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LA REPRESION EN SORIA DURANTE LA GUERRA CIVIL Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García Edita: Asociación Soriana “Recuerdo y Dignidad” SORIA, 2010 |
Se cumplen cuarenta años de la publicación del libro “La represión en Soria durante la Guerra Civil” La Asociación Recuerdo y Dignidad conmemora el cuarenta aniversario del libro más importante sobre la Represión en la provincia
En el año 1982 Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García sacaban a la luz la publicación de un libro arriesgado y fundamental para entender la represión franquista en la provincia de Soria. Fue, sin duda, un libro valiente y revolucionario, ya que fue la primera publicación que trataba el tema en unos años todavía iniciales en la nueva democracia de nuestro país, cuando hablar de los asesinatos del franquismo y sus ejecutores era silenciado y temerario. En 1982 no había ninguna obra de estas características, lo que la convierte en una publicación pionera en España, donde además ya se referían a esta temática como Memoria Histórica. Se trata de una monografía de carácter local, siendo, además, un referente para la bibliografía memorialista a nivel estatal. De hecho, hoy en día sigue siendo una fuente fundamental de consulta para las investigaciones relacionas con la represión. Gregorio Herrero, acompañado por Antonio Hernández, visitó una buena parte de los pueblos de la provincia de Soria, registrando los testimonios orales de los herederos, supervivientes y conocedores de la verdadera historia de la Represión acontecida tras el golpe de estado de 1936. En sus viajes y entrevistas se encontraron con el silencio, el miedo y la desaprobación de un sector de la sociedad, a lo que hay que añadir la dificultad en el acceso a los Archivos. Todos estos problemas, convierten esta obra pionera en un verdadero ejemplo de resiliencia y rigor histórico. La obra, dividida en dos tomos, ofrece datos cuantitativos de represaliados y depurados, listados de víctimas, además de datos personales, lo que favorece la compresión del contexto historio de violencia. De este modo, especifica lo que fue la Represión de una manera muy completa, pues habla abiertamente de los responsables de los asesinatos, la complicidad del clero, los informantes y colaboradores, los obligados enterradores, las “camionetas de la muerte”, los lugares de fusilamiento, los exiliados, primeras exhumaciones, desertores, la violencia específica contra las mujeres, las cárceles y demás centros de reclusión, así como el funcionamiento de muchos ayuntamientos franquistas. Todo muestra el plan de exterminio que el Movimiento estableció premeditadamente y ejecutó, para terminar con sus adversarios ideológicos. Por otro lado, este libro ha sido fundamental para poder localizar las fosas comunes donde trataban de ocultarse los cuerpos de las víctimas de los asesinatos, desapariciones forzosas; puesto que los autores plasman la geografía soriana de enterramientos clandestinos, lo que lo convierte en una fuente fundamental e imprescindible para las investigaciones en Memoria Histórica de la provincia. El testimonio gráfico que recopilaron los autores también es trascendental, ya que aporta imágenes de las víctimas, de sus familias, de los lugares de ejecución, de actos públicos o de personalidades políticas del gobierno provincial de la II República, así como de las fuerzas de ocupación y los dirigentes de la organizada y sistemática represión franquista. En el momento de la publicación, los autores ya reconocen que faltan datos, que no están todos los que son y que según se avance en las investigaciones irán aflorando nombres y datos. Así ha sido, de 281 referencias de víctimas que recoge esta primera edición, a 465 que la asociación memorialista soriana completa en la segunda, hasta los más de 600 nombres que se conocen en la actualidad. Cifras y datos que siguen aumentando según avanzan las investigaciones, lentas debido a la dificultad de acceso a los Archivos y a la carencia ya de testimonios orales. Para la Memoria Histórica esta obra es primordial, pues ayuda a conocer la verdad, un pilar fundamental que da acceso a la justicia y a la reparación de las víctimas, unos valores fundamentales en una sociedad democrática. La Asociación soriana Recuerdo y Dignidad (ASRD), siendo consciente de la importancia de este libro, reeditó está obra en un solo tomo en el año 2010, en una edición revisada y actualizada con los últimos datos recogidos. Se publicaron unos mil ejemplares, que están prácticamente agotados, por lo que la ASRD valorará hacer una nueva edición. Con motivo del cuarenta aniversario de la publicación de “La represión en Soria durante la Guerra Civil”, la ASRD quiere rendir homenaje a esta obra fundamental para la bibliografía histórica y memorialista, mediante la inclusión de la portada de la primera edición en el cartel que anuncia la XVI Semana de la Memoria Histórica y de los Derechos Humanos Giulia Tamayo. |
