pulsar
para ampliar las fotos bajo este icono
Caracena es uno de esos
lugares que llaman el fin del mundo. Se accede a esta villa desde El Burgo de Osma, por la
carretera local hasta el lugar de La Rasa, y después por la carretera provincial que
acaba en Caracena. Ya no hay carretera más allá de Caracena, a pesar de los proyectos de
décadas anteriores de unirla con Tarancueña a través de la hoz del río Caracena.
La historia parece haberse detenido en la Edad Media, tan productiva para esta provincia
de Soria, y desde entonces haber sido abandonada a su suerte, de la que trata de escapar
agonizante, debido sobretodo al embate de la emigración actual.
Este bello lugar está situado en un entorno kárstico (tierra caliza), en terreno
pedregoso y montañoso, en las estribaciones de la
Sierra de Pela, con carrascas,
chaparros y enebros. En contraste, hay al norte una dehesa de pastos y una vega en la que
se cultivaban verduras y hortalizas para uso propio. Esta vega está fertilizada por el
río Caracena (o Adante), que toma su nombre del lugar más importante. En el resto del
término se cultivan cereales.
Para entrar a este lugar, se deja a la izquierda de la carretera el río Caracena, y el
puente, de piedra, llamado Cantos, de sobria arquitectura románica. Cerca, se puede
apreciar una torre perteneciente a la muralla, construida en el siglo XII para proteger a
toda la población pero de la que apenas quedan vestigios.
Nuestro camino de peregrinación por este lugar se desarrolla siempre cuesta arriba, ya
que está en la ladera de uno de los montes de este paisaje abrupto. Y lo primero que nos
encontramos en es la iglesia románica de Santa María (Asunción, según Madoz), del
siglo XII. De una sola nave, presenta dos portadas de acceso (al Norte y al Sur), y una
torre de planta cuadrada.
A continuación llegamos a la Plaza Mayor, y en su centro, el imponente rollo o picota, de
estilo barroco (tiene escrita la fecha 1738), que representaba el poder jurisdiccional del
señor, y en donde se ejecutaban a los malhechores. El otro símbolo de la jurisdicción
en la villa era la cárcel.
Caracena pertenecía al señorío de los Carrillo desde la Edad Media. Era la sede de la
Comunidad de Villa y Tierra del mismo nombre, compuesta por los siguientes lugares:
Cañicera, Caracena, Carrascosa de Abajo, Carrascosa de Arriba, Castro, Hoz de Abajo, Hoz
de Arriba, Inés, Losana, Madruédano, Manzanares, Pedro, Peralejo de los Escuderos, La
Perera, Pozuelo, Rebollosa de los Escuderos, Rebollosa de Pedro, Sotillos de Caracena,
Tarancueña, Valderromán, y Valvenedizo; y los actuales despoblados de Aldehuela, El
Barrio, Castrobón, Jurdiel, Rejuelas, San Felices, San Juan de Adante, San Miguel, Santa
María de Tiermes, Santa María del Valle, Valdegutiérrez (o Aldea Gutiérrez) y
Valverde.
Rutas por la Comarca de Caracena
De su pujanza en época medieval se conservan las dos
iglesias románicas y el
castillo.
En el siglo XVI tomará el relevo de capital de la comarca a Tiermes al despoblarse esta.
En 1607 el señorío es elevado al rango de marquesado en la persona de Luis Carrillo de
Toledo, conde de Pinto, virrey del Reino de Valencia en el momento de la expulsión de los
moriscos. Pasó a los linajes siguientes: Benavides, Téllez Girón, Fernández de Velasco (marqueses de Berlanga de Duero, y
Fresno, y señores de Osma), ostentando sus titulares los cargos más importantes de la
Monarquía Hispánica: virreyes, Gobernadores, Capitanes Generales, Embajadores,
presidentes y consejeros.
Pero sigamos nuestro camino. A la izquierda, podemos observar todavía las ruinas de lo
que fue un hospital que cobijaba a pobres transeúntes. Y frente a él, un mesón en el
que se pueden retomar fuerzas a la vuelta, después de haber finalizado nuestro recorrido.
Al final de esta calle, a mano derecha, nos encontraremos con la iglesia de San Pedro
(principios del siglo XII), una joya del románico soriano que declarado Monumento
Histórico Artístico Nacional (1935). De una nave, y una torre de planta cuadrada. De
ella destaca la galería porticada en el lado Sur, de siete arcos que descansan sobre
capiteles con escenas de la vida.
Tras seguir por el camino que asciende, llegaremos al
castillo. El que vemos es una
construcción del siglo XV sobre otro recinto de época románica. De mampostería, cuenta
con doble recinto defensivo (el exterior con torreones
cilíndricos o cubos), y Torre del Homenaje. Por él pasaron las personalidades más
importantes de cada época.
En las afueras del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Monte, a la que
cada tercer domingo de junio se acude en romería (es una de las más importantes de la
zona). Hay misa, procesión (con el remate correspondiente de los cuatro bandos del anda
de la Virgen), se comía en los alrededores de la ermita, y al atardecer se reza el
Rosario.
En la actualidad, los caraceneros se pueden sentir orgullosos de constituirse en
ayuntamiento propio, no habiendo sido absorbidos por ningún otro municipio cercano, y
teniendo como dependiente el despoblado de Pozuelo. En la actualidad pertenecen a la
comunidad que lleva por nombre el de esta villa, y tiene censados muy pocos vecinos (de
ahí que su fiesta la hayan trasladado al mes de agosto). Seguro que menos de los que el
lector está pensando en estos momentos. A ver si lo adivinas.
© Javier Mozas
Hernando
jamoher@alumni.uv.es
|