquí, en este sitio o lugar”.

ARCA.- Compartimiento grande de madera de forma rectangular destinado a guardar cosas, especialmente ropa u otros objetos de cierto valor o significado. Actualmente han desaparecido de la escena del hogar.  

ARCIAL.- Acial. Especie de tijera grande, uno de cuyos extremos se une por un gozne y el otro por una cuerda. Servía para oprimir el morro de los machos para que no se agacharan a comer y se estuvieran quietos.

ARGULLON.- Charco o remanso del agua de regadío en forma de pequeña presa que se formaba en las bocas de salida del agua.

ARISCO.- Se dice de la persona o animal poco dócil, de mal carácter o genio.

ARNERO.- Arel, cedazo o criba  para limpiar el cereal o las legumbres.

ARPAR.- Reventar la barriga del animal por empacho o por enfermedad. Por extensión se solía decir lo mismo cuando una persona comía mucho. Igualmente, arparse una cosa venía a significar rajarse o agrietarse.

ARTES.- Predisposición, forma o manera para hacer las cosas. Por lo general se usaba la palabra en sentido negativo: “Menudas artes tiene cosiendo la camisa”. “Eso no son artes de hacerlo”.

ARTESA.- Cavidad de madera de forma rectangular que se utilizaba, por lo general, para preparar y condimentar la carne de la matanza. También solía utilizarse para guardar la harina.

ARREGUÑAR.- Doblar desordenadamente, de mala forma o traza el papel o la ropa.

ARREN.- Espacio abierto, por lo general rodeado de edificios.

ARRENGADA.- Almorta. Clase de legumbre de tamaño menor que el haba que solía destinarse como alimento para los animales (cerdos). Se las conocía también con los nombres de guijas*, muelas*, y titas*.

ARRENGUILLADO.- Tullido, cansado o dolorido por el exceso de trabajo o por la salud.

ARRETURAR.- Roturar. Arar un terreno que se hallaba en baldío.

ARROBA.- Medida de peso para la uva. En la contabilidad que se llevaba a cabo en el lagar, los pesos de la uva se traducían en arrobas, libras, cántaras*, etc.

ARROMANADOR.- Persona que se ocupaba de realizar los pesos de la uva en el lagar. El nombre, que pudiera ser el de pesador, le viene del instrumento utilizado para pesar el fruto, la romana.

ASPA o ASPADILLA.- Aplicado al lagar, nombre que se le da al madero corto de caras cuadradas que se coloca en la parte delantera por abajo y en la trasera por encima de la viga para hacer mayor presión y formaba parte del armazón del castillo, maderos y tablones que se colocaban sobre la uva para prensarla.

ASPEARSE o ASPIARSE.- Estar cansado, agotado, falto de energía. También se toma por pasiva como chanza o burla al realizar un trabajo: “Ten cuidado, no te vayas a aspear”. En el diccionario aparece  “despearse”, con el significado de maltratarse los pies con el mucho caminar.

ASPERON.- Especie de arena dura o lija que llevan las cajas de cerillas para encender los mistos.

ATADERO.- Paja, por lo general de centeno, que una vez sacado el bálago (extraer el grano) se utilizaba para hacer ataderos. Para ello se unían los extremos de las espigas en forma de nudo o lazada. Servían para atar las gavillas o los haces de la mies, el forraje, la leña... Se le conocía también como vencejo* una vez había hecho su uso, y se utilizaba para hacer fuego o chamuscar al cerdo en la matanza.

ATAJO.- Rebaño o redil de ovejas.

ATERECIDO.- Aterido. Tembloroso de frío. También se le llama o denomina así a la persona incapaz de hacer algo por la torpeza o indecisión en que se encuentra.

ATIZAR.- Arrimar las ascuas de la lumbre al puchero para que no le falte calor en la cocción.

ATRAMPAR.- Tapar, taponar.

ATRANCAR.- Trancar, cerrar algo. Taponar u obturarse un conducto.

ATRONAR.- Tronar.

ATUFAR.- Desprender un olor fétido o corrompido.

ATURRAR.- Amodorrarse el ganado por el efecto del calor. En el verano, cuando las ovejas quedaban bajo tal efecto o síndrome, el pastor las acarreaba al corral hasta bien entrada la tarde, en que de nuevo las sacaba a pastar.

AVIESPA.- Avispa.

AVIESPERO.- Avispero.

AVION.- Golondrina o vencejo.

AYLAGA.- Aliaga.

AZADA (de gavilanes).- Instrumento para cavar, abierta y terminada en dos ganchos o cuernos.

AZULETE.- Líquido azulado que se le suele dar a la ropa blanca una vez lavada para darle color. También se utilizaba para jalbegar cenefas en el interior de la casa, parte baja de la pared.

AZUPAR.- Azuzar. Acechar o incitar a los perros a pelearse o a echarles contra algo o alguien.

BALAGO.- De origen céltico. Paja larga de los cereales, en especial del centeno. Sacar el bálago consistía en desgranar las espigas golpeándolas en manojos contra el trillo o cualquier otra madera. Una vez limpias de grano servían para hacer los ataderos.

BALANCIN.- Pieza de madera para sujetar a los machos.

BALLARTE.- Bayarte o parihuela. Artefacto compuesto por dos varas gruesas con tablas atravesadas en las que se coloca la carga para llevarla entre dos personas.

BARBECHO.- Tierra de labor sin cultivar. Erial.

BARDA o BARDAL.- Cubierta de leña, tomillo, aliagas o estepas asegurada con tierra o piedras que se coloca encima de la tapia de los corrales para protegerla de la intemperie.

BARDASCAZO.- Golpe atizado con el mimbre.

BARDERA.- Montón de leña que se amontonaba ordenadamente.  

BARRIGUERA.- Especie de cincha que aprieta por la barriga los aparejos a las caballerías.

BARZON.- Pedazo de madera hueco de forma ovalada que cuelga del yugo o ubio* por el que se introduce el timón del arado u otro soporte de arrastre.

BAZUQUEAR.- Bazucar. Mover o agitarse un líquido por efecto del traqueteo.

BELORTA.- Cada una de las dos abrazaderas del arado romano que servían para unir el timón con la cama.

BARRIONDA o VERRIONDA.- Palabra que deriva de verraco, puerco semental. Cerda en estado de celo para ser fecundada por el verraco. Era usual que cuando ello ocurría se la llevara al semental para ver si se cogía. Por este servicio, el dueño del verraco cobraba una determinada cantidad en metálico o se le pagaba en especie.

BARZON.-  Pieza de madera de forma más o menos ovalada por donde pasa el timón del arado en el yugo.

BATANAR.- Telar.

BAUL.- Arca pequeña.

BIELDA.- Herramienta de hierro acabada en pinchos utilizada para recoger cereales, hierba o cualquier otro forraje.

BIELDO.- (De beldar, del latín ventilare). Especie de horca de madera para aventar el grano y separarlo de la paja. Está formado por un palo largo en uno de cuyos extremos se inserta transversalmente otro de unos 30 cms., agujereado en cuatro puntos en los que se encajan cuatro tablas o palos lisos, puntiagudos, a modo de horquillas.

BINAR.- Dar una segunda vuelta de arada a la tierra. Llevar a cabo una segunda cava a las viñas.

BLANCOESPAÑA.- Nombre con que se le conocía a la pintura en polvo con la que se jalbegaban paredes y otras superficies decorativas. De alguna manera fue el sustituto de la cal en el blanqueo.

