HistSoria Archivada

Cierre

Ya había empezado a desarrollar el artículo que completaría la trilogía sobre San Saturio, en el que trataba sobre algunos errores patentes en la información para turistas que hay en el recorrido de la cueva y ermita del patrón soriano, así como algunos datos sobre San Polo, ese edificio que se atraviesa para acceder a ella si vamos por la orilla izquierda del río Duero.

Sin embargo, a pesar de tenerlo hilvanado, decidí mandarlo todo a paseo cuando el pasado mes de Junio se presentó la llamada "Enciclopedia de las Fiestas de Calderas desde el Toro Solsticial Al Toro Cuadrillero de la Madre de Dios", enciclopedia que no se pone a la venta sino que cierta entidad, que no sé si se debe calificar como bancaria o financiera, la regala a quienes cumplan ciertos requisitos, de tal manera que si yo quisiera hacerme con un ejemplar tendría que contratar un seguro de 180 euros y hacerme socio de no sé qué club que tiene una cuota de 60 euros, cuota que dicen que te devuelven cuando te das de baja (o algo así); es decir, que si yo quería hacerme con esa 'Enciclopedia de las Fiestas' tenía que desembolsar 240 euros.

Quien haya leído los trabajos presentados en HistSoria Archivada, creo que habrá podido observar que su publicación nunca ha tenido una intención lucrativa, ni por parte del autor de los trabajos (yo) ni por parte de quienes los han puesto a disposición pública (las hermanas Goig Soler a través de soria-goig.com).
Quien en alguna ocasión me ha solicitado alguna información que yo pudiera disponer sabe que se la he proporcionado sin contraprestaciones.

El pasado otoño de 2012 me preguntaron si tenía alguna información sobre el tema de las fiestas sorianas para un nuevo libro que todavía parecía estar más en la idea que en el papel. (Como próximo "Diccionario" lo definía su autor)

Imaginaba que se publicaría y que se distribuiría por cauces normales (librerías o similares) a un precio más o menos accesible, pero desde luego nunca se me habría ocurrido pensar que su distribución se iba a hacer en oficinas bancarias y con condiciones escandalosas.
De haberlo sabido NUNCA HABRIA COLABORADO CON LA ENCICLOPEDIA DE LAS FIESTAS DE CALDERAS

Hay quien cita palabras de Miguel de Unamuno sobre la cultura

Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Solo la cultura da libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura (C.Martínez Izquierdo, 'Saluda' de la 'Enciclopedia de las Fiestas de Calderas...')

para luego limitar el acceso a ella.

No pretendo insinuar que yo haya dado cultura; nunca fue mi pretensión. He tratado de exponer y corregir algunos errores divulgados, aquellos que se cometieron, y probablemente yo también haya cometido, con buena intención y poco acierto.
He tratado de dejarlo claro en los trabajos presentados en HistSoria Archivada; no es culpa del divulgador equivocarse, o que se localicen nuevos documentos o información que cambien el discurso conocido hasta entonces; no he pretendido criticar a quien haya divulgado en libros, revistas o paneles de turismo la pequeña historia de Soria, pero sí critico y criticaré a los responsables de la cultura de charanga y pandereta, esos que piensan que esa pequeña historia capitalina ni siquiera tiene la categoría de un producto light que cuando ha caducado se renueva; a esos que pretenden la pervivencia de leyendas insostenibles porque son turísticamente rentables; a esos que no escuchan con el único argumento del ¡a mí me vas a decir tú!; a esos que ni siquiera se interesan en lo que pueda ser novedad con un ¡ya me lo imagino!.
Así que podrán decir que en Tierras Altas se pueden encontrar las huellas de los dragones voladores que causaron la despoblación de Soria, y que los doce linajes los fundó el Capitán Trueno; al fin y al cabo es para los que no saben o para gustos se hicieron los colores; porque eso es lo que dicen esos responsables de la fanfarria cultural.
Argumentarán lo costoso que es renovar lo publicado o divulgado; no habrá dinero para ello; pero sí lo habrá para otros proyectos que, cuando menos, se podían haber retrasado y destinar sus recursos a subsanar errores; sin embargo se destinan a repetirlos, tal vez con el pensamiento de que si consiguen consolidarlos como verdades ya no hará falta corregir nada.
Ya he oído decir en alguna ocasión a algún vocero de la necedad que lo importante es hacer cosas aunque estén mal; pero señor vocero, antes de hacerlo mal (que perdiendo se aprende) escuchen e intenten hacerlo bien en lugar de alardear de lo bien que lo han hecho mal; porque, encima, alardean de ello sin el menor atisbo de vergüenza.

