Después de esta introducción entramos nosotros, volviendo a dejar claro que este artículo tan sólo pretende documentar si las antiguas calderas llevaban pollo o gallina, puesto que cuando oí que su composición actual debería ser según fuera santo o santa me quedé sorprendido; e insistimos en que no tratamos de modificar nada, sino acreditar cual debería considerarse la Costumbre en los componentes de la caldera cuadrillera de las Fiestas de San Juan de Soria; acreditación que no impide ni critica la observancia de cualquier otra nueva costumbre.

Aunque la bibliografía sanjuanera podríamos decir que es inagotable, yo no me atrevería a decir lo mismo sobre su documentación. No digo que no haya trabajos de este tipo, sino que, al parecer, no los suficientes, ya que de otra forma nadie tendría dudas sobre si las tan repetidas calderas deben llevar una cosa u otra.

(Por si este artículo lo leyera algún desconocedor de la organización de estas fiestas, diremos que el jurado y la jurada de cada cuadrilla se encargan de organizar su festejo cuadrillero; tarea que antiguamente recaía en el mayordomo)

Para tener una visión histórica de las calderas de las Fiestas de San Juan de Soria deberemos considerar en primer lugar las ordenanzas antiguas; pero hay que advertir que no hay ningún ordenamiento concejil de estas fiestas porque hasta el siglo XVII las de San Juan las organizó la Ciudad (Ayuntamiento), y así vemos cómo las ordenanzas del siglo XVI que conocemos son de la Fiesta de Nuestra Señora, que era en la que se elaboraban las calderas, motivo por el cual aquella fiesta que fue variando de nombre: de la Boda de Santa María, de Nuestra Señora, de la Madre de Dios, en la que se daba la caridad también se denominó de Calderas.
De ella conocemos las ordenanzas de 1536 confirmadas por la emperatriz Doña Isabel, en las que se dice:

En las ordenanzas de 1540, redactadas por la Ciudad, se dice:

Y en las ordenanzas de la cuadrilla de San Esteban leemos:

En estas ordenanzas, sobre las cuales hay quienes opinan que las dos primeras nunca se respetaron, en lo que no vamos a entrar ahora puesto que tenemos publicados sendos artículos sobre ellas, como decimos, en estas ordenanzas no se dice nada de que las calderas llevaran ni pollo ni gallina.

La fuente más fiable para nuestro propósito, más que la bibliografía, son los Libros de Cuadrilla depositados y conservados en el Archivo Histórico Municipal de Soria, que contienen una información de primera mano sobre las cuadrillas de esta capital; pero tanto en San Esteban como en San Juan (los libros más antiguos), se observa cómo en las cuentas anteriores al XIX que contienen no se hace referencia a gastos referentes a pollos ni a gallinas que pudieran incorporarse en la caldera.
Ahora bien, aunque se hubieran originado, su ausencia en las cuentas festivas tampoco debe extrañar, pues si era el mayordomo de la cuadrilla quien debía hacerse cargo de los gastos de la caldera, no había razón para anotarlos entre aquellos otros que sí se costeaban entre todos los vecinos.
Así parece demostrarlo el acuerdo reflejado en las actas de San Esteban en 1863:

La redacción del acuerdo es un poco confusa. Se debería interpretar:
* los pocos intereses que abonan = lo poco que la cuadrilla dedica al adorno de la caldera.
** perjudicándose los anteriores = perjudicándose los anteriores mayordomos.

Aunque en los años anteriores a ese 1863 las cuentas reflejan un gasto de 60 reales en concepto de 'Compostura y adorno de la caldera'; si cotejamos los gastos pagados por la cuadrilla en 1862 con los pagados después de tomar el acuerdo citado, vemos cómo ha desaparecido el 'Adorno de Caldera' de 60 reales, y los nuevos gastos que se cargan en cuenta son:

Y si cuando la cuadrilla asume a su cargo aquel gasto que pagaban los mayordomos, resulta ser de gallinas, jamón y chorizo (además de los huevos) indica que la caldera ya los llevaba aunque no tengamos constancia expresa de ello; y puesto que son los productos que también llevaban las cuadrillas de San Blas y San Juan desde después de acabar la Guerra de la Independencia, tal vez las calderas de San Esteban y las demás llevaran esos ingredientes ya desde la misma época (nótese que sólo decimos tal vez).

Es a partir de la citada Guerra de la Independencia, no sé por qué razón, cuando se empiezan a desglosar los gastos caldereros en algunas cuadrillas; y así hemos podido comprobar el gasto en aves para las reiteradas calderas, en las cuentas de los siguientes años:
(Libra=460 gramos. Cuarterón=115 gramos) (Altero el orden cuadrillero por razones de paginación para imprimir)

Primeramente son Data ciento veinte reales vellón importe de la Carne que compuso la Caldera...
Ítem. Por el importe de dos Gallinas para la misma...
Ítem. 6 libras Jamón y ídem de Tocino...
Ítem. Una dozena de huebos para la Caldera...
Ítem. Por Pan y Vino tinto...

No podemos asegurar que no haya noticias anteriores sobre el uso de las gallinas o pollos en la elaboración de las calderas, pues la relación que hemos hecho ha sido mediante una inspección rápida de los Libros de Cuadrilla depositados en el Archivo Municipal de Soria, y tan sólo atendiendo a lo que al hojearlos se puede ojear; con el inevitable despiste producido cuando, aun pasando las páginas rápidamente tratando de localizar relaciones de gastos, llaman la atención noticias como la hechura de un santo para la cuadrilla de San Esteban en 1659; o el estofado y la diadema de plata para San Juan en 1771; o la aportación de 85 reales del Mariscal de Campo de los Ejércitos don José Joaquín Durán a la cuadrilla de San Blas; o cómo a lavar la lengua al toro se iba después de haberlo comprado; o...

