José Ignacio Esteban Jauregui
soria-goig.com
Marzo - 2024
Inicio | 3 |
Antonio de Camporredondo y Río | |
El personaje | 5 |
Padres y hermanos | 5 |
Hijos | 6 |
Nietos | 8 |
Otros ascendientes | 9 |
Su trayectoria profesional | 11 |
La etapa sorianista | 12 |
Soria Vs Valladolid | 18 |
Los escudos | 20 |
Epitafios o inscripciones | 23 |
Para terminar | 26 |
Complemento documental | |
Capilla de San Juan Bautista en las carmelitas de Soria | 27 |
Evolución del patronazgo de Valladolid Contrato de la obra del entierro | 31 |
Referencias y bibliografía | 32 |
Entre los Bienes de Interés Cultural con categoría de monumento que hay en Soria está la iglesia de San Juan de Rabanera. Ha sido objeto de diversos artículos por su origen románico, su restauración a principios del siglo XX, la incorporación de la fachada de la también iglesia románica de San Nicolás como su puerta principal, y el desmantelamiento de la capilla de aquella Escuela de Cristo fundada por el venerable Palafox junto con otras dependencias a mediados de dicho siglo; y no faltará información sobre ella en ninguna edición turística sobre esta capital.
Ahora bien, como quiera que la atención suele centrarse en el aspecto artístico y monumental, no se encuentran referencias al arcosolio que hay en la capilla mayor en el lado del evangelio, habiendo quedado en el olvido aquel personaje a quien se debe que aquella parroquia no fuera anexada a otra en el siglo XVII, lo que hubiera significado su desaparición al igual que ocurrió con tantas otras.
De quien tratamos en este artículo es de este personaje: don Antonio de Camporredondo y Río, nacido en Valladolid pero miembro de la acaudalada y poderosa familia de los de Río (NO del Río) sorianos.
Encontraremos información sobre él en cualquier libro que trate de los colegiales del Colegio de San Bartolomé de Salamanca; o en los que hablen de los miembros de las Chancillerías de Granada y/o Valladolid, o sobre los consejeros del rey; ya que fue hombre de larga e importante carrera.
También se encuentra información de este don Antonio en la bibliografía que habla sobre los conventos vallisoletanos, pues fue patrono de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo y del convento de los carmelitas descalzos de aquella capital. Y referente a él y su familia seguramente abundará la documentación en los archivos de protocolos tanto en esa ciudad como en Madrid.
Nosotros no pretendemos hacer su biografía, sino tan sólo presentar algunos datos relativos a él y sus allegados, aportando alguna información curiosa sobre su vínculo con esta capital que pudieran desconocer los foráneos, y con la pucelana que tal vez desconozcan algunos sorianos. En esta línea incluimos a modo de anexo una carta de poder que otorgaron las monjas descalzas de Soria sobre la fundación de una capilla en su iglesia, y un par de noticias sobre el patronazgo y entierro en Valladolid.
En nuestro artículo damos credibilidad a las informaciones proporcionadas por el referido don Antonio de Camporredondo, por encima de cualquier otra fuente o autor. Y se ha de tener en cuenta que los datos que hacen referencia a Valladolid proceden de obras publicadas, en su mayor parte en ediciones digitales, y por tanto no es exhaustiva ni mucho menos, pero para nuestro objetivo creemos que es suficiente.
Apellidamos indistintamente a nuestros personajes como Camporredondo y/o Campo Redondo, pues de ambas formas se les denomina en la documentación consultada, y en la que se puede encontrar en distintos trabajos a ellos dedicados.
Debo agradecer a José Vicente de Frías Balsa su colaboración. A Miguel Herguedas Vela las fotografías remitidas de los escudos de los Camporredondo que hay en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros de Valladolid. A don Tomás, párroco de San Juan de Rabanera, su cooperación; así como al personal de los Archivos Históricos de Protocolos de Valladolid, Madrid y Soria; y al de la Biblioteca Pública de Soria, y también al de los centros o bibliotecas desde las que remitieron la información solicitada. A todos ellos, y a quienes haya olvidado mencionar, ¡GRACIAS!
Este artículo es complemento del titulado "Capilla Mayor de San Juan de Rabanera. Patronazgo de Antonio Camporredondo y Río"
Para este trabajo hemos contado con unos apuntes que en su día me remitió Máximo Diago Hernando, pero un agradecimiento llega tarde puesto que este Historiador e Investigador falleció el pasado 1 de Marzo de este año 2024; así pues, nuestro recuerdo y reconocimiento a quien siempre estuvo dispuesto a colaborar, y colaboró, en y para la divulgación de la Historia de Soria.
El origen románico de la citada iglesia de San Juan de Rabanera, su ampliación gótica, y sus obras posteriores, han sido, y son, base de diferentes estudios y artículos referentes a su arquitectura, así como a los retablos y/o imágenes que hay en su interior; así pues, nada puede añadir a lo ya publicado quien ignora lo relativo a esos campos, como es el autor del presente artículo.
En un templo que ha sufrido tantas remodelaciones, y habiendo estado oculto por una cortina, cuadro o tapiz, en la época anterior a la restauración de 1908, resulta extraño que no se desmantelara entonces y que se haya conservado.
José Alfonsetti publicó el 26 de Diciembre de 1908 en 'Noticiero de Soria' un artículo en el que se describen aquellas obras que destaparon la labra interior románica original; labores ejecutadas gracias al trabajo y patrocinio de don Teodoro Ramírez Rojas, que con su mujer doña Ángela Calahorra de la Orden costearon la obra.
Al hablar de los arcos descubiertos encima de la puerta de la sacristía decía:
He resaltado ese un señor Campo Redondo
porque parece poner de manifiesto el desconocimiento de quién fue ese Campo Redondo, y hasta dónde pudo favorecer a esta iglesia. De hecho, no he encontrado publicada la inscripción del sepulcro que manifiesta el curriculum vitae del benefactor, y que posiblemente fuera su estado de deterioro a principios del XX el que impidiera una identificación más acertada que la que le dedicaron.