BONETE.- Hongo comestible de color negruzco o marrón que suele criarse en lugares arenosos y suele aparecer al inicio de la primavera. Semejante a la angarria*.

BORRA/BORREGA.- Oveja menor de un año que no ha llegado a parir.  

BOZAL.- Artilugio que se pone en la boca de los animales de labor y de carga para evitar que no se paren a comer. Podía ser de goma o de alambre.  

BRIDA.- Brocal o freno que se le coloca al mulo con las riendas y el correaje y sirve para sujetarlo a la cabeza del animal.

BRONCA.- Se dice de la tierra de labor áspera, fuerte o trabada al ararla.

CABALLETE.- Parte más elevada del surco. En determinadas zonas o lugares se le suele denominar caballón.

CABESTRO.- Ramal o cordel atado al cabezal de la caballería para conducirla.

CABUCHEAR.- Remover la tierra someramente con el azadón.

CACHUMBA.- Garrote o garrocha.

CADILLO.- Pincho de pequeño tamaño que suele ser muy pegajoso a la ropa.

CAGANIDALES.- Se dice de la persona que mete las narices en los asuntos que no son de su incumbencia ni le importan lo más mínimo.  

CAGARRUTA.- Excremento de forma redondeada que defecan determinados animales herbívoros: ovejas, cabras, conejos, liebres, etc. En Quintanilla hay un paraje conocido como “Cagarruta”.

CAJILLA.- Por asimilación del nombre se entendía como tal a la caja de cerillas.

CALAMOCANO.- Persona en estado de embriaguez.

CALAVEREAR.- Cavilar, maquinar. Estar dándole vueltas continuamente a un asunto.

CALDERA.- Recipiente metálico (de bronce) para hacer la comida. Se utilizaba para las grandes celebraciones u ocasiones (matanzas, bodas, etc.).

CALDERON.- Trozo de teja moldeada en forma redonda utilizado para juegos de tierra, como la rayuela, el cual se tiraba al suelo y saltando a la pata coja se iba desplazando con el pie de un cuadro a otro. 

CALVA.- Pedazo de madera en forma de ángulo abierto que da nombre al juego. Muy popular en los pueblos, la calva ha sido uno de los entretenimientos que ha perdurado a través de los tiempos y continúa vigente. El juego consiste en la lanzar desde una distancia considerable (unos 25 metros) un cilindro de hierro (calvo) e intentar derribar la calva.

CALVO.- Pedazo de hierro de forma cilíndrica de unos veinte centímetros de longitud y seis de diámetro utilizado en el juego de la calva.

CAMA.- Pieza encorvada del arado romano que une el timón y la esteva sobre la que va superpuesta la reja.

CAMBARA.- Cámara. Espacio ubicado en la parte alta de la casa que por lo general, antiguamente, solía destinarse a almacén de cereales así como a otros materiales u objetos.

CAMORRA.- Punta, extremo diminuto de alguna cosa. Un poco de algo insignificante. “La pincha era como la camorra de un alfiler, pero dolía como un demonio”.   

CANDIL.- Recipiente de aceite o petróleo para alumbrar a través de una mecha (torcida) en contacto con el líquido. 

CANILLA.- Caño o grifo que se le pone a la cuba o a la tinaja para extraer el vino. Antiguamente solía ser de bronce.

CANTARA.- Medida de capacidad equivalente a dieciséis litros. Recipiente de esta cavidad. 

CANTARERA.- Banco de madera con dos o más aberturas para introducir los cántaros del agua.

CANTARO.- Recipiente de barro de forma ovalada, boca y asa, que servía para recoger y mantener el agua acarreada de la fuente.

CARCAÑAL.- Calcañal, talón del pie.

CARDA.- Cada una de las dos tablas de madera de forma rectangular con púas y con  agarradero que se utilizaba para escarmenar la lana, la cual se introducía entre ambas y con movimientos de vaivén se iba desmenuzando. Labor frecuente de las mujeres era cardar la lana para hacer prendas de vestir, para colchones o cualquier otra necesidad.

CAREAR.- Ocupar el ganado los sembrados sin estar permitido. Pastar las ovejas en propiedad ajena, por ejemplo cuando el pastor se despistaba o se quedaba dormido. En Quintanilla este significado contrastaba con el de “careo”, guiar o conducir el ganado cuando está pastando.                

CARILLO.- Semejante. Cosa u objeto igual o parecido en aspecto, color o forma.

CARRETON.- Artilugio de manera de forma alargada acabado en cuatro patas con un dispositivo en forma de cajón  que mediante unas guías hacía desplazar al niño que había dentro para que aprendiese a caminar.

CASCAR.- Hablar en exceso. Persona a la que le gustar darle al palique. También tiene el significado de pegar a alguien sin demasiado ímpetu o convencimiento.

CASCARRIA o CASCARRON.- Persona dada a hablar mucho.

CASTILLO.- En el lagar, dispositivo de tablones y maderos colocados sobre la uva para su prensado por el efecto de la presión que sobre él ejerce la viga  al quedar el pilón en suspensión.

CATADERA.- Artilugio que se colocaba en la cara para protegerse de las abejas en el momento de catar o coger los panales de miel.

CEDAZO.- Criba de madera con base de piel y finos agujeros para colar.

CELEMIN.-Medida de capacidad (áridos) equivalente a dos quilos de peso. Cajoncito de madera de forma rectangular equivalente a esta capacidad y utilizado en muchos casos para las igualas.

CENIZO.- Planta de color ceniciento en el haz y blanquecino en el envés.

CERNEDERO.- Trapo o lienzo que se colocaba sobre la ropa al hacer la colada en el cocción. Sobre él se echaba la ceniza y sobre ella el agua caliente para su filtración. 

CERNERO.- Criba o arel utilizado para cernear la harina.

CESTO.- Cuévano de mimbres utilizado para recoger la uva y transportarla al lagar. En sentido figurado, se utilizaba esta palabra para denominar a una persona que está gorda, como un cuévano.

CHALINA.- Bufanda, tapabocas o tapamorros. Procede de chal.

CHAMBRA.- Pieza de vestir corta a modo de blusa un tanto corriente que se colocaban las mujeres sobre la camisa.  

CHANGARRILLO.- Cencerro pequeño.

CHANGARRO.- Cencerro. Figuradamente persona que está sonada, pasada de rosca.

CHASCA.- Lumbre.

CHASCARRIAR.- Crujir.

CHICHARRA.- Cigarra.

CHICHOTA.- Estado prematuro y poco desarrollado en que se encuentran los pajarillos de escasos días. En Quintanilla, cuando los chicos íbamos a buscar nidos y veíamos a los polluelos en este estado, solíamos decir que tenían “el buche verde”.

CHIFLAR.- Silbar.

CHIFLO.- Pito, pequeña flauta que los chicos solían hacer utilizando una rama de chopo verde.

CHIGUITO.-  Vulgarismo por chiquito.

CHILINDRAJO. Harapo o vestimenta de mala calidad, traza o forma.

CHINCHARRA o CHINCHE.- Persona que está siempre molestando o chinchando para fastidiar.

CHINCHON.- Chichón. Protuberancia en la cabeza como consecuencia de un golpe.

CHINFANO.- Especie de mosquito trompetero.

CHINGAR.- Beber alcohol en demasía.

CHINGUETE.- Beber a chorrillo, por ejemplo a porrón.

CHIRLE.- Sirle. Cagarruta*, excremento del ganado ovino.