Hace años me presté a colaborar en un trabajo que se iba a publicar; no porque valiera la pena colaborar con quien lo patrocinaba (el excelentísimo Ayuntamiento de Soria, cuyos responsables poco tiempo antes me habían demostrado no sólo su necedad sino su desinterés en el tema) sino por aquellos a quienes iba dirigido (sorianos o forasteros). El engendro publicado fue la Guía del Monte Valonsadero (o algo así; como ocurre en estos casos, si quieres tener un ejemplar te lo tienes que pagar, así que, por supuesto, no lo tengo).
Fue entonces cuando tuve que escuchar las primeras grandes necedades que he escuchado sobre la divulgación; cuando dije que aquella guía contenía errores y que había que hacer una fe de erratas la concejal responsable del tema me contestó que era para gente que no sabe, y mi interés por que se corrigieran los errores, para el técnico municipal encargado del proyecto no era más que afán de notoriedad.
La guía de Valonsadero se estuvo vendiendo, y tal vez se siga haciéndolo, a pesar de saber el excelentísimo Ayuntamiento de Soria que estaba plagada de errores; ahora, eso sí, estéticamente está bien, y eso es lo que cuenta.

Antes de esa ocasión ya me habían tratado como un memo cuando tenía colgado en Internet el Censo Documental de Fuentes y Manantiales de Soria; trabajo para el cual solicité una rebaja en el precio de los planos que utilizaba y desde el Instituto al que lo hice remitieron mi solicitud a Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, donde, en resumidas cuentas, me proponían que si yo hacía el Catálogo de Fuentes y Manantiales de Soria a mi costa, ellos me darían un CD con la cartografía digitalizada.
En una de las ocasiones que se iba a descolgar aquel trabajo de la Red me propusieron desde un Grupo de Acción Local que les diera la información correspondiente a su área de actuación para colgarla en su página web, y que el resto de Grupos posiblemente podrían hacer otro tanto con sus zonas; vamos ¡una tomadura de pelo! tú tienes un trabajo global que consideramos bueno así que, en vez de mantenerlo entre todos, nos lo regalas, lo troceamos, nos lo repartimos y lo ponemos a nuestro gusto.
Obviamente todos creemos que lo que hacemos es lo mejor, que no hay nada igual...
A mí me consta que a cierta empresa relacionada con temas de este tipo le vino bien aquel trabajo que había a disposición pública, no porque me lo imagine sino porque me lo dijeron por correo electrónico; con el tiempo editaron un libro sobre balnearios, aguas mineromedicinales o algo así, me invitaron a la presentación del libro, en León creo recordar, ¡qué detalle!, ahora bien, lo de enviar un ejemplar... eso es otra cosa; eso no lo hace una empresa de categoría.
Sin embargo, en cierta ocasión recibí un correo de una pequeña editorial catalana; me pedían una dirección física para enviarme un plano que habían hecho del entorno del Cañón del Río Lobos, para el cual habían utilizado la información de fuentes y merenderos que había en aquellas páginas, como agradecimiento a aquella disposición pública; claro... era una pequeña editorial.
De haber dependido aquella información del Patronato de Turismo de la excelentísima Diputación Provincial de Soria no hubieran podido utilizarla, porque, en su día, cuando solicité alguna ayuda, colaboración, subvención, o como queramos llamarla, el personaje de dicho Patronato con el que hablé me dijo que si hubiera tenido terminado el Catálogo de Merenderos de Soria (en aquel entonces tenía catalogados sesenta y tantos) me lo hubieran comprado para retirarlo de la Red; el desarrollo turístico está orientado sólo a cierto tipo de gente.
Sin embargo, no hace mucho, recibí la magnífica obra 'Agua y románico' de Luis Linares Girella, editada por la Academia Malagueña de Ciencias, remitida por su autor.

