José Ignacio Esteban Jauregui
Septiembre 2012
soria-goig.com
El día 2 de Octubre se conmemora la fecha de la muerte del glorioso San Saturio, Patrón de Soria, acaecida el año 568.
No podemos precisar desde cuando se viene realizando esa conmemoración, pero sí sabemos que ya en 1542 se veneraba un cuerpo santo que había en la ermita de San Miguel de la Peña; año en el que el cuerpo santo de 'San turio' se procesionaba en una rogativa pidiendo agua.
No es objetivo de este trabajo ni la historia y vida de San Saturio, ni el aspecto religioso que a él atañe; tampoco se pretende tratar sobre la ermita
y sus aspectos arquitectónicos y artísticos; ni tampoco hacer un estudio de los actos que se celebran en la festividad del Santo;
nos limitaremos a exponer las circunstancias documentadas que conocemos y que motivan la conocida frase, casi un lema, que
invariablemente se repite cada año a finales de Septiembre: Haga frío o calor San Saturio el día dos, y que hace referencia
a esos festejos que se organizan en su honor.
Sin embargo como hemos visto que existen algunas equivocaciones en algunos datos divulgados, sobre esos otros aspectos que no vamos a tratar, hemos
elaborado un pequeño trabajo de correcciones para quien pudiera estar interesado
Correcciones sobre San Saturio Patrón de Soria
Es indudable que en esa fecha del 2 de Octubre hay años en los que se nota el fresco ("en Octubre un soriano no puede aún hablar de frío" decía Alberto Perlado en 1947 al opinar sobre estas fiestas). Son por tanto, este día y los próximos a él, días que no parecen muy apropiados para festejos, y desde hace siglos se pretendieron cambiar esos festejos a otras fechas con un clima más benigno.
Ya hemos comentado que la veneración a San Saturio viene de muy antiguo, no atreviéndonos a poner fecha a su comienzo; sin embargo sí podemos poner
fecha a la festividad de San Saturio, ya que es en 1628, cuando se le nombra Patrón de Soria, cuando se inician los
festejos; es en esa fecha cuando se aúnan las celebraciones litúrgicas y las profanas.
La celebración litúrgica es la que ya venía de antes; es en el año 1626 cuando el Cabildo de la iglesia Colegial de San Pedro pide a la Ciudad
(Ayuntamiento) que acuda a la fiesta que tratan de hacer el día 2 de Octubre, y que la vote para que se guarde y escriba al
señor obispo sobre ello. Pero no conocemos ningún dato que nos permita pensar que se celebrara otro tipo de actos que no fueran religiosos.
Sin embargo en 1628, año en que se nombra a San Saturio Patrón de Soria, sí que tenemos constancia de las celebraciones profanas,
siendo la principal la fiesta de toros; y, con el paso de los años, la procesión a la ermita para recoger las reliquias del
Santo llegará a tener un sentido más festivo que religioso entre las gentes del pueblo llano, lo cual dará motivos para
su supresión durante un par de años.
Siendo como eran, y como son, unas fiestas tan interrelacionadas la religiosa y la civil, tan íntimamente ligadas, si habría que separarlas
habría que pensar qué sentido tiene la una sin la otra.
La fiesta religiosa tenía, y tiene, motivación propia; existía antes de que se iniciase la fiesta profana; sin embargo
la fiesta profana nació como complemento de la religiosa, como queriendo decir 'la comunidad civil acompaña a la religiosa
en la exaltación de San Saturio'; es por tanto, aún estando como hemos dicho tan íntimamente ligadas, secundaria; no tiene razón de ser si no es
acompañando a la fiesta original.
Se nos podrá decir que por qué nos metemos en disquisiciones sobre qué es lo primero, si al fin y al cabo se celebran juntas. Sin embargo, para el tema que nos atañe 'Haga frío o calor San Saturio el día dos', sí nos parece interesante comentarlo, ya que es precisamente el sentido que tienen unos festejos sin los otros (sobre el que cada uno tendremos nuestra propia opinión) el principal motivo y origen de ese dicho; la pretensión de adelantar esos festejos, de separar unos de otros, cómo y cuándo celebrarlos, llevará, ya en el siglo XX, a una situación de división social (por llamarla de alguna forma) entre los partidarios y los reacios a cambiar las fechas de celebración del día de San Saturio, pretendiendo separar los festejos profanos de los actos religiosos, manteniéndose para estos las fechas de Octubre y celebrando los otros en fechas con temperaturas más agradables.
Para este trabajo nos hemos basado principalmente en la documentación civil, ya que las modificaciones que se
hicieron, o pretendieron hacerse, fueron propuestas desde ese ámbito social.
En algunos casos indicaremos quienes acordaron que se ejecutaran los cambios, debiéndose entender, en los casos en los que se
omiten, que las referencias a 'la Ciudad' o 'los dichos señores' hacen mención a un conjunto de
personas similar, cuando no igual.
Para documentar los casos del siglo XX hemos tenido que recurrir a la hemeroteca, ya que siendo la documentación
municipal prácticamente nula, es en los periódicos de cada época donde se comenta el desarrollo de los hechos.
Algunos artículos, de opiniones contrapuestas, los reproducimos íntegros para que se puedan leer e interpretar al criterio de cada uno; y no los
reproducimos todos ya que para el objetivo de este trabajo creemos que son más que suficientes los que presentamos.
En 1628, como ya hemos dicho, se nombra a San Saturio Patrón de Soria y comienzan los festejos profanos sumándose
a los religiosos; se celebran en Octubre y no hay inconvenientes para la celebración de dichos festejos.
El año 1682 por mandato real se suspenden las fiestas de toros y las comedias por culpa de la peste.
En 1683 la Ciudad acuerda que en atención a las necesidades públicas y tiempo tan calamitoso, no haya fiesta de toros
por este año.
En 1684 se pretende suspender la corrida de toros por la esterilidad de los tiempos y los muchos enfermos que hay; hay
disparidad de criterios entre los componentes del ayuntamiento y se procede a una votación, resultando 6 votos a favor de celebrarla
y 5 en contra.
En 1685 se programa la corrida para el día 8 de Octubre teniéndose que suspender por la lluvia, acordándose que si el día 10 sigue haciendo mal
tiempo se suspenda; al final sí se celebrará la corrida en la que se mataron 8 toros.
En 1686 las diferencias entre la Ciudad y el Cabildo de la Colegial de San Pedro sobre la custodia de las reliquias de San Saturio hace que la Ciudad
celebre los actos religiosos en la iglesia de Santo Domingo.
Estos antecedentes sobre suspensiones o modificaciones de la festividad de San Saturio, parece que estaban predisponiendo
un cambio, ya que aunque sólo fuera una casualidad hoy día diríamos que parecían haberse gafado dichas fiestas.
En 1687, el regidor don Alonso de Sotomayor propone en el Ayuntamiento que, puesto que incluso ha llegado a nevar
en las fechas de las fiestas, sería conveniente adelantarlas, y, si la Ciudad lo acuerda, hablar con el Cabildo de la Colegial para hacer la
traslación de las reliquias y celebrar las fiestas, en ese período adelantado, como se celebraban en Octubre.
La opinión no fue unánime, hubo quién votó no cambiar la fecha de la festividad religiosa para anticipar las fiestas, y hubo
quien estuvo a favor con la condición de que se contara con el beneplácito del dicho Cabildo. Se acordó hablar con los eclesiásticos proponiendo las fechas
del 28 de Agosto para la traslación de las reliquias y el 1 de Septiembre para la fiesta de Toros.
Podemos ver cómo no se modifican las fiestas, lo que se hace es adelantarlas; siguen
realizándose los actos litúrgicos y los profanos sin independizarse unos de otros, siguen emparejados pero en otra fecha.
(1)
Un repaso a los acuerdos de la Ciudad de los años siguientes confirma que ese adelanto de fechas en ambas celebraciones se llevó a cabo realmente.
En 1688, sobre la corrida de toros se acuerda en la Ciudad que el día primero de Septiembre se corran
como se hizo el año pasado.
(2)
En 1690 no se celebran fiestas de toros en San Saturio ya que este año se colocó el nuevo retablo en la iglesia de El Espino, a cuya celebración llevaron las reliquias del santo y se corrieron toros en el festejo. (3)
En 1691 la Ciudad acuerda que se haga recado al Cabildo para traer el Santo el día primero de Septiembre y la fiesta se haga el domingo dos siguiente; el día 5 tres toreadores lidiarán los seis toros destinados para el festejo. (4)En 1692 se celebran las fiestas de San Saturio el 1 de Septiembre. (5)
En 1693, en Agosto acordaba la Ciudad que el día veinte y ocho de este mes se traiga nuestro Patrón San Saturio y el día treinta de él se haga la fiesta según se acostumbra. (6)
La escasez de medios de la Ciudad hace que en 1694, al parecer, no se corran toros en San Saturio, ya que los cuatro que debía proporcionar el
obligado de la nieve se emplean en beneficiarlos para pagar al marqués de Santacana el resto que se le
debe de los ocho toros que se corrieron en 1693.
Aunque en 1695 sigue siendo bastante penosa la situación económica del Ayuntamiento, al ofrecer el citado marqués de Santacana ocho o diez toros
retrasando su pago uno o dos años, se vuelve a celebrar la fiesta pero en su fecha original, el 2 de Octubre, corriéndose los toros el día 5.
(7)
En 1696 la precariedad económica sigue igual y se venden los cuatros toros del obligado de la nieve para pagar los del año anterior; sin embargo, debido a la enfermedad padecida por el rey, por la cual se hicieron rogativas con Nuestra Señora del Espino y San Saturio, y con motivo de celebrar su mejoría se correrán toros el 10 de Octubre. (8)
En 1698 la Ciudad acuerda que los toros sean el miércoles tres de Septiembre precediendo antes, que el domingo antecedente se
le haga la fiesta de sermón y misa a San Saturio, argumentándose en el Ayuntamiento que
se tiene la experiencia de que corriendo los toros por Octubre se malogran.
Se vuelven a trasladar a unas fechas más benignas los festejos, tanto religiosos como profanos, debiéndose celebrar antes los litúrgicos.
Sobre el argumento de
que los toros por Octubre se malogran tiene que referirse al frío, ya que nos consta que en los tres años precedentes, en
Octubre de 1695 y 1696, así como en Noviembre de 1697, se celebraron procesiones y rogativas por causa de la falta de agua.
Este año se produce la novedad de reservar un toro para que se corra la víspera del día dos de Octubre que
es en el que se vuelve a celebrar la fiesta de nuestro Patrón.
(9)
En 1701 se corren los toros en Agosto, teniéndose que aplazar el sermón por enfermedad del predicador.
En 1702 no se corren toros, ya que el importe de los mismos se destina a las obras de la construcción de la ermita.
En 1703 se hacen fiestas a primeros de Agosto coincidiendo con la inauguración de la nueva ermita.
En los años siguientes no queda claro, en los acuerdos municipales, la celebración de corridas de toros con motivo de la fiesta de San Saturio.
Algunos años no se celebran por falta de medios económicos, y en alguna ocasión se celebran junto a otras festividades oficiales de carácter
político.
Sin embargo sí queda de manifiesto que desde 1687, año en el que se produjo el traslado de la fechas de celebración de las fiestas, hasta los inicios del
siglo XVIII se ejecutó ese cambio de fechas, y posiblemente el año en el que retornan las celebraciones a Octubre, 1695, se debiera a que,
por la difícil situación económica, fuera más fácil justificar ante el corregidor unas fiestas de toros celebradas en honor al Patrón en la
fecha de su fiesta eclesiástica, que unas fiestas celebradas fuera de tiempo.
Y también, como ya hemos comentado, parece quedar de manifiesto que el motivo para adelantar las fechas era el frío y no las lluvias.
A partir de 1731 es de suponer que las fiestas profanas, se celebrarán, en caso de celebrarse, en Octubre, ya que en este año la Ciudad se incorpora a las gestiones llevadas a cabo para la concesión del rezo propio a San Saturio, y no sería procedente una celebración en otras fechas. (10)
En 1743 el papa Benedicto XIV concede el rezo propio de San Saturio el 31 de Agosto; es cuando se reconoce oficialmente la santidad del ermitaño de Peñalba.Los festejos organizados fueron motivo suficiente para hacer que cierto caballero de ayuntamiento que ni siquiera había hecho acto de presencia en las juntas de la Ciudad, hiciera su presentación para gozar de los privilegios que los capitulares tenían en las fiestas, asistiendo a los ayuntamientos hasta la celebración de las mismas y no volviendo a asistir una vez finalizadas. (12)
Manuel Gutiérrez Caravantes, cura de la iglesia de Santa María del Campanario de Almazán, por encargo de la Ciudad, realizó una descripción de las fiestas que se efectuaron en Noviembre; escrita en octavas, con 164 estrofas y añadiendo los sermones que se predicaron en los actos religiosos. (13)
Pudiera parecer que el año de la canonización de San Saturio se celebraron sus fiestas en Noviembre, sin embargo no es así, ya que como decimos en Noviembre se celebraron las fiestas por la consecución del rezo propio, mientras que las fiestas del Patrón se celebraron el 2 de Octubre.
En 1796 se plantea la supresión de la procesión que se hace el 30 de Septiembre para recoger la imagen y
reliquias de San Saturio y trasladarlas desde la basílica donde se venera a la Colegial de San Pedro.
Esta procesión ya no es como aquellas que se celebraban en los primeros años del patronazgo del Santo, cuando los regidores pedían al corregidor
que se pregonara la asistencia a la procesión y que impusiera penas a quienes no asistieran. Ahora esa procesión, con la que se inician los actos
dedicados al Santo Patrón, para algunos es casi una romería a la que acuden con meriendas; se aprovecha el hecho de que San Polo se ha convertido
en un lugar apropiado para ello gracias a los plantíos efectuados en su entorno en los últimos años, y, además, la procesión se detiene en este
sitio a esperar que retornen algunos eclesiásticos que van a sacar las reliquias de la ermita. Así pues no es de extrañar que, para cuando se trate
de reanudar la procesión, la devoción del vulgo se manifieste de aquellas maneras que siempre acostumbraron y tan poco
gustaban a ciertos sectores del poder (recordemos
cómo en las fiestas de San Juan se tenían por escandalosas la fiesta y danzas que se hacían delante de los santos titulares de cada cuadrilla),
haciendo que al paso de la imagen y reliquias de San Saturio proclamen, según la opinión de la Ciudad, voces más propias de su
glotonería que de su devoción a la imagen.
Y por tanto para desterrar este abuso indecente y punible acordaron suprimir dicha procesión, proponiendo que en su lugar,
para el culto al Santo, se haga una procesión que saliendo de la Colegial discurra por la Calle Real, Plaza Mayor y Calle del Collado hasta
la Plazuela de Herradores, volviendo de nuevo a la Colegial.
(14)
Este cambio, para evitar el sentido profano que se había incorporado a la procesión de recogida y traslado de las reliquias de San Saturio a la Colegial,
fue concertado entre la Ciudad y el Cabildo de la Colegial de San Pedro, y fue apoyado también por el Cabildo General Eclesiástico, o al menos parte
de él
(15).
Sin embargo, al quedar relegado este Cabildo General siendo desplazado por el de la Colegial, pleitearán los cambios introducidos;
de tal forma que en 1798, por mandato de un Real Despacho,
se ordena al Ayuntamiento que las procesiones deben hacerse sin la más leve mudanza, que se ha acostumbrado
hasta la novedad que se causó en el año de mil setecientos noventa y seis.