CHISQUERA.- Cisquera. Lumbre excesiva.. 

CHORRERAS.- Rastro o señal que deja la escorrentía del agua sobre la tierra. Paraje por donde cae agua que arrastra a la tierra y le confiere un aspecto o imagen especial. En Quintanilla de Tres Barrios, “Las Chorreras” es un lugar singular de panorámica muy llamativa.

CHOSPO.- Chozpo. Salto o brinco que dan los animales, aunque en ocasiones se le suele aplicar también a las personas. Figuradamente se dice de quien utiliza un lenguaje soez para dirigirse a personas o animales.

CHURRA.- Oveja de lana garrosa en contraposición con la merina.

CHURRE.- Líquido o pringue, ya sea caldo, salsa o cualquier otro fluido que sale o brota  por efecto de la presión sometida.

CHUZO.- Palo en forma de lanza acabado en punta de hierro que en Quintanilla utilizaban los viñaderos (encargados de custodiar el viñedo) para defenderse del peligro. También suele denominarse así al carámbano en forma de pirulí de hielo que cuelga del alero de los tejados en los crudos días de invierno por el gélido ambiente reinante tras la lluvia. 

CINCHA.- Correa que se ajusta a la barriga de las caballerías para sujetar los aparejos o arreos.

CIPURRO.- Ceporro. Tronco agarrado o desprendido de tamaño generalmente pequeño. Familiarmente suele denominarse también así a la persona o animal de escaso tamaño y cierta corpulencia. 

CIRATE.- Acirate. Separación del terreno, generalmente entre dos fincas o bancales, a  diferente elevación o desnivel que aparece en estado liego.

COCION.- Tinaja grande en la que se introducía la ropa para la colada dejándola en remojo antes de ser lavada.

CODUJO.- Persona o cosa de poco tamaño.

COGERSE.- Cubrirse o quedar preñada la hembra del semental.

COLLERA.- Aparejo que se coloca en el cuello del animal para uncirlo al ubio o yugo.  

COMALIDO.- Enfermizo. Persona o animal que tiene mal aspecto o color y está como  decaído.

COMETA.- Signo de colores que aparece entre las nubes, por lo general al atardecer, que hace presagiar lluvia.

CORBETOR.- Cobertor. Especie de manta de abrigo para cubrecamas.

CORBETERA.- Cobertera. Tapa o tapadera.

CORPIÑO.- Prenda interior a modo de especie de jubón pero sin mangas.

CORRONCHO.- Tostado.

CORTAPICHA.- Tijereta.

COTORRO.-  Alto, ribazo, cerro; elevación del terreno.

COSTAL.- Saca de lana o lienzo para el transporte de mercancía.

CRIBA.- Cernadero o arel que se utilizaba para separar el grano de la paja. De forma redondeada, hecho de madera y alambre.

CUAJARON.- Coágulo de sangre.

CUARTERON.- Paquete de picadura de tabaco.

CUARTILLA.- Medida de capacidad equivalente a cuatro litros. En Quintanilla de Tres Barrios era costumbre que los chicos al pasar a la condición de mozos dieran la cuartilla al resto de los mozos para entrar en su organización.

CUCHARENA o CUCHARRENA.- Cuchara de grandes dimensiones, de metal o de madera, que se utilizaba para remover la comida o las morcillas.

CUEVANO.- Figuradamente se le llamaba así a la persona obesa. 

CULEAR.- Arrecular inconscientemente los animales uncidos con el carro u otro apero. Tal circunstancia suponía resbalar y dar zarpazos con sus patas yendo de culo, hacia atrás.

CULEBRINA.- Relámpago fugaz.

CUNACHO.- Cesta de mimbre o espadaña para la recolección de frutos.

CURATO.- Relativo al estado seglar y sus propiedades.

CUS-CUS.- Onomatopeya con que se llamaba a los perros para atraerlos.

DALLE.- Guadaña.

DAR VUELTA.- En tiempo de invierno, durante la paridera del ganado lanar, se tenía la costumbre de acercarse al corral, antes de irse a dormir, para ver si alguna oveja había roto aguas o se encontraba en ese trance.

DEDIL.- Trozo de cuero que se ponía en el dedo índice que a modo de guante servía de protección para coger la mies y no cortarse.

DELANTERO.- Persona o animal entrado en años.

DENTAL.- Pieza del arado romano sobre la que va incrustada la reja y la cama unida por la telera.

DOMINA.- Documento al que se le atribuía un poder especial que servía para proteger del mal de ojo y otros espíritus a personas o animales.

EMBOZARSE.- Taparse un líquido quedándose empantanado.

ENANTES.-  Antes.

ENCANARSE. - Quedarse sin habla por el efecto del llanto o de la risa. En el caso de los niños suele ser frecuente cuando se hallan en este trance y no vuelven en si, como si les faltase la respiración. En tales circunstancias es preciso darles unos golpecitos en la espalda para hacerles reaccionar y recuperar la voz.

ENCANECER.- Ponerse mohoso y rancio, de color blanquecino. Enmohecerse.

ENGARZARSE.- Acción de aparearse los perros.

ENGÜERAR.- Enhuerar.

ENTRAR.- Penetrar, fornicar. Mantener relaciones sexuales.

EQUILICUAL.- Efectivamente, así es.

ESBARAR.- Resbalar.

ESBEIDO.- Sin apenas sustancia ni sabor. Insípido, deslavado.

ESBORAR.- Desgastarse la pared por efecto de los elementos atmosféricos.

ESCABULLIRSE.- Escaparse por alguna parte sin ser visto.

ESCACHAR o ESCACHARRAR- Estropear, romperse.  

ESCAL.- Disposición de los haces de mies en forma cuadrada, rectangular o piramidal.

ESCALERILLA.- Paladar. En la matanza era costumbre descarnar esta parte y asarla.

ESCAMAR.- Salir con la lección bien aprendida.

ESCARDAR.- Cortar los cardos de los sembrados. Esta operación tenía lugar por los meses de mayo/junio y consistía en ir cortando los cardos mediante una orquilla y la hoz.

ESCARMENAR o DESCARMENAR.- Aplicado a la lana, acción de desmenuzarla para limpiarla de impureza y darle soltura y volumen.

ESCARZOSO.- Se dice de la carne o del pescado cuya textura resulta áspera al paladar, se hace pesada y de no fácil masticación.

ESCARRAMAR.- Desparramar, extender algo.

ESCARRAMPARSE.- Abrir las piernas.

ESCONDERITE.- Escondite.

ESCORAR.- Aplicado a la pared, ahuecarse la cal quedando la marca en la misma.

ESCOSCAR,- Quitarse uno algo de encima, por ejemplo el sueño o el mal sueño.

ESCRIÑO.-  Cesta o canasto de paja de centeno cosida con mimbre, espadaña o esparto utilizada, entre otras funciones, para guardar la ceniza con la que blanquear la ropa o guardar la harina o el salvado.

ESLATAR.- Deslatar. Quitar las ramas bajas al árbol. Deriva de “lata”, rama seca o inservible.

ESMOROÑAR.- Raspar, raer o arañar.

ESMOTAR.- Extraer o sacar el fruto de las vainas de las legumbres (alubias, garbanzos, titos, etc.). Estampa típica de antaño era ver a la gente sentada en la calle realizando esta faena.

ESPARAGAÑA.- Espadaña, planta cuyas hojas suelen emplearse en cestería.

ESPELUJARSE.- Desprenderse los estambres o los pétalos de las inflorescencias o de las flores. Despeinarse.