Cierto es que la Fundación Soria Activa de la Caja Rural de Soria se ofreció en su momento a alojar en la Red aquel 'Censo Documental de Fuentes y Manantiales de Soria' y los 'Pequeños Recorridos de Valonsadero', que la compañía telefónica con la que tenía el contrato descargó sin autorización hace ya unos años.
Lo que queda accesible de aquel Censo Documental está alojado en soria-goig.com porque las Hermanas Goig se tomaron la molestia de hacer una recopilación de lo que había desaparecido. Trabajo que me consta que se ha utilizado en ocasiones como documentación para elaborar informes de impacto ambiental; como ya lo había sido anteriormente, así como el de Valonsadero.

Cuando elaboré la página web sobre los 'Pequeños Recorridos de Valonsadero', cuando me acerqué por primera vez a los Archivos sorianos, con la documentación que iba leyendo me pareció interesante hacer un Recorrido Documental sobre el citado monte Valonsadero.
Uno de los temas que tocaba era el de los Doce Linajes de Soria (tema tabú en esta capital) ya que esta institución fue una de las administradoras del citado monte; al percatarme de que las ruedas de los doce escudos de dichos Linajes son distintas entre sí hice unas fotos de una rueda que hay en la Diputación soriana, y se me acabaron las pilas de la cámara antes de hacer las fotos detalladas de cada escudo.
Publiqué en aquella página sobre Valonsadero que los Doce Linajes no ponían sus escudos en forma de rueda antes del siglo XVI; y ¡extraña casualidad! cuando un año después volví a la Diputación para completar aquella colección de las fotos de los escudos linajudos resultó que tenía que tener una autorización firmada del departamento de Cultura.
Otra ¿extraña casualidad? hizo que tardaran dos años, ¡sí! ¡dos años!, en darme la autorización para fotografiar los escudos.
El tema de las ruedas de los Linajes y sus escudos duerme, y dormirá, para satisfacción de los responsables de esa cultura de charanga y pandereta en un directorio olvidado de mi ordenador.

Podría seguir explayándome detallando cómo en el Ayuntamiento me mandaron al cuerno, porque ellos no colaboran con proyectos particulares, cuando solicité su colaboración para ir un día al monte Valonsadero con uno de los antiguos guardas del monte, con el agente ambiental en el todoterreno municipal; o cómo los historiadores que asesoran a la asociación fundada para revitalizar la antigua Casa Troncal de los Doces Linajes, no dieron el visto bueno a un trabajo sobre el más conocido de los privilegios que disfrutaron, y aunque también lo iba a dejar dormir (ya que tampoco hay qué insistir en que divulguen la historia de sus antepasados si no se sienten orgullosos de ella), la publico ahora como uno de los trabajos de despedida de HistSoria Archivada, ya que tengo la impresión de que fue una acción de ninguneo de alguien que carece de autoridad y conocimientos para valorar dicho trabajo. (Además la página estaba preparada desde el 2010 como para colgarla en la Red)

Se podrá pensar que hay mucho resentimiento en este Cierre, y en efecto así es, ya que lo sentí por colaborar con la guía de Valonsadero y lo vuelvo a sentir por haber colaborado con la Enciclopedia de las fiestas; es por tanto verdadero re-sentimiento.