(16)
Las desavenencias entre los dos Cabildos consiguieron, sin ser su objetivo, que pudiera mantenerse la connotación profana junto a la religiosa.
En 1920, coincidiendo con una opinión publicada favorable a mudar los festejos de toros
que se celebraban en Octubre al mes de Septiembre, varios concejales plantean en el Ayuntamiento el cambio de fechas para la celebración de las fiestas
de San Saturio, tema sobre el que después de ser largamente debatido, y antes de tomar una decisión, se acuerda que por medio de un
plebiscito se consulte la opinión de los vecinos.
Los periódicos de la época se hacen eco del tema, y mientras el Noticiero de Soria se posicionaba a favor del cambio de fechas,
el Avisador Numantino no tomaba partido, pero suponía que el cambio sería aceptado.
Gracias a la información publicada en estos periódicos sabemos que las fechas propuestas para el cambio eran los días 15, 16 y 17 de Septiembre; y
también gracias a ellos conocemos cómo se desarrolló ese plebiscito.
El Noticiero de Soria informaba de cómo los Alguaciles del Concejo llevaban transcrita la proposición
del Ayuntamiento y se la enseñaban a la gente para que, si lo creían conveniente, firmaran la separación de los festejos de calle y
plaza de toros de los religiosos.
La verdad es que el sistema de recogida de opinión no parecía ser el más adecuado, ya que en esta recogida de firmas sólo constaban los vecinos 'a favor'
del cambio, de tal manera que por iniciativa popular se recogieron las firmas 'en contra', según contaba el Avisador Numantino.
No sabemos cual fue el resultado del plebiscito, lo que sí sabemos es que en el Ayuntamiento, reconociendo las deficiencias
observadas al llevarlo a cabo, y probablemente por no ser suficientemente apoyado el cambio, se acordó no innovar y dejar las fiestas cómo y
en las fechas que se habían venido celebrando hasta entonces.
(17)
En 1943 se celebra el día 31 de Agosto el segundo Centenario de la Canonización de San Saturio. El obispo de la
diócesis declaró festivo ese día con obligación de oír misa. No sólo no hubo objeciones a que las fiestas se celebraran en
Agosto, sino que parte de los festejos y actos que se celebraron fueron financiados por suscripción pública. Ahora bien, matizamos
que en estas celebraciones no se festejaba el día del Santo sino el de su canonización (la concesión del
rezo propio).
En 1947, no sabemos si motivado por el 'adelanto' de la corrida de toros que se había hecho en 1943
(que no fue tal, ya que como comentamos eran celebraciones diferentes), o por el morbo que
planteaba el tema de separar las fiestas profanas de las religiosas, el recién aparecido periódico CAMPO realizó en sus páginas una
encuesta a 25 personas sobre si eran partidarios de cambiar la fecha de las fiestas de San Saturio al mes de Agosto,
y sobre si sería beneficioso tanto para la ciudad como para el culto al Santo.
Los resultados fueron 12 a favor del cambio y 13 en contra, pero no tiene un valor verdaderamente representativo,
debiendo considerar la consulta como anecdótica.
Sí hay una opinión que matiza, aunque no como en la célebre frase, que el 2 de Octubre, haga frío o calor, hay que celebrar San Saturio.
(18)
En 1964, en la sesión del Ayuntamiento celebrada el 10 de Septiembre, la Comisión de Festejos plantea
el traslado de las fiestas de San Saturio de esta Ciudad a la tercera decena del mes de Agosto de cada año, excepción hecha
de los festejos religiosos, pretendiendo
celebrarlas en las fechas de la canonización del santo.
Nuevamente, como sucedió en 1920, el Ayuntamiento acuerda hacer una consulta popular para en vista de sus resultados adoptar una decisión.
Aparte de proponer la tercera decena del mes de Agosto (como si se pudieran señalar los días 34 ó 35), sorprende en esta propuesta lo improcedente del planteamiento, se presenta en Septiembre la opción de cambiar las fechas de Octubre a Agosto; si en este año ya no se pueden cambiar ¿por qué tratar el asunto ahora? ¿por qué no se esperó a que pasaran las fiestas de ese año? ¿tal vez se pretendía que si se hacía la consulta coincidiendo con el mal tiempo el resultado sería favorable?
En las actas del Ayuntamiento no hay más noticias sobre este tema; no se explica cómo se va a ejecutar ni tampoco se encuentran noticias sobre
el resultado.
La prensa local, como ya pasara con el plebiscito de 1920, vuelve a hacerse eco de la noticia a partir del día 12 de Septiembre, y gracias a ella
tenemos la información de cómo acontecieron los hechos.
En los dos periódicos HOGAR Y PUEBLO y CAMPO SORIANO
se publicaron varios artículos a favor y en contra del cambio que se proponía; incidiendo
algunos de ellos en la pantomima de votación proyectada por la Corporación Municipal, ya que el sistema elegido para hacer
la votación fue el de adjuntar a cada programa de fiestas, que se entregaba en cada casa, una papeleta en la que el cabeza de familia debía
tachar SI o NO estaba de acuerdo con el cambio de fechas, pero en caso de no contestar se entendería el voto como afirmativo.
En el periódico HOGAR Y PUEBLO se estableció una pequeña polémica que bajo el título
Desde CAMPO SORIANO no se manifestaban, categóricamente, a favor del cambio; el 1 de Octubre, Benedicto Soriano iniciaba
su artículo "San Saturio, Patrón de la ciudad" con la siguiente frase: "Un viejo refrán soriano dice: Haga
frío o haga sol San Saturio el día 2", corrigiéndolo al final del citado artículo por "Haga frío o haga calor San Saturio el
día 2".
Así mismo algunos de los artículos de este periódico se presentaban bajo el título "S.Saturio el día 2 ..."
Se argumentaba que si bien la intención municipal estaba animada de los mejores deseos, si ya habrían pensado que si se
pretendía atraer a turistas y veraneantes dónde podrían hospedarse; o si se había pensado que muchos sorianos en sus vacaciones veraniegas se
ausentaban de la capital. Terminaba diciendo que si se quería cambiar la fecha de las fiestas profanas que se hiciera, pero que se preguntaran
por qué había fracasado allá por la época de la Dictadura el intento propuesto por un alcalde de celebrar una
"Semana Grande".
El tiempo, principal protagonista y motivo para ese plebiscito, quiso mostrarse neutral y dar motivos para las dos opiniones; de tal modo que empezaron las fiestas con aguaceros, saliendo el sol el día 3.
No conocemos el resultado de la votación; ni en las actas municipales ni en los periódicos se habla de él; no sabemos si fue el criterio mayoritario, pero sí sabemos que desde entonces (19)
Haga frío o calor, San Saturio el día dos
Como se puede ver hay motivos más que suficientes que justifican ese dicho; nos recuerda el deseo que desde hace más de 300 años ha existido de cambiar las fechas de las celebraciones profanas, especialmente las corridas de toros, a otras más favorables climatológicamente hablando; y también nos recuerda que cuando la decisión ha sido adoptada por votación popular, se han querido conservar como cuando se nombró a San Saturio Patrón de Soria en 1628, alterándolas sólo en lo más mínimo, para una adecuación a los tiempos en la parafernalia festiva.
Vemos que no se hace mención a este dicho hasta el año 1964, en el que se dice que era un viejo refrán; y aunque en la encuesta de 1947 no se cita, siendo como es una expresión tan imperativa, nos inclinamos a pensar que fuera a partir del plebiscito de 1920 cuando empezara a acuñarse.
No sabemos cuándo ni cómo surgió, pero lo que sí conocemos es por qué.
En la ciudad de Soria, en el ayuntamiento de ella a once días del mes de Agosto de mil y seiscientos y ochenta y siete
años, estando junta la Ciudad como tiene de costumbre, presentes los señores Licenciado don Miguel de Mata corregidor, don
Francisco González de Ocampo, don Miguel de Torres y la Cerda, don Pablo de Miranda y don Alonso de Sotomayor regidores; don Manuel
Pérez de Orozco caballero de ayuntamiento; don Joseph de San Clemente y Santa Cruz caballero de la orden de Calatrava, fiel de la
Universidad de la Tierra; y don Phelipe de Luzón y Castejón procurador general del estado del Común de esta Ciudad; y estando así
juntos, por ante mí el escribano acordaron lo siguiente:
[Acuerdos que no vienen al caso y omitimos]
El señor Don Alonso de Sotomayor propuso a la Ciudad que respecto de ser la fiesta del Patrón San Saturio a seis(sic)
de Octubre tiempo en que por ser esta tierra tan fría los vecinos gozan de ella con mucha pensión por haberse experimentado en dicho tiempo nevar,
dijo a la Ciudad si su señoría es servido de que se anticipen las dichas fiestas para el tiempo que gustan la tiene prevenida, y para dicho tiempo en
que fuere su elección, si gustare de ordenar se traiga
a la iglesia de San Pedro la reliquia del santo con su orden lo comunicará con el Cabildo, para que la fiesta ordinaria se haga trayendo la
reliquia del santo como se trae el día dos de Octubre si no hubiere inconveniente en la anticipación del rezo; y en todo está presto de ejecutar
lo que la Ciudad ordenare.
Y habiéndose conferido dicha proposición por no se conformar la Ciudad, el señor corregidor lo mandó votar, y se hizo en la forma siguiente:
El señor don Francisco González de Ocampo dijo que por cuanto el tiempo es resfriado y no tener qué poner en los pastos el día de hoy, que
cuando se acostumbra hacer esta fiesta, su voto es el que se anticipe para últimos de Agosto, precediendo que se le dé recado al Cabildo, en que
si gustare se ejecute y si no no.
El señor don Miguel de Torres dijo entendido de la proposición del señor don Alonso de Sotomayor, y por las razones que en su voto refiere
don Francisco González de Ocampo, su parecer y voto es de que se nombren comisarios para que hagan recado al Cabildo para que con el beneplácito
de dicha comunidad se anteponga la fiesta del glorioso Patrón para los últimos de este mes, de suerte que el día de los toros sea el primero
de la feria; y que este es su voto.
El señor don Pablo de Miranda dijo se conforma con los votos de los señores don Francisco González de Ocampo y don Miguel de Torres.
El señor don Alonso de Sotomayor dijo se conforma con los votos antecedentes, y que en cuanto a la colocación de todas las reliquias por ahora
no se habla.
El señor don Pedro Sánchez Salvador dijo que se conforma con los dictámenes antecedentes.
El señor don Manuel de Orozco dijo lo mismo.
El señor don Joseph de San Clemente dijo que habiendo entendido la proposición hecha por el señor don Alonso de Sotomayor, reconociendo
que jamás siendo el mismo tiempo se ha tratado de mudar, por anticipar las fiestas, la celebración del día en que la Iglesia tiene destinado
a nuestro glorioso Patrón San Saturio, su parecer es no se innove en esta materia.
El señor don Phelipe de Luzón dijo que ni venía ni contradecía que el día señalado además de que no está resuelto día fijo, y sólo se afirma
en las contradicciones que tiene interpuestas tocante a este punto, y en caso necesario las hace de nuevo, y caso negado que haya dicha fiesta
de toros protesta que si además de dicha fiesta había otros algunos gastos sean por cuenta y riesgo del señor comisario saliendo de la
expresión del orden y decreto celebrado por la justicia en esta materia
y protesta que así dichos gastos de toros como los demás que se hicieren no perjudiquen a los gremios, y pidió y suplicó al señor don
Miguel de Mata se sirviera de mandar se le dé a su parte testimonio con inserción de los demás decretos en este punto celebrados por la
Ciudad; y este es su parecer y voto.
El señor corregidor mandó se guarde lo acordado por mayor parte de votos para que se haga la fiesta el día que se señalare por las dos comunidades
y en cuanto a la moderación de gastos se ajuste a lo que está acordado por la Ciudad y mandado por su señoría.
Y la Ciudad nombró por comisarios para que hagan recado al Cabildo a los señores don Alonso de Sotomayor, y le participen cómo el
día veinte y ocho se ha de traer el Santo sanado(sic) para la fiesta, y lunes primero de
Septiembre los toros.
[Siguen otros acuerdos tomados este día]
(Volver al texto)
El señor don Pablo de Miranda dio cuenta a la Ciudad cómo el señor don Pedro Sánchez Salvador, regidor de ella y comisario de fiestas de
este año, tiene comprados toros para la fiesta del Patrón San Saturio, para que así acuerde el día que se hayan de traer; y oído por la Ciudad
acordó que el día primero de Septiembre se corran como se hizo el año pasado, y se haga saber al Cabildo por dicho señor
don Pablo de Miranda se ejecute lo mismo que dicho año, y asista a dicho señor el señor don Alonso de Sotomayor.
(Volver al texto)
El señor don Miguel de la Peña dio cuenta a la Ciudad haber hecho diferentes gastos en la colocación de Nuestra Señora del Espino,
como uno de sus comisarios en conformidad de lo acordado; y la Ciudad acordó se le libren en lo más pronto para que dé su cuenta,
que los cinco toros que se compraron para dicha fiesta se paguen de los que tiene obligación de dar Juan de Santana para la del Patrón
San Saturio por el abasto de la nieve; y respecto de que el glorioso Patrón se halló en dicha colocación y los pocos medios con que
se halla la Ciudad, acordó no haya toros este año.
(Volver al texto)
Así mismo acordó la Ciudad que haya fiesta de toros por nuestro Patrón San Saturio, sin que se valgan más toros que
los cinco que da Juan de Santana por la obligación de la nieve, y uno más para el cumplimiento de la tarde, y que estos se beneficien para
el saneamiento de toreadores y demás gastos, y para el refresco de la Ciudad sólo se extienda a unas aguas que le pareciere, bizcochos y azúcar
rosado; y que se traigan sólo tres toreadores, y que el señor comisario ejecute lo que se acostumbra aquel día en orden al agasajo de aquella tarde,
y lo señala para el día miércoles cinco de Septiembre; y se haga recado al Cabildo para traer el santo el
día primero de Septiembre, y la fiesta se haga el domingo dos siguiente; y lo hagan los señores don Luis Zapata y don Alonso
de Sotomayor.
[En este acuerdo la corrida de toros fue contradicha por Luis Zapata, a pesar de ser uno de los comisarios nombrados, por
los muchos empeños contraídos por esta Ciudad y otros que nuevamente es forzoso contraiga en los negocios
que tiene pendientes tocantes al beneficio común]
(Volver al texto)
Que por cuanto hay fiestas por nuestro Patrón San Saturio el día primero de Septiembre de este año de noventa y dos y para
que se convide a las personas que han de asistir a las fiestas y que se porte con decencia y lustre que debe estar el balcón de esta diputación
nombraron por comisarios de fiestas a los señores don Manuel Yáñez de Barnuevo y don Manuel Pérez de Orozco para que puedan convidar a los
caballeros forasteros que les pareciere se debe convidar encargándoles no den lugar los dichos caballeros comisarios a que en la diputación
entren más que los doce diputados y los que fueren convidados.
(Volver al texto)
Acordó la Ciudad que haya fiesta de toros en este año por nuestro Patrón San Saturio y que el señor don Juan Antonio de Cereceda comisario de fiestas prevenga ocho toros para ella. Los señores don Luis Zapata y don Pablo Miranda dijeron que no se conforman con que haya toros, atendiendo a los pocos medios con que se halla la Ciudad y a los muchos gastos precisos que necesita tener, en reparos de diferentes cosas y la traslación del santo Patrón de que se hablan en este acuerdo, y desde luego lo contradicen y los gastos que se hicieren de la fiesta de toros, y suplican al señor corregidor como se halla noticioso [de] los pocos medios que tiene la Ciudad y muchas urgencias a que acudir, no dé lugar a que haya dichos toros. El señor corregidor dijo se guarde lo acordado por la Ciudad.
