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Insultos moriscos en Armejún
Entre 1609 y 1613 fueron expulsados los moriscos de la península. Los primeros en abandonar la tierra que también era de ellos, fueron los moriscos de la Comunidad Valenciana, aunque la tradición de todos sus saberes siguió viva hasta el día de hoy, especialmente en el trabajo de la tierra y de la alfarería. Con la Inquisición alerta, la situación no estaba para bromas. Ese tribunal tenía ojos y oídos hasta en los lugares más pequeños y poco habitados. Por ello, cuando en el pueblo soriano de Armejún, en el año 1689, un vecino tildaba a otro de ejecutar prácticas moriscas, el señalado podía echarse a temblar. Los juicios por estas causas estaban a la orden del día y la Inquisición no fue suprimida hasta 1813, en las Cortes de Cádiz, aunque antes, en 1808, Napoleón la surpimió en la España afrancesada. Definitivamente, no sería hasta el reinado de Cristina de Borbón, 1834, cuando oficialmente dejaría de funcionar. En cuanto a matar por causas religiosas, la Santa Inquisición lo estuvo practicando hasta 1781. En el documento conservado en el Archivo Histórico Provincial de Soria, de fecha 27 de junio de 1689, un vecino se retracta de los insultos dichos por su mujer a otro vecino, en el que le acusa de llevar perros al pueblo y de 'coger las gallinas por la cola'. Nos ha sido imposible hallar la relación entre el insulto sobre las gallinas y el mundo morisco. Los animales en general, y los gallos y gallinas en particular, han tenido un papel simbólico en las tradiciones de algunos pueblos, pero no la forma de cogerlas. Por ejemplo, Antxon Aguirre Sorondo, en Cuadernos de Sección, Etnografía 8, 1991, afirma que tras sus investigaciones, tanto gallos como gallinas tienen una simbología en fiestas y tradiciones. Salvo que en el siglo X eran sacrificados, en una fiesta de Año Nuevo en un pueblo de Navarra, gallos y perros en igual número. La mayoría de los rituales con gallinas, o bien eran satánicos, o beneficiosos para la salud de la recién parida. En un artículo de Antonio Domínguez Ortiz (Notas para una sociología de los moriscos españoles), si aparece algo relacionado con los perros y los moriscos. En 1524, en una carta, fray Antonio de Guevara manifestaba su repulsa a que a un converso se le motejara de perro.
Después de darle mucha coba pide que se traslade al Lasanta la carta de rectificación. Añadir que los certificados de pureza de sangre fueron habituales para quien pretendía acceder a algún puesto de relevancia. Aunque fueron perdiendo importancia, todavía en el siglo XIX se aplicaron a los chuetas mallorquines. Asimismo, familiares de Pablo Ruiz Picasso, oriundos de La Póbeda y de Arguijo, y de oficio eclesiástico, fueron obligados a presentar, en el siglo XIX, un larguísimo historial para demostrar su pureza de sangre. (Rafael Inglada. "Picasso antes del Azul"). © soria-goig.com
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