Por la N-122, a unos
veinticinco kilómetros de Soria, un desvío, a la derecha, conduce a
Calatañazor, villa
medieval, que ocupa el lugar de la romana Voluce. El destino no es, hoy, esta villa,
aunque apuntaremos que el entorno es magnífico, de caliza, como casi toda la provincia.
Silencioso, con las ruinas del
castillo al fondo, escarpado.
Sabinar de Calatañazor
Siguiendo la carretera, en dirección Muriel de la Fuente, una
mancha de sabina ocupa buena parte del término de Calatañazor. Una mancha pura, la más
pura de Soria, provincia donde tanto abundan las sabinas y los enebros. Doce hectáreas.
Se trata de un paraje vallado y protegido. Además de protegido, se halla cuidado. Desde
el mullido suelo, cubierto de capas de vegetación plana, tanto que parece haber sido
hecho por la mano del hombre, surgen, rectos y retorcidos sobre sí, los troncos de las
viejas sabinas, guardianas del lugar, avistadoras de luchas y aconteceres.
"La Fuentona" de Muriel de la
Fuente
Nos dirigimos hacia uno de los más bellos parajes sorianos, y más
visitados. La Fuentona de Muriel, nacedero del río Abioncillo. Un camino de tierra, nada
más pasar el puente, antes de entrar al núcleo urbano, a la derecha, aproxima al viajero
a un refugio. Desde ahí, donde debéis dejar el coche, aguas arriba, cuatrocientos metros
separan de La Fuentona, pequeña laguna desde donde el lecho del río mantiene una
horizontalidad y una inusual transparencia en sus aguas. Mana a los pies de unas potentes
masas calizas, rodeadas, cubiertas por sabinas, pino negral y chopo, además de las
plantas propiamente acuáticas.
Todo su entorno está protegido, tanto por su belleza como por su gran valor
natural; las amenazas en estos tiempos podrían llegar desde cualquier iniciativa que
provocarían la erosión y el deterioro.
Las diez de la mañana es la mejor hora para contemplar el líquido fondo de la laguna
así como las truchas que pueblan el río, sobre todo bajo la pasarela que lo atraviesa, y
en el paraje "Pozo Peñandía".
Aguas abajo del nacimiento, en la margen izquierda, el Abioncillo asume el aporte de las
aguas de la "fuente de la Calabaza": tres grandes chorros, de regular caudal,
que desaguan a unos dos metros del cauce, y que drena, como la de "La Fuentona"
y "El Cura", el agua que se acumula en todos los materiales calizos del entorno.
Todo el paraje es tan sugerente, que, a buen seguro, si lleváis en la mochila algo para
comer, aprovechar para hacerlo en el refugio donde habéis dejado el coche. Si es verano,
hasta podréis bañaros en las aguas del río Abioncillo.
Fotografías de la Fuentona enviadas por José Luis
Bravo
pulsar para ampliar las fotos
Restauración de la torre de Muriel de la Fuente
En Muriel de la Fuente, rodeado de campos de labor, se
alza la torre y parte de la construcción del que fuera palacio de
los condes de Santa Coloma de Queralt.
Ahora, una vez restaurado, se
ha convertido en la Casa del Parque
del Sabinar y La Fuentona, en alusión al Sabinar de Calatañazor (12
hectáreas del más puro de Europa), y del manantial nominado La Fuentona,
lugar de nacimiento del río Avión.
Casa del Parque del Sabinar
El palacio de los nobles
tarraconenses, quedó aislado, por fortuna, cuando en los años treinta del
pasado siglo agricultores de la zona adquirieron las tierras que lo
rodeaban.
Haciendo un poco de
historia, diremos que el condado de Santa Coloma fue concedido, en 1599, a
don Pedro de Queralt e Icart, Cardona y Luyando, XXIV señor de Santa Coloma
de Queralt, caballero de Santiago. La grandeza de España que lleva añadida,
fue concedida, en 1792, al VII conde, Juan Bautista de Queralt y Pinós,
también marqués de Besora.
Por distintos enlaces
matrimoniales llegaron a emparentar con nobles sorianos (los Cañete,
Cifuentes, Alconchel, etc.), y llegaron a poseer importantes rentas en la
provincia de Soria, provenientes de tierras y ganado. Según los
Amillaramientos de 1881, eran propietarios en Ágreda, Morón de Almazán,
Muriel de la Fuente y Soria capital, entre otros lugares, donde era
poseedora de un espléndido palacio en la plaza de San Esteban.
©
Isabel Goig
Calatañazor
Ruta
literaria:
La Taberna de Almanzor
Relato:
Donde
Calatañazor,
Javier I. Cimadevilla
Fuentes
y Manantiales
de Calatañazor, José Ignacio Esteban
Fuentes
y Manantiales
de Muriel de la Fuente, José Ignacio Esteban
Casa del Parque del Sabinar
GeoCaching, en la XDISTANCIA, con
Gonzalo Arenas de la Hoz
Castillos de Soria-->
Calatañazor
Donde comer y dormir
Casa
rural La Fuentona
Casa
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