La Ciudad acordó que el día veinte y ocho de este mes se traiga nuestro Patrón San Saturio, y el día treinta de él se haga la fiesta según se
acostumbra, y esto lo ejecuten los señores don Miguel de Torres y don Alonso de Sotomayor; como así mismo el participar a los Cabildos General
y de San Pedro cómo el domingo seis de Septiembre se ha de colocar la reliquia de San Pedro Regalado a que han de asistir llevándola al
convento de nuestro padre San Francisco; y el lunes siguiente han de ser los toros; y para en cuanto al reconocimiento del sitio donde se
ha de poner la dicha reliquia lo comete la Ciudad a los señores don Luis Zapata y don Alonso de Sotomayor comisarios nombrados para ejecutar
la escritura o escrituras necesarias tocantes a la entrega de dicha reliquia.
[Sigue el acuerdo con otras observaciones de la reliquia de San Pedro Regalado]. Y en cuanto al gasto de la tarde
de los toros se arreglará el caballero comisario a lo que se ha ejecutado en otras ocasiones.
El señor don Pablo de Miranda dijo se afirma en la contradicción que tiene hecha de que haya toros.
(Volver al texto)
En esta Ciudad se hizo relación de haber escrito el marqués de Santacana, que por tener entendido no se hallaba esta Ciudad con medios prontos
excusaba el tener las fiestas que acostumbra siempre a su Patrón San Saturio, la ofrecía enviar una corrida de ocho o diez toros aunque
dilatase su satisfacción por uno o dos años. Y entendido por este ayuntamiento, acordó se le escriba al marqués dándole las gracias y pidiéndole
envíe seis toros, los cuatro por cuenta de esta Ciudad y en lugar de los cuatro que da para la fiesta de dicho santo el obligado de la nieve,
y los otros dos que tiene ofrecidos el señor don Miguel de Torres para dicha fiesta y a pedirla? a esta Ciudad se unen con la suya, y escriba
dicha carta dicho señor don Miguel de Torres; y se corran el miércoles cinco de Octubre, asistiendo esta Ciudad el
día de San Saturio dos de dicho mes a la fiesta que se le hace en San Pedro, según y como hasta aquí lo ha hecho
[sigue
el acuerdo sobre el refresco que se debe dar a la Ciudad, y sobre que se avise a dos o tres toreadores. El acuerdo es contradicho por el
Procurador del Común argumentando la carencia de medios de la Ciudad. El corregidor manda que se cumpla lo acordado]
(Volver al texto)
La Ciudad acordó que respecto de que, como consta del acuerdo antecedente, se sacó en procesión y rogativa a Nuestra Señora del Espino y
nuestro Patrón San Saturio por la enfermedad que se supo padeció su majestad que Dios guarde, y se han dado las gracias por su mejoría en la
iglesia Colegial, y ahora por continuar y festejar esta nueva, acordó que haya toros; para lo cual se escriba al señor
don Gaspar Fernández Zapata, regidor y comisario de fiestas para este año, haga traer para el miércoles diez del corriente en que se han de
correr, seis toros de Alfaro, y para ello le haga propios el señor Conde de Gómara; y que haga venir dos o tres toreros,
y que se venga a esta ciudad luego para las demás prevenciones.
(Volver al texto)
La Ciudad acordó que el dicho señor don Miguel de Torres como comisario de fiestas haga y prevenga traer de la parte que le pareciere para
las de nuestro Patrón San Saturio seis toros y se paguen del efecto que está destinado para ello y se tenga el fuego y luminarias como se
acostumbra y los toros sean el miércoles tres de Septiembre precediendo antes que el domingo antecedente se le haga
la fiesta de sermón y misa a San Saturio según y como se ha hecho otras veces, lo cual hagan saber al Cabildo los señores don Alonso de
Sotomayor y don Joseph Ortiz, respecto de que se tiene la experiencia de que teniendo los toros por Octubre se malogran por el mal tiempo
que siempre [hace] y el dicho señor don Miguel tenga el refresco que le pareciere y haga reservar un toro de los siete
que da el obligado de la nieve para que se corra la víspera del día dos de Octubre que es en el que se vuelve a celebrar la
fiesta de nuestro Patrón
(Volver al texto)
Por dicho señor corregidor se dio cuenta a la Ciudad cómo ha pasado a estar con su señoría don Xavier Antonio de la Torre dignidad de Tesorero
de la Insigne Iglesia Colegial de San Pedro de ella en su nombre, a fin de que la Ciudad continúe con su autoridad coadyuvando a la pretensión
de que Su Santidad conceda rezo propio del Glorioso Patrón San Saturio, para que extienda más su devoción; lo que ponía
en noticia de la Ciudad; por quien oída y entendida dicha proposición, deseando con su celo condescender a tan justa súplica, acordó que en su
nombre dichos señores don Pablo Phelipe de Miranda y don Manuel de Salazar Barnuevo y Salcedo, pasen a ver al Ilustrísimo señor Obispo de este
obispado, que se halla en esta ciudad, y le supliquen se sirva concurrir con su autoridad y empeño a representar a Su Santidad y señores Cardenales
esta pretensión, para su más breve y favorable logro; y que dicho señor don Juan Manuel de la Peña, como caballero comisario de cartas, escriba
en nombre de esta Ciudad las que parecieren necesarias para el efecto referido.
(Volver al texto)
En la ciudad de Soria a veinte y ocho de Septiembre de mil setecientos cuarenta y tres, estando junta en la posada del señor don
Joseph Antonio de Aguilar Mendívil, corregidor, capitán a guerra y superintendente general de rentas reales de esta ciudad y su
jurisdicción y provincia por S.M.; a cosa de las seis horas de la tarde de este día, habiendo sido citados por diferentes ministros y
sus porteros en esta misma hora; estando presentes el dicho señor corregidor y señores don Carlos Montarco de la Peña, don Joseph Ortiz
de Montarco, don Francisco Plácido Herrera, don Fernando de Guzmán, don Alonso Pablo de Sotomayor, don Antonio de Salcedo y Aguirre
Marqués del Vadillo, don Manuel de Torres y la Cerda Conde de Lérida, y don Antonio Zapata y Lerma, regidores perpetuos de esta dicha
ciudad para ver una carta escrita al Cabildo de esta Colegial por el Reverendísimo Padre Maestro Antonio Núñez, General de los clérigos menores,
residente en la Corte de Roma, que ha traído a esta Ciudad dicho señor don Joseph Ortiz, en que da la plausible y apreciable noticia de haberse
logrado, en el cónclave de señores Cardenales, la pretensión de que estaba encargado por dicho Cabildo del rezo propio
de nuestro Patrón San Saturio, para esta ciudad con octava y doble de primera clase, y para todo el obispado doble así mismo;
incluyendo en dicha carta la Bula de esta concesión con las lecciones y oraciones propias al santo; en cuyo logro
manifiesta dicho Rmo. Padre Maestro haber sido extraordinario porque no sólo se ha logrado lo que se pedía sino la extensión de declararle
por Patrón de todo el obispado al glorioso santo, por el mismo hecho de haber concedido su rezo doble para él, y que las demás gracias y
exempciones a todo España son muy regulares y fáciles habiéndose logrado este primer paso.
Con cuya noticia tan deseada
y de tanto júbilo para esta Ciudad y todos sus vecinos, queriéndola manifestar con las veras que le impele su devoción, por cuantos medios
permita el arbitrio, y mediante el poco tiempo que da el recibo de la noticia, para esta noche acordó la Ciudad se pase recado a dicho
Cabildo para que mañana se celebre Misa de Gracias y se cante el Te Deum Laudamus en dicha Colegial con la mayor
solemnidad, cuya función hará esta Ciudad concurriendo a ella, y así mismo para que se ejecute con el mayor culto y concurrencia, mediante
la desunión que por sus recíprocas pretensiones tienen entre sí dicho Cabildo con los curas, se convide a estos para que concurran como
convidados, y se suplique al expresado Cabildo de la Colegial les dé el asiento como a tales, y se hagan los demás convites que parezcan
convenientes para que se logre la mayor concurrencia a función tan apreciable y de tan universal complacencia de esta
Ciudad y sus moradores, y que en esta noche haya repique de campanas, y el caballero comisario de fiestas haga se disparen los fuegos que
le pareciere y se pudieren lograr, mandando se pongan luminarias en todas las calles iluminando las ventanas, haciendo cuantas expresiones
de regocijo sean posibles en esta noche, ínterin que se resuelven las que han de suceder; y que se corran dos toros
con maroma en el día de mañana.
Así lo dijeron, acordaron y firmaron como acostumbran, de que yo el infra escrito escribano de S.M. y de este Ayuntamiento certifico
Don Joseph Antonio de Aguilar Mendívil - Don Carlos Montarco de la Peña - Francisco Sánchez de la Peña
En la ciudad de Soria a veinte y nueve de Septiembre de mil setecientos cuarenta y tres, estando junta para efecto de bajar a la función
que se acordó en el ayuntamiento antecedente; presentes los señores don
Joseph Antonio de Aguilar Mendívil, corregidor, capitán a guerra y superintendente general de rentas reales de esta ciudad y su
provincia por S.M.; don Carlos Montarco de la Peña, don Joseph Ortiz
de Montarco, don Francisco Plácido Herrera, don Fernando de Guzmán, don Alonso Pablo de Sotomayor, don Antonio de Salcedo y Aguirre
Marqués del Vadillo, y don Antonio Zapata y Lerma, regidores perpetuos de ella. Con la noticia que se dio de haberse convenido
el Cabildo de la Colegial a la súplica de la Ciudad en dar a los curas de las Parroquiales de ella los asientos de convidados,
y estos en concurrir a dicha función.
Y siendo cada instante mayor el regocijo con que esta ciudad se halla y las expresiones extraordinarias de sus vecinos en manifestación de él.
Deseando por ahora expresarlo en la forma posible, acordó se continúe el repique de campanas, iluminación de ventanas,
luminarias y cohetes por la noche de este día, la de mañana lunes, y pasado mañana martes víspera del santo, en la misma forma que la
antecedente.
Y para la función y procesión que se ha de hacer el lunes por la tarde para traerle a la Colegial como se acostumbra todos
los años, se tire a la salida de su santa ermita el fuego que se pueda lograr y se haga concurra la danza. Y que
respecto del convite que ha hecho el Cabildo de la Colegial a la Ciudad para que concurra mañana a su función de Misa de Gracias
y Te Deum baje esta Ciudad.
Y que para el martes por la mañana se cite a la hora acostumbrada a todos sus caballeros capitulares para que concurran a resolver las
funciones de regocijo y fiestas que ha de haber en culto y honor de nuestro Patrón San Saturio y celebridad de la concesión de su
Rezo.
Este día después de haber recibido en el Ayuntamiento una legacía del Cabildo de la Colegial que traía la Bula con la concesión del rezo propio de San Saturio para que la viese la Ciudad; tras mandar que se insertara en el libro de actas del ayuntamiento (cosa que no hizo el escribano, dejando un folio en blanco); se acuerda dejar en manos del Cabildo las celebraciones religiosas, y se trata el tema los festejos.
... para solemnizar tan solemne logro destine el Cabildo las funciones de iglesia que por sí resolviese, y que respecto de la cortedad
del tiempo para las disposiciones de lo que se haya de hacer y encargo de sermones, lo más temprano que parece se puede empezar a celebrarlas
es el día dos del próximo mes de Noviembre por la tarde.
Y deseando esta Ciudad esforzar la celebridad de este regocijo en cuanto le fuese posible, acordó que para este tiempo dicho señor don
Antonio Zapata, su caballero comisario de fiestas, encargue a donde le pareciere más conveniente y mande traer de Navarra
o Castilla veinte toros, de los que se matarán los que se pudiesen en un día, que ha de tener la Ciudad por sí esta función. Y para
que se haga lo más plausible que se pueda lograr, hará dicho señor si pudiese facilitarse venga caballero en plaza y
los mejores toreros de a pie que se puedan discurrir. Y así mismo para todas las noches de las funciones encargará los fuegos que le
pareciesen convenientes con las invenciones que gustare, de forma que se logre el mayor lucimiento y para que en todo se consiga éste.
Y respecto que por la brevedad del tiempo dicho señor comisarios tiene muchísimo que hacer, y en qué entender en la función de la corrida de
toros y fuegos por la Ciudad; y deseando ésta que se agreguen cuantas diversiones se puedan facilitar, así de más toros,
fuegos y otras, acordó que para esta solicitud y disposición hablar para ello, en nombre de esta Ciudad, a las demás comunidades de ella y
gremios, y que cada uno por sí se esfuerce cuanto pudiere en culto de nuestro Patrón, y regocijo de la celebridad de su Rezo.
En manifestación de su devoción se ha ofrecido a ser uno de dichos caballeros comisarios para este efecto el dicho señor corregidor, le
nombró la Ciudad y a dichos señores don Joseph Ortiz y don Fernando de Guzmán, a quienes así mismo se les da la comisión para que hagan
arrendar y arrienden todas las bocacalles de la plaza, haciéndola cerrar al mismo tiempo, de forma que se logre alguna conveniencia y útil
para ayuda de lo mucho que ha de costar esta función.
Y por dicho señor corregidor se expresó a la Ciudad daría un toro de limosna al Santo, y que sentía infinito no hallarse en posibilidad de poder
por sí sólo disponer otra corrida para manifestación de su celo y devoción.
En atención a esta celebridad, y sin que sea visto haya de pasar a otro ningún año por no haber esta práctica, acordó la Ciudad
que esta tarde se baje a Vísperas del señor San Saturio nuestro Patrón a la Colegial de señor San Pedro.
Habiéndose conferido sobre la disposición de fiestas en obsequio del glorioso Patrón de esta ciudad San Saturio, y acción de gracias de haber
Su Santidad dignádose conceder Rezo propio de primera clase con octava para esta ciudad, día de fiesta para su suelo, y
el rito de primera clase sin octava para todo este obispado de Osma, como resulta de la Bula de su concesión que se halla inserta en el libro
compañero ...
(Los acuerdos municipales se extienden en dos libros y por dos escribanos distintos, y ya hemos comentado en el acuerdo
del día 1, contenido en ese otro libro, que no está inserto el texto de la Bula. En el acuerdo presente se sigue con la exposición de los motivos
para las fiestas, que no reproducimos por reiterativas a lo ya expuesto)
... se ha celebrado con sumo júbilo, y común consuelo de todos los vecinos de esta ciudad, y al pronto con las demostraciones públicas, del general
repique de campanas, luminarias, y fuegos de cuatro noches continuadas desde la de del citado día [28 de Septiembre], y
cantándose en acción de gracias el Te Deum en dicha iglesia Colegial los dos siguientes al domingo y lunes con la solemnidad
y concurrencia, que aparece en el acuerdo antecedente, que se halla en dicho libro compañero, habiendo sido el primero en nombre de esta Ciudad, y el
segundo en el de la referida Colegial; y para las sucesivas demostraciones, estando de acuerdo con ella, en que se dé principio la
tarde del día de finados dos que se contarán del mes de Noviembre próximo venidero, acordó la Ciudad hacer por sí dos
funciones de iglesia con sus sermones, y que estos los encargue inmediatamente dicho señor don Antonio Zapata, como comisario que se halla de fiestas,
disponiendo se traigan veinte toros para dos corridas del paraje que le pareciere más conveniente, como también los
fuegos para las noches con las invenciones más especiales, para cuya ejecución mediante que dicho Cabildo quiere por sí
hacer otra función de iglesia que ha de ser la última, se señalan los días en la forma siguiente:
Sábado dos de Noviembre por la tarde salir en procesión desde dicha iglesia Colegial a la ermita del glorioso Patrón, y traer el arca donde están
depositados sus huesos, y por la noche fuegos y luminarias.