ESPIAZAR.- Barbarismo por despedazar, hacer pedazos una porción de carne.

ESPICHARLAS.- Morirse.

ESPURRIADERA.- Diarrea, expulsión líquida del vientre.

ESQUILAR.- Cortar la lana al ganado lanar, ovejas y cabras, o al mular. El esquileo del ganado lanar tenía lugar, generalmente, a mediados de junio y significaba todo un acontecimiento a modo de fiesta familiar. El esquileo mular acontecía allá por el mes de marzo.

ESTEVA.- Pieza de forma curva situada en la parte trasera del arado, sobre cuyo soporte coloca la mano el que ara, para dirigir la reja y apretarla.

ESTIL.- Astil. Mango de madera de una herramienta.

ESTORBAR.- Acudir a la llamada del Ayuntamiento para realizar algún trabajo en comunidad, como podía ser las hacenderas*.

ESTREMIJO.- Losa de madera de relieve estriado.

ESTROMPAR.- Estropear, destrozar, romper algo. Tirarlo contra el suelo para deshacerlo.

ESTRONCHAR o DESTRONCHAR.- Destroncar, partir o tronchar algo, un tronco.

ESVINAR.- Cambiar el vino de un recipiente a otro, por lo general de la cuba a las garrafas.

FACHENDA.- Farruco, engreído, presuntuoso y arrogante. Persona egoísta y creída.

FAJERO.- Vocinglero. Persona alborotadora que grita desaforadamente en una discusión.

FALTRIQUERA.- Bolsillo suelto que se ata a la cintura y se disimula con la ropa.

FANEGA.- Medida de labor equivalente a dos medias de cereal, 42 kilos. En cuanto a capacidad, su equivalencia es de  55,14. Saca o costal para transportar generalmente cereales.

FARFALLO.- Mala manera, forma o traza de llevar algo puesto.       

FATO.- Olor desagradable. Rastro que siguen ciertos animales para dar con la pieza.

FLORON.- Repostería hecha con huevo, harina y miel o azúcar con forma de flor.

FRESQUERA.- Armario o despensa de pequeñas dimensiones para mejor conservar los alimentos y preservarlos del contacto con las moscas mediante una red.

FUMARRO.- Cigarro.

GALANO.- Trozo pequeño de vidrio roto.

GALFADA.- Montón o cantidad de alguna cosa.

GALGA.- Barra de hierro terminada en una pieza de madera que servía para frenar el carruaje.

GALVANA.- Dejadez, mal cuerpo. Atribuido al calor, estar asfixiado.

GALLARA.- Agalla del roble, de pequeño tamaño, forma redondeada y color pardo. Antiguamente lo utilizaban los niños para el juego del gua u hoyo.

GALLARON.- Agalla del roble, de tamaño mayor al de la gállara y color negruzco.

GAMELLA.- Recipiente de madera de forma cuadrada o redondeada utilizado para hacer la masa o para condimentar la carne en la matanza.

GAMELLON.- Recipiente donde comen y beben los animales, especialmente los cerdos.

GARGAJO.- Esputo. Flema que se expele de la garganta.

GARGANCHON.- Tráquea o garguero.

GARGAMERO.- Garguero, parte superior de la traquea.

GARRAMECHO.- Trozo de tela o trapo de mala calidad y en mal estado.

GATERA.- Agujero junto a la puerta de la entrada que da a la calle para facilitar el acceso a los gatos.

GATILLOS.- Brote del salce de tacto suave que los niños solían utilizar para jugar.

GAVILLA.- Conjunto de sarmientos, mies, leña, ramas o cualquier otra clase de hierba mayor que el manojo y menor que el haz.

GOLPES.- Pequeños hoyos abiertos en la tierra donde se depositan las semillas para su germinación. Suele realizarse en la siembra de legumbres.

GORGORITO.- Burbuja pequeña que se forma en el suelo cuando llueve de manera copiosa. Pompas que suelen hacer los niños en la boca con la saliva.

GRAJO.- Cuervo.

GRAMADERA.- Instrumento o utensilio de madera de forma redonda semejante a la criba o el arnero utilizado para cribar o separar la grama.

GRANZA.- Restos de cereal que va quedando tras cribar la mies.

GRANZUDA.- Se le llamaba así a la sal gorda.

GRUMO.- Ojo o bambolla que se forma en la masa.

GUIJA.- Almorta. Legumbre de la familia de las habas pero de menor tamaño cuyo cultivo se destinaba a alimento para los animales. Se le conocía también con los nombres de arrengada*, muela* o tita*.

GUINCHON.- Se dice de aquello que aparece en forma de pico. Se utilizaba lo mismo para definir un terreno de forma triangular que para un desgarrón en la piel o en la ropa de semejantes características.

GUIRGUE.- Aguijón que dejan los insectos, en especial las abejas, en las mordeduras de la piel. En sentido figurado se aplica a las personas que denotan cierto enojo hacia otras motivado por una discusión o pelea. 

GULLURIA.- Gulloría, calandria. Pájaro semejante al gorrión con penacho no tan prominente como el de la abubilla.

GURRIATO.- Gorrión. A veces también se pronuncia como “gorriato”.

GUISOPO.- Hisopo.

HACENDERA.- Trabajo al que debía acudir todo el vecindario para llevar a cabo labores comunitarias. Las hacenderas solían mantener ocupados prácticamente todo el día, si bien en ocasiones se aprovechaba algún día de cierta tradición y sólo acontecía por la mañana. Era costumbre que por la noche se reunieran los vecinos participantes en el salón  para merendar, el vino a cargo del Ayuntamiento. A lo largo del año solían haber varias hacenderas en función de las necesidades que se presentaban.

HACINA.- Disposición ordenada de los haces de la mies en la era, semejante al escal pero de mayor tamaño.

HACHO.- Hacha grande.

HARNERO.- Criba de agujero más fino utilizado para cerner.

HAZA.- Porción de tierra de labranza. En Quintanilla existe el paraje “Las Hazas”.

HIJUELAS.- Partes o lotes en que se dividía equitativamente una repartición de herencia.

HILAR.- Convertir las materias primas, lana o cáñamo, en hilo. El proceso de la lana, el más habitual, consistía en ir colocando sobre la rueca una determinada cantidad de lana, sacando un extremo que se enganchaba al huso mediante el cual se iba haciendo girar para formar el hilo. 

HINCHA.- Odio, rabia o enemistad contra alguien.

HINCHAR.- a) Inflar, dar aire. B) Exasperar, chinchar, poner a alguien de los nervios.

HINQUE.- Juego tradicional de los chicos que consistía en clavar un palo en la tierra intentando derribar el del contrario.

HORCA.- Palo de madera de una sola pieza, mango largo y acabado en dos o más cuernos o púas que se utilizaba para levantar la mies, echar la paja al carro, mover la parva, etc. Por lo general se utilizaba en las faenas de la trilla.

HORCON.- Horca grande de cuatro pinchos y mango más largo.

HOZ:- Guadaña pequeña utilizada para segar la mies.

IGUALA.- Acuerdo o trato pactado durante un determinado periodo de tiempo por un servicio prestado a cambio de una cantidad que podía ser en dinero o en especie. Se pagaba a diferentes profesionales, normalmente como complemento o en sustitución de moneda. Era el caso del médico, el veterinario, el cura, el maestro, el pastor, el herrero, el secretario, etc.

