La Virgen del Rosario, heredera. Sarnago
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En esta misma sección, Tierras Altas
Archivadas, publicamos tiempo atrás un comentario titulado
“Apuntes sobre la Cofradía de la Virgen del Rosario, de Sarnago”,
donde dábamos a conocer la devoción que los sarnagueses sentían por esta
imagen, desaparecida como la de la Virgen del Monte. Como complemento,
transcribimos el testamento que el día 10 de octubre de 1681 firma el
sarnagués Pedro Casas, mozo soltero.
Siguiendo el protocolo, encomienda el alma
a Dios, a los santos y a la la virgen, sin especificar advocación. Manda
que su cuerpo sea enterrado en la Iglesia de San Bartolomé, de Sarnago
con “el hábito del seráfico padre san Francisco y que se me digan en el
camino cuatro responsos cantados”. Manda novenas y oficios, cirios o
hachas en el altar del Stmo. Sacramento y en el Nuestra Señora del
Rosario, y que por el añal se den seis fanegas de trigo.
Un capítulo importante de los testamentos
era las mandas de misas, obligatorias en cualquier caso, y generosas si
el testador gozaba de buena salud económica. En este caso, especifica
que se hagan “trescientas misas rezadas por mi alma, ciento de ellas se
han de aplicar por mis obligaciones y las doscientas por mi alma y por
las obligaciones de Justicias que tengo de todas las cuales se han de
hacer cuarenta misas cantadas y pagar de cada una de limosna tres reales
y diez con la misma limosna en el altar de privilegio”. Las doscientas
cincuenta misas restantes se han de decir en el convento de carmelitas
descalzos donde reside fray Juan del Santísimo Sacramento. No aclara el
lugar donde se ubica el convento.
Manda a su hermana María Casas, mujer de
Francisco Ramos, de Fuentebella, todos los vestidos “de cada día de alto
abajo y todos los demás vestidos que tengo sin reservar cosa alguna si
no es los de las fiestas y asimismo le mando doscientos reales por si la
debo alguna cosa de la hacienda. Es condición que no pueda la dicha mi
hermana pedir a mis bienes por la dicha razón expresada”.
Declara que su cuñado Juan Martínez, de
Sarnago, le debe más de cien ducados de los cuales es su voluntad pague
sólo doscientos reales, perdonándole los novecientos restantes debajo de
la misma condición que a su hermana. Manda a Cathelina Marin, su cuñada
una cama de red. A Bartolomé Casas, su hermano “un coletto (1)
con la condición de que cada vez que se lo ponga ha de rezar por mi alma
cuatro veces la oración del Pater Noster y otras cuatro las del Ave
María”, no lo puede vender so pena de perderlo y con su venta se hagan
misas por su alma dando de limosna tres reales de cada una.Manda a Juan
de Casas, su hermano, vecino de Carbonera, aldea de Soria, cien reales.
Ha ajustado todas sus cuentas y le deben 809 ducados
Nombra albaceas a Juan García y Francisco
Lacuesta, vecinos de Sarnago, a quienes manda se apoderen de sus bienes
y los liquiden en pública almoneda, y liquiden lo que lleva dispuesto en
su testamento. Una vez liquidado, “el remanente que quedare de todos mis
bienes, derechos y acciones nombro e instituyo como mi universal
heredera a la Santísima Virgen del Rosario que está en la iglesia de
Sarnago”. Manda al Concejo de Sarnago se pongan los bienes de la virgen
a censo para que con sus réditos se alumbre continuamente a la imagen
del Rosario “mi abogada y Señora de quien soy su devoto y será así mi
voluntad y con quedando fianzas bastantes a satisfacción del cura del
dicho lugar y Concejo de él, si quisieren mis hermanos encargarse de
alumbrar a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Rosario de este lugar
de aceite su lámpara, como se hace la del Santísimo Sacramento en la
dicha Iglesia de San Bartolomé y tomar a su cargo esta obligación, mando
se les entregue el dicho residuo y remanente de mis bienes”.
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Según el Diccionario de la RAE, el
coleto era una vestidura hecha de piel, por lo común de ante, con
mangas o sin ellas, que cubría el cuerpo, ciñéndolo hasta la
cintura.
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Apuntes sobre la Cofradía de la Virgen del Rosario, de Sarnago
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