Domingo tres, primera función de iglesia en la dicha Colegial por la Ciudad, con sermón; por la tarde siesta, y adorar la reliquia del santo,
por la noche fuegos y luminarias.
Lunes cuatro, por mañana y tarde corrida de toros por la Ciudad en su plaza, según la disposición que diere dicho señor comisario de fiestas, y por
la noche fuegos y luminarias.
Martes cinco, segunda función de iglesia por la Ciudad, según la primera, y por la tarde el festejo de mojiganga, u otro
cualquiera que dispongan dichos señores don Joseph Ortiz y don Fernando de Guzmán, comisarios nombrados a este fin; y luminarias y fuegos por
la noche.
Miércoles seis, corrida de toros por mañana y tarde; y a la noche fuegos.
Jueves siete, tercera función de iglesia por la mañana; por la tarde procesión por las calles con las reliquias del santo permitiéndolo el tiempo;
y por la noche alguna diversión y luminarias.
Viernes ocho, por mañana y tarde mojigangas por los gremios; y a la noche fuegos y luminarias.
Sábado nueve, toros de Valonsadero por mañana y tarde con estrado; y por la noche el Víctor al santo, con parejas, luminarias
y fuegos.
Domingo diez, por la mañana bajar la Ciudad a dicha iglesia Colegial a misa mayor, y a adorar en comunidad la reliquia de su glorioso Patrón; y por
la tarde procesión desde ella a su santa ermita para volver el arca de sus huesos con la solemnidad con que fuere traída.
(También se acuerda invitar a todas las comunidades religiosas a sus funciones de iglesia y a que asistan a las
tres procesiones, pidiéndoles que al tiempo de ellas, y luminarias de las noches, hagan se repiquen las campanas)
(Volver al texto)
Por Juan Montarco de la Peña, natural de esta ciudad, se presentó en este ayuntamiento un testimonio dado por Joseph de Vidaurreta, escribano
de este número, su fecha de diez y seis de este mes, por el que consta que en la Junta que celebró el Linaje de Morales
Blancos, uno de los doce de caballeros hijosdalgo de esta ciudad, en veinte y ocho de Diciembre de mil setecientos
cuarenta y dos, estando en la iglesia del convento de Carmelitas Descalzas, alias Nuestra Señora de Cinco Villas, como lo tiene de
costumbre para los nombramientos de oficios anuales, eligieron y nombraron por Caballero de Ayuntamiento para desde primero
de Enero de este presente año hasta fin de Diciembre de él, al dicho don Juan Montarco
de la Peña, caballero hijodalgo del dicho Linaje a quien tocaba por su alternativa, y le dieron poder y facultad cumplida para le usar y
ejercer. Y otorgaron la súplica necesaria a este Ayuntamiento para que le admita a él.
Y por la Ciudad visto acordó admitirle como le admitió al uso y ejercicio del dicho oficio. Y habiéndole llamado y entrado en este ayuntamiento
hizo el juramento que se acostumbra; y en señal de posesión pasó a ocupar el asiento que le corresponde y tocó por su suerte.
(Este caballero, según los libros de actas, sólo asistió a las juntas del 29 y 31 de Octubre, además de a ésta).
(Volver al texto)
Habiéndose traído a este ayuntamiento por dichos señores don Joseph Ortiz y don Fernando de Guzmán la descripción de las fiestas que esta Ciudad celebró en el mes de Noviembre último pasado por la consecución del rezo de nuestro Patrón San Saturio, escrita en octavas por don Manuel Gutiérrez Caravantes, cura de Santa María de Campanario de la villa de Almazán, a quien por esta Ciudad se le hizo este encargo y por dichos señores como comisarios que así mismo fueron de ellas; por la Ciudad, en su vista, se les dieron muchas gracias por su actividad y celo, y acordó que esta obra la remitan a quien les pareciese conveniente para que se ponga la aprobación en elogio del autor. Y así mismo a éste se le escriba por dichos señores en nombre de esta Ciudad dándole repetidas gracias por su desvelo, prontitud y elegancia con que ha desempeñado este encargo. Y dichos señores cortejarán y regalarán al referido autor con lo que les pareciere más conveniente.
En 1744 se publicó la obra 'Descripción de las fiestas que celebró la Ciudad de Soria, al Glorioso San Saturio, su hijo y Patrón, con el motivo de haber logrado la concesión de su Rezo de primera clase y fiesta de precepto, para dicha Ciudad. Dedícala a la misma Ciudad, en su Ayuntamiento D. Manuel Gutiérrez Caravantes, Cura de la Parroquial de Santa María del Campanario de la villa de Almazán'. Fue impresa en Calatayud por Gabriel Aguirre impresor. La imagen que acompaña este trabajo procede de esta obra. Se puede acceder a ella a través de la Biblioteca Digital de Castilla y León.
(Volver al texto)En la Ciudad de Soria y Ayuntamiento de ella, a cuatro de Octubre de mil setecientos noventa y seis, estando en sus salas como lo tiene de costumbre, presentes los señores don Thomás Casanova de Arnuero Corregidor, don Luis Sánchez de la Peña, regidor preeminente, don Felipe de Sotomayor, don Matheo Morales y Setién, don Miguel Carrillo y Barnuevo, don Andrés de Herrera, don Juan Thomás Uriarte, y don Josef Ventura Solana, regidores, don Josef Zapata y Lerma, Marqués de la Vilueña, y don Agustín Pedro Azores, Diputados de Abastos, y don Ramón de Rebolledo, Síndico Personero del Común de ella, Capitulares todos de dicho Ayuntamiento; por ante mí el escribano de él, acordaron lo siguiente:
La Ciudad ha notado, que la costumbre, que hasta aquí se ha observado para sacar la Efigie, y Reliquia de su Glorioso Patrono San Saturio de la Basílica, donde se venera, y traerla a la Insigne Iglesia Colegial de San Pedro en el día treinta de Septiembre de cada año, para celebrar en ella su Festividad en el dos del corriente mes ha dado motivo, a que el Cuerpo de las comunidades Eclesiásticas, Seculares y Regulares que asisten deje de tener el respeto, que las es debido, y lo que es más la veneración al Santuario, porque bien notorio es, que asistiendo las dichas Comunidades Religiosas por especial convite, que la Ciudad las hace para traer sobre sus hombros alternando con las seculares, y la misma Ciudad en andas la efigie y reliquia del Glorioso Santo, a este intento desde la Colegial salen en procesión con el Cabildo de ella, y General Eclesiástico unidas con crecido número de personas particulares, y que caminando en esta disposición hasta el sitio que dicen de San Polo termina en el ínterin algunos eclesiásticos sacan la reliquia de su Basílica, y la presentan en el sitio donde se deshizo la procesión. Y como en este intermedio a los que la formaban con vestiduras clericales y hábitos, les es preciso quedar entre el bullicio de las gentes, y no todas las que asisten lo es por devoción, ni adornadas de la prudencia y discreción que deben para guardarles el respeto que por su estado se merecen; se agrega a esto, que muchas salen prevenidas de meriendas, y en patrullas se esparcen por las inmediaciones del camino donde se trae el Santuario, y los que le acompañan han advertido, y oído voces más propias de su glotonería que de devoción a la Imagen.
Y por tanto para desterrar este abuso indecente, y punible, y que al Glorioso Santo se le rindan con humildad y fervor por sus devotos las súplicas para el reparo de las necesidades espirituales y temporales que les asistan ahora y en lo sucesivo, ha creído la Ciudad cese la costumbre indicada y que en lugar de la procesión que se hacía se ejecute en lo sucesivo en la tarde de su festividad, y si puede ser en este año, ya que pasó el día del Santo en uno de los de su octava en que nos hallamos, saliendo de la Colegial con la Ciudad, su Cabildo, el General de Curas y Beneficiados, y Comunidades religiosas precedido el convite para su asistencia, desde ella por la Calle Real, Plaza Mayor, Calle del Collado, y Plazuela de Herradores, volviendo a la misma Colegial por el propio orden, pues de esta forma los devotos del Santo tendrán mayor consuelo en sus necesidades, cuando aún sin salir de sus casas se les proporciona ver su Imagen a los impedidos, y dirigirle sus ruegos, y que el mismo Santo sea más altamente venerado.
Y con este objeto, y el de apartar toda irreverencia, acordó la Ciudad, nombrar por sus Caballeros Comisarios a los señores don Phelipe de
Sotomayor y don Matheo Morales de Setién, para que precedido el aviso correspondiente a los señores Presidente de dicha Colegial, y Abad
del Cabildo General Eclesiástico respective, hagan presente lo expuesto a sus Cabildos, como que si les pareciere conforme este pensamiento
se halla pronta la Ciudad a ponerlo en práctica.
Lo que pondrán en noticia de dichos señores llevando para ello el competente testimonio, a cuyo fin espera noticia de las resultas de lo que
determinen.
Así lo dijeron, acordaron, y firmaron sus señorías según costumbre; de que yo el escribano doy fe.
Casanova - Sánchez - Ante mí, Ventura Lluva
(Volver al texto)
En la Ciudad de Soria, y Ayuntamiento de ella, a siete de Octubre de mil setecientos noventa y seis, presentes los señores don Luis Sánchez de la Peña, Regidor preeminente, Regente de la Real Jurisdicción por ausencia del señor Corregidor; don Felipe de Sotomayor, don Matheo Morales y Setién, don Miguel Carrillo, don Andrés Herrera, y don Josef Ventura Solano, Regidores perpetuos; don Vicente Ruiz de Caravantes Caballero de Ayuntamiento; don Agustín Pedro Azores Diputado de Abastos; don Pascual de la Puerta Procurador Familiar del Común; don Francisco Tejero que lo es de la Universidad de la Tierra; y don Ramón Rebolledo, Síndico Personero del Común de esta Ciudad; capitulares todos de dicho Ayuntamiento habiendo sido citados para ello, por ante mí el escribano acordaron lo siguiente:
Sobre que se haga la Procesión de San Saturio
En vista de los Testimonios traídos a la Ciudad por dichos señores don Phelipe de Sotomayor, y don Matheo Morales de Setién, de lo acordado por el Cabildo
de la Colegial y el Cabildo General, y del oficio o memorial pasado a la misma bajo de cubierta por cinco Curas Individuos de dicho Cabildo
General; acordó la Ciudad se lleve a efecto su anterior acuerdo, y lo que en el suyo propone el Cabildo de la Colegial con que se conforma, y
que a su virtud, se haga la Procesión en el día de mañana sábado por su tarde, convidándose a las Comunidades Religiosas, según costumbre, y
al Cabildo General se le pase recado a su Abad, convidándole también por medio de los dos señores Comisarios como siempre lo ha hecho.
Dicho señor don Andrés Herrera con providencia? de lo acordado por la Ciudad, dijo que la Procesión de San Saturio ha sido, y es de inmemorial
tiempo celebrada por el Cabildo General, que se compone de los Individuos del Cabildo de la Colegial, y de los Curas y Beneficiados de esta Ciudad,
por ser una de las Procesiones Generales, las cuales se celebran siempre por el Cabildo General con arreglo a sus Concordias,
en cuya inteligencia
el ánimo, y voluntad de la Ciudad no ha debido ser otro el inmutar, y variar en la substancia la Procesión que se celebra con la Imagen de San Saturio,
y sólo sí por los sitios y parajes insinuados en su Acuerdo por las razones y motivos, que para ello ha tenido presentes.
Y siendo muy propio de la Ciudad evitar discordias, y pleitos, que están pendientes en el Consejo, suscitados por haber querido el Cabildo de la
Colegial por sí sólo con concurrencia de la Ciudad, y no del Cabildo General, hacer igual función con el Patrón San Saturio provisionalmente
resolvió el Consejo que la Ciudad haga sus funciones de rogativas con los eclesiásticos que quisiere, y en la Iglesia que le parezca, pero sin
Procesión, por ser ésta la causa principal de todas las discordias, lo cual ha sido inconcusamente observado por la
Ciudad hasta el presente caso.
Por lo que desde luego pide al Caballero Corregidor, a quien requiere con dicha Orden, la mande observar, evitando de este modo las discordias,
y pleitos que de lo contrario se suscitarán, e igualmente pide se le dé Testimonio del Acuerdo de la Ciudad, y demás subsiguiente y de esta su
Proposición, protestando como protesta la concurrencia de dicha Ciudad, no ejecutándose la Función como ha sido costumbre.
Y oída por la Ciudad dicha Exposición, sin embargo de ella, Dijo se ratifica en lo antes de ella acordado, por parecerla justo, pedirlo el
público a voz viva, y porque en nada innova la Función que se hacía sino en el paraje, pues en lo demás va consiguiente, y ha practicado las
mismas Diligencias que siempre con los dos Cabildos; con el de la Colegial para que disponga la Función, y con el General para que se sirva
concurrir, como siempre lo ha ejecutado, y por otras poderosas razones, que en caso necesario se expondrán y acreditarán donde conviniere.
Y para ello acordó igualmente, que los dos Testimonios de lo acordado por los Cabildos de la Colegial y General, y Memorial de dichos curas
se inserten en éste; y su tenor a la letra es el siguiente:
Testimonio del Cabildo de la Colegial
Don Vicente de Herze, Presbítero Canónigo, y Secretario Capitular de los señores Deán y Cabildo de la Insigne Iglesia Colegial de esta Ciudad, etc.
Certifico, que en el Acuerdo celebrado por dicho Cabildo junto en el día de ayer, cinco del corriente, para oír una Legacía del Ilustre Ayuntamiento
de esta Ciudad, entre otros particulares acordó lo siguiente:
Enterado del Acuerdo de la Ciudad de cuatro del presente y conferenciado largamente sobre su contenido, se resolvió una voce,
se le responda que el Cabildo en fuerza de la buena armonía que siempre le ha observado, y apetece observar, conviene en que la
Procesión que se hacía el día treinta de Septiembre con la reliquia del Glorioso San Saturio, quede enteramente abolida por las razones que
la misma Ciudad expresa en su acuerdo, reservando el determinar para lo sucesivo el día en que mejor se podrá practicar de los ocho
de su octava por el pueblo, respecto a que el hacerla el propio día del Santo puede ser demasiado gravoso por concluir muy tarde la función
de la mañana.
Y para que la Ciudad logre el Consuelo en este año de ver a su Patrono y Protector por sus calles, y los vecinos, la mejor proporción de encomendarse
al Santo y pedirle el Socorro en sus necesidades, conviene igualmente en practicar el sábado por la tarde penúltimo de su octava una solemne
Procesión, con asistencia de todos sus Individuos, Ministros y Capilla de Música, saliendo de su Iglesia con la Reliquia del Santo a las cuatro
de la tarde, en los mismos términos y forma que lo hace el día octavo de la festividad del Santísimo; extendiéndose, por complacer a la Ciudad y
por que todos los vecinos logren de este Consuelo hasta la Plazuela de los Herradores; pues aunque el día más propio para
esta Procesión era el domingo, lo impide por este año la Festividad de María Santísima del Rosario, en el que hay Procesión privilegiada con la
Imagen de Nuestra Señora.
Y que los señores don Juan Josef Martínez Tesorero, y don Saturio Ambrona Canónigo
Arcipreste lo pongan en noticia de los Caballeros Comisarios de la Ciudad con un Testimonio de este acuerdo, para que lo trasladen a su Ayuntamiento,
y en su virtud determine convidar a las Comunidades, y dar las demás providencias que estime convenientes al mayor culto y veneración del Santo.