IGUALADA.- Oveja cuyos dientes eran más o menos uniformes. La escala de valores del ganado lanar ostentaba varias categorías o rangos en función de su situación. A la oveja, a lo largo de su vida, se la conocía con distintos nombres en base a su estado. Comenzaba por la de cordera, borra, borrega, primala, andosca, sobreandosca, igualada y sobreigualda. También la machorra. Ello tenía que ver con los dientes y con su estado.

JALBEGUE.- Tierra o cal arcillosa de color blanco que se usaba para blanquear las paredes de tierra o adobe.

JARCIA.- Grupo de personas, animales o cosas.

JERGON.- Colchón relleno de paja, hojas de maíz o cualquier otro complemento de similares características que suplía al de lana cuando no se disponía de ella.

JINCHAR.- Punzar o pinchar a algún animal o persona con un palo u otro objeto. Introducir un palo en el agujero con una determinada intención.   

JINO-JINO.- Voz o sonido onomatopéyico que se usaba para llamar al cochino y llevarle de un lugar a otro. Normalmente se hacía utilizar también el sonido del caldero simulando que se llevaba la comida.

JOPO.- Palabra con significado un tanto abstracto que figuradamente venía a ser jarro. 

JUBON.- Vestidura ceñida al cuerpo que cubre desde los hombros hasta la cintura.

JUMENTO.- Aparatosidad de algo, persona o cosa estrafalaria. “Menudo jumento estás hecho”.

JUSTILLO.- Prenda interior de mujer sin mangas ceñido al cuerpo hasta la cintura.

LAGAR O JARAIZ.- Edificio y depósito donde se lleva a cabo el prensado de la uva. Está formado por un compartimiento grande de cemento, la pila, donde se echa la uva para exprimirla; otro mucho más pequeño, la pililla, en la que va a parar el vino, y un dispositivo de prensado formado por la viga y el pilón.  

LAGARTENA.- Lazgartena. Lagartija.

LAVIJA.- Pieza cilíndrica de hierro que se introduce para facilitar el acoplamiento de dos partes, ya fuera el yugo o ubio, el arado o cualquier otro dispositivo de tiro, con el barzón.

LIANTA.-  Plantel o semillero para obtener plantas (hortalizas y verduras).

LIEGO.- Terreno sin cultivar que no sirve para la siembra.

LIMARAZO.- Limazo. Viscosidad o babaza que aparece en el parto de los animales.

LIVIANO.- Pulmones de los animales que se utilizaba como alimento guisado con el resto de menudencias (asadura).

LUMINARIA.- Hoguera que todavía hoy se suele hacer durante la víspera de las fiestas de algunos pueblos para conmemorar una efeméride. Las luminarias llenaban de júbilo esos momentos dando paso a una fiesta singular (san Juan) o patronal (volteo de campanas) en cuyo jolgorio participaban chicos y grandes.

LLORAR.- Brotar la savia de las plantas por lo general al ser podadas, por ejemplo la vid.

MACHORRA.- Oveja que permanece sin preñar.

MAJADA.- Espacio abierto, destinado a la estabulación de los animales.

MALADAR.- Echar a perder algo. Destrozar o estropear.

MAMOLA.- Barbilla, mentón, mandíbula inferior.

MANCUEZO.- Que le falta toda o parte de una mano, o poseedor de algún defecto en la misma.

MANFLORITO.- Persona o animal con un solo testículo.

MANTELLINA.- Mantilla de la cabeza.

MANTILLO.- Especie de velo fuerte para cubrir la cabeza y resguardarse de la intemperie. También denominado mantilla.

MARZALA.- Cerda de poco tiempo.

MARRANOS.- En el lagar, palos entrecruzados utilizados en el armazón del castillo. También se utilizan como calzos en cubas o cubetos. (dicc., cada uno de los maderos…)

MASERA.- Tabla de madera en la que se colocaba la masa para hacer el pan. Trapo que se utilizaba para tapar la masa y sobre el que se ponía después la misma para ir haciendo las hogazas. (dicc., paño de lienzo con el que se abriga la masa para que fermente).

MAZARRON.- Líquido de color ocre que se extraía de la arcilla roja y que se usaba para jalbegar la parte baja de las paredes interiores de la casa.

MEDIA.- Medida de capacidad para cereales equivalente a doce kilos y medio. Su forma es la de un cajón de madera alargado con un asa en un extremo y biselada en el otro.

MEDIA ARROBA.- Medida de capacidad equivalente a ocho litros que se utilizaba para repartir el vino mosto. Su forma era la de un cántaro de hierro con dos asas, una arriba y otra abajo para facilitar la adaptación. También era conocida como media cántara.

MEDIANIL.- Tabique o pared de separación compartida por dos edificios.

MENAYA.- Palabra que se utilizaba para dar a entender la preferencia de algo sobre su equivalente o semejante.

MENDRUGO.- Pedazo duro de algo, por lo general pan.

MENUDENCIA.- Sobrante de algo. Despojos y partes pequeñas que van quedando.

MENUDILLOS.-  En los cuadrúpedos, articulación entre la caña y la cuartilla.

MISERERE.- Celebración de la liturgia en tiempos de Cuaresma. Nombre de mal recuerdo aparejado a “cólico miserere”, de fatales consecuencias.

MODORRA.- Se dice de la res que se comporta de forma anormal y da vueltas sobre sí misma como consecuencia de un mal cerebral. Persona que se comportar de una manera atolondrada.

MOJON.- Hito o señal que se utilizaba para fijar los lindes de las heredades o términos.  Solía ser una piedra grande o un remarque del terreno. En Quintanilla, en las suertes de monte cada propietario dispone de un número y en algunos casos de distintivo.

MOLLERA.- Cabeza. Se suele definir con este nombre a la persona que es duro de cabeza, que le cuesta entender las cosas.

MONDONGO.- Masa hecha con pan (sin corteza), arroz y sangre del cerdo condimentado con cebolla, trozos de manteca frita y especies que servía para hacer las morcillas. En las matanzas, el mondongo era muy característico porque con él iba asimilado una serie de acciones. Por ejemplo que las mujeres les untaran a los hombres que se arrimaban por la cocina. Con él se hacían, además, las riquísimas “sopas morenas”, plato muy típico de esta celebración.

MONERIAS.- Pasar el tiempo en hacer algo intranscendente o por ocupar el rato, sin sacar provecho de lo que se hace.

MONTONERA.- Montón grande de alguna cosa.

MOÑA.- Muñeca de trapo. También se le suele conocer con este nombre a las personas que van un poco alegres por el efecto del alcohol. “Vaya moña que llevaba el Anastasio anoche”.

MOQUERO.- Pañuelo para limpiarse los mocos.

MOQUETE.- Pequeño golpe de reversillo que se suele dar en el rostro, junto a la boca o las narices.

MORAGA.- Manojo muy grande de bálago (paja de centeno) dispuesto para hacer los ataderos. (En el Diccionario aparece como manojo que forman las espigadoras).

MORIONDA.- Oveja en celo presta para ser cubierta por el morueco, de cuyo nombre deriva la palabra.

MORTERO.- Almirez de madera.

MORUCA.- Pescado semejante al abadejo.

MORUGO.- Cabezota o testarudo que suele salirse con las suyas sin entrar en apreciaciones.

MORRAL.- Bolsa grande de tela con asa de cuerda destinada a pesebre de los animales. En el morral se colocaba la comida de los machos cuando se encontraban de faena en el campo, y por mediante un asa se pasaba por la cabeza del animal al cuello para que pudiera meter el morro.