Antonio de Camporredondo y Río, nacido en Valladolid el 8 de Diciembre de 1579 (RAH), y fallecido en Madrid el 14 de Octubre de 1652; sobre él se hace constar en el expediente de las pruebas de su ingreso como caballero de la Orden de Santiago en 1631: (OMSant-1449)
Genealogía de
El Licenciado Don Antonio de Campo Redondo y Río a quien su majestad ha hecho merced del hábito de Santiago, de su Consejo, Colegial de San Bartolomé de Salamanca, consultor del Santo oficio, nació en Valladolid año 1579. Bautizose en la parroquia de San Salvador.
Padres
Doctor Juan de Campo Redondo, natural de la villa de San Pedro junto a Yanguas, Colegial de Santa Cruz de Valladolid, juez de bienes confiscados del Santo oficio de la Inquisición de ella, y Doña Catalina de Río natural de Soria.
Abuelos paternos
El doctor Juan de Campo Redondo, natural de la misma villa de San Pedro, familiar del Santo oficio de la Inquisición de Logroño, y María Ximénez Duque natural de la misma villa de San Pedro.
Abuelos maternos
Rodrigo Salcedo de Río, natural de Soria, y doña Isabel de Eulate, natural de Tafalla en el reino de Navarra.
Sin embargo las informaciones recogidas en aquellas pruebas aunque aportan algunas noticias sobre los hermanos e hijos del citado Antonio, en algún caso resultan confusas, como puede ser el caso de que en la villa de San Pedro hubiera testigos que dijeran que tenía dos hijas en el convento de Santa Cruz de Valladolid, y en la capital soriana hubiera testigos que dijeran que eran tres. Así pues para confirmar los datos familiares daremos credibilidad a los facilitados por el propio licenciado Camporredondo, tanto en su testamento como en otros documentos dignos de mayor crédito que los dichos de testigos que se referían a la pública voz y fama de la materia.
Padres
Efectivamente, en su testamento otorgado el 19 de Septiembre del año 1652, Antonio confirma la identificación de sus padres: (FN-439.9)
Hermanos:
En el comentado testamento cita Antonio:
Por la documentación conservada en el Archivo Histórico de la Nobleza sabemos que los hijos del doctor Camporredondo y de doña Catalina de Río su mujer
fueron bautizados, según sus respectivas fes de bautismo: (FN-1027.6)
Antonio de Camporredondo y Río, el 19 de Diciembre de 1579 en la parroquial de San Salvador de Valladolid.
Juan de Camporredondo y Río, el 4 de Enero de 1581 en la iglesia de San Esteban de Valladolid.
Francisco y Juana de Camporredondo y Río, ambos bautizados el 15 de Mayo de 1582 también en San Esteban.
Rodrigo de Camporredondo, el 14 de Noviembre de 1584 en la misma parroquial vallisoletana de San Esteban.
Por estas fes conocemos la existencia, generalmente desapercibida, de Francisco y Juana, que al parecer fueron mellizos, pues fueron bautizados el mismo día, y a los que en la documentación soriana sólo hemos encontrado citados como fallecidos y enterrados en su ciudad natal, cuando en 1627 Antonio tenía intención de fundar una capilla en la iglesia del convento de las carmelitas descalzas de Soria, a la que quería trasladar los restos de sus familiares difuntos (asunto que trataremos más adelante). En el primer tratado realizado por las monjas para ver la conveniencia, o no, de la propuesta de fundación hecha por el licenciado Camporredondo, se dice que entre aquellos restos deseaba traer a Soria los güesos de don Francisco y doña Juana de Camporredondo y Río hermanos
.
Catalina de Río dice en su testamento, otorgado el 21 de Noviembre de 1607, que su hijo fray Juan de Camporredondo, al que dejaba 200 reales para libros
, renunció sus legítimas (derechos de herencia) en Antonio el 19 de Diciembre de 1596; fecha que nos aproxima a la de su profesión en la orden mercedaria.
Tenemos noticia de un Padre Maestro Fr. Juan de Campo Redondo, Definidor
que se cita en las "Actas del capítulo provincial, que se celebró en la ciudad de Guadalaxara, a veinte y seis dias del mes de Noviembre de 1632"; capítulo en el que fue nombrado comendador del convento de Madrid (Mercedarios, "Actas...", p.84 y 92). Es posible que haya autores que confundan a este fraile con uno de sus sobrinos.
Catalina también dispuso en su última voluntad que se dieran 200 reales en cada un año de los que viviere mi hijo don Rodrigo de Camporredondo y Río, que ahora es fraile Carmelita descalzo y se llama fray Juan Bautista de la Madre de Dios
.
Rodrigo testó el 29 de Octubre de 1603, confirmando aquella su voluntad antes de profesar
el 8 de Octubre de 1604. Fechas que también permiten aproximar las de su noviciado y profesión en aquella orden de la que llegó a ser padre general.
Hijos:
Don Antonio de Camporredondo y Río contrajo matrimonio con doña Margarita de Ceballos, en 1610 según informa Sánchez del Río ("Linajes sorianos...", p.46), y el mismo don Antonio hace relación de sus hijos el 30 de Enero de 1644: (AHPM-T.6219 f.658)
Nótese ese me quedaron
que parece indicar la existencia de otros hijos ya fallecidos en 1644.
En efecto, en el referido tratado sobre la fundación de la capilla en la iglesia de las carmelitas de Soria, las monjas expresan que don Antonio quería trasladar: los güesos de la señora doña Margarita de Ceballos, su mujer del dicho don Antonio, y los de doña María su hija, que están depositados en la iglesia de doña María de Aragón de la villa de Madrid
. Por donde parece ser que tuvo, al menos, otra hija ya difunta en 1627.
