Al pie de la
Sierra del
Alba
Dicen las estadísticas que en Arévalo de
la Sierra sólo viven 58 personas. Esa es exactamente la cifra recogida, para mediados del
siglo XVIII, en el Catastro de la Ensenada. Ya en este siglo y hasta la despoblación
sangrienta de los años 60 y 70, conocería Arévalo, con seguridad, mayor florecimiento
poblacional, sobre todo en los siglos de la trashumancia, cuando los condes de Gómara y
los marqueses de Vadillo eran propietarios de tierras para asegurar el pasto de sus
ganados.
Presenta este lugar un aspecto cuidado y limpio, muy serrano, con casas de piedra
y hasta una taberna donde los habitantes juegan la partida de cartas y refrescan la
garganta de los rigores veraniegos.
La etimología de Arévalo de la Sierra está relacionada con su pasado celtíbero
concretamente arévaco- y viene a significar "cerca del muro", cerca se
hallaba de la importante ciudad de Numancia. Junto con este pasado, forma parte del
patrimonio del lugar el acebal de Garagüeta, compartido con Torrearévalo de la Sierra.
Se conserva una leyenda sobre la obtención del acebal una vez deshabitado el pueblo
propietario del mismo, de nombre Mortero. Se trata de un tema recurrente en toda la
provincia: todos son invitados a una boda a excepción de una persona, siempre mujer, la
cual, ofendida, envenena con el agua de la fuente o pozo, donde previamente se ha
depositado una salamanquesa, al resto de la población. Así aseguran sucedió en
Masegoso, Mayuel, Vadorrey, además de Mortero. Teoría desmontada muchas veces, toda vez
que está demostrado la ausencia de veneno en las salamanquesas. El caso fue que sobre la
propiedad del acebal se conservan unos documentos, celosamente guardados en un arca, al
igual que sucede en el no muy lejano lugar de Almarza, donde también se mantuvieron
litigios, con San Andrés, sobre la propiedad de pastos.
La riqueza de Garagüeta reside en el
monte mismo, alrededor del cual celebran fiestas, algunas ya perdidas como la limpieza a
reo vecino (*hacendera) y posterior merienda a los sones de la música, con libaciones en tazas
de plata, pues no de otro modo debe llamarse a esta ancestral costumbre provincial de
beber el vino en comunidad casi siempre regalado por el ayuntamiento- en hermosas
tazas de plata, casi siempre sólo dos. Este acebal, en la cara sur de la sierra de Alba
(sierra blanca, sierra del amanecer), es de enorme belleza. Grandes acebos forman
corredores húmedos, y entre ellos se extienden unos pequeños prados, de suaves relieves,
habitados por ganado vacuno y caballos rubios de largas crines. Su suelo, en otoño, se
halla plagado de coprinus y algunas setas de cardo, las que los animales quieren dejar.
Nace, a la entrada, la "fuente de la Madrastra", fría y fina, sobre la que
aseguran abre el apetito.
Tuvo un molino, alimentado por el río Rulaque, donde los chavales acudían siempre
a este sitio- a jugar a "la coneja", un juego que se nos antoja muy antiguo por
las pequeñas casas circulares de piedra que los niños construían, cada cual la suya,
para ser llenadas de tierra mientras al palo lanzado intentaban dar con otro.
*Pagaban el piso, celebraban la entrada a mozo, daban cencerradas, las mujeres
jugaban y todavía juegan- a los bolos, y las muchachas llamadas del Cristo
cristeras o del Santísimo en otros lugares- pedían por las casas para confeccionar
un ramo y después ofrecerlo al Cristo de los Remedios. Ese Cristo protector, sobre el
cual la leyenda dice que se lo querían llevar a Torrearévalo pero él impidió a la
caballería el caminar a fin de quedarse en Arévalo. Leyenda esta también común para el
resto de la provincia: Olmillos y su santo Hipólito, Quintanas Rubias de Abajo y su
virgen de los Mil Carros, Los Rábanos y su Virgen de Sinova o Las Fraguas y la Virgen de
Inodejo, sólo por poner unos ejemplos. Le guardan fiesta en Arévalo al Cristo de los
Remedios y siente también veneración por Santa Bárbara.
Sus gentes son fieles reflejos de la amabilidad serrana y de la hospitalidad celtíbera.
Tratan, a través de la Asociación Garagüeta, de mantener los ritos todavía vigentes y
de recrear los perdidos. En sus genes llevan la trashumancia, los
*trasnochos, las
forzadas migraciones a los molinos andaluces de aceite, la buena mano y el buen aire para
secar la matanza y la buena memoria para recordar cómo curaban antes con hierbas, con
ungüentos, con rogativas.
© Isabel Goig
Sobre el Acebal de
Garagüeta
Jesús Hernández
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El
Cristo de Los Remedios
La ermita data de finales del XVIII, en el frontis de la misma pone la fecha
exacta: 1790. Cuenta la leyenda-historia que lo llevaban en una mula o burro hacia
Torrearévalo, según algunos, y al otro lado de la sierra según otros.
La cuestión es que al llegar al sitio donde se erige la ermita, la mula o burro que lo
transportaba por los motivos que fuere ("milagro") dijo que no daba un paso
más, por más palos que le dieron.
Los arevalinos de entonces captaron rápidamente el mensaje, lo entendieron, y le
construyeron la ermita que se erige en medio de la carrera o camino ancho que sube a La
Mata.
© Jesús Hernández
|
Toponimia y Vocabulario
En
1270 su topónimo era Arevalo. De la forma céltica
"aré-valon": cerca del muro, vendría a referirse a "una ciudad próxima a
Numancia y cercana a un castro celtíbero".
Algunas
voces propias de El Valle recogidas en nuestro Diccionario que podéis
consultar en vuestro
Vocabulario
Soriano
(pulsar sobre la palabra para ir a la
definición)
Aglaznar |
Agujetas |
Atordigar |
Casutaño |
Guzco |
Leche manzada |
Manzadero |
Manzar |
Matafríos |
Raboveja |
Rolda |
Rus |
Trasnochos |
Isabel y Luisa Goig, Diccionario de habla soriana
|
Mapa de la Sierra (145 KB. Incluye sendero
GR86)
Mapa de El Valle
Pulsar
sobre el mapa para ampliar (100kb)
(incluye sendero GR 86)
Despoblados
¬ Castellanos de la Sierra
Acebal
de Garagüeta
Actividades Acebal de Garagüeta
El Valle de los ríos Tera, Razón y Razoncillo
Fuentes
de Arévalo de la Sierra, José Ignacio Esteban
Leyendas
y
Tradiciones por Ángel Almazán
Arévalo de la
Sierra - Jesús Hernández
Arévalo de la Sierra- caminosoria.com
El
Acebarillo - Web sobre el Acebal de Garagüeta
Mendikat
:: Soria
::
Sierra del
Alba
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