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Cara al viento Herminda Cubilla Gonzalo
Fotografía de Jesús Muñoz Monge |
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Herminda Cubilla Gonzalo vuelve a hacernos soñar, a leer sin parar, a emocionarnos. Después de '¿Qué hora es?', ahora 'Cara al viento', donde se adivina, tanto en uno como en el otro, que su escritura, su amor por las letras, se hallan rodeados por la magia que desprende su pueblo de nacimiento, Muriel Viejo, y sus adorados abedules, aunque los relatos, algunos, estén situados lejos de ese universo tan personal. Pese a ser una disfrutona, según sus propias palabras, y disfrutar de la compañía de muchos amigos, otra de las características que se advierte en sus relatos es la soledad, una soledad que tan bien plasma el fotógrafo Jesús Muñoz en las imágenes, en blanco y negro, que acompañan a la publicación: puertas entre abiertas, vegetación invernal, hielo, una mano que se extiende, un contraluz..., todas de una belleza acorde con el texto. Un texto que son pensamientos, hojas sueltas atemporales. Uno de los relatos más sobrecogedores es 'Sabina': Le abandoné en medio de la soledad, pero no podía soportar la idea de morirme sola entre las ruinas ¿qué habría sido de mí? Lo llevaba pensando mucho tiempo, no soportaba aquella soledad y sentía como si un sudario blanco envolviera al pueblo. Recuerdo que no paraba de andar por las calles vacías sin detenerme en ninguna puerta, mientras repetía los nombres de los que habían vivido en aquellas casas abandonadas. En 'El río mudo' describe uno de esos cementerios cristianos, con la chapa de porcelana, desconchada, que tanto llaman la atención, y una historia triste sin final feliz. Son veintitrés relatos que acaba con el titulado 'El día que murió mi madre' y, de nuevo, la soledad, que recorre todo el volumen: “Me detuve un momento para mirar de nuevo la belleza del otoño y abrí la puerta despacio; la soledad se había adelantado y ya estaba dentro”. Jesús Muñoz cierra el libro de relatos con 'Atando con cintas de luz': “Hemos recorrido juntos este bisiesto que te trajo el gran dolor y la gran ausencia (…)”. Ha sido el año en que falleció la madre de Herminda.
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