La Capilla de la Iglesia de Taniñe, 1632
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A
unos tres kilómetros de San Pedro Manrique, discurriendo por carretera
de buen firme, está situado el pequeño pueblo de Taniñe. Amparado por la
Sierra del Hayedo de Enciso, a 1256 metros de altura, se debate entre la
despoblación total y la restauración parcial de una parte de su caserío
a manos de particulares. La historia lejana es más interesante que la
actual, aunque ésta nos interese más. Asentamientos de la Edad del
Hierro, restos de calzada romana, cementerio de los primeros siglos del
XX, han sido estudiados por Blas Taracena, Miguel Angel San Miguel
Valduérteles y Eduardo Alfaro.
Es
una de tantas aldeas de Tierras Altas que floreción durante los siglos
de la Trashumancia y con el declive de ésta llegó también el suyo.
Cuesta creer –como sucede con las otras aldeas- que a mediados del siglo
XVIII, cuando el regidor Francisco Saenz responde a las preguntas para
la elaboración del Catastro de la Ensenada, en Taniñe estuvieran
censados 98 vecinos que se repartían en 100 casas habitables. Entre ese
vecindario (donde no había ni pobres de solemnidad ni jornaleros), y
relacionado con la actividad principal de la Trashumancia, dos eran
tejedores de sayales y lienzos, 3 se dedicaban al trabajo del hierro, y
5 de ellos eran mayorales de ganado fino merino.
De
aquella actividad fundamental en las sierras del Norte de Soria,
pastaban en ellas o en las dehesas de Córdoba, Extremadura y Sevilla,
alrededor de seis mil merinas, de novecientas churras, y más de
doscientas cabras. Cabezas muy repartidas entre los vecinos, siendo el
ganadero más importante, en cuando a cantidad, Diego Pérez, quien
ostentaba la propiedad de unas seiscientas merinas.
Un
siglo después (Madoz), los vecinos habían menguado hasta situarse en 62,
250 almas, las casas sólo llegan a 64, los tejedores no aparecen, aunque
sí los trabajadores del hierro, y 20 niños acudían a la escuela.
Dada la privilegiada situación del pueblo, la facilidad de su acceso, la
calidad de sus construcciones en piedra, Taniñe nunca se abandonó del
todo. Ahora mismo se están restaurando algunas casas, y una rural,
Castellar de Taniñe, ofrece sus servicios en este favorecido lugar.
En la parte alta del pueblo, como es habitual, se alza la iglesia
parroquial dedicada a Santiago, de piedra, su torre muy deteriorada, y
la parte de la sacristía reparada y encalada. En el Archivo Histórico
Provincial de Soria, sección de protocolos notariales, hemos encontrado
la escritura para la construcción de la capilla. No es habitual que en
este tipo de documentos se detalle tan minuciosamente cómo debe
construirse, en general se conservan las escrituras en las que aparecen
los nombres de los profesionales, de quiénes contratan la obra, plazo de
ejecución y precio, es decir las condiciones, habiéndose perdido los
planos y detalles de la obra, tal vez entregados al maestro que debía
llevarla a cabo y, finalmente, extraviados. En este caso, no hay planos,
pero sí una descripción completa de cómo ha de hacerse la obra. Se trata
de una construcción en la que se implica todo el vecindario. En primer
lugar son veinte los vecinos que firman la escritura “por sí mismos y en
voz y nombre de los demás vecinos”. Y ellos mismos, como se verá, van a
participar en parte de la construcción, lo que viene a ser una hacendera,
costumbre y obligación extendida por toda la provincia.
Al final, reproduciremos también una manda testamentaria para ejecutar
un pequeño retablo en esa misma parroquia.
Escritura de fianza sobre la capilla de la iglesia de Taniñe
En el lugar de Taniñe, a 20 días de junio de 1632. De una parte Damián
Pérez, regidor de Taniñe, y Pedro Pérez, Miguel Pérez, Pedro Martínez,
Juan Pérez, Joan Hernández, Juan Pérez menor, Francisco Pablo, Juan
Peña, Juan Hernández del Varrio, Diego Hernandez, Francisco Martinez,
Juan Martinez, Francisco Perez, Juan de las Heras, Juan Martinez coxo,
Juan Martinez menor, Blas Perez, Diego Hernandez de la Aldea, y Pedro
Marin, todos vecinos del dicho lugar, por si mismos y en voz y nombre de
los demás vecinos (…). De la otra parte comparecen Hernando Castillo y
Juan Alonso de San Miguel, y Francisco de la Llana Castillo, vizcaínos,
oficiales y maestros de cantería, vecinos del lugar de Galizano, en la
merindad de Trasmiera.
y dixeron averse comvenido y concertado
entre ellos como por la presse. convienen y conciertan de que los dichos
officiales ande azer la capilla mayor en la iglesia de señor Santiago
parroq. del dicho lugar de Taneñe en la forma y con las condiçiones
siguientes:
La capilla se ha de elegir y fundar de veintidós pies cuadrados de suelo
la cual ha de salir fuera del cuerpo de la iglesia que al presente está
hecho (1) y ha de llevar sus cuatro estribos dos de las dos
esquinas han de ser pilastrados con un pie de salida a cada parte y con
el grueso de las paredes y los otros dos estribos que han de ser para el
arco toral han de tener una vara de salida fuera del grueso de las
paredes y dos pies y medio de grueso.
