En un lugar remoto.... LA CUENCA
EL LLANO..., indeciso, se extiende hacia el sur de la provincia. Trigales
verdes de primavera, sabinares próximos camino de El Burgo de Osma. Un paisaje de lomas y
colinas, árido y distante, tropieza con la mirada del conductor, casi atenta a la
carretera...
Pasado Villaciervos, y ya muy cerca de Las Fraguas, un desvío a mano derecha
nos lleva hasta ese curioso y apartado pueblo que se llama La Cuenca.
A la entrada, un potro de herrar las vacas indica el pasado. En el costado de un alcor,
cabezo o collado, se dispersan un centenar de casas, por las que el tiempo ha ido dejando
su rastro indeleble... huellas de abandono que denuncian olvido en este lugar remoto y
extraño, en el que las manecillas del reloj parecieran haberse detenido...
La arquitectura del pasado - casas construídas hace ya mucho tiempo con piedra propia de
estos terrenos calcáreos - convive con la arquitectura del presente - piedra labrada o
ladrillo de construcciones más jóvenes - en una mezcla frecuente y arquetípica de las
zonas rurales. Muchas de estas rudimentarias y arcaicas viviendas, la mayoría hoy
cerradas, llaman la atención, tanto por su humildad como por su primitivismo,
representativo de sociedades más lejanas. Porque aquí, en este pueblo o aldea, en esta
tierra de monte y ceniza, enclavada en el lado sur de la sierra de Cabrejas, hacia Muriel
y Calatañazor, hubo un pasado de trabajos, alquimia contra el hambre, que deja hoy sus
vaporosos testigos: tablas de trillar, apenas reconocibles, con sus piedras hendidas en la
madera, algún burro para serrar leña y otras herramientas antiguas que ahora
resultarían poco armoniosas, aunque, quizá, dignas de florecientes museos
etnológicos...
Miseria y pobreza que, sin duda, la hubo por estos y parecidos pagos antes y después de
la guerra civil, durante muchos años. Y esa vida pasada de esfuerzos y penurias, hoy no
más que recordada por algunos, mañana será fruta de olvido, como ya empieza a serlo en
el presente; pasto, en fin, cenizas borradas por el tiempo que todo lo convierte en
Historia, incluso el olvido...
En las estribaciones de esa ladera-promontorio, donde echó raices La Cuenca,
el pueblo, la aldea, limita con el campo. Muy próxima, señalando el norte, una hermosa
dehesa de sabinas y, más lejos, hacia el nordeste, los picos de la Sierra de Cabrejas
que, de este lado, son fáciles y cortos de subir. Tierra de encinas y de enebros,
sabinares, calvijares, que son los dominios del azor y también del águila cuando caza
lejos de sus nidos.
Y hacia el oeste, en la anchura del páramo, pasados
Muriel
de la Fuente y La Fuentona,
quedan las hoces o cañón del río
Lobos,
paraje legendario, pródigo de almenados buitres, cerca de la Galiana...
Tierra inabarcable de llanos y montañas, espaciosa de cielos; hirviente de
Historia y de pasado. Pues fue la
Sierra de Cabrejas, según manifiestan las fuentes y los
historiadores, eje divisorio de los territorios de pelendones, pueblo ganadero al norte de
la provincia, y arévacos, habitantes de la llanura cerealista soriana.
Tierra, en fin, ésta de Soria, de semblanzas profundas, agreste y de frontera...
© Jesús
Gaspar Alcubilla
Publicado en ABANCO/COSAS DE SORIA
Poema
UNA CASA como
celdas del mundo. Un pueblo apartado que, tal vez, no existiera... Nubes y polvo se derraman... ¿o era el viento...?
Y dudé...
Chopera baja...
bosque cercano...
No más un paseo
hacia el olvido... Una pared, una cerca dividida - mitad zarzas, mitad silencio - y piedras de cal en las esquinas.
... Y arriba,
cuatro o cinco cruces de madera, no más, sobre el silencio...
© Jesús Gaspar Alcubilla
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Datos básicos
Altitud: 1.103. Lugar. Su
ayuntamiento está agrupado al de Golmayo.
Acceso: N-122 dirección Valladolid; carretera a la derecha, entre
Villaciervos y Calatañazor. Kilómetros: 24.
Gentilicio: conqueños. Apodo: cuenquinos.
Industria:
trigo y cebada. Ganadería lanar. Alquiler de pastos. Cereal en "El
Estadio", paraje que debe su denominación a la forma, aunque su nombre
es "Val de la Cuenca"; también en las proximidades del molino se halla
buena zona de cultivo.
Flora y fauna:
entorno natural bellísimo, de
piedra caliza, sobre todo el paraje que forma el río, el cauce del
molino y las tierras de labor. Lugar de nacimiento del río Milanos. La
peña de "las Haceruelas" o de "la Saceruelas", consolida una pared
vertical, que se precipita del alto del "Paño", de 1.137 metros, y en el
cual hay instalada una cruz de madera, para, según los conocedores de la
Cuenca, conjurar a las tormentas; "si no viene muy cerrada -la
tormenta- ahí justo se divide, pero de lo contrario descarga", nos
contó Cosme Nafría. Al pie de "las Haceruelas", se formó una cueva que
llaman "cama el Cristo"; en los huecos de sus paredes, anidan
quebrantahuesos y grajillas. La fuente "el Coladillo" la canalizó un
invidente, Plácido Soria, contiene hierro para curar las anemias.
Numerosos manantiales. Enebro y sabina.
Fiestas principales:
14 y 16 de agosto.
Generalidades:
Iglesia de la Asunción, románica. Ermita de San Miguel. Hubo molino.
Isabel y Luisa
Goig Soler, Soria pueblo a pueblo, 1996 |
Fuentes
y Manantiales
de La Cuenca, José Ignacio Esteban Jauregui:
>
Pilón del Cubillo >
Fuente del Entrelcaz >
Fuente de La Cuenca >
Las Fuentecillas >
Fuente de la Peña >
Fuente Peñas del Sancho >
Fuente Pinilla >
Pilón de La Serna >
Fuente de la Tejera >>>
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