Se me ha tratado de convencer del apoyo de la entidad financiera a la cultura soriana, ¡no lo pongo en duda!. Ya he comentado que en su día se me ofreció un alojamiento web para los dos trabajos que tenía; pero no puedo (ni deberíamos) transigir con un método de divulgación que no sea para todos. Y se podrá argumentar que sí es accesible el método elegido para la divulgación de la citada enciclopedia, pero a mi entender hubiera sido más accesible ponerle un precio de 250 euros (que por supuesto no los vale), que luego cada uno vería si podía permitírselo o no, a obligar a cumplir determinados requisitos financieros para acceder a ellos, y dirán 'se la regalamos si domicilia 3 recibos...', pero ¿y qué pasa con el que tiene contratos / hipotecas / créditos... en/con otra entidad y no puede hacerlo?, a ese ¿que le den morcilla?; porque para pagar los 250 euros, si te interesa, podrás apretarte el cinturón y pasar de ciertas cosas, pero pasar de los compromisos bancarios o financieros...

Ya lo he dicho, de haberlo sabido ¡NO HABRIA COLABORADO CON LA ENCICLOPEDIA DE LAS FIESTAS DE LAS CALDERAS!

El 10 de Julio pasé por la oficina de esa entidad en la que tengo la libreta, pregunté si se habían modificado las condiciones para acceder a la reiterada enciclopedia, y como seguían igual pedí la cancelación de la libreta...
Con otras condiciones, en las que ya no tendría que ¡como mínimo! gastarme 180 euros, me daban opción a hacerme con un ejemplar.
En realidad ¡no me interesa! ¡A mí ya me la había regalado el autor!
No son las condiciones 'para mí', son las condiciones 'para gente como yo' las que no son apropiadas para alardear de divulgadores de la cultura.

El texto precedente de este Cierre de HistSoria Archivada fue redactado a primeros de Julio.
Ahora, a finales de Agosto, he revisado el texto y moderado un poco su contenido; sin embargo, si entonces mi deseo de no haber colaborado con la citada "Enciclopedia de las Fiestas de las Calderas" estaba motivado por la forma de distribución elegida por la entidad editora, ahora se añade el descontento por el tratamiento que se hace en dicha obra de la información que remití a su autor, descontento que queda patente en

Algo más sobre las fiestas de la boda de Santa María, de Nuestra Señora o de la Madre de Dios, también llamadas de Calderas, que se celebraban el domingo después de San Juan de Junio, hoy día llamadas de San Juan

Trabajo no exhaustivo, con 15 apartados o temas, en el que se analizan y corrigen algunas de las informaciones que se publican nuevamente en la Enciclopedia repitiendo errores del "Diccionario de términos sanjuaneros" a pesar de que para su corrección era para lo que remití la información que tenía.

Si tengo a honra haber sido citado en diferentes artículos elaborados por diversos autores, entre los que hay doctores y licenciados; y haber facilitado datos para media docena de tesis o tesinas de distintos temas (aunque tal vez la información que haya proporcionado no haya servido para el objeto de esos trabajos), tengo a deshonra haber colaborado y ver mi nombre incluido en la "Guía de Valonsadero" y en la "Enciclopedia de las Fiestas de las Calderas...", especialmente en esta última.

Como quiera que no tengo porqué llevarme ningún otro cabreo, ni conmigo mismo ni con nadie...
Como quiera que lo mejor es 'no saber', y así vivir tranquilo, y cuando oiga algo sobre la historia soriana poder decir "¡anda! ¡eso no lo sabía!" en lugar de decir "¡qué disparate!"...
Como quiera que no tengo ninguna obligación de divulgar nada que no se haya divulgado...
Como quiera que no tengo, ni tenía que haberlo hecho, por qué corregir lo que esté divulgado...
Como quiera que no tengo por qué compartir lo poco o mucho que sepa o pueda saber...
Como quiera que no tengo por qué aguantar el ninguneo de nadie...
Como quiera que no tengo por qué ver cómo se mercantilizan informaciones cedidas gratuitamente...

Me olvido de archivos, historias y cuentos, y ¡aquí paz y después gloria!

Además... ¡si a mí no me gusta escribir!
Así que... ¡hasta aquí hemos llegado!

30 de Agosto de 2014
Fin de la HistSoria


José Ignacio Esteban Jauregui

Historia de Soria
soria-goig.com