Item se han de fundar unas pilastras de la parte de adentro que tengan
dos pies de grueso y una cuarta de salida y las pilastras han de subir
de alto conforme a la capilla de la iglesia del lugar de Huérteles y si
más o menos tuviere de suelo se ha de hacer respectivamente y de bajo
desde alto se ha de correr una imposta en las dos pilastras y de allí ha
de coger la vuelta del arco toral a medio punto.
Item es condición se han de romper los cimientos para hacer la capilla
hasta hallar peña o tierra firme y si se hallare la peña o la tierra
firme a donde se pueda fundar que estuviere desnivelada se hayan de
hacer sus mesas a nivel para que la obra haga el asiento por parejo. Y
el romper y desocupar la iglesia ha de ser por cuenta del concejo y
habiéndose de hacer mesas las han de señalar los oficiales dando la maza
y los vecinos hacerlo.
Item las paredes se han de fundar de cuatro pies de grueso de debajo de
tierra hasta la (¿?) de ella y allí se ha de dejar una zapata de medio
pie de grueso que ha de quedar por la parte de afuera y desde allí ha de
subir con tres pies y medio de grueso seis pies de alto y allí se ha de
dejar un talud que corra toda la obra y se recoja medio pie las paredes
de manera que todo lo restante de allí arriba suba con una vara de
grueso y desde el talud se entiende que no hay de correr por los
estrechos sino que suban derechos de abajo arriba hasta el nivel de las
paredes, las cuales han de subir (¿?) para que cojan de cuajo el casco
de la capilla conforme arte. Y por todas las paredes se ha de correr una
cornixa que tenga pecho de paloma (2) y se ha de hacer puerta
a la parte del medio día para la sacristia a la parte más conveniente la
cual ha de tener tres pies y medio de ancho y siete en alto.
Item se ha de hacer un espejo encima del alto del tejado de la casa de
una vara de hueco y por el vuelo por a medio rasgado por dentro y fuera
(3).
Item se ha de cerrar una capilla de crucería de cinco claves con sus
formas bien montados y bien labrados y bien cerrada conforme arte y la
crucería de esta capilla (…) y las repisas, arco toral, pies derechos,
imposta, cornisas, espejo y puerta de la sacristía ha de ser de piedra
buena y la que más convenga a la obra, que se ha de hacer bien fabricada
y asentada con buena cal y arena.
Item se ha de hacer por cuenta de los oficiales tres gradas de piedra
labrada que corran de parte a parte en la capilla (4).
Item es condición que el concejo y los vecinos han de dar para la obra
todos los materiales al pie de ella y los oficiales sacar toda la piedra
labrada que fuese necesaria y el concejo ha de traerla a su costa.
Asimismo ha de ser por cuenta de los oficiales el quemar la cal que
fuere necesaria dandole el hoyo abierto y puesto todo el material al pie
de la calera de manera que los oficiales no tengan más que hacer que
quemarla y armarla. Y se declara que si de la cal se hiciere y quemare y
sobrare alguna cosa se quede el lugar con ello sin interés alguno.
Item el Concejo ha de traer a su costa la piedra para la obra de
doquiera parte que la sacaren procurando sea de la parte más cercana y
con más comodidad para el concejo el cual ha de dar también la clavazón.
Item el concejo ha de hacer el tejado por su cuenta descontando a los
oficiales cincuenta reales (…). La obra la han de dar el día de San
Miguel de 1633.
Se comprometen con sus bienes habidos y por haber. Fijan como fiadores a
Pedro Martínez Camarón y Joan Martínez de Lucas (Villar del Río).
Se pagará a los oficiales 400 ducados por la mano de obra, menos los 50
del tejado, en tres plazos, el primero cuando se comience la obra, el
segundo cuando llegue a la cornisa y el tercero al acabarla.
Y demas dello se obligan de dar alos
dichos oficiales durante que asistieren en el dicho lugar travaxando en
la dicha obra la rropa nezesaria prestada pª dos camas y posada, leña y
servicio todo degrazia excepto el azeite que loande comprar ellos.
Testamento de Juan Marín y María Saenz, su mujer, vecinos de Taniñe.
En una cláusula mandan hacer un pequeño retablo en la iglesia de
Santiago.
Yten mandamos y es nuestra voluntad que
despues de los dias de entranbos nosotros en el pilar de la dicha
iglesia del Sr. Santiago deste dicho lugar que esta junto ala sepultura
donde esta enterrado el dicho Juº Ximenez clerigo donde nosotros hemos
de ser sepultados se aga un altar en la forma y manera que el de nuestra
sª del rrosario que esta al otro lado en el cual se ponga un rretablo
pequeño en la misma forma y manera que el de nra. sª y en la caxa se
ponga una ymagen del sr. sant Juan baptista del bulto del grander de la
dicha ymagen de nuestra sª del rrosario la cual se haga y dore luego que
fallezcamos lo antes que sea pusible porque señor sant Juan aquien
tenemos por nuestro abogado rruegue a dios nuestro sr. por nuestras
animas y todo lo que en ello se gastare ansi de ensanblaje escultura y
todo lo demas necesario se pague de nros. bienes y esta es nuestra
voluntad.
(1) No podemos saber de
qué época era la parte que ya estaba hecha.
(2) El sacerdote don Antonio Arroyo, que nos acompañó en la visita a Taniñe, nos aclaró este extremo y en la foto puede verse la forma del
pico de paloma que tiene la cornisa.
(3) Como puede verse en la foto, el espejo es un óculo que todavía se
conserva.
(4) En la actualidad no se conservan estas gradas, pero don Antonio Arroyo
recuerda que se nivelaron en su momento. Debajo, es de suponer,
permanecerán los enterramientos.
AHPSO. Caja nº 2607. Protocolos Notariales
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