Y a efecto de que lo acordado por dicho Cabildo tenga su debido cumplimiento, yo el dicho don Vicente Herce, su Canónigo y Secretario Capitular,
con remisión al citado Acuerdo, doy la presente, que firmo en Soria a seis de Octubre de mil setecientos noventa y seis
Don Vicente de Herce
Testimonio del Cabildo General
Justo Calle Fernández, Notario público ordinario, vecino de esta Ciudad, y de la Santa Cruzada en ella etc., certifico
Que en el Acuerdo, que por mi testimonio se celebró por los señores Abad y Cabildo General Eclesiástico de esta misma Ciudad en el día cinco de
este mes, a que asistieron el doctor don Juan Josef Martínez Dignidad Tesorero de la Insigne Colegial de San Pedro, actual Abad, don Félix Ramón
Zimorra, don Phelipe de Herrera, don Juan Manuel Marco, curas de San Nicolás, Barnuevo y San Esteban, don Juan Antonio Encabo, cura Vicario y
Racionero de dicha Colegial, doctor don Diego Landivar, y don Antonio Cirilo García Franco, también curas de Nuestra Señora del Espino y San
Salvador, existe el particular que dice así:
En este acto se dio aviso de estar próximos a estas salas los señores don Felipe de Sotomayor, y don Matheo Morales y Setién, Regidores perpetuos
de esta Ciudad, sus Caballeros Comisarios nombrados para el efecto de que va hecha mención, y a su virtud los dos señores individuos de este Cabildo
electos por él salieron a recibirles.
Habiendo entrado en ellas, y tomado el asiento correspondiente, que lo es a los lados derecho e izquierdo de dicho señor Abad, el citado señor don
Felipe hizo entrega de un Testimonio que dijo traía del Acuerdo de dicho Ilustre Ayuntamiento, en el que se celebró en el cuatro de este mismo
mes; habiéndole recibido dicho señor Abad se despidieron dichos señores dos Regidores y salieron de estas mismas salas con el mismo acompañamiento;
y a su seguida(sic) los dos señores Comisarios de este Cabildo volvieron a ella inmediatamente y ocuparon su respectivo
asiento; y estando en esta conformidad
los señores concurrentes se leyó el citado testimonio que en substancia era, y es reducido, sobre procesión de San Saturio,
y acordaron se suspenda por hoy su decisión por defecto de Número de Individuos, y que para mañana se cite con cédula a todos los de este Cabildo.
Y en efecto habiéndose dado a mi presencia por dicho señor Abad la citada cédula, en el día de hoy se juntaron el citado señor Abad, y los nominados don Feliz(sic) Ramón Cimorra, don Felipe Herrera , don Juan Manuel Marco, don Antonio Cirilo García Franco, y don Diego Landivar, y en el Acuerdo, que por mi Testimonio practicaron así bien obra el particular siguiente:
Mediante a que la Causa que motivó la suspensión de acordar este Cabildo sobre la Legacía de esta Ciudad para la Procesión de San Saturio, lo fue el defecto de Número de Individuos, y que hoy hay menos, acordaron se pase oficio a los Caballeros Comisarios, manifestando no puede resolver este Cabildo sobre la solicitud por estas Causales; y que éste lo lleven los señores Herrera y Landivar, a quienes dieron comisión para ello.
Como lo referido más largamente consta en dichos Acuerdos, y lo inserto conviene con su original a que me remito; y en fe de lo cual, y para el
relacionado fin, de mandato de dicho señor Abad, e Individuos concurrentes, doy el presente que signo y firmo con el referido señor Abad en Soria
a seis de Octubre de mil setecientos noventa y seis.
Doctor Juan Josef Martínez - En testimonio de verdad, Justo Calle Fernández
Testimonio de los Curas
M.I.S. - Don Eugenio del Río y Santoyo, don Felipe Herrera, don Diego Landivar, don Félix Ramón Cimorra, y don Juan Manuel Marco, Curas de las
Parroquias de Santa María la Mayor, Barnuevo, Nuestra Señora del Espino Patrona de esta Ciudad, San Nicolás, y San Esteban; con la mayor atención
exponen a V.S. que para contestar al oficio de su notorio celo, por el que ha acordado salir en Procesión con Nuestro Patrono San Saturio, subiendo
desde la Colegial a la Plazuela de Herradores, han concurrido
los dos días antecedentes a las Salas de San Blas citados por el Abad del Cabildo General, y con mucho dolor han advertido que ninguno de los
Individuos de dicha Colegial han concurrido, a excepción del doctor don Juan Josef Martínez, y éste en concepto de Abad del referido Cabildo
General, no pudiendo dudarse de esta no asistencia que su intención ha sido impedir la Determinación que supondrían de los exponentes en condescender
a lo acordado por V.S., lo que realmente se ha impedido por defecto de suficiente número de Capitulares.
Y deseando los que representan dar a V.S. la prueba más equívoca de su deseo de servir y complacer al Ilustre Ayuntamiento en todo lo conducente
al culto, consuelo, y edificación del Pueblo, por esta atenta representación hacen presente están prontos a asistir a la insinuada Procesión,
ejecutándose como se ha hecho hasta ahora por el Cabildo General, del que también son miembros todos los Capitulares del de la Colegial, como
lo indica bastantemente el oficio de V.S. comunicando a los dos Cabildos, y en la misma forma, y manera que se observa en las demás Procesiones
públicas generales con arreglo a lo que prescriben las Concordias aprobadas por los señores Obispos de esta Diócesis, y mandadas observar por el
Supremo Consejo de Castilla, lo que no ignora el Cabildo de la Colegial, como tampoco que las expresadas Concordias tuvieron por objeto extinguir
los Pleitos que se habían suscitado por intentar el referido Cabildo de la Colegial hacer por sí sólo las Procesiones públicas Generales; y de dar
lugar a su infracción renacerían las discordias y Pleitos ya extinguidos, lo que causaría sumo dolor a los que representan, que siempre han aspirado,
con el ejemplo de sus antecesores, a promover y conservar sus derechos, la paz y bien espiritual del Pueblo auxiliados de la Protección de V.S.
En esta atención suplican, y esperan del celo y recia intención de V.S., mande que la insinuada Procesión se ejecute como va expresado, y que para
acreditar en todo tiempo los que representan el desea de contribuir al obsequio de V.S., bien de sus Feligreses, e impedir las funestas consecuencias
de las discordias, mande así mismo dar Testimonio de su resolución y copia
a la letra de esta representación por el secretario de Ayuntamiento. Soria y Octubre, 7 de 1796
Eugenio del Río - Felipe Herrera - Diego Landivar - Félix Ramón Cimorra - Juan Manuel Marco
Lo antes compulsado conviene a la letra con los originales, que reservo en el Oficio de mi cargo, y en cumplimiento de lo acordado así lo
certifico. Como igualmente que así lo dijeron y firmaron sus señorías según costumbre, de que también doy fe.
Sánchez - Ante mí, Ventura Lluva
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Habiendo llegado a noticia de la Ciudad que el Recurso que hicieron los Curas Párrocos de ella para que la Procesión del Patrón San Saturio no se haga como en los dos últimos años se ejecutó, y sí en la forma que antes se celebraba, y haberse resuelto por el Consejo en Sala de Gobierno, como lo solicitaban dichos Párrocos, sin Audiencia alguna de la Ciudad; acordó que dicho señor González tome los correspondientes Informes de los Abogados que le parezca sobre si podrá la Ciudad reclamar en Justicia la Providencia y pedir se revoque por las causas bien notorias que median y constan del Informe que se la pidió, desearlo así el público, reservando en su vista otorgar para ello el competente Poder; de lo que igualmente quedó advertido.
De mandado de dicho señor Corregidor, yo el dicho Escribano traje a la Ciudad un Real Despacho de Su Majestad y señores de su Real y Supremo Consejo
de Castilla, su fecha en Madrid, veinte y siete de Abril próximo pasado, firmado de los señores Marqués de Roda, don Pedro
Carrasco, don Juan Antonio Pastor, don Jacinto Virto, y don Andrés Isurza, y refrendado por don Bartolomé Muñoz secretario del Rey Nuestro Señor y
su Escribano de Cámara; inserto en él un Real Auto, declarando que la Procesión de San Saturio, sin embargo de lo acordado por el Ayuntamiento de
esta Ciudad, y todas las demás Procesiones que se tengan en ella deben hacerse, indicarse y solemnizarse en los mismos términos, y sin la más leve
mudanza, que se ha acostumbrado hasta la novedad que se causó en el año de mil setecientos noventa y seis, encargando en su consecuencia a los
Cabildos General y de la Colegial de esta dicha Ciudad, y a los demás Cuerpos y Comunidades que asistan a las Procesiones, que en todas observen
y guarden la costumbre que haya habido
Y que el Ayuntamiento de esta Ciudad procure por su parte no haya en ello la más ligera novedad, ni disimulo; llevando con el Cabildo de Curas y
Beneficiados, y con el de la Iglesia Colegial, aquella buena armonía que corresponde; lo que igualmente se encarga a estos dos Cuerpos para que
no se advierta desavenencia alguna.
A cuyo Real Despacho dio su señoría puntual cumplimiento mandando por él se haga saber a este Ilustre Ayuntamiento, y precedido para ello el recado
de atención, lo leí en él e hice saber a dichos señores a voz y nombre de Comunidad, y en su vista respondió quedar enterado de su contenido.
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(El artículo trata sobre fiestas)... opinamos que las próximas de San Saturio, pudiera prescindirse de los "toros y
cañas".
Es decir, que no se llegue a pagar en Octubre, una corrida de toros mala y cara, a destiempo y de nulos resultados.
Conque en las Ferias de Septiembre, hubiera esa corrida, por poca cosa que fuera, resultaría mejor y a su debido tiempo.
Pero de todo eso, la Comisioncita Municipal de festejos, es la llamada a saber "lo que se haga", en bien del Pueblo soberano.
En los días de San Saturio lo que cabe celebrar, aparte los solemnes festejos dedicados al Santo Patrón, sin borrar la tradicional Soldadesca
y los típicos danzantes del cordón al estilo del país, es la gran Fiesta consagrada a la Virtud y al Trabajo.
Y en esto, la Diputación Provincial como es bien sabido, tiene los cuartos al efecto.
En las Salas Consistoriales de la Ciudad de Soria, siendo las seis de la tarde del día diez y nueve de Julio de mil novecientos veinte, reunido
su Excmo. Ayuntamiento para celebrar sesión ordinaria bajo la presidencia del Sr. Alcalde Don Emilio Vázquez Rodríguez, con asistencia de los
Concejales Señores: Paniagua, García, Ortega, Ruiz, Vicén, Royo, Marco, Aparicio, Soria y Sainz de Robles y la del infra escrito Secretario de
la Corporación Municipal.
[Después de tratarse diversos asuntos]
La Corporación quedó enterada de una proposición firmada por varios Señores Concejales, encaminada a variar la fecha de celebración de las
Fiestas de San Saturio, haciendo uso de la palabra para defenderla el Sr. Aparicio.
Con ese motivo se desarrolló una larga disensión que dio por resultado, después de tomar en consideración la proposición presentada, el que
la Corporación acordara antes de resolver, que por medio de un plebiscito se consulte la opinión de los vecinos y en vista del resultado
que la información ofrezca, poder acordar en definitiva.
[Sigue la sesión con distintos asuntos]
Avisador Numantino. Miércoles 21 de Julio de 1920
Las fiestas de San Saturio.- El Ayuntamiento se ha decidido a consultar al vecindario de la capital sobre si las fiestas de San Saturio deben ser
trasladadas a los días de feria de Septiembre.
Noticiero de Soria. Viernes 23 de Julio de 1920
¡Oh! las Fiestas Sorianas.- En nuestro número del día nueve del actual, algo decíamos ya de que no se celebrasen los festejos a San Saturio, tan
accidentalmente (en su parte de populares) como en años pasados.
Y dicho quedó lo que expusimos entonces.
Hoy, por casualidad, hemos sabido, porque ni aún como vecinos se nos ha dicho, que los Alguaciles del Concejo llevan transcrita
literalmente una proposición de la Comisión municipal de festejos, que exhiben al vecindario (la Proposición) para que si
lo creen conveniente, firmen la separación de esos festejos de calle y Plaza de toros, de los otros solemnes festivales que a San Saturio se han
de consagrar como es debido, desde tiempo inmemorial.
De esos dignos festejos religiosos, habremos de ocuparnos como el caso merece, y siendo como somos iniciadores viejos de la
Cofradía de San Saturio, (cual la mejor y más soriana) con tanto mayor motivo.
Ahora, de las corridas de toros y los demás festejos de popularidad municipal, conformes, que en los días de las Ferias de Septiembre tengan lugar,
precediendo o mejor todavía prosiguiendo a las ventas de los ganados del país, y el negocio comercial de la población.
Y como sorianos, como periodistas y como vecinos, así lo exponemos, porque así lo sabemos sentir.
De modo, que si la Comisión de festejos del Concejo, es eso lo que propone; CONFORMES. Puede decirle al alguacil de nuestro Distrito, que se ahorre
el viaje a la modesta vivienda del Noticierete de SORIA.
Noticiero de Soria. Martes 30 de Julio de 1920
Ferias y Fiestas Sorianas.- En el número anterior, decíamos ya bastante respecto a las corridas de toros que por lo visto se quieren celebrar
en las próximas Ferias de Soria, suponiendo que sean buenas corridas, no novilladas de las del montón, porque entonces, no valdría la pena
de alterar en nada la celebración de los Festejos de costumbre.
O una o dos corriditas buenas, o... peor es "meneallo".
Ya que se quiera ser radicales, que resulte en bien de la Ciudad.
Avisador Numantino. Sábado 31 de Julio de 1920
De Fiestas.- En la sesión que celebre el Ayuntamiento de la capital el lunes venidero será presentada seguramente una contra-proposición
solicitando que no se lleve a efecto el traslado de las fiestas de San Saturio.
Para ello se han recogido numerosas firmas entre los que entienden que es preferible la tradición a innovaciones impuestas por temor a gota
de agua más o menos.
Fiestas de San Saturio.- Dada cuenta del resultado obtenido en el plebiscito que se hizo para consultar si se hacía la variación propuesta,
de la fecha en que habrían de celebrarse las fiestas de San Saturio, o no efectuarlas en la 1ª quincena de Septiembre, el Sr. García indicó
que por lo que había podido comprobar en las firmas hay mucha repetidas, muchas también de chicos y mujeres, siendo muchos los que no habían
firmado porque los Alguaciles no se han cuidado de recoger las firmas, y que por su parte las fiestas quedaran como estaban. El Sr. Sainz de
Robles, condenó el procedimiento seguido y que debía servir de ejemplo para no volverlo a emplear.
El Señor Marco indica también que los alguaciles no han recogido las firmas de muchos vecinos del distrito de la Colegiata que eran opuestos
a la variación.
Acordando la Corporación por unanimidad que no se haga el cambio de fechas para la celebración de las fiestas de San Saturio.
Noticiero de Soria. Martes 3 de Agosto de 1920
Lo de los festejos para San Saturio.- De lo dicho, parece que ya no hay nada, y que todos los festejos (D.m.) se celebrarán en el mes próximo de
Octubre.
Y tan campantes.
Nada, que hay cosas y casos entre ediles, ex-ediles, y aspirantes (más o menos fracasados) de ediles, que lo dicho...
peor ha sido "meneallo".