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En el año 1982 salía a la luz en Soria una publicación valiente, muy valiente, sobre un tema del que todavía resultaba muy difícil hablar, “La Represión en Soria durante la Guerra Civil”. Y digo hablar, porque la mayoría de los datos que en la publicación –dos tomos- se ofrecían eran orales. Como se comprenderá, si ahora resulta difícil consultar los distintos archivos, hay que imaginarse lo que sería casi treinta años atrás. Los artífices de tan comprometida tarea fueron dos: Gregorio Herrero Balsa, licenciado en Derecho, escritor y colaborador en prensa local, fallecido en 1983, y Antonio Hernández García, quien en la actualidad pertenece al Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, y ejerce la docencia en un instituto de Toledo, quien, un año después de la publicación del trabajo sobre Soria, abordó y llevó a buen fin otro sobre La Rioja: “La Represión en La Rioja durante la Guerra Civil”, en tres tomos. Por aquellos primeros ochenta, las personas que habían vivido la contienda y habían perdido en ella algún familiar, eran muchas, con buena memoria, pero mucho miedo, mucho más que ahora, cuando las asociaciones sobre la Memoria Histórica les arropan y les insuflan valor para que digan todo lo que saben. Pero en estos momentos son ya muy pocas las personas que vivieron en primera persona aquellos trágicos acontecimientos. En lugar de ellos lo hacen los nietos. En estos treinta años, junto con los que se han ido por ley de vida, se han marchado también recuerdos valiosísimos. Por ello, aquellos dos tomos sobre la represión son, en la actualidad, un auténtico documento. Máxime cuando se ha ido constatando que en ellos no hay exageraciones ni nada que no sea cierto, auténticamente verdad, porque lo contaron las viudas, los hijos, los que sufrieron esa represión en primera persona, tanto como el marido o el padre que le mataron fríamente una mala madrugada. En aquellos tremendos relatos, a los que se les quitó algo –todo hubiera sido una traición- de la angustia y de miedo con que fueron narrados, el lector se sumerge en un mundo de salvajismo y crueldad que ni la mejor pluma, ni la más templada inteligencia pueden disimular. Uno de los autores, Gregorio Herrero, había nacido en 1915. Cuando empezó la guerra tenía veintiún años y vivió algunos de los hechos que en la publicación se narran. Los dos autores recorrieron la provincia en una labor de campo encomiable, para recoger todos los testimonios posibles. Pese al miedo, fueron muchos. Las nuevas generaciones de la época tuvieron noticia de hechos que apenas conocían, que les sonaba a lejano, pese a haber sucedido sólo cuarenta años atrás. Muchos no darían crédito al conocer que en un pueblecillo como Baraona habían fusilado a diecisiete personas, casi todos de la misma familia. Otro tanto sucedió en Berlanga, en El Burgo, en San Esteban, en Langa… Junto a personas destacadas en la sociedad de la época, como el doctor Gaya Tovar, el sindicalista Arsenio Martínez, el abogado y alcalde de Ágreda Anastasio Vitoria, o el periodista Mariano Cabrujas, muchos otros, agricultores anónimos, maestros rurales, empleados de RENFE, dos mujeres, un muchacho de 16 años y otro de 14, hasta sumar casi trescientos, perdieron la vida de la manera más absurda y cruel. El tiempo no ha hecho más que dar la razón a lo allí escrito y, por desgracia, aumentarlo. Si en 1982 eran alrededor de trescientos los fusilados, treinta años después, sin apenas investigar nada, han aumentado en más de ciento cincuenta. Ahora, la Asociación Soriana “Recuerdo y Dignidad”, ha editado la segunda edición, en un solo volumen, añadiendo otros nombres de asesinados, documentación sobre las fosas abiertas desde 1982, y todo aquello que ha ido encontrando en unos archivos que ya, algunos, se van abriendo. Fue presentado a final de julio de este año de 2010, en la sala de la Fundación Gaya Nuño, con la presencia de unos de los autores –Hernández García-, la familia del otro –Herrero Balsa-, del presidente de la Asociación, Iván Aparicio, y del autor del prólogo, Luis Castro. |
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LA REPRESION EN SORIA DURANTE LA GUERRA CIVIL Editan: los autores EL LIBRO ACTUALMENTE ESTÁ AGOTADO, PUEDE CONSULTARSE EN LA BIBLIOTECA
Gregorio Herrero Balsa es
abogado. Fue uno de los represaliados durante la contienda civil. A lo largo de quinientas páginas los datos, nombres, fechas y lugares se suceden. Por orden alfabético aparecen los pueblos donde uno de los bandos detuvieron, encarcelaron y fusilaron a buen número de sus convecinos. El relato de los hechos está tratado sin recrearse en detalles morbosos: con contundencia, dejando que los datos y los testigos que quisieron colaborar, hablaran. Se inicia la obra con la publicación de la ya primera polémica que suscitaron una serie de artículos aparecidos en Soria Semanal, en el germen mismo de lo que después sería la obra. Después, los nombres y lugares, para finalizar con apéndices que dirigen al lector a los archivos y documentos de donde fueron extraídos todos los datos. El material gráfico, de no muy buena calidad, es, sin embargo, ilustrativo de toda una época: la República, la represión y los personajes. La publicación revolucionó a la sociedad soriana durante algunos años. En algunos círculos se acusó a los autores de abrir heridas. Pensamos que existen heridas que nunca deben cerrarse del todo, para que recuerden cómo fueron hechas y no vuelvan a repetirse. Otros libros de Antonio Hernández: El fiasco de SORIA FUTURO, S.A. |
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