Respecto a fray Juan Bautista, su padre dice que fue carmelita descalzo
, por lo tanto habrá que considerar que los autores que lo hacen mercedario posiblemente lo confundan con su tío Juan de Camporredondo y Río que como hemos indicado profesó en la orden de La Merced.
Sobre las hijas
En este punto conviene aclarar cómo nuestro personaje dice que tiene dos hijas vivas: Catalina casada, y Teresa monja en el convento de Santa Cruz de la orden de Santiago. Este convento es en el que algunos testigos declararon, en las pruebas para la entrada del licenciado en dicha Orden (1631), que don Antonio tenía dos hijas monjas; declaraciones que también se hicieron en las probanzas de ingreso de sus hijos Antonio (1635) y Francisco (1643), siendo en las de su nieto Baltasar de Fuenmayor (1647) donde se adjunta como acto positivo una certificación fechada de que doña Catalina y doña Teresa de Camporredondo fueron admitidas por monjas de la Orden de Santiago en el convento de Santa Cruz de Valladolid /.../ en veinte y uno de Agosto del año pasado de mil y seiscientos y veinte y cuatro
.
El hecho de que doña Margarita de Ceballos falleciera el 27 de Julio de ese año 1624, pudiera indicar que don Antonio pidiera la entrada de sus dos hijas en el referido convento, debido a su edad, para que las monjas se ocuparan de su educación, y no tanto para destinarlas a la vida conventual.
Madrid Medina ("Caballeresas...", p.22) nos dice cómo en los monasterios y conventos de la orden de Santiago eran acogidas mujeres e hijas de caballeros, matizando: Monasterios en los que algunas se quedarían como religiosas y en los que serían educadas hijas de caballeros, que, al llegar a la edad de quince años, si era su deseo, podrían abandonarlos llevando consigo las pertenencias que les recogieron al entrar
. Y aunque la mencionada autora indique que la edad de recogida sería a partir de 7 años, no sería extraño que en el caso de Antonio de Camporredondo y Río, miembro del Consejo de Hacienda, se hiciera una excepción ya que ni siquiera era en aquel entonces caballero de Santiago.
Tenemos noticia de la "Escritura de renunciación otorgada por la comendadora y monjas del convento de Santa Cruz de Valladolid y Teresa de Camporredondo y Río, religiosa en él, a favor de Antonio de Camporredondo y carta de pago de la dote, propinas y demás gastos", otorgada en 1635 (FN-443.33); sin poder afirmar que en éste así sucediera, lo habitual en otros conventos femeninos era no acceder al noviciado antes de los 15 años y no se profesaba hasta los 16, siendo entonces cuando se abonaba la dote y demás complementos; y si la citada Teresa profesó en 1635 y su entrada fue autorizada en 1624 parece indicar que la única vida que conoció fue la conventual, lo que motivaría su vocación.
Sin embargo su hermana Catalina, bautizada el 6 de Septiembre de 1610 en la iglesia parroquial de Santa Ana de Granada (FN-1027.6), cuando se le autorizó la entrada en el convento santiaguista ya habría cumplido (o estaría a punto de cumplir) 14 años, y su apego a la vida mundana posiblemente motivara su retorno a la misma.
Las declaraciones de que Catalina y Teresa eran monjas, como hemos dicho, se repiten incluso en las probanzas relativas al hijo de Catalina, paradoja que cuestiona la fiabilidad con la que se realizaban.
Madrid Medina relaciona a estas dos hermanas como caballeresas o freiras de Santiago; y si bien, como parece ser, Catalina sí tendría ese carácter, tal vez a Teresa no se le debería considerar como tal sino como religiosa de aquella orden.
Por otro lado, hacemos constar que aunque haya autores que citan como hija a D.Antonia, que casó con D.Geronimo de Fuenmayor, y de segundo matrimonio con D.Diego Zapata
, no cabe ni la más mínima duda de que la mujer de Jerónimo de Fuenmayor se llamaba Catalina, y de hecho ella misma así se nombra y firma (PN-547-926-98), pero podría haber quien pensara si pudo existir una duplicidad nominal Catalina Antonia o Antonia Catalina, pues su hermano Antonio fue bautizado con el nombre de Antonio Joseph según consta en las pruebas de su ingreso en la Orden de Santiago (OMSant-1448). A esto debemos apuntar que en su partida de bautismo consta: Baptizo el señor lizenciado Dn.Antonio Manrrique, a Catthalina hija, de Dn.Antonio Campo Redondo y de Da.Margarita dizavallos su muger
; lo cual descarta la posibilidad de que pudiera tener un nombre compuesto. (FN-1027.6)
Nietos:
En su referido testamento del 19 de Septiembre de 1652, el consejero de Hacienda alude a la muerte de sus hijos y a los nietos que le han quedado: (FN-439.9 fol.51v)
María Margarita Zapata de Camporredondo
Profesó como monja de velo en el monasterio de Santa Marta de Milán con el nombre de sor Luisa Teresa Zapata, donde falleció el 16 de Marzo de 1724. (FN-1027.30).
En alguna ocasión hemos visto cómo a esta nieta de don Antonio se le denomina Antonia Zapata de Camporredondo, pero si como dice su abuelo en su reiterado testamento los capítulos matrimoniales entre Catalina y Diego Zapata se capitularon el 25 de Enero de 1648, puesto que Catalina falleció el 12 de Febrero de 1649 (FN-439.9), no pudo tener otra hija.
Baltasar de Fuenmayor y Camporredondo
Caballero de Santiago desde 1647 (OMSant-3170), gentil hombre de la boca del rey, tuvo una exitosa carrera diplomática en diversos países europeos: Francia, Dinamarca, Bélgica (Flandes y Bruselas), Alemania (Bremen y Hamburgo), Italia (Venecia), así como en Holanda en el Consejo de La Haya (entre 1681 y 84) (FN-443-28; FN-2059-34).