No debe para esto, como para cosas de más "fuste" armarse la guerra civil del "fulanismo".
Y... no es para tanto, ciudadanos.
La buena Agrupación Soriana, siempre sería lo mejor.
El Ayuntamiento debe ser ahora el que a la vez que tiene que pensar en Festejos, ha de satisfacer necesidades tan indispensables como las de
disponer de recursos para ir abonando lo del "pleito famoso", la paga de mes último a los funcionarios de la Municipalidad, gastos de
Subsistencias, etc. etc.
[Dos párrafos más dirigidos a la eficacia municipal]
Sorianismo, siempre sorianismo bien compenetrado que pueda día tras día traducirse en el mayor progreso y bienestar del vecindario.
¿Que se trata de los festejos al Patrón de la Ciudad?
Pues a honrarle siempre, honrándonos como sorianos
¿Que haya toros? bueno, que los haya, y que den buen resultado.
Lo que no debe faltar en el buen nivel intelectual son los premios a la Virtud y al Trabajo, que se están imponiendo hace años...
[argumentación de este tema]
Avisador Numantino. Sábado 4 de Agosto de 1920
Fiesta del Ermitaño.- En la sesión que anteanoche celebró el Ayuntamiento de la capital, se acordó que las fiestas de San Saturio se celebren
en los días que desde tiempo inmemorial vienen celebrándose, o sean el 1, 2, 3, 4 y 5 de Octubre.
Los alguaciles municipales habían recogido firmas con las cuales se creía bastante opinión para que fueran trasladadas las fiestas; pero los no
municipales recogieron mayor número oponiéndose al traslado, y de aquí el acuerdo del Ayuntamiento.
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(Sobre esta consulta, y la que se produjo en 1964 que veremos más adelante, ya informaba Joaquín Alcalde en un artículo sobre este tema, publicado el 25 de Septiembre de 2011 en DIARO DE SORIA - EL MUNDO, y a quien agradecemos -a Joaquín Alcalde- que nos proporcionara la noticia y las fechas de esta encuesta)
El periódico CAMPO hizo en Febrero de 1947 una encuesta, bajo el título "¿Se trasladarán las Fiestas de San
Saturio?", pidiendo su opinión a 25 personas a quienes creyó conveniente
pedírsela y publicando las respuestas que daban a las preguntas:
- 1ª Pregunta: ¿Cree Vd. oportuno el cambio de fechas de las fiestas en honor de nuestro Santo Patrono S.Saturio, las que se intenta trasladar
al mes de Agosto?
- 2ª Pregunta: ¿Qué beneficio puede tener la Ciudad con tal cambio?
- 3ª Pregunta: ¿Podría disminuir, con tal motivo, el culto que se le profesa?
Nos llama la atención el argumento empleado en la primera pregunta "las que se intenta trasladar", ya que en las actas municipales no encontramos mención a ese intento, y por tanto deberíamos tomarlo como una propuesta de algunos sectores sociales, si bien en varias de las respuestas se interpreta como si fuera una iniciativa Municipal.
Se publicaron esas 25 opiniones, siendo 12 de ellas a favor del cambio de fechas y 13 contrarias al mismo; opinión ésta que también compartía el periódico según confesó al final de dicha encuesta. Esta igualdad en el resultado de los pareceres, y que sea frecuente ver publicadas en el mismo día una opinión a favor y otra en contra, hace pensar si las personas elegidas lo eran por su representatividad o sabiendo de antemano cuales podrían ser sus argumentos, como si fuera una estrategia para mantener la atención.
Sin embargo, aún no siendo representativa la toma de opinión que hizo este periódico, sí dejó ver que aquellos que estaban a favor de modificar las fechas de los festejos profanos no coincidían en cuales serían las mejores para ese cambio. Ahora bien, todos coincidían en que los festejos religiosos debían seguir celebrándose en Octubre.
Entre los que no se oponían al cambio, pero sin llegar a apoyarlo, encontramos al Abad Santiago Gómez de Santa Cruz, que proponía que más que cambiar, se podían fundar unas fiestas en la primera quincena de Mayo, para que no coincidiesen con las fiestas de San Juan, y que comprenderían "las fechas del 8 de Mayo, nacimiento de San Saturio, entre el 15 y 18, Nuestra Señora del Mirón, patrona de Soria y de los labradores de la comarca, (desgraciadamente y con desdoro nuestro, fiesta casi olvidada) y por último el 15 San Isidro, tan venerado por todos los labradores".
Son variadas las opiniones para celebrarlas a final de Agosto, o coincidiendo con la Feria de Septiembre, o haciéndolas finalizar el día 2 de Octubre en lugar de iniciarlas en ese día.
Entre los que se oponían al cambio estaba Juan Brieva que decía: "¿A quién se le ocurriría cambiar las Navidades a otro mes, porque nieva en diciembre?".
Martín de Vinuesa que contestaba a las tres preguntas, sin más explicaciones ni argumentos:
1ª - Las fiestas de mi Patrón / no se deben de cambiar / porque soy soriano antiguo / y salvo otros pareceres / me sentaría muy mal.
2ª - Creo que serían muy pocos / por la época de verano, / que el labrador sólo piensa / en recolectar el grano.
3ª - El culto no disminuya, / es grande el que se profesa / a nuestro Santo Patrón / San Saturio Anacoreta.
Que no se cambien las fiestas / de corazón yo lo digo, / aunque tengamos que ir / a los fuegos con abrigo.
Antonio de Marco argumentaba: "El 2 de octubre es el día del aniversario de nuestro Santo, pues ese día y los sucesivos, con frío o calor, con lo que nos depare el tiempo, hemos de celebrarlo con una novena y función solemnes, una verbena y fuegos artificiales en la plaza, las Bandas de música, los charlots, vaquillas y con corridas de toros o sin ellas (para mí sin ella) porque desde hace muchos años dicho espectáculo ha resultado un fracaso artístico y económico..."
Reproducimos a continuación, íntegramente, las respuestas de Julio Pérez Rioja de Pablo partidario del cambio, y las de Aurelio Rioja partidario de mantener las fiestas en Octubre. Ambas nos pueden dar una idea de las posiciones existentes sobre este tema, y tomarlas como ejemplo, obviando, que no desdeñando, las demás.
Julio Pérez Rioja de Pablo; publicado el 13 de Febrero de 1947
Sr. D. Celestino Monge Herrero. Director de CAMPO, periódico soriano.- Ciudad.
Distinguido y buen amigo Monge: Recibo tu E.L.M. juntamente con el cuestionario, que, ambos, hacen referencia a la encuesta o plebiscito
abierto en ese trisemanario, para que cada soriano emita su parecer o pensamiento respecto si han de cambiarse de fecha o no las muy
queridas fiestas dedicadas anualmente a nuestro Santo Patrono anacoreta San Saturio, cuyo culto se venera cada día, cada año, con más
profusión, con más fe.
Yo te agradezco la fina atención, y cumpliendo tus deseos de brevedad, ahí la influencia sana de propio sentir, respetando las opiniones oídas
a la fecha (soto voce) a tirios y troyanos.
1ª Quién duda que en la época del año en que se vienen celebrando las fiestas, dejan ya traslucirse "vetas invernizas", que son motivo o causa
de que no resulten con la brillantez que todos, en general, nos proponíamos.
Recuerdo de algunos años que sólo el mal tiempo fue el culpable de deslucir programas sin tasa ni medida, en los que se puso como siempre, el
buen deseo y voluntad para que el pueblo disfrutase alegremente y con regocijo de aquel esfuerzo hecho, para dar más solemnidad y esplendidez
a la fiesta, terminando la húmeda traca "recomendando" encender al siguiente día el consabido brasero.
Las fiestas necesitan sol, días largos, cuando aún duermen los abrigos en las perchas; sol claro y sin "cierzo" (véase
el buen acuerdo de los adnamantinos con el traslado de sus festejos La Bajada de Jesús).
Muchas y razonadas causas podríamos aducir al cuestionario, sin temor a crítica, pero hay que ser breve y conciso.
A últimos de Agosto, coincidiendo con su centenario, deben celebrarse nuestras fiestas: Una función religiosa al Santo y festejos profanos en
esta época; y el día 2 de octubre, día de San Saturio, todas las fiestas religiosas, su novenario como costumbre, procesión, iluminaciones,
en fin, todo lo necesario pues a mí poco me parece para él cuanto se le haga y se le venere, creyendo además que sea motivo esta encuesta si a
efecto llega, para que el Santo agradezca más, que dos veces al año agasajemos su memoria imperecedera.
No hay que pensar, amigo Monge, que por esta innovación pueda disminuir el culto patente
y latente de corazón en el pueblo de Soria a su Anacoreta.
Y respecto a beneficios para la ciudad no creo que por el motivo de cambiar la fecha de festejos pueda traerle ningún perjuicio; sino muy al
contrario, atracción de forasteros que siempre dan al comercio y a la industria "el trabajo" de acrecentar su haber.
Un saludo afectuoso de tu siempre amigo s.s.
JULIO PEREZ RIOJA DE PABLO
Aurelio Pérez Rioja; publicado el 4 de Febrero de 1947
Sr. Director de CAMPO, Soria.
Muy señor mío: En primer término, agradezco a V. la atención de haberse acordado de mi apellido. Y le ruego, a tono de viejo compañero que fui
en las columnas de mi periódico "Noticiero de Soria", un poco más de espacio, dada la índole espiritual a que se refiere esta encuesta.
Considero absurdo y extemporáneo que la Corporación Municipal tenga el propósito de hacer un plebiscito para trasladar o no las fiestas del Patrón
al mes de Agosto, sin más explicaciones que las de una temperatura agradable, separando el regocijo popular y lo religioso. Esto terminaría
con la única tradición que queda por profanar, y se contesta con pocas palabras, porque lo pronuncia el corazón, aunque sea preciso ponerle
algunos comentarios.
No creo oportuno el cambio de las Fiestas al mes de Agosto, porque no puede haber ninguna razón que demuestre su necesidad, y si la hay, es lo
primero que se nos debe decir. Si el motivo fuera por necesidades de mejorar el culto, todavía nos podría parecer bien a los sorianos. Pero
me parece muy mal que a San Saturio se le quiera utilizar de etiqueta o marchamo, o todavía más claro, de pretexto para buscar beneficios a
la ciudad. San Saturio es nuestro patrón y su Fiesta es una fecha inamovible.
Si la Corporación Municipal tiene razones de orden sentimental, ¿por qué callarlas?. Tenemos que pensar que persiste, como en otros años, la
opinión de media docena de señores que quieren corridas de toros con buenos "Manoletes" y buenos partidos de fútbol, sin importarles que al
Ayuntamiento le cueste la broma de unos treinta mil duros, mientras el pueblo modesto se prive de tales espectáculos, por lo elevado de su
coste.
Si la novedad de este año consiste en promover un plebiscito para que lo voten los forasteros que hoy son la mayoría que puebla
Soria, entonces huelga la opinión de los auténticos sorianos y sus arraigadas costumbres y tradiciones.
Razonando en buen soriano, es inadmisible que por un motivo de toros, fútbol, etc., haya que quitarle a la fecha auténtica todo su esplendor,
como nos la legaron nuestros padres y como la llevamos en el alma desde que nacimos.
¿Se le ha ocurrido a nadie por el frío que hace en Nochebuena, (fecha en que nació Jesucristo), que se deba tocar la zambomba
en el mes de Agosto?
Respecto a la tercera pregunta, claro que sí disminuirá el culto que hoy se profesa al Santo. A mí me gustaría poderles preguntar a los chicos
de ahora dentro de quince años: ¿Qué festejos preferís, los de Agosto o los de Octubre? Y todos, sin vacilación, contestarían que los de Agosto.
Acaso nuestras escasas luces nos tengan ofuscados; acaso haya una razón poderosa de clarividencia, de visión moderada, de elegancia y aciertos
materiales; acaso haya alguna sugestión que traiga el "snobismo" del gran público, veraneantes de los que gastan en vez de los que ahorran,
gente de automóvil a los toros que se quede de temporada, algún motivo, en fin, que a la gente de la tierra, ocupada en la recolección durante
el mes de Agosto, le haga dejar sus faenas y llene los comercios de dinero... Me gustaría presenciarlo.
Entre tanto, esperemos con avidez la solemnidad de unas Fiestas partidas por gala en dos: San Saturio - Agosto, San Saturio - Octubre.
Las de Agosto, Fiestas de los pies: toros, bailes, fútbol...
Las de Octubre, Fiesta de la cabeza y el corazón: la procesión, los rezos, la adoración de la reliquia.
Y nada más.
¡Tradición, divino tesoro,
ya te vas, para no volver...!
Soria, 2 de Febrero de 1947.
AURELIO RIOJA
(Volver al texto)
(Sesión plenaria bajo la presidencia de don Amador Almajano Garcés, y con la asistencia de los concejales señores: Hernández, Benito, Hernández, Sanz de Velasco, Brieva, González, Iglesias y López)
Leída que fue la moción formulada por la Comisión de Festejos (religiosos) digo en orden al traslado de las Fiestas de San Saturio de esta Ciudad a la tercera decena del mes de agosto de cada año. excepción hecha de los festejos religiosos, que no tendrán variación alguna, por unanimidad se acuerda aceptar en principio dicha propuesta, así como que ésta sea sometida a la consideración del vecindario, para, una vez obtenida la opinión del mismo, resolver en consecuencia.
Hasta que no se inicia la campaña de votación no se aprecia en la prensa posicionamiento alguno sobre el cambio de
las fechas de las fiestas profanas propuesto por el Ayuntamiento; tan sólo se había dado una breve reseña del acuerdo adoptado el día 10.
Sin embargo, coincidiendo con la distribución de los programas de fiestas, en los que se incluía una papeleta de votación para los cabezas de
familia, empezaron las polémicas.
CAMPO SORIANO. Jueves 1 de Octubre.
Referéndum popular ante el altar de la Ermita.- Para nosotros sería recurso, citar al Duero, al Castillo, a la vieja y siempre nueva panorámica
que ofrece nuestra tierra, cuando se la contempla y se la admira desde la Ermita.
Hay un motivo, más elevado, más supra terreno, más espiritual: Es, el altar del Patrono de la ciudad.
Inútil y pueril -es a nuestro parecer- señalar fechas determinadas para otra celebración de fiestas.
La santidad es inamovible, está por encima de acuerdos, de sugerencias o de evoluciones de los tiempos.
Por eso, siempre, ante el Altar de la Ermita, en los días de las Fiestas Patronales, o en los que preludian las mismas, estará latente y presente
el referéndum popular del amor a San Saturio, cuya fiesta solemne acordó celebrar nuestro Ayuntamiento, hace varios siglos.
CAMPO SORIANO. Jueves 1 de Octubre.
San Saturio Patrón de la ciudad.- Un viejo refrán soriano dice: "Haga frío o haga sol San Saturio el día 2".
Efectivamente, al llegar el mes de octubre, Soria toda se dispone a solemnizar la festividad de San Saturio. Podrá ser el programa de festejos
profanos más o menos atrayente, es igual, ya que no por ello ha de decaer la devoción al Santo que, en la cueva de Peñalba, consiguió con la
penitencia y disciplina alcanzar la cumbre de la santidad.
En la devoción que ha ido transmitiéndose de padres a hijos y que ha de seguir año tras año inculcándose en las nuevas generaciones. El camino bello,
camino que inspirara emotivos versos al poeta, conoce a peregrinos que descalzos fueran hasta la ermita para cumplir una promesa por un grave
peligro vencido, por una enfermedad curada, por aquello que siempre tuvo la milagrera intervención del Santo Anacoreta.