MOSTERIAS.- Espacio de tiempo que recoge todo el proceso relacionado con la recolección y el prensado de la uva. Se trataba de una de las recolecciones de mayor raigambre en las zonas vinícolas puesto que se paralizaba cualquier otra faena para centrarse exclusivamente en esta. Toda mano de obra era poca y se reclutaba a los chicos (se cerraba la escuela durante estos días) y se buscaban vendimiadores por los pueblos de alrededor.

MOSTILLO.- Masa de remolacha cocida hecha puré a la que se añadía harina y azúcar.

MOTA.- Partícula de algo que se mete en alguna oquedad o recipiente. “El agua tiene una mota negra”. “Me hago daño en el ojo, debo tener alguna mota”.  

MOZO o TENTEMOZO.- Palo que cuelga del timón o de las varas del carro que lo sujetan para mantenerlo horizontal y evitar que caiga. Se echaba el mozo cuando se cargaba el carro.

MUELAS:- Familiarmente, guijas o titas. Nombre con el que se conoce a una variedad de legumbres semejante al haba pero de tamaño más pequeño.

MUINO.- Mohíno. Falso, descarado o embustero. Persona de mala fama o reputación. Podría derivar de mohína, persona dada a las reyertas y malas maneras. Aplicado a  los animales, se decía de aquel que tiraba chospos y coceaba.

MULADAR.- Lugar o espacio donde se acumulaban los excrementos de los animales. Una vez limpiadas la cuadra y los cortijos se sacaba la basura y se amontonaba para después ser utilizaba como abono o fertilizante para la tierra. Los muladares solían encontrarse en los aledaños del pueblo y cada vecino tenía el suyo propio.

MURECO.- Morueco. Macho o semental para fecundar a las ovejas.

MURON.- Sarmiento que sale de la base de la cepa y se suele utilizar para crear una nueva  planta o también para sacarle más rendimiento.

ÑUDO.- Nudo.

OFENDER.- Deslumbrar el sol o alguna otra fuente de luz.

OLIVAR.- Cortar las ramas superfluas al árbol para mejor desarrollo.

OREAR.- Poner al aire alguna cosa para mejor secarse.

OREJERA.- Cada una de las dos piezas del arado que hay a cada lado del dental cuya misión es esparcir la tierra y ensanchar el surco.

PAICE.- Barbarismo por “parece”.

PAJERO.- Atadero de paja de centeno que una vez cumplida su función servía para encender el fuego, o incluso como colchón. 

PAJARILLA.- Familiarmente se le conoce con este nombre al bazo de los animales, en especial el del cerdo, y forma parte de la asadura. Su carne se come guisada con el resto de las menudencias.

PALA.- Instrumento de madera compuesto de una tabla de forma curvada y un mango largo grueso. Se utilizaba para dar la vuelta al trigo ya molido de la parva.

PALANCANA.- Palangana.

PALEPE.- Recorte de las caras de las cajas de cerilla que antiguamente se convirtió en   juego muy popular entre los niños; en aquellos tiempos hubo una fiebre por estos cartones.

PALONES.- Cada uno de los palos gruesos que se ponían en la telera del carro para sujetar el material transportado, cereal, forraje, leña, etc.

PANADERA.- Tunda, paliza de no demasiado ensaño.   

PAPEL.- Periódico. En los romances de ciego muchas de las narraciones solían contener esta palabra como extraída de este medio “según lo dice el papel”.

PARVA.- Cantidad de mies tendida en la era, formando un círculo, para ser trillada y extraer el grano. Por lo general la duración de trillar la parva solía durar todo el día, al final del cual se recogía y se iba amontonando a un lado hasta que se terminaba de trillar esa clase de cereal.

PASTORES.- Aplicado al lagar, cada uno de los cuatro maderos colocados verticalmente en la parte anterior y posterior de la pila por donde pasa la viga y se colocan las aspadillas.

PATACA.- Patata forrajera utilizada especialmente para la alimentación del ganado.

PELUSA.-  Protuberancia del tallo de las espadañas (esparagañas). Se suele utilizar como adorno. Antiguamente, por Carnaval, los chicos y mozos del pueblo tenían la costumbre de hacer explotar la pelusilla que expiden sobre el cuerpo de chicas y mozas para hacerlas padecer. De las hojas de la espadaña suelen hacerse diversos trabajos de cestería.

PELLARENCA.- Carne nervuda de mala calidad. Suele aplicarse también a la corteza de tocino que una vez raída y desgastada se vuelve blanquecina al ser masticada.

PELLEJA/O.- Odre de piel de cabra o chivo utilizado para transportar el vino mosto. Despectivamente se le conoce también así a la persona de mala fama o reputación.

PENILLO.- Planta alta y delgada de color ceniza  formada por partes articuladas.  

PESIGLAS.- Cosa o prenda hecha de material de plástico.

PESO.- Cada uno de los pesajes de la uva, cuya cavidad equivalía a un pote.   

PERIQUETE.- Momento, instante, breve espacio de tiempo. Expresiones como “vuelvo en un periquete”.

PEZCUÑO.- Pieza del arado en forma de cuña que se incrusta entre la esteva, la reja, el dental y las orejeras.

PEZUÑO.- Persona o animal que tiene las extremidades (pies, patas o manos) un tanto cortas o raquíticas.

PICARSE.- Síntomas incipientes del púber de que comienza el despertar sexual.

PIAL.- Peal, calcetín de lana o de piel de animal.

PILANCO.- Pozo, charco o remanso de agua.

PILA / PILILLA.- Espacios destinados al prensado de la uva y a recoger el vino mosto.

PILON.- Aglomerado de piedra dura en forma cilíndrica que unido por el usillo* a la viga de madera servía de peso cuando estaba en suspensión para prensar la uva.

PINGAR.- Colocar o poner algo de forma vertical. Poner recto algo que está caído. “Pingar el mayo”, costumbre de muchos pueblos de la provincia de Soria, y otras, que el día 1 de mayo colocan un árbol (pino o chopo) en un lugar determinado del pueblo, por lo general la plaza.

PIRIGALLO.- Amapola, flor del ababol.

PITA-PITA.- Expresión onomatopéyica usada para llamar a las gallinas.

PODONA.- Podadera. Herramienta en forma curva o en pico que se utiliza para cortar los sarmientos en el proceso de la poda de la vid.

POLAINAS.- Protección de cuero u otro material que cubre la pierna desde el pie hasta la rodilla.

POTE.- Recipiente de madera grande de forma cilíndrica donde se echaba la uva que se vendimiaba para hacer los pesos. Suponía, aproximadamente, dos cestos de uva. Traducido a vino equivalía a un número determinado de arrobas y de cántaras, que servían de base para el posterior reparto del mosto.

POYO.- Banco de piedra o adobe adosado a la pared exterior de la casa. En el poyo transcurrían sus moradores buenos ratos en tiempo de verano cuando después de cenar  salían afuera a “tomar la fresca”.

PRETADERA.- Soga corta de esparto para atar a las reses o cualquier otro animal.

PRIMALA.- Oveja de poco tiempo.

PUGA.- Se dice que aquel que está hecho un buen elemento.

PUJA.- Grandiosa avenida de agua que desborda las márgenes de las corrientes como consecuencia de una gran tormenta.

PUJARSE.- Estado incipiente en que se encuentran las yemas o brotes de los árboles antes de iniciar su germinación. Especialmente se suele aplicar a la vid, si bien sirve para todo tipo de árboles.