Fue creado marqués de Castelmoncayo en 1682 (tras los primeros acuerdos en el citado Consejo de La Haya en 1682). Su descendencia sigue la línea, pero sus dos apellidos fueron quedando relegados paulatinamente en la continuidad del referido marquesado. Fallecido en 1722 fue enterrado en la capilla mayor de la iglesia del convento de carmelitas descalzos de Valladolid.
Sobre él dispuso su abuelo en su codicilo del 30 de Septiembre de 1652:
Disposiciones que parecen indicar que el sucesor del patronazgo de la capilla mayor de San Juan de Rabanera, y futuro marqués de Castelmoncayo, pasó parte de su adolescencia en Soria, capital de cuyo ayuntamiento fue regidor por despacho real del 1 de Agosto de 1668; oficio que, con otros bienes de sus mayorazgos, vendió en 1698 para redimir diferentes censos que impuso sobre los dichos mayorazgos para los gastos que hizo en la jornada de la embajada de la república de Venecia
(AHM-9-3-1700).
Juan Antonio de Camporredondo
Aunque no se suele mencionar, tenemos noticia de que el licenciado Antonio de Camporredondo y Río tuvo al menos otro nieto.
Su hijo homónimo, el también licenciado Antonio de Camporredondo y Río (de Ceballos), casó en primeras nupcias con Catalina Idiáquez y Álava (hija de los duques de Ciudad Real) que falleció el 11 de Febrero de 1645, tras haber dado a luz a Juan Antonio de Camporredondo el día 31 de Enero de dicho año, sobreviviendo el niño tan sólo hasta el 27 de Marzo. Ambos, madre e hijo fueron sepultados en la capilla de San Juan Bautista de Nuestra Señora del Consuelo de Valladolid, la de los Camporredondo. (FN-1027.7)
Otros ascendientes:
Ascendencia paterna:
Como ya se ha indicado, en la genealogía comprobada para el ingreso en la orden de Santiago del licenciado don Antonio de Camporredondo y Río constan como abuelos paternos: El doctor Juan de Campo Redondo, y María Ximénez Duque natural de la misma villa de San Pedro.
Hay autores que remontan esta línea hasta el infante don Tello, hijo de Alfonso XI, tronco al que se alude también en las pruebas realizadas tanto para su ingreso en la citada orden de Santiago, como en las que se hicieron para su admisión en el Linaje de los Morales Negros u Hondoneros de los Doce Linajes de Soria.
Al origen en la casa solar de Camporredondo en tierra de Saldaña se hace alusión en la inscripción que hay en el arcosolio de Antonio de Camporredondo y Río en la capilla mayor de San Juan de Rabanera. Y de hecho, el licenciado disponía en su testamento: (10v)
Nosotros nos detenemos en este punto, y no remontamos los parentescos paternos hasta el infante don Tello, por no tener datos suficientes para verificar algunos datos publicados.
Ascendencia materna:
Don Antonio retrotrae la parentela de su línea materna hasta sus bisabuelos:
Abuelos maternos: Rodrigo Salcedo de Río, y doña Isabel de Eulate.
Bisabuelos maternos: Antón de Río (el viejo), y doña Catalina de Salcedo (a los que Antonio llama equivocadamente abuelos).
Nuestro licenciado también hace alusión directa a su tía Bernardina de Río, y conviene recordar al resto de parientes para entender la mención que se hace a esta familia en la inscripción del arcosolio del altar mayor de la parroquial de San Juan de San Rabanera, en la que se lee: (traducción no literal)
En efecto, si el licenciado Camporredondo era nieto de Rodrigo de Salcedo y Río, y si
Antón de Río (el joven), Pedro González de Río, Francisco [López] de Río (el 1º), y Alonso de Río eran hermanos de su abuelo Rodrigo, eran tío-abuelos suyos, así como Leonor de Río (mujer en su 2º matrimonio del señor de Morón) y Catalina de Río (mujer del conde de Oñate) fueron tía-abuelas suyas; aunque a los descendientes de estos tío-abuelos los menciona nuestro Antonio de Camporredondo con un parentesco más cercano que el real, denominando al alférez mayor Francisco López de Río (el 2º, nieto del Francisco citado) como 'primo'. (FN-443,10)
Por recordar quienes fueron estos tío-abuelos citados diremos que:
- Antón de Río (el joven) es el que, por su matrimonio con Ana Bravo de Lagunas, aportó el señorío de Almenar al linaje.
- Alonso de Río, es el que edificó el palacio de los Río y Salcedo (o Ríos y Salcedos, pero NO Ríos y Salcedo), hoy día sede del Archivo Histórico Provincial de Soria.
- Francisco López de Río, es quien construyó la mayor parte del palacio de los López de Río (llamado palacio de los condes de Gómara), sede del Palacio de Justicia.
- Pedro González de Río, y su mujer María de Torres, a quienes pertenecía el palacio de los Torres que Rabal llamaba 'palacio viejo de los condes de Gómara', fueron padres de Antonio López de Río quien, casado con su prima Juana de Río y Bravo la hija de Francisco, unió su palacio con el de su tío-suegro, y fue quien compró los señoríos: de la Casa y Torre de Río (NO del Río), y el de Gómara.
Así pues hay que admitir que Catalina de Río (la madre del licenciado), siendo sobrina de semejante parentela, pertenecía a una de las más ilustres familias sorianas de la época.
Para su entrada en el Linaje de los Morales Hondoneros o Negros, en 1623, el dicho Camporredondo aún remonta su ascendencia por línea materna, siguiendo el tronco de su bisabuela Catalina de Salcedo, procedente de la Casa y Torre de Aldealseñor, llegando hasta doña Catalina de Morales, hija de Hernán Morales, raíces que le facilitaron su ingreso en el citado Linaje (FN-443.10), pero que no seguimos por no interesar al objetivo de este artículo.