Por ello, al llegar octubre, la oración se hace más elevada, y no quiero decir que en el resto del año no se rece al Santo, es que en estas fechas
las visitas son más frecuentes, y muchos prefieren hacer la novena en la gruta, pues creen estar más cerca del Anacoreta.
¡Qué sugerente resulta caminar de mañana por estas soledades! El rumor del agua parece estrenar cada día cántico al Creador que deposita al correr
bajo las grandes rocas en la cueva para que San Saturio sea quien lo haga subir al cielo.
Nadie puede dudar de la devoción de Soria a su Anacoreta. Varios son los predicadores que han quedado admirados al contemplar las amplias naves
de la concatedral abarrotadas de fieles, cosa poco corriente en otras ciudades, admiración que ha sido mayor al ver las largas filas de hombres
en la procesión de la tarde del día de su fiesta.
Y esta devoción se va extendiendo a otras poblaciones, a aquellas donde hay grupos de sorianos, que celebran cultos solemnísimos al Patrón de Soria:
Madrid, Zaragoza, Logroño, Valencia y pueblecitos catalanes o madrileños que lo tienen por Patrón.
San Saturio tiene un altar en el corazón de todos y cada uno de sus hijos y también de los que, por circunstancias de la vida, llegaron a estas
tierras.
"Haga frío o haga calor San Saturio el día 2". Quizá este refrán sea de autor desconocido, pero es una realidad y viene
a poner de relieve ser cierta la devoción.
Que el Santo glorioso siga bendiciéndonos a todos e iluminando nuestra vida.
BENEDICTO SORIANO
CAMPO SORIANO. Sábado 3 de Octubre.
APUNTES EN LA CALLE - Consulta al vecindario.-
La Corporación Municipal, en unión del programa de fiestas, ha enviado una carta a todos los sorianos, cabeza de familia, en la que solicita su
opinión, para trasladar o no los festejos profanos de las fiestas de San Saturio a la última decena del mes de agosto.
Nosotros, que diariamente pulsamos la opinión pública vamos a dar la nuestra, personal, al igual que lo hacemos sobre si tal o cual calle está
necesitada de arreglo o si el servicio de limpiezas, por ejemplo, funciona bien.
Que las fiestas "profanas" se pretendan trasladar a otra fecha nos da exactamente igual, si con esta innovación se consigue algo bueno para la
capital.
Ahora bien, con lo que no estamos de acuerdo es con el procedimiento empleado, ya que según está escrita la carta hay una posibilidad de apuntarse
un tanto a favor de la idea del cambio desde el momento en que se dice "que aquellos que no contesten se consideran están a favor del cambio".
Esto, señores, legalmente examinado, no es justo, puesto que en todo referéndum o votación aquellos votos que no se emiten no tienen "ningún
valor" y en este caso, no puede, no debe, valorarse una contestación que no se ha recibido en las Casas Consistoriales. Consulta que la actual
ley de Administración Local no prevee.
La intención está, indudablemente, animada de los mejores deseos, cuales son proporcionar un mayor atractivo a veraneantes y turistas, pero...
¿Se ha pensado en ofrecerles lugar donde puedan hospedarse en el caso de que vengan? ¿Se ha tenido en cuenta de que en el mes de agosto muchos
sorianos disfrutan las vacaciones veraniegas y se ausentan de la ciudad? y por último ¿Cabe pensar de que aún conservando las solemnidades
religiosas, la fecha del 2 de octubre, dentro de unos veinte o treinta años, pase desapercibida, al igual que ocurre ahora con el 8 de Mayo (*)
a cuya misa solemne acuden media docena de personas?
¿Cambio de fecha de los festejos profanos? Hágase. Quizá colaboren entidades que actualmente no lo hacen, pudiendo hacerlo. Nosotros pediríamos
más, pediríamos celebrar las fiestas y los festivales de verano al mismo tiempo.
Desde luego esta idea, de que haya festejos en el mes de agosto no es cosa nueva, ya que por los años de la Dictadura un alcalde que no nació
en Soria, pero que laboró mucho por su engrandecimiento, deseó celebrar en agosto una "Semana Grande" y no lo consiguió ¿debido a qué?
Examínense las colecciones de los periódicos de la época y se obtendrá la contestación.
Fiestas de verano, estupendo, pero sin olvidar que San Saturio se conmemora el día 2 de octubre y que a lo largo de muchos lustros la Corporación
Municipal y el Cabildo eclesiástico solemnizaron su festividad con el máximo esplendor.
FRANCISCO TERREL SANZ
(*) [N.A.- El 8 de Mayo se conmemora el nacimiento de San Saturio]
En este mismo periódico CAMPO SORIANO y día 3 de Octubre, en un artículo bajo el título "La prensa y las fiestas", se decía que eran
muchos los comentarios que circulaban en la ciudad en torno a las fiestas y la carta que el señor alcalde había enviado a los vecinos junto
con el programa de dichas fiestas; y se trataba de defender las críticas que se hacían a que el periódico no abordara suficientemente el tema.
El día 6, con el título "... San Saturio el día 2", el mismo autor de ese artículo escribía:
CAMPO SORIANO. Sábado día 3, en su apartado de Las fiestas patronales de Soria publicaba:
A las doce de la mañana del jueves próximo pasado, con el disparo de bombas se iniciaron las fiestas que la ciudad dedica al Patrón San Saturio.
Como quiera que el agua caía torrencialmente la comparsa de gigantes y cabezudos hubo de retrasar su salida haciéndolo a la una menos veinte. Gran
Número de chiquillos acompañaron a los gigantes en su recorrido.
HOGAR Y PUEBLO. Miércoles 30 de Septiembre, en la sección "El Mirón"
Nuestro aplauso.-
Los cabeza de familia de la ciudad han recibido, junto con el programa de las fiestas de San Saturio, una carta que, a modo de plebiscito popular,
pide se pronuncien los vecinos en favor o en contra de trasladar la parte profana de los festejos patronales al mes de agosto. Escuchando los
comentarios a que ha dado lugar dicha carta, excepción hecha de alguna que otra persona, puede afirmarse que es unánime el sentir
de la población en favor del correspondiente traslado.
No faltan, por supuesto, quienes se detienen a descubrir tales o cuales defectos, que ellos llaman "de forma". Pero esos reparos quedan superados
sólo con que nos detengamos a considerar la parte esencial en relación al fin que se propone. El hecho, en su pura realización, ya merece un
aplauso y se hace acreedor a una general gratitud.
Se han consumado obras en nuestra ciudad de muy diversa índole, no sólo faltando a la opinión popular, sino también haciendo de ella un olímpico
desprecio. Que ahora se nos venga la Corporación Municipal solicitando el criterio de los vecinos para resolver sobre el traslado de la parte
profana de las fiestas de San Saturio a unas fechas de mayor garantía climatológica, supone el que debamos de corresponderle poniéndose cada cual
a la altura de las circunstancias. Haciendo gala de una elevada dosis de educación y armonía ciudadana.
Porque no debemos ignorar que en esto, como en todo lo demás, el Ayuntamiento podría resolver de acuerdo con su particular discernimiento. Pero
los miembros de dicha entidad corporativa tampoco ignoran -y hacen muy bien en ello- que se deben a los comunes intereses de la Ciudad y que
están ahí representando los intereses generales por una expresa designación de buena voluntad y confianza.
Los festejos religiosos tradicionales no se verán menoscabados en nada, antes, por el contrario, podrán estar revestidos de mayor solemnidad.
A mayor abundamiento, celebrar el programa de la parte festiva profana en agosto no perjudica a nadie y beneficia a muchos. Se
puede tomar como fecha para iniciar esos festejos el quince de agosto, "el día de la Virgen", como gustan de distinguirlo nuestras buenas
gentes labriegas. Para entonces aún está la colonia veraniega en toda su plenitud y los días suelen ser francamente bonancibles. Incluso se pueden
aprovechar los Festivales de Verano, que patrocina el Ministerio de Información y Turismo y el campo de la diversión se hace asequible para los
deportes acuáticos y otras manifestaciones de prácticas al aire libre, con las que no es prudente contar por la inclemencia meteorológica a
principios de octubre.
Lo que acaba de hacer el Ayuntamiento merece un general aplauso y una sincera gratitud, ninguna de las cuales se los negamos nosotros. Al contrario
se las damos muy cumplidas.
JEREMIAS
HOGAR Y PUEBLO. Viernes, 2 de Octubre
CAMBIO SI, CAMBIO NO de las fiestas de octubre
La cuestión no es, ni mucho menos, de ahora; hace ya más de dos siglos, se suscitó parecida intentona de trasiego de fechas para festejar a
nuestro glorioso Patrón San Saturio, fuera de lugar y época.
Después, ya en nuestros días, hace apenas un par de décadas tornose a tratar esta mutación de fechas para la celebración de los festejos que
anualmente celebra nuestro Concejo en honor del anacoreta soriano, que subió a la excelsa Santidad -¡no lo olvidemos!- precisamente en un 2
de octubre de principios del siglo VI.
En una y otra ocasión se alzaron voces de auténticos sorianos en contra de tamaño desafuero.
Nos gustaría poder repetir aquí los fundamentos y razones incontrovertibles que en la segunda ocasión alegaron muchos de aquellos que hoy
descansan su postrer sueño, bajo el amparo del Santo, en nuestro recoleto Cementerio, cabo la sombra protectora de la Patrona de la Ciudad;
gracias a los cuales no se hizo novedad, tan disparatado proyecto.
Y las fiestas han seguido celebrándose en la misma fecha que el Ayuntamiento junto con el Cabildo colegial, decidieron tomarle por su Patrón,
abogado, mediador y protector, en aquel otro, ya lejano dos de octubre de 1628 que desde entonces ha venido festejándose todos los años, con
sol o con lluvia, con calor o frío, con viento o en calma, con nieve o granizo, a cuerpo o con abrigo.
¿Por qué -pues- el empeño de ir ahora contra una tradición, más que tres veces secular, tan arraigada y sentida en la historia del pueblo soriano?
¿Por qué este propósito nuevo, de desgarrar al presente los festejos profanos de los religiosos, cuando siempre se organizaron al unísono, en
honor a nuestro Patrón?
¿Por qué ese deseo de innovar, so pueril pretexto de la adversidad de los elementos, este preciado legado de nuestros mayores, que siempre
celebraron tales festejos a su debido y obligado tiempo?
¿Es que somos nosotros, los hombres de ahora tan omnipotentes y poderosos, que podemos a nuestra voluntad, proveer, asegurar y garantizar,
en clima tan variable, inconstante y tornadizo como el de Soria que hemos de gozar de mejor tiempo en plena canícula, que a principios de
la otoñada?
Así debiera ser, pero remitámonos a las pruebas.
Todos sabemos que en esta ciudad se inició hace años la celebración de los llamados "Festejos de verano", eligiéndose para ellos los meses de
julio o agosto como más propicios; y hemos visto que casi todas las veces que se han celebrado, por no decir todas, que sería más verídico y
propio, resultaron un auténtico fracaso climatológicamente hablando; tardes de nublado, con lluvia y granizo y noches frescas o más bien frías
impropias para espectáculo alguno al aire libre; y como consecuencia de ello un desastre económico. Y si nos referimos a las fiestas de la Madre
de Dios o de San Juan, recordad, sin ir más lejos, las de este año, ¡vaya nochecitas de verbena que hemos disfrutado!
La verdad es, y nos hacemos cargo, sobre todo los que hemos pasado por "la Casa Grande", que Soria, y concretamente su Municipio, gasta en festejos
una parte importante de su presupuesto, cantidad que resalta y se hace más patente y ostensible, si se compara con la que por igual concepto
se emplea en otras ciudades, cabezas de provincia, de categoría similar a la nuestra; no es este momento, ni circunstancia para demostrarlo con
la elocuencia de los números, pero ello es una verdad manifiesta.
Ante tamaña sangría, es lógico, natural y de buen gobierno, que el Ayuntamiento pretenda y trate, por todos los medios a su alcance, de aminorarla,
reducirla y cohibirla procurando hacer economías en este capítulo de su presupuesto; en efecto comprendemos que son muchos días de jolgorio,
esparcimiento y diversión los que nos brinda, ofrece y prodiga desde la "Compra" hasta que la traca de San Saturio quema su última pólvora; pero
jamás podremos estar conformes con el medio, modo y forma, que al parecer se ha fraguado para aquilatar y reducir tanto festejo, precisamente
hiriendo a todo soriano de nacimiento y corazón, en lo más afectivo de su ser.
Hablemos claro, y mutílense todos los gastos de fiesta, pero no pretendamos excusarnos luego, con una amañada, o al menos muy ventajosamente
planteada pantomima de votación a estilo ya un tanto trasnochado de sufragio universal y mal entendida democracia, sin garantía ninguna, antes
al contrario, donde para mayor inri, las abstenciones tienen un máximo valor positivo y que jamás podrán reflejar el verdadero sentir del
auténtico pueblo soriano cuyo NO es el único que debe valer y pesar en esta ocasión.
VICTOR HIGES
HOGAR Y PUEBLO. Viernes 16 de Octubre.
San Saturio entre el sí y el no.
También en Madrid queremos opinar en cuanto a las fiestas de San Saturio se refieren.
En Madrid viven muchos sorianos, y otros que, sin serlo, aman a Soria y a todo lo que a ella se refiere. La mayoría de los sorianos que viven en
Madrid, no lo hacen porque esta capital les guste más que su bella Soria, sino porque su medio de vida está aquí, y solamente durante las
vacaciones, a que son acreedores por ese trabajo que realizan, pueden trasladarse a su pueblo para gozar de unos días de descanso y
saturarse de la bonanza de un clima ideal y de una belleza sin igual.
A estos sorianos y a estos amantes de Soria les gustaría vivir las fiestas de su Santo Patrono en el corazón mismo de su pueblo. Pero su
ocupación, nunca ingrata, porque el trabajo no debe considerarse jamás como una pesada carga, sino como una bendición del Cielo, no les
deja compartir con sus paisanos las fiestas que se celebran en honor del Santo.
En Madrid pensamos que no estaría mal la idea de trasladar las fiestas, al menos las profanas, al mes de Agosto. Con esto, en
nada se perjudicarían las solemnes fiestas religiosas, con las que en Madrid se honran al Santo, y sí serviría para que los que aquí viven
participaran en todos los festejos.
Hablamos en nombre de los que en Madrid viven, pero estamos seguros que en el mismo caso se encuentran otros muchos sorianos desperdigados
por la geografía española. Gente trabajadora que sólo cuentan con unos días de descanso -generalmente en verano- para visitar su tierra.
También estos hombres, que necesariamente han de sentir en su corazón la nostalgia de la tierra que les viera nacer, tiene derecho a gozar
las fiestas locales. También ellos merecen ser tenidos en cuenta a la hora de tomar una decisión. Son, como vosotros, sorianos; como
vosotros aman y honran a su Santo Patrono, y si estos hombres, alejados de su tierra por el trabajo, saben sacar horas para honrar
religiosamente a su Santo, bien merecen que se les tenga en cuenta a la hora de disfrutar de unas fiestas a las que se entreguen con
general alegría los que tienen la suerte de no haber tenido que dejar sus hogares para salir a buscar el sustento.
MARIA LUISA DE LA TORRE
HOGAR Y PUEBLO. Domingo 18 de Octubre.