PULGAR.- Se le denomina así al trozo o parte del sarmiento con sus yemas que queda una vez podada la cepa.

PULPILLA.- Trozo grueso de madera labrado en tuerca o tornillo acoplado a la viga por cuyo hueco pasa el usillo. Su función consiste en conectar la viga con el pilón para poderlo elevar y facilitar el prensado.

QUITAMERIENDAS.- Popularmente se les llamaba así a las florecillas de color blanco y morado que salían en la era tras acabar la trilla.

RABERA.- Rastro o estela que deja el avión en el cielo.

RABO.- Mango o astil de hierro o de madera de ciertos utensilios o herramientas.

RABONAR.- Cortar el rabo a las corderas. Tras pasar el invierno en el pueblo, por el mes de abril se devolvían al campo y a las corderas que se dejaban para ovejas se las cortaba la cola.

RAIDERA.- Restos viscosos de la placenta que quedan tras el parto de los animales.

RAMAL o RAMALILLO.- Soga de esparto o cáñamo que va atada a la cabezada de las caballerías para guiarlas.

RASPON.- Esqueleto del racimo de uva una vez exprimido.

RASTRA.- Rastro grande de madera de una sola pieza tirada por los mulos y utilizada para recoger la mies u otras labores del campo. Las hay con púas y se utilizan para remover la tierra de los sembrados.

RASTRERA. En el juego de la tanguilla, se le denomina así al lance del tejo rastreando el suelo para intentar dar a ésta (tanguilla), que está en el suelo, y alejarla lo más lejos posible del dinero, o también para dejar el tejo lo más cerca del dinero.

RASTRO.- Mango de palo largo acabado en dientes o púas utilizado para recoger hierba, paja, broza, etc. Rastrillo.

RATERA.- En el juego de la pelota a mano, forma de devolverla lo más baja posible y junto a la raya de falta. “Échasela rastrera para que no la coja”.

REFAJO.- Prenda interior de mujer a modo de enagua, hecho de paño, lana u otro material, que llevaban bajo la saya.

REGALTENA.- Familiarmente, lagartija.

REGOLDAR.- Eructar.

REGULETAS.- Hacer giros y contra giros de un lado a otro con un vehículo u otro instrumento.

REJA.- Pieza de metal del arado de forma piramidal y afilada que rompe y remueve la tierra. En principio fue de madera muy dura, posteriormente de hierro.

REO.- Turno, tanda o vez utilizado en el reparto de algo.

REPECHO.- Ladera, cuesta, parte más empinada de una pendiente.

REPORCAR.- Labor que se le da a determinados cultivos consistente en concentrar la tierra sobre el tronco. Sinónimo de apuerco.

RESPINGAR.- Ponerse de puntillas para observar alguna cosa.

REPIQUETE.- Toques de campana cortos y rápidos que tenía lugar para anunciar al vecindario un determinado hecho o acontecimiento. En ocasiones aparece como remate final de otro tipo de toque.

RESTRANCO.- No quedar nada, desaparecer absolutamente todo.

RETRANCA.- Correa ancha que sujeta el aparejo de la caballería.

RETRUCAR.- Responder de mala forma o manera a algún comentario u observación.

RICHA-RICHA.- Voz onomatopéyica con que se solía llamar a las ovejas para conducirlas a algún lugar.

RILERA.- Hilera, fila.

RODANCHA.- Rodaja, loncha.

RODANCHO.-  Aro, por lo general de hierro, que los chicos solíamos utilizar como juego hecho con las llantas de las bicicletas haciéndolas correr mediante un palo que se introducía en el vértice de la misma.

RODETE.- Rosca de tela colocada sobre la cabeza que servía para transportar un peso. Era habitual en las mujeres para llevar el cántaro de agua de la fuente.

RODILLA.- Trapo o paño de cocina.  

ROMANA.- Balanza, báscula. Instrumento para pesar compuesto de una palanca de primer género, de brazos desiguales, con el fiel sobre el punto de apoyo y un pilón que puede recorrer sobre el brazo mayor.

RONZULLAR.- Despotricar, hablar de manera despectiva.

RUECA.- Artilugio de madera uno de cuyos extremos acababa en vara y el otro en tres o cuatro varillas atadas a modo de penacho alrededor de las cuales se iba enrollando la lana torcida de la cual saldrían las hebras bien formadas para tejer.

SALAMANQUESA.- Salamandra.

SALEGAR.- Lugar y espacio destinado a dar sal a las ovejas. En el término municipal habían unos determinados lugares en los que se colocaban piedras más o menos planas y sobre ellas la sal gorda.

SANGUJA.- Sangre aguada que brota de las heridas.

SANTOS.- Antiguamente se le llamaba así a las imágenes o fotografías impresas en libros, periódicos, revistas o cualquier otro soporte de lectura.

SAYA.- Prenda que antiguamente vestían las mujeres. Había de diario y de fiesta, que usaban en determinadas celebraciones.

SEÑORITA.- En el lagar, era el último madero, grueso, del castillo en contacto con la viga.

SERON,- Cavidad en forma de alforja abierta hecha de espadañas que se coloca en los lomos del animal y se utilizaba para transportar alguna cosa.

SESERO.- Pieza de hierro de tres patas y forma cóncava que sirve para sujetar el puchero en la lumbre y no se vuelque al tiempo que se mantiene en contacto con las ascuas.

SILLETA.- Aparejo de madera acoplado a lomos de las acémilas que sirve para el transporte, en especial cestos de uva.

SOLLEJO.- Hollejo. Piel de la uva que queda con el raspón una vez exprimida.

SOPAS MORENAS.- En la matanza, sopas de pan que se hacían con la sangre del cerdo y otros condimentos como cebolla, arroz, tropezones de manteca y cominos. Se consideraba un plato típico y exquisito.

SOMANTA.- Paliza.

SOMARRO.- Pánfila. Palabra con que se conocía a quien actuaba con torpeza y poca astucia.

SOMARRO o SOMARRILLO.- Trozo de carne magra del cerdo. En Quintanilla era costumbre que el último día de la matanza se asara el somarrillo y se lo merendaran los hombres en la bodega.

SUERTE.- Cada una de las partes del terreno en que se divide la propiedad del monte. En Quintanilla cada propietario conoce sus fincas marcadas con un número o con letras.

SUFRA o ZUFRA.- Correa o cincha grande que sostiene las varas del carro al aparejo del animal.

TABA.- Astrágalo del pie. Hueso que por su forma y características dio lugar a uno de los juegos más populares entre las niñas, las tabas.

TABARDO.- Pelliza de pastor o prenda rústica.

TAHINA.- Techumbre con que se cubre el cobertizo de los ciertos animales. Por lo general se trataba de un parapeto para resguardar animales o cosas.

TAJADILLAS.- Trozos pequeños de carne extraídos de diferentes partes del cuerpo del cerdo que se llevaban al veterinario para su examen y posterior confirmación del estado del animal y de su carne, si podía considerarse o no apta para el consumo.

TAJON.- Pedazo de madera grueso, por lo general cilíndrico, utilizado para partir carne  o cualquier otra cosa.

TALANGUERA.-  Talanquera. Artilugio hecho con tablillas de madera clavadas verticalmente sobre otras dos horizontales mucho más largas y separadas entre sí por unos cinco centímetros por cuyos espacios introducen el morro las ovejas u otros ganados para comer  forraje.