Presentamos un extracto del amplio curriculum vitae que hace Barrientos Grandón en "Los Consejeros del Rey (1500-1836)", donde trata de nuestro personaje y de su familia (Volumen III, p.553), y nos hemos permitido reducir las fechas a las que entendemos inició el desempeño del cargo, ya que para nuestra pretensión nos basta con el año correspondiente.
Se graduó de bachiller y de licenciado en cánones en la universidad de Valladolid, donde en 1605 llevó la cátedra de Instituta.
1607, 6 de Octubre, festividad de San Bruno; recibido por colegial en el de San Bartolomé de Salamanca.
1608, 19 de Abril; licenciado en leyes.
1609, 21 de Agosto; real cédula concediéndole plaza de alcalde del crimen en la Audiencia y Chancillería Real de Granada.
1614, 30 de Junio; oidor en dicha Chancillería de Granada.
1616, 17 de Octubre; toma posesión de la plaza de oidor en la Audiencia y Chancillería Real de Valladolid.
1621, 29 de Marzo; se le expide título de oidor del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda.
1628, 6 de Mayo; consejero del Real de Castilla.
1632, 5 de Junio; Consejo de Hacienda, como consejero de Castilla.
1634, 8 de Diciembre; Consejo de Hacienda y sus Tribunales precediendo a todos los Ministros de aquel Consejo
.
1639, 12 de Marzo; se le despacha título de una plaza en el Consejo de Cámara de Castilla.
1643, 25 de Julio; por mandato de Felipe IV se le observan y guardan las preeminencias de presidente del Consejo de Hacienda.
1651, 25 de Febrero; presidente del Consejo de Hacienda, cargo que ocupó hasta su muerte el 14 de Octubre de 1652.
Las sombras
Durante su vida vemos que gozó de un gran prestigio profesional; pero es raro que en una carrera con tantas luces no hubiera algunas sombras. Bermejo Cabrero ("Organización hacendística...", p.76) expone:
Se le computaron ocho cargos, en el primero de ellos se le atribuye una apropiación indebida de 2.000 ducados
; entre los otros: distintas manipulaciones frente a un juro para obtener ingresos indebidos
; abusos cometidos frente a cantidades pertenecientes a las Cortes del Reino
; conceder ayudas de costa por valor de cuatro mil ducados /.../ con “relación no ajustada”, bajo el argumento de que se trataba de una práctica conocida
.
El procedimiento, llevado a cabo años después de su fallecimiento, se puso en marcha por dos cédulas reales, de 1677 y 1680, bajo la idea de dirimir la responsabilidad a través de sus herederos, utilizando la hacienda pública para resarcirse
; según nos dice el referido autor los últimos datos de las diligencias de cobro a sus herederos llegaron hasta el año 1817.
Su nieto Baltasar de Fuenmayor, a quien como sucesor de don Antonio se condenó a pagar las cantidades defraudadas. En sus memoriales deja ver cómo su abuelo sólo había seguido la costumbre, y cómo siendo los hechos imputados de forma más que de fondo, debido a los servicios que prestó durante su gestión bien se podían haber obviado, y no hacer a sus herederos responsables de los mismos, pues él (Baltasar) tenía crecidos gastos en sus embajadas (FN-443-13).
Al comentar el grado de responsabilidad de Camporredondo en algunas prácticas financieras que se venían repitiendo con anterioridad
, apunta el citado Bermejo: se advertirá en los cargos, a modo de agravante, que al tratarse de una alta autoridad cabría esperar, en principio, un comportamiento más ejemplar y honorable
.
Como hemos visto, después de haberse criado y estudiado en Valladolid, trasladarse a Granada para retornar unos años después a la capital pucelana, y por fin asentarse en Madrid donde tomará plaza de consejero real, parece que son los aires madrileños los que hacen aflorar un sentimiento sorianista en el licenciado Camporredondo, poniéndose de manifiesto con su incorporación en el Linaje de los Morales Hondoneros o Negros de los Doce Linajes de Soria.
Es tras la muerte de su mujer Margarita de Ceballos en 1624 cuando se acrecienta su afición por la cabeza de Estremadura, y en 1627 tenemos constancia de su interés por establecerse en ella con intención de tener aquí su última morada.
1623 - Entrada en el Linaje de los Morales Hondoneros
23 de Julio de 1623; otorga poder para pedir su entrada en el Linaje de los Morales Hondoneros (o Negros) (PN-113-243-22); petición que se presentó en la junta del 20 de Agosto, en la que nombraron jueces para hacer las diligencias oportunas. Tras recibir información de testigos en la villa de San Pedro (San Pedro Manrique), Villaseca Somera y Soria, el 11 de Septiembre se pronunció la sentencia admitiendo la entrada, a la espera de que cumpliera el requisito previo a la admisión: que diera un yantar a los miembros del Linaje. (FN-443.10)
Su procurador José García de Viguera, el día veinte y nueve del mes de Octubre de mil y seiscientos y veinte y tres años, estando juntos y congregados los caballeros hijos dalgo del Linaje de los Morales Negros de la cuadrilla Hondonera, uno de los doce de la dicha ciudad en las casas de doña Juana de Río y Bravo /:::/ en presencia de mí el dicho escribano y testigos, dio al dicho Linaje, y él recibió, la dicha comida y ayantar muy cumplida y espléndidamente
, con lo que recibieron al dicho señor licenciado don Antonio de Campo Redondo y Río, del Consejo de su majestad y su oidor en el Real de Hacienda, en el dicho Linaje
Las casas de doña Juana de Río y Bravo donde se dio la comida, era el palacio de los López de Río, el llamado palacio de los condes de Gómara
1626 - Diputado de arneses de los Doce Linajes
29 de Diciembre de 1626. Es elegido diputado de arneses para el año 1627 en la junta celebrada por el citado Linaje de los Morales Hondoneros. (FN-443.10) (Sobaler, p.190)
(No hay constancia de que asistiera a alguna junta de la Diputación de Linajes)
1627 - Recupera las casas de su abuelo Rodrigo de Salcedo y Río
29 de Abril de 1627. Doña Juana de Río y Bravo, hija y heredera universal de Francisco López de Río (I) y de doña Juana de Río, se concierta con Antonio de Camporredondo, del Consejo de su majestad en el real de Hacienda y Contaduría Mayor, para revertirle: (PN-453-793-115)
Casas que se dieron en empeño de dos mil ducados como constaba de una cédula que Francisco López de Río (I) dio al doctor Juan de Camporredondo padre de Antonio.