EL SI Y EL NO de las fiestas de octubre
Nunca fue deseo de polémica, ni mucho menos, lo que yo he pretendido al escribir defendiéndose mi punto de vista sobre una tradición secular,
unos reconocidos usos y costumbres, unos derechos inalientables a la continuación y permanencia de las fiestas patronales de San Saturio,
que han gozado generaciones de los abuelos de nuestros abuelos, y que ahora pretenden escamotearnos, por medio de ese inadmisible referéndum;
pensado sin duda, de la mejor buena fe por todos y cada uno de los miembros de la Corporación Municipal, pero que adolece de capitales
defectos de fondo y de forma.
Humano es el equivocarse, y tal vez fui yo el primero en errar, arrastrado por ese estado emotivo, singular y excepcional, hoy tan poco
corriente, cuando se trata de defender, en este mundo materializado, las cuestiones de espíritu; pero creo no haberme equivocado y estar
en posesión de la certeza y la verdad sentida por la mayoría de los auténticos sorianos, cuando ellos se animan a continuar en la brecha.
Muchos somos los amantes del Santo que estamos profundamente dolidos, por que descubiertas las fisuras que el planteamiento del
plebiscito encierra puestas al descubierto por cuantos sobre ello hemos escrito en la prensa local, incluso por sus defensores, que
viéronse obligados a confesar la existencia de defectos de forma, estos no se hayan procurado evitar y corregir, aunque
tan sólo fuere para que en ningún momento quedara en entredicho la buena fe de la Corporación; y a fin de que todos los que no comulgamos con
su criterio, podamos alegar y decir muy alto y en cualquier lugar que nuestra derrota no ha sido digna ni lealmente conseguida, sino que se
nos ha infringido gracias a una turbia farsa contra toda ley y derecho.
Demostrémoslo: Partiendo de la base irrebatible de que todos los sorianos sin excepción estamos en este momento, por legado público y notorio
de nuestros mayores, en posesión legítima, plena y secular de unas fiestas religiosas y profanas en honor de San Saturio, que desde luengo
tiempo vienen celebrándose a principios de octubre, nos sorprende ahora el Ayuntamiento, por un acto voluntario y sin ruego, y menos presión
alguna por parte de los estamentos a quienes representa, pretendiendo arrebatarnos y modificar parte de estos derechos, condicionándolo a que
la mayoría de vecinos así lo decrete; con la cláusula, a nuestro corto entender antijurídica, de que las abstenciones son favorables al
cambio.
Ahora bien, a mi leal saber y entender, es norma de derecho que aquél que goza de la posesión plena y legítima de unos bienes o prerrogativas,
mientras voluntariamente no haga cesión y dejación de ellos, ha de seguir disfrutándolos como dueño y poseedor absoluto.
Ante la novedad solicitada por el Ayuntamiento habrá poseedores de esta regalía, pocos o muchos, que deseen hacer dejación de su derecho,
desprendiéndose voluntariamente de la prerrogativa que gozan, admitiendo, de buen grado y sin reserva, el cambio de fecha de los festejos
profanos; el documento, que dará fe del trueque y cambio de sus seculares derechos, quedará reflejado en su voto, en su SI afirmativo.
Pero habrá otro muchos, entre los cuales se encuentra este machacón de Higes, que jamás voluntariamente pretendemos hacer dejación, regalía
y trueque de esta posesión secular, de este legado de nuestros antecesores, de esta prerrogativa en pleno disfrute y que nadie, en justicia
de buena ley, puede arrebatarnos.
Supuesta esta verdad inconmovible, es de sentido común que no tenemos obligación legal ninguna, y quedará a nuestro arbitrio y voluntad el ir
o no ir a ratificar esta posesión, de la que jamás hemos pretendido desprendernos, y que contra todo derecho nos quieren arrebatar; y si nos
prestamos a ello nunca será obligación, sino más bien por deferencia, como norma de buena educación correspondiendo a una carta que se nos
ha dirigido por la primera autoridad local, pues en estricta norma jurídica, nuestro silencio lleva ya implícitamente aparejado que no queremos
ni deseamos hacer gracia, donación y cambio de lo que siempre fue nuestro, poseemos y celebramos en los primeros días de octubre, patentizando
así que no comulgamos con la novedad de "unas fiestas sin Santo y un Santo sin fiestas".
Demostrado queda que, en justicia y derecho, las abstenciones deben considerarse como un NO rotundo; jamás como un SI, cual
pretende el concejo.
VICTOR HIGES
HOGAR Y PUEBLO. Viernes 23 de Octubre.
EL SI Y EL NO de las fiestas de octubre
No pretendemos entrar en crítica en esa especie de referéndum que nuestro aplaudido Ayuntamiento ha organizado y en el que, con la mayor
rotundidad, hemos de expresar los sorianos si estamos o no conformes con el cambio de fechas para los festejos profanos en honor de San Saturio,
que hasta ahora celebramos con valores termométricos generalmente negativos.
No obstante, consideramos muy saludable tratar el tema un poco bajo el prisma del humor, por creer sinceramente que la divertida polémica que
se "traen" nuestros admirados convecinos don Víctor Higes y el pseudonimado Jeremías, bien lo merece, ante tan terca obstinación en desorbitar
el asunto, que no entraña tanta dificultad para el futuro -con el "sí" de Jeremías-, ni tampoco - a nuestro pobrísimo juicio- es muy convincente
la postura normal de continuación de ellas en los comienzos del tedioso octubre, por causas de todos conocidas.
Estos dos señores, con su pequeña polémica, nos demuestran que nadie está de acuerdo en nada cuando se ha nacido ibérico, adicionada esta condición
con la más concreta de ser indígena de la "ciudad del alto Duero".
Tal y como está la cosa, Higes y Jeremías han creado ya una especie de Capuletos y Montescos shakesperianos, con mandobles de sus plumas que,
como verdadera cuestión de honor, se propinan con amabilidad distraída.
Adoptamos una postura intermedia en la debatida cuestión y ahí van para Jeremías y Higes, Higes y Jeremías (tanto monta), los resultados de
nuestra encuesta particular que, a modo de Instituto Gallup, solo que un poco más en pequeño, ha pulsado la opinión pública en las personas
de gran número de sorianos de todos los campos: el de la seriedad conventual y el de la otra; el de la ciencia y en el de los que sólo tienen
dinero, y, en fin, en ese otro campo, pletórico, también, de esos seres que a todo dicen que no por sistema, pues cualquier cosa la achacan
a la política (éstos son los que sufren).
La encuesta, canalizadas sus respuestas y razonamientos y contestadas por una persona de cada uno de los aludidos campos, se desarrolló del
modo siguiente:
Primero un joven, de profesión, sus veinte años.
- ¿Cambiaría usted la fecha de celebración de las fiestas profanas?
- Desde luego, porque en octubre siempre llueve, no hay cristiano que estrene un traje y comprenderá usted que el "mádison" hay que bailarlo en
la Alameda, nunca en la Plaza Mayor.
¿Cabe mayor paradoja?
Luego preguntamos a un aficionado a la fiesta nacional, cuya ocupación la absorbe enteramente su encendida defensa de "El Cordobés". Contesta así.
Hacerlas en Agosto sería ideal, para que las empresas de toros no nos engañen más, ni se les consientan esos tristísimos carteles taurinos
muy en consonancia con los días grises de octubre y en desacuerdo con la importancia de nuestra capital. Más bien serían propios para Villamelones
de Abajo.
Ahora nos contesta un profesor, dedicado por entero a aguantar a los niños sus rabietas y sus olores. Un santo. Nos dice al respecto:
Según el cálculo de probabilidades existe una mayor inclinación al mal tiempo en octubre por la proximidad del equinoccio de invierno que si
fueran acogidas las fiestas del Patrón por el solsticio de verano. Así, pues, me inclino por esto último. Creo serían más interesantes y de
mayor alegría. ¡Estupendo! profesor. Es Vd. un "hacha".
Un anciano; -también los ancianos son partidarios del cambio- de profesión sus oposiciones, sí señor, sus oposiciones el óbito, pues ya cuenta
ochenta otoños y quiere desterrar de ídem la celebración de las fiestas, pues dice textualmente:
Deben cambiarse, para mandar de una vez al cuerno el abrigo de invierno que huele un horror a naftalina, que no hay quien pare, y que nos tenemos
que poner si queremos ver los fuegos artificiales en la Plaza Mayor.
Estas contestaciones, en cuanto a favor del "pro" es decir, del cambio de fechas que propone, muy justamente, a nuestro juicio, el Ayuntamiento,
pues hoy se progresa en todo, o se renueva o se muere; o se adaptan los viejos moldes a las savias nuevas y al tiempo que corremos, con
versatilidad que por otra parte resulta enteramente normal, o se corre el riesgo tradicional de estropear el disfrute de unas fiestas bellas
y recoletas, constreñidas a "los de casa" solamente pues, los foráneos, y ese turista francés que viene algunos años, no quieren
compartir las fiestas en régimen pluviométrico, cuando no en el de cierzo norteño, y así, por muy exclusivista francés que se sea, no
hay forma de hacerlas brillar aunque, por lo visto, el señor Higes y sus Montescos seguidores creen esto lo mejor.
Para ellos, damos ahora el resultado de los que opinan a su favor, representados por las siguientes personas:
el sexo femenino, como es habitual ya en los que, en esta cuestión, adoptan una actitud esencial antes retrógrada, una señora
de luto, de profesión, sus rosarios y sus labores contesta del siguiente modo:
Las fiestas están bien como están, con su frío, con sus fuegos mojados, con sus toros (a los que nunca asisto) y con su gabán. Digo esto, porque
así constituyen un legado de nuestros honorables antepasados con sus bigotes de aspecto lacio y sus acreditadas gripes. Que las fiestas sigan
con su tos de caverna y con sus suspensiones. Así las hemos conocido siempre y no cejaremos en conceder a la juventud esos nuevos aires de
inmoralidad tan al uso. Que está muy suelta la juventud, ¿sabe Vd.?
Pero, señora, nosotros creemos que esto es salirse del tiesto, ¿no le parece?
Ahora opina un señor que ha oído la conversación e inevitablemente debemos oír:
Tiene razón esta señora, las fiestas en honor de San Saturio son y deben ser eso y su celebración por algo se ha hecho siempre en las fechas
en las que glorificamos al santo eremita. ¿Que hace mal tiempo? Nos lo aguantamos ¿Que hace bueno? Mejor. Así han estado a través del tiempo
y así deben seguir. ¡Caray! Ni que fuera usted inglés, señor... Fernández y ponga Vd. que mi profesión es la de sastre,
especializado en abrigos de señora y caballero.
¡Ah, ya comprendo! Sastre, sí.
Por fin, nos contesta también una joven, que no es tan joven y se sospecha que es más bien gorda, a juzgar por la apariencia:
A mí me gustan las fiestas en octubre, por ser menos bulliciosas y no hay tantas aglomeraciones, pues le pisan a una un dedo del pie y no podemos
asistir a la procesión. Además me gustaba mucho aquel teatro Principal donde en estas fiestas de octubre se hacía un "homenaje a la Vejez, a la
Maternidad y a la falda de mireñaque". ¡Aquellos sí que eran tiempos, le digo a usted!.
Y tanto, señorita, y tanto tiempo que hace que ahora comprendemos el porqué no le gusta a usted el baile, ni otras cosas...
La conclusión es que hay un sector enorme de partidarios del cambio de fechas, por las incontables ventajas que ello acarrearía.
Los actos religiosos, exclusivamente celebrados el día uno y dos, siempre precedidos de la novena al Santo, es evidente que revestirían una
mayor afluencia de personas y una mayor dedicación espiritual, si cabe, de éstas.
Dejemos, pues, cada cosa para su tiempo. Las diversiones, adecuadas a la época de celebración garantizada por la naturaleza. Las religiosas,
repetimos, con ese regusto frío, bien embutidos en un gabán que hace concentrarse mejor en nuestro pedir siempre por Soria a nuestro santo
varón de la cueva.
Además, si todos supiéramos que ello iba a menoscabar el honor que a San Saturio debemos, con toda seguridad no abordaríamos la cuestión del
cambio de fechas y estaríamos de acuerdo los que decimos que se cambie y los veintitrés señores y se sospecha de otro, que dicen que no a la
amable invitación de nuestros rectores municipales.
J.M.S.M. [N.A.- Firmamos sólo con las iniciales del autor por no estar convencidos de que hoy lo volviera
a escribir]
HOGAR Y PUEBLO. Viernes 30 de Octubre.
RESPETO al "sí" y al "no"
Bueno es que el que escribe sea amigo de la imparcialidad. De la verdad. Y esto siempre, mucho más cuando se pone a los lectores por trampolín
de las pretensiones propias.
Imparcialidad y verdad. Esto es lo único que da prestigio al que escribe. Y lo exige el respeto a los lectores. El lector culto no se deja
llevar por juicios ligeros. Pero sí le puede suceder al que no es tan culto. Si el que escribe -no digo el escritor- va sólo a lo "suyo",
refleja un bajo nivel científico y una ausencia de comprensión. Salir en defensa de una actitud, de una opinión y tener la propia, ¡muy bien!
y defenderla haciendo ver los "pros", ¡muy bien! Pero exagerando lo propio, lo mío, "el cambio de fiestas" como lo mejor,
como el ideal, e incluso ridiculizando lo contrario no parece el mejor camino a no ser que se dude que los lectores saben pensar por
cuenta propia.
Traiga usted todas las razones, las de mayor fuerza en favor de su postura. Y las explote. Y las dé a la luz, serenamente. Yo le felicito.
De lo que no le puedo felicitar a usted es de jugar a su aire, con la opinión pública, con las personas. Y pone usted de antemano la opinión
pública en favor de su postura cuando aún nadie se ha pronunciado sobre ella. Como queriendo manejar a las gentes a un nivel planificado.
Como haciendo ver que todos están de acuerdo antes de abrir la boca. Como si, determinados "puestos" fueran un botón que haga andar a todos
en una sola dirección. Por favor, más formalidad, señor, y deje en libertad a todos.
Parece poco científico decir que todos los "sabios" se inclinan al sí (del cambio) y todos los "tontos" se inclinan al "no"
a juzgar por su imparcialísima encuesta. Sublime encuesta. O que los prurentes, los jóvenes, los amigos de la fiesta nacional e incluso la
ancianidad -tan avanzada y moderna en este punto según el retrato fiel de su encuesta- ellos, solo ellos, y todos ellos coinciden en apoyar
su postura, el "sí del cambio". Y digo todos porque por su estilo empleado hay que concluir en un sentido general.
Parece sobradamente inexacto atribuir al sector "bien" el sí, y al sector "débil" el no. ¡Dios nos guarde de tanta ligereza! Digo débiles: los
de física, sicológica y aún casi religiosamente débiles como usted dice: la soltera muy mayor, otra bastante ancha el enfundado en su ropa, la
de los Rosarios etc. ¿No se ve acaso, por todo esto, una gran ligereza de pensamiento, un hacer ver y creer a los demás lo que tan pocos han
manifestado todavía, un modo de afirmarse personalmente? Y los que no hablan, no dicen nada.
Es tener ganas de escribir un poco a lo "imaginario" sin el debido respeto a la libre opinión. Y de una forma indirecta,
pero clara, ridiculizar a los que tienen la "postura" de "no cambio" de las fiestas.
A Dios y a los hombres les debe traer sin cuidado el "cambio en bloque", es más discutible el cambio parcial.
Por hoy mi atención es salir en defensa de la imparcialidad. Se quiera o no se quiera "el cambio". Amigos más honor hacia la libre opinión.
Ayudar a pensar. Pero no imponerse.
MANUEL REVUELTO
(Archivo Municipal de Soria - Acuerdos Municipales)
(Otras Fuentes según se citan
en el texto)