Así
nos introduce Avelino Hernández en su guía
SORIA" en
esta bella villa:
" A Morón se llega directamente por
una carretera interior en buen estado. El camino es ameno, por entre tierras de pan
llevar, dominantemente pardas. El pueblo, que lo es de factura sencilla en piedra y adobe,
contiene en el interior de su exiguo caserío un inusitado conjunto arquitectónico y
artístico que en nada desdice del mejor renacimiento salmantino.
La sorpresa invade al viajero cuando, sin nada en las calles y casas que soprepase, da en
una plaza perfecta y hermosísima; la arquitectura rural flanquea un costado, el otro lo
cierra un palacio de fachada pura del XVI. Un lienzo de soportal en tres arcos prolonga el
lateral. Y una soberbia escalinata abre el acceso al atrio del hermoso templo. La
torre,
de cuatro cuerpos, es perfecta en sus dimensiones y es excelente el plateresco de su
ornamentación escultórica. Todo el conjunto en su actual ordenación se debe a la mano
de la familia Mendoza, propietarios a su vez del palacio de Almazán".
Junto con Gaya Nuño todos los que paseamos por su plaza damos en
convenir que es quizá la más bonita de España...
Morón de Almazán es una villa que comprende también el barrio de Señuela y está
habitada por casi 300 vecinos. Posee una industria basada en el cereal y en la
transformación del mueble aunque también poseen ganadería.
Tienen tradición de procesiones en Semana Santa, con siete pasos, nazarenos y coraceros y
salida de estandartes.
El 5 de febrero, Santa Águeda, las mujeres celebran su día y lo hacen con una cena que
es coronada por los cánticos de las albadas. Sus albadas, generalmente, comienzan así:
"Ni canto por ti morena
ni canto por ti salada
que canto por la peseta
que me vas a dar mañana".
También existía la tradición, por Santa Águeda, de una fiesta de mozos. Organizaban la
fiesta constituyendo un "ayuntamiento" y eligiendo "un alcalde", que
generalmente era el mayor y como alguaciles a los menores; cantaban albadas en las puertas
de las jóvenes y pedian el donazgo (en otros lugares llamado gallofa), para celebrar
luego una fiesta con lo recogido: chorizo, tortas, vino...
En agosto acuden en romería a la Virgen de los Santos. Ese mismo mes, celebran una Semana
cultural, organizada por la Asociación Cultural, que dedican a un colectivo social cada
día.
Reviven juegos tradicionales: pelota a mano, marro, bolos,
*tanguilla y tabas.
Existió la cofradía de la Vera Cruz, para entrar en la cual debían pagar un ducado.
Son los guisos típicos de Morón las gachas de guijas y la Limonada para Semana Santa.
Rodeada de encinas y mucho té de roca, esta villa está bañada por el río Morón, en
sus riberas se recolectan plantas para la curación de las hemorroides.
Cuentan con escuela, con un casino donde se puede repostar, gasolinera, Asociación
cultural y una panadería donde podéis adquirir estupendos panes de Navidad, tortas de
cabello de ángel, españoletas , rosquillas...
Antonio Zozaya (1859-1940) en su libro "Solares de higaldía" (Madrid 1915)
dedica a la capital y a Morón de Almazán evocadoras páginas.
Preguntad a los moroneses porqué les apodan los picarazos o los grajos...
Dicen los vecinos de los moroneses:
"Los de Morón aparentan y no son".
Ellos nos cuentan:
"Monteagudo está en un alto
Fuentelmonge en una cuesta
Chércoles entre barrancos
y la Puebla traspuesta".
©
Luisa Goig
Museo Provincial del Traje Popular
Museo Provincial del Traje Popular
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