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EL RAMITO DE AZAHAR

María Pilar Martínez Barca

Editorial Verbum

MADRID 2022

 

El ramito de azahar, de María Pilar Martínez Barca

La piedra y el adobe nos hablan de las gentes que un día levantaron y habitaron las casas, aunque ahora sean ruinas. De cómo amaban y a veces les llegaba también a ellas el derrumbe, el desamor.

Alba necesitaba unas buenas vacaciones. Olvidarse de todo, y del último trimestre. Todos los años le pasaba igual. Los chicos se le hacían cada vez más cansados, con más desinterés hacia las letras, o el estudio, o todo lo que supusiera algún esfuerzo. ¡Con la ilusión que le hizo, tan de niña, cuando le regaló la abuela su primera cartilla! Pero eran otros tiempos.

¿Tendría cinco años? Ahora que pasaba de los treinta deseaba volver a sus orígenes. Un puente nada fácil. Y decidió marcharse unos días al pueblo, el que fue de su madre, los tíos y la abuela, que tanto recordaba de unos meses acá.

Atardecía ya cuando su coche cruzaba la vieja carretera. Los eriales, inmensos, amarillos, monótonos. El cartel que anunciaba la llegada, borrado por el tiempo y por las lluvias. Las enormes cocheras, de ladrillo y cemento, blanqueadas de cal. El último verdor de algún pinar aislado o de los huertos. Las mielgas, flor de malva, y alguna florecilla del color de la miel en los panales. Enfrente de las nubes, encintas de calor y de abandono, la silueta aún enhiesta del Castillo, la iglesia, las casitas de adobe, austero y señorial. Cuántas veces de niña soñaría leyendas bajo del altozano del Cementerio viejo y su ya derruido torreón. Ahora su interior se dividía, como la carretera hacía con el pueblo, entre lo desolado del lugar y un íntimo reducto de ternura. Estaba muy cansada.

La herrumbre de la vieja cerradura opuso resistencia, pero al final cedió. El portal, con la mesa a un costado, como siempre. La cocina, y lo que fue la cuadra, y las alcobas… Todo seguía igual. Apenas se detuvo a sacar de la bolsa su pijama. Se cenó el bocadillo de queso con jamón y preparó una cama del cuarto de los huéspedes, al fondo, a la derecha. Eran solo las diez.

[…]

No era muy tarde cuando regresó a casa. Allí continuaba la alcoba conyugal, a la derecha. La cama, solo mueble y jergón, conservaba el regusto de las cosas de antes, modeladas con tiento, como las más antiguas catedrales con sus aras sagradas para el culto. Pero ya no guardaba la memoria de las noches de amor, o simple débito. Dos sillas, un viejo arcón; sobre la cómoda el frutero de vidrio y una cesta de mimbre, que tanto le atrajeron desde siempre. Y el espejo ovalado, como una luna informe que alargase las formas del pasado. Abrió el primer cajón. Unos cabos de vela, pañuelos con puntilla, unos bolillos, un frasco, todavía con tinta de escribir, aunque ya seca, y una llave. Nada más.

***

Se trata de la vida de tres mujeres, abuela, madre e hija. Recreada a partir del diario –o anuario– de la abuela, en un viejo cuadernillo de la época que Alba, la nieta, descubre durante unas breves vacaciones en su pueblo natal. Escrito cada año en su onomástica. Intento expresar las diferentes formas de lenguaje –niñez, adolescencia, edad adulta–, y de perspectiva ante la vida, desde la república y la guerra civil, pasando por la marcha a la ciudad, a nuestros días. Tres generaciones y una misma existencia, la lucha por la vida y el desamor.

El ramito de azahar es la primera parte de una trilogía, una novela rural, de la España vaciada. La segunda, Cada otoño emigran los vencejos, va a ser el reflejo de la emigración a la ciudad de mi familia y de muchos españoles. La siguiente, Una estela al atardecer, la oportunidad que tuvo nuestra generación que no tuvieron las anteriores.

La mujer, aun siendo ninguneada, fue esencial en aquellas generaciones. Federica, Beatriz y Alba Pilar llevan el peso de todo.

Esta novela quiere ser una historia de amor, un testimonio, un homenaje a nuestras abuelas, una denuncia de lo que nunca ha de volver a repetirse.

***

María Pilar Martínez Barca (Zaragoza, 1962). Doctora en Filología Hispánica con una tesis sobre la poesía de Manuel Pinillos, cuenta con veinte libros en solitario y numerosas colaboraciones en obras colectivas. Entre los primeros, Flor de agua, La manzana o el vértigo y Pájaros de silencio (XXXV Premio Internacional de Poesía “Juan Alcaide”). Medalla a los Valores Humanos y Premio “Tiflos” de Periodismo. Dirige la colección Joseph Merrick en Libros del Innombrable. Colabora, además, en Heraldo de Aragón y en la revista Humanizar.

María Pilar Martínez Barca
El ramito de azahar
Madrid, Editorial Verbum, 2022

 

La manzana o el vértigo

http://pilmarbarca.blogia.com/2023/011101-alba-regresa-al-pueblo.php

https://editorialverbum.es/producto/el-ramito-de-azahar/

María Pilar Martínez Barca, en Senderos Imaginados

 

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