Como quiera que en aquel documento se expresaba el deseo de Francisco López de Río de que se hiciera dicho desempeño; nuestro personaje recuperó para su línea familiar las que habían sido las casas principales de su abuelo, por la citada cantidad de 2.700 ducados (29.700 reales).
Estas casas se situaban en la esquina del Collado con la Plaza de San Esteban; al comienzo de los soportales donde en la actualidad hay una tienda de chucherías.
1627 - Quiere fundar una capilla para su entierro en las carmelitas descalzas
Octubre de 1627. Aunque no tenemos conocimiento de cuándo se iniciaron las gestiones, sí nos consta que en este mes se proyectaba la fundación de una capilla en la iglesia del convento de las carmelitas descalzas de Soria, para su entierro y el de sus descendientes; capilla que debería ser la primera en saliendo de la capilla mayor al lado del evangelio, la cual ha de ser de la advocación de señor San Juan Bautista
, que eran las características de la que fundó su madre Catalina de Río tras la muerte de su marido el doctor Juan de Camporredondo, en la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo del convento de carmelitas descalzos, extramuros de la ciudad de Valladolid.
A esta nueva fundación en la capital soriana tenía intención de traer don Antonio los huesos de sus familiares enterrados en la capital vallisoletana (padres, abuela, tía, hermanos), y los depositados en Madrid (mujer e hija); pagaría por la capilla 200 ducados (2.200 reales o 75.000 maravedís), y en ella se instituirían las más de 130 misas que su madre mandó decir en la suya, que importarían alrededor de 30.000 maravedís anuales.
El 20 de Octubre las monjas sorianas otorgaban poder para otorgar las escrituras de venta y obligación, y las demás que para su firmeza y perpetuidad fuere necesario
.
Es interesante matizar, que la iglesia que tenían las carmelitas y en la que quería hacer su capilla, era la de Nuestra Señora de Cinco Villas, la antigua (donde se reunían los caballeros de los Linajes de los Morales), no la del Carmen actual que se edificaría unos años más tarde.
1628 - Compra la casa de su bisabuelo Antón de Río el viejo
4 de Diciembre de 1628. Francisco López de Río (II), con facultad real, por real provisión de 17 de Noviembre, vende al licenciado don Antonio de Camporredondo y Río su primo, del Consejo de su majestad en el Real y Supremo de Castilla: (PN-454-794-687)
Estas casas eran del mayorazgo fundado por el citado Antón de Río el viejo y su mujer doña Catalina de Salcedo, otorgándose la licencia real para la venta porque el dicho Antonio de Camporredondo es biznieto de los fundadores del dicho mayorazgo y llamado por su abuelo Rodrigo de Salcedo y Río, hijo de los dichos Antón de Río y doña Catalina de Salcedo, mediante su persona y la de doña Catalina de Río su madre a la sucesión de ella /.../ y como tal goza hoy parte de la que hicieron el dicho Antón de Río el viejo y de la dicha doña Catalina de Salcedo
.
1629 - Caballero de Ayuntamiento por su Linaje
Aunque su elección fue apelada por decir que la misma se había hecho sin su orden (AHM 2-1-1629), la Ciudad le recibió como tal caballero de Ayuntamiento el 20 de Marzo de 1629, aun residiendo en Madrid donde era miembro del Consejo Supremo de su majestad y del de Hacienda
, tomando en su nombre la posesión del oficio el alférez mayor Francisco López de Río (II).
El 8 de Octubre el rey expidió a su favor una cédula real para que pudiera delegar el voto:
En el ayuntamiento del 11 de Octubre, mediante la carta de poder preceptiva, fue el regidor don Martín de Castejón y Andrade quien votó por el referido don Antonio (además de hacerlo también por don Diego de Castejón estante en la Corte madrileña).
1630 - Regidor de la Ciudad de Soria
Por carta del 30 de Enero de 1630, su majestad manda que la Ciudad venga en la venta de doce mil vasallos, varas de alguaciles mayores de las ciudades, villas y lugares de estos reinos, y un oficio de regidor acrecentado en cada una
. (AHM 4-2-1630)
20 de Agosto de 1630; el rey otorgó título de regidor perpetuo de Soria al licenciado Antonio de Camporredondo y Río, porque para las guerras de Italia y otras partes nos habéis servido con dos mil doscientos ducados, que valen ochocientos y veinte y cinco mil maravedís, pagados de contado
; título despachado: (AHM 14-9-1630);
Con facultad de poderlo servir por un teniente con sólo vuestro nombramiento
; y todas las demás preeminencias del cargo.
Ahora bien, se hace constar una cláusula de rescisión:
Camporredondo renunció a la preeminencia referida de poder entrar en el Ayuntamiento con armas el 24 de Agosto de 1630, salvo que lo hiciera algún otro caballero, y el 7 de Septiembre del mismo año otorgó otro documento por el que también renunciaba a ejercer el oficio por teniente salvo cuando él o sus sucesores en el oficio estuvieran ocupados en el servicio de su majestad en plaza de sus Consejos, Chancillerías o Audiencias, o en otro ministerio mayor de su servicio
; pero que si en la dicha Ciudad entrare otro con facultad de poner teniente, y la dicha Ciudad le admitiere, haya de usar de la misma facultad el dicho señor don Antonio y quien sucediere en el dicho oficio
. (Renuncias insertas en el acuerdo del Ayuntamiento del 9-12-1630)
Efectivamente, el licenciado no ejercerá el oficio personalmente sino que lo hará por un teniente, presentándose por tal su primo Francisco Baltasar de Río el 9 de Diciembre de 1630 (AHM); a la muerte de éste le sucede en la tenencia Juan de Fuenmayor y Andrade en 1634 (AHM 2-6-1634); a quien seguirá Juan de Río en 1642 (AHM 17-6-1642); terminando en dicha tenencia Antonio de Salcedo en 1648 (AHM 25-9-1648).