Así pues, como decimos, en la información expuesta indicamos el año en el que he encontrado la primera referencia alusiva a gallinas o pollos, pero salvo casos excepcionales sólo he comprobado si en los dos o tres años siguientes también se citaba.
Las reseñas modernas son las últimas que he localizado en las que se menciona a las referidas aves, y del mismo modo tan sólo he mirado unos años anteriores para comprobar cómo se anotaban. Así pues todas las etapas intermedias están sin revisar, con lo cual no se puede colegir de nuestros datos la importancia, ni el porqué del uso de esos complementos gastronómicos.

Como ejemplo de la variabilidad del uso gallináceo en la fiesta cuadrillera, podemos hacer mención a lo observado en la cuadrilla de San Blas:
En 1813 consumieron 2 gallinas; en 1814 fueron 3; en 1859, 8 libras o sea unos 3½ kilos; pero en 1861 fueron 19 las consumidas.

Composición y coste de la caldera de San Blas del año 1861:

(Libra=460 gramos. Cántara≈16 litros. ctos=cuartos (4 maravedís); rs=reales (34 maravedís)

Y con respecto a su cuadrilla emparejada a principios del pasado siglo, El Rosel, aunque no tenemos datos anteriores, como hemos visto, de las 44 gallinas en 1901, pasaron a consumir sólo 3.
Sin embargo esta empareja de El Rosel y San Blas, de quienes tenemos constancia de que tradicionalmente consumían gallina, en 1984 gastaron pollo, pero en seis de los ocho años siguientes volvieron a las gallinas.

Santa Catalina es la primera cuadrilla que hemos encontrado en consumir pollo; habiendo gastado gallina en 1968 en 1969 cambiaron al pollo hasta 1974; no se anota desde entonces una cosa ni otra; sin embargo podemos pensar que en la caldera siguió habiendo un desplumado o desplumada, pues así se le representa, sonriente y con una bota de vino en su ala digital, utilizando el condimentado calderín a modo de poltrona, en las actas correspondientes al año 2002 de esta dicha cuadrilla. (No consta el nombre del autor del simpático dibujo)

San Esteban, que según nuestras observaciones hasta 1981 había gastado gallina, en 1982 se pasa al pollo, al año siguiente volvieron a la gallina, y en 1987 y 88 nuevamente cambiaron al pollo.

Sin tener en consideración otras variaciones más modernas que se hayan podido acostumbrar y perdurar, lo que sí parece quedar claro (al menos para mí), es que los que digan que históricamente o por tradición las calderas de las cuadrillas que tengan santo titular deben llevar gallina, y las que tienen santa deben llevar pollo, y los que digan que es al contrario, como hago reseñar: históricamente o por tradición, tan sólo dicen una gili...pollez.

Que las calderas cuadrilleras lleven pollo o gallina debe ser SEGÚN SE ACOSTUMBRE, o SEA COSTUMBRE, EN CADA CUADRILLA; salvo que como consecuencia de semejante desvarío se haya convertido en costumbre arraigada, cosa que dudo porque si hubiera tomado arraigo no habría dudas sobre el tema.

Si El Rosel y San Blas usaron pollo, si San Esteban usó pollo, si San Miguel usó pollo y si Santa Catalina usó pollo; es decir si santos y santa gastaron el mismo tipo de ave, no se puede afirmar que existía la pretendida correspondencia.

Pero que quede claro que si posteriormente a los años que hemos consultado, en alguna reunión de jurados y juradas se tomara el acuerdo de que el complemento avícola debía ser según el sexo de santos y santas de cada cuadrilla, sería tan legítimo como el que adoptaron los de 1945 cuando concertaron que la mesa de la prueba sólo debía tener toro, chorizo, huevo cocido y pan, más el aditamento de jamón y gallina –en aquellas Cuadrillas que lo tengan consignado en sus actas–; convenio que tampoco se observa en la actualidad, pero que nos indica cómo en aquella época había cuadrillas que en su caldera no llevaban ni jamón ni gallina.
Pero, desde luego, si existió o existe ese pacto santi-sexista, debería hacerse público para que todos nos podamos enterar de su fundamento, y quienes cambiaron la Costumbre observada hasta entonces en las calderas.

Vuelvo a repetirme; este artículo no pretende variar nada, si las cuadrillas llevan ya años con esa diferenciación avícola por motivos de sexo, el que las calderas lleven pollo o gallina carece de mayor importancia pues eso NO ES MÁS QUE UNA COSTUMBRE, y por tanto algo que evoluciona o puede evolucionar en la manera de ejecutar el USO, que es LA PREPARACIÓN DE LA CALDERA Y EL REPARTO DE LA TAJADA, que ésta se dé envasada, en plato, o en una servilleta tan sólo es una costumbre; que la caldera sea hoy día de todo menos una caldera de calderero, es otra costumbre; que lleve toro, gallina, chorizo y huevo, es otra costumbre; y anda que no han variado a través de los tiempos esas costumbres...
La modificación de las mismas debe quedar al gusto de quienes ejecuten ese USO mientras no afecten al derecho de quienes también practiquen ese USO: la CALDERA y la TAJADA (antaño la Caridad).
En mi opinión la reforma de las costumbres no tiene nada de malo, tan sólo hay que tener en cuenta que no se debería decir que Las Calderas, ni las Fiestas, se celebran según los antiguos Usos y Costumbres; lo cual sólo es aceptar la realidad y la Historia.