Verguizas, en la cara Norte de
la
Sierra de Montes Claros, que va a unirse con la Sierra del Alba,
muestra un aspecto muy alejado del que tuvo cuando la poderosa familia
Cereceda tenía allí censadas doce mil quinientas cabezas de ganado lanar
trashumante. Perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Yanguas. La
Cañada Real Soriana discurría por Cameros, de donde salía un cordel que
iba recogiendo los rebaños por Villar de Maya, La Laguna y Verguizas,
para incorporarse en el puerto de Vizmanos a la cañada y atravesar
Vellosillo, Camporredondo, Diustes, Santa Cruz de Yanguas y Vizmanos.
Era la única riqueza de toda esa Comunidad que, al fracasar la
actividad, dio al traste con los pueblos que la componían.
El topónimo 'verguiza' no
aparece en ninguno de los diccionarios consultados. Por aproximación,
encontramos en el DRAE 'verguío/a', referente a “madera flexible y
correosa”, y 'vergajo', “látigo”. Discurre el arroyo Verguizas,
subsidiario del Baos, afluente a su vez del río Cidacos.
A mediados del siglo XVIII,
cuando se tomaron los datos para redactar el Catastro de la Ensenada,
vivían 24 vecinos y medio, 12.500 cabezas de ganado lanar merino (que
pastaban en la dehesa de Montemolín, al Sur de la provincia de Badajoz)
150 de lanar churro y 250 de cabrío, que se repartían entre Bernardo de
Cereceda (el mayor número) y Jerónimo de Cereceda.
El apellido Cereceda aparece en
numerosos documentos de la época. Son, sucesivamente, regidores
perpetuos de la ciudad de Soria, y una mujer, miembro de esta familia,
ostenta por la época el señorío de Osonilla, pequeño lugar cerca de
Tardelcuende que conserva las ruinas de una iglesia románica y donde se
enterraron algunos de los señores. Aparecen escrituras en numerosos
protocolos notariales, de préstamos a censo de dinero por parte de los
Cereceda. Algunos miembros de la familia fueron alcaldes de Yanguas por
el estado noble.
Eran propietarios también de el
lavadero de lanas, extramuros de la villa de Yanguas, al otro lado del
río, con casas, encerradero, prados y huertas contiguas que, en 1750, se
escritura como mayorazgo por Bernardo de Cereceda a su hijo Juan Manuel.
Agrega bienes hasta llegar a los 15.000 ducados de vellón.
En 1765, Bernardo de Cereceda
hace testamento, que se conserva hológrafo. Manda que su cuerpo sea
sepultado en la iglesia de Verguizas, no en el sepulcro que tiene en la
capilla mayor, sí en el más inmediato de la iglesia para que todos los
que entren y salgan pisen “la altivez y soberbia que en este mundo he
tenido”. Ordena a su hijo Bernardo dé dinero para dorar el retablo mayor
de Verguizas. Tuvo una hija, ya muerta, casada con Diego Felipe del Río
y Cereceda. Dice que todo lo que han recibido sus hijos en ganados, ropa
de lana, seda, lino, plata y homenaje de casa, ha sido por las
legítimas materna y paterna. Del resto de sus propiedades hace tres
mayorazgos, de 180.000 reales de vellón cada uno. Deja mandas para que
se arregle la imagen de Jesús Nazareno y se coloque en el lavadero y en
el sitio que está empezado el oratorio o capilla y que ésta se concluya
con decencia, da órdenes de cómo concluirla. Deja mil cien reales para
las monjitas de Salamanca, otro tanto para las de Soria y 300 para el
hospital de Yanguas. El regimiento perpetuo de la ciudad de Soria ordena
que lo siga el que tenga el mayorazgo del lavadero.
De la iglesia de Verguizas,
advocada a Santo Domingo de Silos, donde los Cereceda tenían sepulcro en
la capilla mayor, sólo quedan las paredes, los arcos del atrio y,
curiosamente, las campanas, “tienen poco valor”, nos dijeron. El retablo
que ordenó dorar en su testamento, podría estar en el Museo de la
Catedral de El Burgo de Osma, o yacer bajo las ruinas. Al final del
pueblo pueden verse los restos de la casa de los Cereceda, con un gran
escudo y en la parte trasera, por donde nos informaron que entraban las
caballerías, una cruz de Santiago en la piedra. Queda en pie, no sabemos
por cuanto tiempo, un arco formado por grandes dovelas.
Verguizas está regido por el
Ayuntamiento de
Vizmanos. Entre los dos pueblos apenas alcanzan los
treinta habitantes. En visita reciente vimos algunas casas
rehabilitadas, pero abiertas durante todo el año, sólo una.
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2017