Don
Moisés García "In memoriam"
©
Carles de Escalada, Invierno de 2020
Don
Moisés García, fotografía tomada en Almenar, Septiembre 1998,
gentileza de Vicent Soler Alba
El 9 de Marzo de 2013
fallecía a los setenta y nueve años de edad en Soria el que había sido
párroco de Serón de Nágima don Moisés García Rupérez. Don Moisés había
nacido en Castil de Tierra en 1934, ordenándose sacerdote en 1958.
También sería el párroco de otras localidades sorianas como Buberos,
Esteras de Lubia, Castejón del Campo y tras Serón, Almenar (en donde
pude hablar por teléfono con él la última vez).
Recuerdo que Don Moisés,
como era conocido por todos, era un ávido lector y que yo, como
veraneante interesado por Soria, cada verano
pasaba por su casa en donde hablábamos sobre la historia de Serón y
Soria, acompañados con un chocolate que su
hermana nos preparaba. Nos pasábamos unos momentos leyendo y mirando los
libros que él había comprado ese año en la librería Las Heras. Gracias
a él pude comprar a principios de los años 80 uno de los libros mas
interesantes de la Soriología, El Gótico en Soria por Jose-María
Martínez Frías (personaje que unas décadas mas tarde, tuve el placer de
conocer personalmente en Barcelona).
Don Moisés fue, además de
considerarlo un intelectual, también un protector y restaurador amateur.
Gracias a él se restauró una buena parte de la iglesia parroquial de
Santa María del Mercado, en donde, debajo de la pintura blanca que se
debió de pintar en la iglesia tras las epidemias del cólera en el último
cuarto del siglo XIX, descubrió una serie de escudos y pinturas.
(Alguno de ellos necesita aún hoy en día la ayuda de un restaurador
profesional).
El 7 de Abril de 1984, el
diario El Campo Soriano publicaba un artículo de don Moisés titulado:
Serón de Nágima recupera una vieja tradición; artículo, que aquí quiero
reproducir.
Serón de Nágima recupera
una vieja tradición
Desde tiempo
inmemorial se celebró en la villa de Serón de Nágima el tradicional
Domingo de "Lázaro”, denominación impuesta,
sin duda, por el hecho de que en este domingo previo a la Semana
Santa, se leía en la liturgia el evangelio de la resurrección
de Lázaro, amigo de Jesús.
Desde primeras horas
de la tarde acudían a la ermita de la Virgen de la Vega, andando o
en caballerías ricamente engalanadas gentes de Torlengua, Cañamaque
y, por supuesto, el pueblo de Serón en pleno. No faltaba en ésta
como en todas las romerías de entonces los típicos “confiteros” que
hacían las delcias de los pequeños. Reunidos todos en la explanada
de la ermita, las “mocitas” del pueblo ataviadas con trajes típicos
o regionales, se dirigían a la puerta rogando al santero
las abriese de par en par para dar comienzo a
la función, motivo de esta romería.
Abre las puertas
santero,
Ábrelas con devoción,
Que venimos a cantar
Las mocitas de Serón.
Seguían después una
serie de cantos alusivos al acto que giraba en torno al rosario y al
sermón. Especial atención merecía por su originalidad y melodía, el
canto de las letanías. En algún momento, si bien en circunstancias
extraordinarias, la romería se extendió a todo el día, celebrando
allí la Santa Misa y comiendo posteriormente en el entorno de la
ermita o en sus dependencias, hoy derruídas, en espera gozosa y
alegre del acto de la tarde.
Hubo un momento en que
esta rica y típica tradición se perdió. Sin la protección de los
santeros que se habían sucedido sin interrupción hasta este momento
y ante la proliferación de robos de arte en ermitas e iglesias,
razones de seguridad aconsejaron a retirar de este Santuario, que se
abre a la vega del Nágima, la imagen de la
Virgen de la Vega; talla gótica de finales del siglo XIII o
principios del XIV que mide 1,06 m. De altura, repintada en manos y
cara, seccionada en la parte superior para la colación de una
corona. El repintado obedece, a que siempre fue vestida,
últimamente se le han retirado las vestiduras
que se van a recoger en breve en un mueble-exposición en la
iglesia. También pudo influir en su supresión el lamentable estado
del complejo: ermita y viviendas.
Hoy, reparado en parte
este bello y gran santuario con forma de cruz latina, se está
haciendo esfuerzo por recuperar esta tradición en la medida que esto
es posible, pero es necesaria la colaboración de todos. Se iniciaba
esta recuperación el año pasado con resultados ciertamente
positivos, debido en parte al buen tiempo que disfrutamos.
Este año de1984, año
santo de la redención, sobre las doce y media y desde la iglesia, el
pueblo, andando o en coches, se trasladará con la Virgen a su
“casa”, portada ahora en carroza cariñosamente preparada, rodeada de
niñas ataviadas con trajes regionales. A la una se celebrará el
Santo Sacrificio de la misa, amenizada por la rondalla “Virgen de la
Cabeza”, dirigida por Pablo Nieto y don Emeterio Martínez. En ella
intervendrán también un grupo de mujeres del pueblo que interpretará
cantos del ayer, hoy, a Dios gracias, recuperados. Terminada la
misa y en espera del acto de la tarde, es posible que algunas
familias, animadas por la grata experiencia del año pasado,
comparten allí su comida.
Culminará esta jornada
con el rezo del Rosario a la Mide de todos
con intenciones por necesidades del pueblo, comarca y España, en el
que no faltarán cantos y letanías con melodías propias. Al final se
iniciará el regreso al pueblo donde todo terminará, con la ilusión
de un año nuevo, con el canto de la Salve Popular a la Virgen de la
Vega.
No es mi lengua,
Virgen pura,
La que entona mi plegaria,
Es mi alma toda tuya,
La que canta y te da las gracias.
MOISÉS
GARCIA
Nota: Nos gustaría
obtener una foto de don Moisés para ilustrar este artículo. Lo hemos
intentado pero sin conseguir los resultados esperados.
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Carles de Escalada, Invierno de 2020
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