Isabel Miguel Díez dirige la Colección Alcalima de Lastura, representa a la revista Álora la bien cercada y es subdirectora de otra revista, Bora. Dirige Naciones Unidas de las Letras. Es habitual en Soria durante la Feria del Libro, o Expoesía, en el stand de Lastura. 

Su vida está inmersa en la Poesía, además de trabajar como profesora de secundaria. Sus poemas y traducciones (dice la solapa de la publicación) han sido publicados en numerosas revistas de ámbito nacional e internacional. Ha participado en más de medio centenar de antologías como La mujer rota, Para que él se llamara Ángel González, Homenaje a Miguel Hernández, La mujer en la poesía hispano-marroquí, Uni-versos para Somalia, Lorca 11: La noche más larga, Madrid a Miguel Hernández, 100 poemas para Albano Martins, Los poetas de la senda, Cintilaçöes da Sombra 2, Amor se escribe sin sangre, La herencia de los chopos, Refugiamos. 

En el año 2011 publicó Desvanes mínimos, en la edición Los libros de Umsaloua, y en 2016 se publicó la tercera edición con Lastura. Ha sido traducida al gallego, francés, inglés, búlgaro, rumano, italiano y portugués.  Son veinte poemas, también de amor, como los de Neruda, preciosos, intimistas, sobrecogedores algunos: Tengo pánico, padre/de mi memoria:/se perderán tus pasos/y tu voz en mi tiempo/que, pese a todo, avanza. Una voz, la de Isabel, que estremece más cuando suena con oceánico acento portugués: Teño pánico, pai/da miña memoria:/hanse perder os teus pasos/e a túa voz no meu tempo/que, malia todo, avanza.

Eres la luz, inaprensible.
Vives donde se posa mi mirada
en íntima emoción de la belleza
o en el grito lanzado a la injusticia. 

Y te siento correr entre mis venas
siendo sangre en mi sangre
y me digo:
ya es mío. 

Pero es en el intento de apresarte
y plasmar tu latir en mis palabras
que, esquivo, te diluyes en la bruma. 

Y no logro expresar más que la sombra
de un poema perdido en signos rotos.

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La herencia de los chopos

Amor se escribe sin sangre