Tradición de Pinares
Música Tradicional de San Leonardo

 

Danzantes de San Leonardo de Yagüe

 "La de los altos llanos y yermos y roquedas
de campos sin arados, regatos ni arboledas
decrépitas ciudades, caminos sin mesones
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones"

Antonio Machado.

 ... Pero el poeta, acaso ofuscado por su nativo andalucismo,
ni siquiera tuvo oídos para percibir
que esos palurdos
se recrean en danzas y canciones
de un alto valor poético y musical...

Menéndez Pidal.

ÍNDICE.-

INTRODUCCIÓN

SORIA: TRADICIÓN DE PINARES
Historia y carácter de sus gentes
 

SAN LEONARDO DE YAGÜE

LAS CANDELAS. (2 de febrero)
Origen de la fiesta
Las danzas
Fin de la fiesta: las comedias

SAN BLAS. (3 de febrero)

LOS CAPONES. (4 de febrero)

SANTA ÁGUEDA. (5 de febrero)

CUARESMA
Las cuarentenas
Pedir al Cristo

SEMANA SANTA.
Viernes Santo
Domingo de Pascua o de Resurección

SAN MARCOS. (25 de abril)

LA CRUZ DE MAYO

TENTERENULO. (Mes de mayo)

LA MAGDALENA. (22 de julio)

SAN LEONARDO

EL REINADO DE NAVIDAD

BIIBLIOGRAFÍA E INFORMANTES

Apéndice Música.

DANZAS
LA JOTA DE SAN BLAS
CUARENTENAS
PEDIR EL CRISTO
EL RELOJ Y LA PASIÓN
CANCIONES DE RESURRECCIÓN Y DE MARÍA
LA CRUZ DE MAYO
TENTERENULO
HIMNO A SAN LEONARDO

Apéndice Letras.

DANZAS
CUARENTENAS
PEDIR EL CRISTO
EL RELOJ
LA PASIÓN
CANCIONES DE RESURRECCIÓN
CANCIONES DE MARÍA
LA CRUZ DE MAYO
HIMNO A SAN LEONARDO

INTRODUCCION

Apéndice letras. Danzas de San Leonardo de YagüeEl propósito de este trabajo es hacer un compendio de la música tradicional que se canta en San Leonardo de Yagüe como exponente de la tradición y costumbres de los Pinares de la tierra soriana.

El primer paso ha sido una aproximación general al conocimiento del entorno físico, histórico y del medio de vida para poder comprender el carácter de sus gentes.

Posteriormente, un acercamiento a las festividades que celebran, siendo este un punto de partida para tomar contacto con sus expresiones musicales.

Gran parte del trabajo de este estudio consiste en el trabajo de campo: labor de investigación que se efectúa mediante la grabación en directo de las músicas, cantos y comentarios.

Posteriormente se efectúa el trabajo de laboratorio, labor técnica en la cual se hace la transcripción a partitura de las músicas y cantos y un análisis y ordenación de todos los comentarios.

Todo ello nos descubre la música tradicional del entorno tanto la relacionada con sus fiestas locales como la que forma un medio de expresión de otros orígenes.

Para realizar esta recopilación ha sido elegido San Leonardo de Yagüe de entre los pueblos que configuran la comarca pinariega por ser una de las cumbres de conservación tradicional de los Pinares.

SORIA: TRADICIÓN DE PINARES.

Historia y carácter de sus gentes.

La Zona Pinariega es, tanto por su paisaje como por sus tradiciones, arquitectura, etc., la más característica de Soria. Situada en la parte septentrional de la provincia, está enclavada entre la sierra Cebollera y los Picos de Urbión, al norte, y la sierra de Cabrejas, al sur.

El pino es el elemento que aúna la vida de las gentes que con él conviven, dotándoles de factores comunes: sus formas de vida, sus actividades, sus costumbres, su expresión y su espiritualidad.

Tales son las comunidades de San Leonardo, Casarejos, Navaleno, Duruelo, Covaleda, Vinuesa, Salduero, Molinos, Cabrejas y Abejar.

Para los habitantes de toda esta comarca el pino es mucho más que un simple ornamento del paisaje, es una propiedad comunal, un bien de todos, que todo lo es y todo lo representa en la vida económica, social y familiar.

Datos de presencia humana se conocen desde la Edad de Hierro. Los Pelendones dejaron su huella en costumbres como los "mayos" y las danzas guerreras, que hoy todavía se conservan, como las de "paloteo" de Casarejos por San lldefonso, de San Leonardo por San Blas y Las Candelas, o las enmarcadas en el gran ritual matriarcal de "La Pinochada" en Vinuesa por San Roque y la Virgen del Pino de Agosto.