TALEGA.- Saco grande de jerga o lana para llevar cereal, forraje, harina, etc.

TALEGO.- Saco en forma de bolso de lienzo o lana con asa para llevar colgado del hombro.

TAMBARA.- Támara. Rama de chaparro, enebro, estepa, jabino u otro arbusto idónea para encender el fuego.

TANGO.- Disco de hierro de forma redonda de unos diez o doce centímetros de diámetro que se utiliza en el juego de la tanguilla.

TANGUILLA.- Tuta. Juego típico popular que consiste en lanzar unos tejos redondos de hierro sobre un tuvo de aproximadamente 12 centímetros de alto con la intención de derribarla.

TAPIAL.- Varal de los lados del carro.

TARRAJUELAS.- Dulce típico que solía comerse por Carnaval, elaborado con huevo y una pizca de harina y se servía con azúcar o miel.

TARRE.- Ataharre. Correa que sujetaba los arreos de la caballería.

TASUGO.- Tejón. También se le conoce así a la persona de cuello corto o a quienes son un poco tercos y duros de mollera.

TAZADO.- Marca que queda o deja el papel que ha estado durante mucho tiempo doblado cuyo efecto, también, ha traspasado a otras posibles copias en contacto.

TELARATA.- Telaraña. Suele decirse también de la telilla o velillo de nata que se forma en la superficie de algunos líquidos.

TELERA.- Pieza o pasador del arado romano que une la cama con el dental.

TENTEMOZO (o MOZO).- Palo que cuelga del timón o de las varas del carro para mantenerse recto y evitar que caiga.

TENTENUBLO.- Toque o repique característico de las campanas.

TELINGARSE.- Colgarse de algo, quedar alguna cosa o persona en suspensión.

TERNILLA.- Cartílago.

TERRERA.- Terraplén. Tierra escarpada de un barranco desprovista de maleza.

TETE.- Ombligo.

TIMON.- Parte del arado. Palo largo que sale de la cama y va unido al yugo o ubio.

TINAJA.- Recipiente de arcilla cocida para guardar líquidos.

TIRAGOMAS.- Tirachinas.

TIRATRILLO.- Madero que unía el trillo con el ubio en las labores del trillado del cereal.

TOCONA.- Resto del tronco una vez cortado el árbol, ya sea fijo o desprendido.

TORCER.- Trabajo consistente en retorcer una y otra vez la lana para conseguir hilos que a su vez se entrelazarán dos de ellos para darles mayor consistencia.

TRALLA.- Fusta o látigo con que se azuzaba a la caballería para apremiarla en el andar o en la labor desarrollada.

TRANCHETE.- Utensilio en forma de hoz diminuta utilizada para cortar los racimos de uva. Procede del idioma francés que significa cortar.

TRAPAJADA.- Porrazo. Golpe ocasionado por una caída.

TREBEDES.- Instrumento de hierro de tres patas de forma redonda que sirve para sostener el caldero, la cacerola o el puchero en la lumbre.

TRILLO.- Apero. Plataforma de madera curvada en la parte anterior con pedacitos de piedra de pedernal o cuchillas encajadas en la parte baja con las cuales se corta la paja para separarla del grano. Un tiratrillos (palo grueso) sujeto al cabezal delantero, servía para enganchar a los mulos o machos con el apero, mediante el cual se daba vueltas y más vueltas a la parva hasta dejarla molida. Había diferentes tipos o formas de trillos.

TROMPICAR.- Tropezar, dar un traspiés.

TRONCHO.- Tronco o rabo de algunas verduras una vez cortado, como por ejemplo el de la berza, el repollo, la col, la lechuga, etc.

TUFO.- Emanación de dióxido de carbono que desprende la fermentación del vino o  las ascuas del brasero. Olor fétido o putrefacto.

TUNDA.- Ligera somanta de palos.

TUSO.- Voz utilizada para espantar o ahuyentar al perro.

UBIO.- Yugo. Apero de madera para uncir* a la yunta* de mulos y tirar del carro, arado o cualquier otro apero de tiro o arrastre.

UNCIR.- Unir o sujetar la yunta de machos al carro o al ubio.

USILLO.- Palo grueso labrado en forma de tornillo que une el pilón con la viga para poder prensar la uva en el lagar. Procede de la forma y tipo del uso de hilar la lana.

VADO.- Llano, plano, poco profundo.

VAINILLA:- Alubia o judía verde.

VARA.- Maderos que salen de la parte delantera del carro para enganchar a las caballerías.

VARCIAR.- Barbarismo, por vaciar.

VASERO.- Estantería de madera para guardar vasos y otras vajillas.

VEDIJA.- Trozo de lana rizado. Coger vedija las ovejas: tragarse la lana.

VENCEJO.- Atadero de paja de centeno con que se ataban los haces de cereal u otros cultivos y que una vez hecho su servicio se utilizaba para otros menesteres, como por ejemplo chamuscar el cerdo en la matanza o para avivar la lumbre.

VERGAZA.- Mimbre del salce.

VERTEDERA.- Utensilio de labranza de hierro que gira dando la vuelta cuando se cambia de sentido.

VISUS.- Barbarismo por iros, marcharos.

VOCINGLERO.- Vocifero, bocazas. Persona que grita excesivamente al hablar.

YUNTA.- Pareja de animales uncidos para realizar algún tipo de labor.

ZACO.- Trozo o pedazo grande, por lo general en referencia al pan.

ZAFRA.- Aceitera de hojalata con tapadera, cuello y orificio.

ZAGON.- Zahón. Prenda de cuero o tejido fuerte, semejante al delantal pero abierto en dos, que suelen llevar los hombres para realizar ciertos trabajos y protegerse las piernas y la ropa del pantalón. Se sujetaba a la cintura y a cada una de las piernas a la altura del muslo.

ZAMARRA.- Trueno. Palabra utilizada para meter miedo a los niños y se portasen bien. “¡Pórtate bien que si no viene la zamarra y te llevará!”.

ZANGANILLO.- Palo atado al cuello de algunos animales para evitar que hicieran ciertos movimientos. Solía colocárseles a los galgos en tiempo de veda para impedir que atraparan a la presa, o incluso a las caballerías para que no comiesen en lo sembrado.

ZAPATA.- Cada una de las dos piezas de madera forradas de goma (generalmente una suela de abarca) que se ponen en los calzos del freno para que no se desgastasen.

ZARAGATEAR.- Tartamudear. Trabarse la lengua al hablar bien por defecto innato o porque haya bebido. En alguna zona de León se le denomina “zarabeto”.

ZARCERA.- Agujero excavado en la bodega, con salida al exterior, para oxigenar el interior y evitar la acumulación de dióxido carbono (tufo).

ZARZAMILLOS.- Objeto o cosa hecho añicos.

ZOCATO.- Zurdo, persona que suele utilizar la mano izquierda para desarrollar su trabajo.

ZOPENCO.-  Persona algo lento de reflejos que desatina con frecuencia y suele cometer  errores. Patoso, torpe, desmañado.

ZOQUETA.-  Procede de zueco. Pieza de madera en forma de guante que se acopla a la mano izquierda para protegerla de la hoz al segar la mies.

ZORRERA.- Humareda excesiva. El nombre puede tener su origen en la costumbre de tapar las bocas de las madrigueras de los zorros introduciendo lumbre para darles humo y cortarles la respiración.

ZURRIR.- Pegar, dar golpes o palos a personas, animales o cosas.

ZURRON.- Talego donde el pastor guarda la comida.

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