Tierra de
trashumantes, Ledrado perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de
Yanguas. Gonzalo Martínez Díez, en “Las Comunidades de Villa y Tierra de
la Extremadura Castellana”, dice que en su término se sitúa un
despoblado, con el nombre de Mozún, en la misma divisoria municipal de
Valduérteles, donde hay restos de edificaciones y de huertas. Vemos en
el mapa Geográfico y Catastral (hoja 280), que un barranco cae desde “La
serrezuela”, con el nombre de “barranco de Mozón”.
Se sitúa
en la vertiente norte de la
Sierra del Alba. Antes de tomar una
carretera estrecha, entre Valloria y Vizmanos, que asciende casi en
zigzag hasta Ledrado, se pasa sobre el río Cidacos y entre un magnífico
robledal. La vista de la ermita de la Virgen de Ayuso, de Vizmanos,
asentada posiblemente sobre un castro, va acompañando los escasos
kilómetros hasta llegar a Ledrado. Desde allí se divisa un panorama
magnífico, casi dramático de soledad y grandeza, que en tiempos bulliría
alegre de zumbos y esquilas.
Sierra
de Montes Claros o del Alba
En la
actualidad es una entidad menor perteneciente al Ayuntamiento de Las
Aldehuelas con el que formaba ayuntamiento ya en época de Madoz (1845),
además de con
Los
Campos y Villaseca. Pocos datos aporta Pascual Madoz
de este pueblo, del que no anota escuela, a pesar de que sí la hubo,
aunque tal vez empezara a funcionar después de que él recabara los datos
para su Diccionario. Esa escuela sirve ahora de lugar de reunión para
los pocos habitantes de Ledrado, y delante de ella luce magnifica una nogala, como nos diría Juan Florián Revilla, quien lo sabe bien, pues
fue plantada por su padre. Doce vecinos, 50 almas, y exportación de lana
son otros datos que aporta el referido diccionario.
La
iglesia, dedicada a San Andrés, pequeña y humilde, fue construida en el
siglo XVII. Sólo la pila bautismal, románica, es meritoria: banda
superior de zigzag, cenefa de tallo ondulante, arcos de medio punto y en
la base bocel sogueado.
Gracias
al inventario que encargó hacer la Junta de Castilla y León, sabemos que
las dos campanas de Ledrado tienen el mismo nombre: Jesús, María y José.
Una de ellas se fundió en 1861, pesa 81 kilos aproximadamente, mide 52
centímetros de diámetro y la altura del bronce es de 49 centímetros. La
otra fue fundida en 1873, de medidas similares pero no idénticas: 53
centímetros de diámetro, 86 kilos de peso, y 47 centímetros de altura
del bronce.
Las
casonas son de piedra, propias de ganaderos. Una de ellas, la de la
plaza, con piedras a modo de escudo en su pared frontal, tal vez fuera
lugar de residencia de algún mayoral de merinas, a fin de poder tener
derecho a pastos.
Pese a
sus 1310 metros de altura, tienen algún huerto que da patatas, cebollas
y grumos, sobre todo.
Ledrado
es un pueblo serrano hermoso, casi perdido en los recovecos de unas
curvas, amparado por sierras, envuelto en su raíz, cuando se comienza el
camino hacia él, por robles formidables. Tal vez el silencio sea
excesivo, sobre todo para quienes no están acostumbrados a él.
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