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Los
responsables del Hotel Virrey Palafox, del Burgo de Osma, comenzaron
hace ya algunas décadas a convocar a todo aquel que quisiera oírles a
las Jornadas Rito-Gastronómicas que se celebran en la villa episcopal.
Lo que comenzó siendo una oferta más, relacionada con la costumbre rural
de la matanza del cerdo, se fue convirtiendo en una fiesta que ha
atravesado fronteras.
Al propio hecho de
matar el cochino se le fueron uniendo actividades culturales que con el
tiempo se han convertido en rituales, como los pregones matanceros, por
ejemplo, algunos de ellos escritos y leídos por personajes de la
Cultura, como Camilo José Cela, Chumy Chumez, e Inés Tudela. Pasacalles,
conciertos, concursos, desfiles de moda tradicional, encierros de
cerdos, y como complemento de todo ello el Museo del Cerdo.
Muy
cerca del primitivo hotel de la familia Soto, y a unos cincuenta metros
de la Universidad de Santa Catalina, en unos setecientos metros
cuadrados de exposición, se halla todo aquello relacionado con el
chancho. Han sido veinticinco años recopilando por el mundo una figura,
un cuadro, cualquier cosa que tuviera relación con tan noble y generoso
animal. Unas once mil reproducciones, dice el folleto, en los más
variados materiales. En el interior de las vitrinas pueden verse piezas
de verdadero interés, como chanchitos en porcelana y jade, una pieza de
Filipinas y un corral chino con animales, en terracota.

Una de las salas está
presidida por un óleo del burgalés Vela Zanetti, con certificado de
autenticidad en el que reza: Óleo sobre lienzo, firmado, hacia 1957, de
354x145 centímetros, “Mural. Fiesta campestre. México D.F.”.
Los
paneles explicativos van informando sobre tan rotundo animal: las razas
en la península, la familia del cerdo desde el jabalí, sus suculentas
partes, el porqué de la prohibición de su ingesta en las otras dos
religiones monoteístas. De los santos relacionados con el cucho podemos
informarnos de que en el centro y oeste de Europa se rinde culto a 61,
siendo los más conocidos San Martín y San Antón, seguidos de San Blas,
San Antonio de Padua y San Leonardo, patrón de los establos. Y, desde
luego, las explicaciones relacionadas con el propio mundo de la matanza.
Se
muestra también maquinaria tradicional relacionada con la matanza del
cochino. Hay un espacio para los más pequeños, y otro dedicado a salón
de actos y biblioteca. Es este salón se exponen, además de óleos y
grandes fotos, unas vitrinas con libros de todas las épocas relacionados
con la gastronomía en general, y en armarios acristalados otro tipo de
libros. Todo ello envuelto en la suntuosidad propia de una sala de estas
características.
Hay
que tomarse en serio el mundo del cerdo en este Museo. Armando Martínez,
su mantenedor, ha conseguido elevar a un animal que podría prestarse a
chanza, a la categoría de objeto de estudio y tradición.
El Museo está abierto
los sábados y domingos, de enero a marzo, coincidiendo con las jornadas
de la matanza, en horario de 12 a 14,30 y 17 a 19, pudiendo visitarse en
días de diario y en grupos, previa reserva en el teléfono 975 341 311.
Museo
del Cerdo
Museos
Etnográficos
El
cerdo, el antropólogo y las matanzas del Virrey. 2015

El
rito de la matanza. 2012
A bombo y platillo,
nunca mejor dicho, pues lo hicieron acompañados por el poeta de la música
Fernando Óscar Pérez Arribas y sus compañeros gaiteros, Armando, del Virrey
Palafox de El Burgo, y José Vicente Frías, presentaron las jornadas de la
Matanza del cerdo. Convertidas ya en rito, se vienen celebrando desde hace
más de treinta años.
El domingo, 22 de enero de 2012, las calles de Soria se vieron sorprendidas, en una
mañana más propia de primavera, por los mensajeros de la Villa Episcopal,
quienes vestidos a la usanza matancera, acudían a dar a conocer a todos los
sorianos sus actos más representativos y, de paso, a hacer felices a los
niños con los “encierros” cochineros, que se convertirán, con el paso de los
años, en un acto más del rito grande.
Armando, Maestro de Ceremonias
Blog de las Jornadas©
soria-goig.com
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