Las viejas tribus celtibéricas, que en remotas calendas ocuparon estos lugares, ya rendían culto al pino, costumbres paganas que, cristianizadas y sólo muy relativamente modificadas, han llegado con toda carga emocional hasta nuestros días. Esta herencia celtibérica se combinará en el transcurso del tiempo con la presencia de vascos y navarros en la repoblación.

En las fiestas populares se hace presidir el jolgorio ante los llamados "mayos", nombre muy expresivo del culto a la Naturaleza de los antiguos celtíberos, que son , sencillamente, uno o más pinos escogidos entre los más altos, los cuales son instalados por los mozos del pueblo en un torneo de fuerza y destreza: una especie de acto de servidumbre, de ingenio y de significativo rito, en que la emulación sirve para rendir homenaje al pino. Claro que hoy, los celtíberos cristianizados, rinden culto fervoroso a su Virgen, que en algunos casos siguen sin disimular sus raíces ancestrales llevando el título de Nuestra Señora del Pino. Por la misma razón a los habitantes de esta comarca se les conoce como "piñorros", y en determinados casos la fiesta más popular hace alusión con el nombre de "pinochada".

Las gentes de cada región son en gran medida producto del medio natural y del mestizaje de razas que a lo largo del tiempo hayan influido en su casta.

Las condiciones de este medio físico han impreso de forma especial la expresividad de los pinariegos al ser extremas. El cielo límpido y despejado, la madrastra naturaleza, su clima riguroso, imprimen a sus habitantes un estilo heroico de vida, perfiles espirituales y caracteres somáticos. El pinariego es sobrio, austero, resignado, comedido en sus juicios sin dejarse llevar por la loca fantasía, luchador en potencia contra el adverso medio geográfico, vencedor legítimo contra sus semejantes en otros climas que no le hacen mella a sus aptitudes de acomodación.

La pureza de casta del pinariego, raza arquetipo de temple celtíbero, es cualidad excelente y ventajosa. Su pureza de sangre se distingue por su excelencia racial. A su comarca llegaron levemente las influencias moriscas. Las invasiones cartagínesa, romana, visigoda y berebere, es indudable que dejaron su huella en España, pero en Soria, por su situación geográfica, estas influencias fueron escasas y poco duraderas. La resistencia etnológica de sus gentes, defendida en su medio natural, no se contaminó de lo extraño y por eso su carácter es inconfundible.

Habiendo analizado someramente la raíz psicológica de esta comarca en su herencia, temperamento y medio natural, nos podemos acercar y entender mejor su folklore, que entraña la sabiduría esencial y la espiritualidad. Son sus rasgos tradicionales: las relaciones sociales; ademanes hospitalarios con los extraños; sentenciosa moral en sus hábitos de vida; sentido de la medida en sus juicios y opiniones; ritmo monótono y pausado en sus danzas y canciones; tristeza de alma en sus diversiones recreativas; tradición pastoril en el arte culinario; austero rigor paternal en bodas y bautizos; religiosidad en sus romerías; honor a la palabra empeñada en ferias y mercados; defensa de estirpe y robusta cohesión familiar; dignidad personal rechazando las ofensas en las polémicas; supercrítica para minimizar al que sobresale.

A las fiestas populares de cada pueblo acuden familiares de los pueblos comarcanos, signo de la cohesión de la estirpe. Antiguamente, dulzaineros afamados amenizaban los actos públicos con pasacalles y bailables.

Las romerías a los santuarios comarcales son fiestas jubilosas. Hay misa cantada a la que asisten las autoridades de cada pueblo con las insignias: la cruz y el pendón. Después del acto religioso, los de cada localidad se reúnen en corros para bailar al son de la pandereta y celebrar la comida en común entre familiares. En estas romerías se concertaban las bodas entre los jóvenes.

Las danzas, de sabor místico-religioso, en consonancia con las peculiaridades del temperamento de los lugareños, son de ritmos saltantes y desangel de sus brazos al son de la gaita y tamboril y de la ronca pandereta. La gaita chillona, la vibrante almirez, el guitarrillo tímido y dulzón, los hierrillos estridentes y las sonoras coberteras, son los instrumentos que alegran las monótonas y tristes canciones bailables.

Las canciones son gangosas, de notas arrastradas, chillonas, de lamentos tristes, carentes de modulaciones y cadencias. Cuando el pinariego canta parece que recita romances..../...

© Mercedes Rubio Condado

(Primer capítulo del trabajo ganador del I Certamen etnológico "José Tudela")


 

Tradición de Pinares: San Leonardo

San Leonardo
Cruz de Mayo y Tenterenulo
San Leonardo de Yagüe. Historia y Cultura, Carmelo Rubio de la Iglesia

Danzas de San Leonardo de Yagüe

 

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