Con
motivo de la X Semana Cultural de Verano, que transcurrió entre el 12 y el
20 de agosto y estuvo organizada por la Asociación Tres Caños, fuimos
invitadas a dar una charla sobre la cocina soriana.
Siempre es un placer
para nosotras encontrar motivos para visitar algún pueblo de Soria, aunque
también lo hagamos sin que las motivaciones existan.
Conocíamos Fuentelmonge
y sus productos de panadería, que ya no existe. La despoblación es, de
nuevo, la causa. Pero como estábamos en agosto, las calles aparecían llenas
de personas, también niños, dando colorido, por un mes, a Fuentelmonge.
Como resulta habitual,
en estas charlas aprendemos más de lo que ofrecemos. Las personas que
acudieron llenaron el salón y participaron del tema para ellos tan cercano
como los guisos sorianos, la matanza, el horno, y otros muchos y es que, no
en vano, realizan un concurso gastronómico cada año.
Y, como decíamos,
aprendimos de Félix Martínez, María y Juana del Rincón, y otras señoras de
las que lamentamos no recordar el nombre. Por ejemplo, nos dijeron que en
Fuentelmonge a las harinosas las llaman “malhechas”. Nos dieron una receta
que desconocíamos con las patas delanteras del cerdo y que anotamos abajo,
otra con cangrejos de río mezclados con albóndigas de bacalao
(en la foto), un turrón con cañamones y el morcón de la matanza en
revuelto, que también publicamos en su apartado correspondiente.
Félix y su esposa nos
enseñaron el conjunto de lavadero y fuente, ahora sin agua, un espacio que
debió ser fresco y agradable. Nos abrieron la iglesia, dedicada a la
patrona, la Virgen de la Romerosa (al ser tradición que la imagen se
apareció en una mata de romero), y nos contaron historias de cuando “pedían
por la zorra”, cobraban quinientas pesetas por cazarla y con lo recaudado
merendaban en comunidad.
Y una palabra más para
nuestro vocabulario, además de “malhechas”, “cachera”, en referencia al
hueco que hacían las gallinas entre la paja para poner los huevos.
Patas
de cerdo dulces
Se cuecen muy bien las patas delanteras del cerdo, se deshuesan cuando
todavía están calientes y se hace una pasta con la grasa y la carne
obtenida. Se deja enfriar, se parte a trozos pequeños, se rebozan en harina
y huevo, se fríen y se untan con bastante azúcar.
Morcón
de la matanza
El morcón –estómago del cerdo- se cuece, se trocea, se fríe con pimentón y
el aliño que se quiera (ajo, perejil, algo de tomate), y al final se le
revuelven huevos. Se come uno de los días de la matanza. En otros lugares,
el morcón se rellena.
El
turrón de cañamones es un a modo de
guirlache**,
hecho con azúcar y cañamones.
© soria-goig.com
Fuentelmonge
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