DESPOBLACIÓN

 

LOS DESPOBLADOS SORIANOS
© Isabel Goig Soler

© El trabajo sobre los Despoblados Sorianos para nuestras páginas es propiedad intelectual de Isabel Goig Soler

 

Masegoso

Despoblado perteneciente a Pozalmuro

 

Masegoso, historia y leyenda

En el extremo de la comarca Campo de Gómara por el Norte, Pozalmuro, a cuyo ayuntamiento pertenece Masegoso, es una de las 44 localidades que forman esta comarca cerealística. El río Rituerto, al que es difícil ver con agua, surca la tierra de Norte a Sur, desde el nacimiento en Valdegeña, al pie de la sierra del Almuerzo, hasta su desembocadura en el río Duero en el término del pueblo que recibe el mismo nombre del río, Rituerto o Riotuerto. A lo largo de toda la comarca se encuentran antiguas atalayas de vigilancia, tal vez levantadas por los musulmanes y después aprovechadas por los cristianos, que vigilarían tanto el curso del río como el fruto de los campos de cereal. Así encontramos en La Pica, Castellanos del Campo, Noviercas, Aldealpozo, Jaray, Almarail y, por supuesto, en Masegoso, entre otras.

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A un kilómetro de lo que fuera núcleo de población, se encuentra un puente, sobre el que Eduardo Saavedra, en su Descripción de la vía romana entre Uxama y Augustóbriga. da por casi seguro que sería el fabricado para cruzar el río Rituerto

“... me ha parecido que era el punto forzado que debía adoptar para el camino, por no haber en mucha distancia un puente tan antiguo y hallarse precedido y seguido de una calzada empedrada, contenida entre muros de defensa (…) y verse cerca de él una fuente y una torre que demuestran haberse formado allí alguna población no despreciable. Sólo quedan de ella unas cuantas casas hoy deshabitadas, por lo malsanos que se han hecho los aires con los remansos del río, y se puede conjeturar que debió su origen a lo favorable de su posición en el punto de tránsito proporcionado por una obra que construirían los romanos y reedificarían siglos después los que levantaron la inmediata torre y las de las cercanías que corresponden con ella”.

Después se ha corroborado la teoría de Saavedra, por lo que aunque en la actualidad ese puente se encuentra muy rehabilitado, el origen es romano. Al igual que la fuente, sobre la que se ha actuado en sucesivas rehabilitaciones y que debido al lugar húmedo donde se ubica ha originado un arbolado muy rico entre el que destaca un inmenso álamo negro. Favorece la estancia, muy recomendable, una mesa de merendero.

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Esa “población no despreciable” a la que alude Saavedra, llegó al siglo XVIII a formar un vecindario compuesto por siete casas habitadas con otros tantos vecinos (unos 28 habitantes), más dos pobres de solemnidad y un cura residente en Pozalmuro. Aunque las siete casas abandonadas dan a entender que la población fue más numerosa. El concejo era propietario de un horno y un monte bajo, además del agostadero de la Espiga que arrendaban al conde de Gómara para sus ganados por 674 reales de vellón. Unos ingresos que gastaban, en su mayor proporción, en pagos a la Iglesia. En la festividad de San Gregorio y la Santa Cruz 120 reales; a sendos conventos de la Trinidad, uno en Burgos y el otro en Soria, 10 reales; otros 10 a la casa santa de Jerusalén; al sacristán, por asistir a la iglesia y tocar a los nublados, 36 reales; para el pasaje de soldados, pobres y cristianos nuevos, 140 reales; el resto se empleaba en limpiar la fuente (90), limpiar acequias, río Rituerto y composición de caminos (250); al alcalde por ir a las juntas del Sexmo (15) y para la persona que hace los repartimientos (22 reales). Un siglo después Pascual Madoz, en su diccionario, recoge la entrada sin especificar el número de habitantes aunque tampoco lo da como despoblado, incluso da a conocer que produce cereales, leña y algo de legumbres y anota que sus casas son “escasas de comodidades si bien a propósito para el género de vida de los habitantes (agricultores)”.

Madoz publicó su Diccionario geográfico-estadístico-histórico entre 1845-1850 pero previamente había dedicado casi dieciséis años a la recopilación de datos. Dado que el escritor Manuel Ibo Alfaro (Cervera del río Alhama 1828-1885) escribió la novelita El fantasma de Masegoso entre 1854-1855, se podrá deducir que la despoblación del lugar se produciría en la horquilla de años que va desde 1830 a 1854 más o menos, toda vez que Alfaro ya da por deshabitado Masegoso.

La famosa fábula de Manuel Ibo forma parte de un grupo de leyendas que se inscriben en el mundo rural: una anciana que no ha sido invitada a una boda envenena el agua, mata a todos los invitados y el pueblo deja de tener habitantes. En el caso de Masegoso, Ibo Alfaro mezcla ésta con un enamoramiento tipo montescos y capuletos, pero el final no difiere de las otras. Esta obrita fue representada varios años en el lugar, dirigida por el escritor Carmelo Romero Salvador, natural de Pozalmuro a cuyo ayuntamiento pertenece el despoblado. Por otro lado y también relacionado con esta leyenda y otras similares, la poeta Carmen Ruth Boíllos escribió un cuento titulado Y no comieron perdices, que fue ilustrado por Isabel Tovar.

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En una reciente visita comprobamos con satisfacción que el despoblado goza de buena salud, incluso podríamos aventurar que la calificación de “despoblado” ha variado, ya que una nueva construcción o rehabilitación ha cambiado el aspecto de Masegoso. Se encuentra junto a la fuente que se presenta limpia y cuidada, cerca de la fragua nos pareció que restaurada, al igual que el torreón. No ha corrido suerte pareja la iglesia, en ruinas, salvo la pared con arco de entrada al recinto.

© Isabel Goig

Y no comieron perdices

Masegoso

CASTILLOS DE SORIA de Jaime de Sosa Castillos de Soria - Masegoso

Rutas de la despoblación

Fotos de Despoblados

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