Tras la muerte de Antonio de Camporredondo sucederá en el regimiento su nieto Baltasar de Fuenmayor Camporredondo y Río en 1688 (AHM 1-8-1668), y éste lo venderá en 1699 (AHM 17-11-1699).
1630 - Patronazgo capilla mayor de las carmelitas descalzas de Soria
13 de Noviembre de 1630. Las monjas del monasterio de la Santísima Trinidad Carmelitas Descalzas de nuestro padre San Elías del monte Carmelo de esta ciudad de Soria
otorgan poder: (PN-517-891-767)
No sabemos por qué vínculo el licenciado sucedió en el patronazgo de dicha capilla mayor; del mismo modo que tampoco tenemos noticias de qué pasó con la pretensión de fundar en esta iglesia la capilla de San Juan Bautista de la que se trataba en 1627; pero lo que sí conocemos es que nuestro personaje había mandado hacer un retablo que había terminado de pagar en 1625, y sin embargo demoró su entrega al convento carmelitano de Valladolid hasta 1629; posiblemente esperando a ver si llegaba a un acuerdo con las monjas sorianas.
1630 - Su hijo Antonio toma vecindad en San Pedro Manrique
Según las declaraciones de algunos testigos de las pruebas que se hicieron para la concesión del hábito de Santiago a nuestro licenciado, su hijo Antonio tomó vecindad en San Pedro de Yanguas, siendo elegido en 1630 como alcalde de la hermandad por el estado de los hijosdalgo (OMSant-1449). (En este año Antonio sólo contaría con 14 años)
1631 - Probanzas para el hábito de Santiago
Habiendo hecho el rey merced a Antonio de Camporredondo de un hábito de la Orden de Santiago el 30 de Octubre de 1631, se hicieron probanzas sobre su hidalguía y pureza de sangre en Soria, Yanguas y San Pedro Manrique.
1631-1632 - Reconstruye la casa de sus bisabuelos Antón de Río y Catalina de Salcedo
En Abril de 1631 se contrata la traída de yeso para la obra que Bartolomé Díaz Arias está haciendo en las casas de Antonio Camporredondo. (PN-388-698-52 a 62)
11 de Junio de 1631. Miguel de la Viesca se obliga a sacar, traer y labrar la piedra para diez y seis columnas para el claustro principal de dichas casas
. (PN-388-698-119)
11 de Febrero de 1632. Martín de Cruzalegui y Miguel de la Viesca, maestros de cantería, se obligan a dar acabada para el día 15 de Agosto la obra de cantería de la fachada, balcones, ventanas y escalera de las casas del licenciado.
El 30 de Octubre otorgan carta de pago de 6.528 reales en que se tasó la obra. (PN-458-798-33 y 222)
1633-1635 - Patronazgo de la capilla mayor de San Juan de Rabanera
Después del litigio suscitado en 1633 por la pretensión de Antonio de Camporredondo y Río de tomar el patronazgo de la capilla mayor de San Juan de Rabanera, el 25 de Enero de 1635 se escrituró dicho patronazgo. Entre las condiciones se dice: (PN-461-801-19)
No ahondamos aquí en este tema, pues lo tratamos en el artículo "Capilla Mayor de San Juan de Rabanera. Patronazgo de Antonio Camporredondo y Río", pero sí queda patente la posibilidad de trasladar a Soria los restos de sus parientes difuntos que estaban enterrados en su capilla de Valladolid, como ya manifestara unos años antes cuando pretendió fundar la capilla en las carmelitas.
1636 - Alguacil mayor de la Ciudad de Soria
A causa de la propuesta de venta de oficios que hemos mencionado, la Ciudad y la Universidad de la Tierra se interesaron en la compra de la vara de alguacil mayor; gestiones en las que participó nuestro caballero, que, al parecer, después de haberla comprado la dejó y no ejerció como tal. Anotamos los preliminares de 1630, y la resolución de 1636.
Año 1630
- 17 de Junio. La Ciudad acordó que el señor Pedro de Besga en nombre de esta Ciudad haga diligencias muy apretadas para comprar para esta Ciudad la vara de alguacil mayor de ella
. (AHM 17-6-1630)
- 7 de Octubre. Leyose en la Ciudad una petición de Tierra de Soria sobre si la Ciudad quiere entrar con ella en la vara de alguacil mayor, en la compra de ella
. (AHM 7-10-1630)
- 29 de Octubre. La Ciudad acordó que se escriba a los señores don Antonio de Camporredondo y Río, del Consejo de su majestad y del de su real Hacienda, y Pedro de Besga, del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda de su majestad, para que hagan merced a esta Ciudad de comprarle la vara de alguacil mayor de esta ciudad, con las calidades y condiciones y preeminencias con que su majestad la vende
. (AHM 29-10-1630)
Año 1636
- 14 de Enero. considerando esta Ciudad el grande beneficio y autoridad que se le sigue, y útil a sus vecinos de que tenga por suyos los oficios de alguacil mayor con las preeminencias que se vende, y de servicio de millones, que por no tener con qué pagarlo la Ciudad, aunque se lo tiene vendido a la Ciudad, está en empeño
, se nombran comisarios para suplicar y ajustar con el juez delegado para conceder facultades para cualesquier arbitrios
la cantidad a pagar por dichos oficios. (AHM 14-1-1636)
- 19 de Febrero. Camporredondo estaba haciendo gestiones para comprar la vara de alguacil mayor de Soria, pero al enterarse de que la Ciudad tenía interés en la compra, les hizo saber que las dejaría de hacer de muy buena gana siendo para la Ciudad, y que en su nombre haría la postura; que se le avisase lo que la Ciudad quería
; acordando el Ayuntamiento escribirle estimándole la merced que hace a la Ciudad, y suplicándole que esta compra sea para la Ciudad
. (AHM 19-2-1636)
- 27 de Marzo. En este día, según informa Sobaler Seco ("La oligarquía soriana...", p.139 nota 212), se libró provisión real de la venta del oficio a favor de Antonio de Camporredondo y Río; pero la correspondencia mantenida entre el licenciado y la Ciudad no deja claro si hizo la compra para él o para la Ciudad.
- 28 de Abril. La Ciudad acordó que se vuelva a escribir al señor don Antonio Camporredondo y Río se sirva de hacer merced a esta Ciudad de no comprar la vara de alguacil mayor como se le escribió por acuerdo de diez y nueve de Febrero pasado, atento que no ha respondido a la dicha carta, y se le escriba
. (AHM 28-4-1636)
- 12 de Mayo; escribía el mencionado caballero en razón de la compra de la vara de alguacil mayor; y la Ciudad acordó se responda a su señoría dándole las gracias de la merced que hace a la Ciudad, y suplicándole que siendo posible le haga merced a la Ciudad de que se dé por ninguna la escritura que está hecha sobre la compra, y si no lo hubiere lugar, que la Ciudad enviará poder para tratar este negocio, y pedirá arbitrios como su merced lo manda
. (AHM 26-5-1636)
- 9 de Junio. Leyose una carta del señor don Antonio Camporredondo y Río de cuatro de éste, en que dice que no puede asegurar que la vara de alguacil mayor no se venda, respecto de ser medio elegido para las presentes ocasiones; pero que hasta ahora, después que la dejó, no ha salido comprador, y si lo hubiere y lo supiere, lo avisará a la Ciudad y no dejará de tener noticia, y entonces será mejor tratar del consumo; y que así le parece que si no es persona de la misma tierra no habrá quien la compre. Y visto por la Ciudad acordó que el señor don Antonio Beltrán le responda dándole las gracias de la merced que hace a la Ciudad, y suplicándole esté advertido de lo que se ofreciere y hubiere en esta razón, y avise a la Ciudad
. (AHM 9-6-1636)
1641 - Teniente de regidor de la Ciudad de Soria, siendo regidor
11 de Febrero. Aunque él ya tenía un título de regidor en propiedad, la Ciudad le admite, también, como teniente de regidor en nombre del conde duque de Sánlucar la Mayor, tenencia otorgada con facultad real, y de la que tomará posesión por medio de su yerno Jerónimo de Fuenmayor (AHM 11-2-1641).
Rompiendo moldes
La incorporación del licenciado don Antonio de Camporredondo y Río en el ámbito institucional soriano, a pesar de no haberse efectuado personalmente, sino por sus tenientes, se dejó notar entre los clasistas regidores de los Doce Linajes que vieron cómo los poseedores de los nuevos regimientos que el rey vendía les postergaban en sus costumbres protocolarias: ocupaban mejores asientos, podían nombrar tenientes y se les permitía entrar con armas en las juntas; así pues no es de extrañar que los regidores antiguos les relegaran en lo que podían, y de este modo el oficio de regidor de mes, que se ocupaba de admitir o señalar las posturas de los precios de algunos abastecimientos, puesto que sólo hay doce meses y doce deberían ser los regidores de los Linajes, lo asignaban entre ellos, excluyendo a los regidores acrecentados.
Del mismo modo se dejó notar su influencia en el nombramiento de teniente de corregidor; e incluso en la tradición de que fueran los frailes franciscanos quienes se ocuparan de los sermones en los oficios divinos que disponía la Ciudad.
Regidor de mes
1635, 10 de Agosto. Francisco de Salazar, en su nombre y en el de Antonio de Camporredondo y Río, reclama a la Ciudad se sirva de dar a sus regimientos meses conforme a sus títulos, pues los hay de dos regimientos que están vacos, el uno sesenta años y el otro más de veinte
(AHM 10-8-1635). El asunto se votará entre los miembros del Ayuntamiento, ofreciéndoles el oficio con la condición de que si alguno de los regimientos que estaban vacantes se ocupara, se devolvería el uso del mes.
Francisco de Salazar aceptó la condición (AHM 13-8-1635), pero no lo hizo Camporredondo que se negó a devolver el uso (AHM 5-9-1635).
El 14 de Diciembre, Juan de Fuenmayor (teniente de Antonio) presenta en el Ayuntamiento una cédula real, fechada el 28 de Agosto, por la que el rey ordena que se señale mes a don Antonio y a sus tenientes; a pesar de ello la Ciudad, porque algunos caballeros la quieren ver
[la cédula real], dilató la decisión hasta primeros de año (AHM 14-12-1635). Para el año 1636 Antonio de Camporredondo y Río consta como regidor para ejercer en el mes de Enero; sin embargo a principios de este dicho año Juan de Fuenmayor ejercía el oficio de teniente de corregidor.
Su teniente, Teniente de Corregidor de la Ciudad de Soria
1635. Habiendo fallecido el 12 de Diciembre el licenciado don Pedro Enríquez de Cisneros, corregidor, por cuanto está en costumbre antigua e inmemorial usada y guardada uniformemente, de que siempre que sucede vacación del oficio de corregidor por muerte del que su majestad tiene en esta Ciudad, ella nombra caballero que lo sirva ínterin que su majestad es servido de proveer el dicho oficio
, los caballeros sorianos nombraron por teniente de corregidor a Francisco Rodríguez de Morales el día 13; sin embargo el Consejo Real dio el ínterin de este oficio a don Juan de Fuenmayor, teniente de regidor del señor don Antonio de Camporredondo y Río, y porque lo susodicho es en mucho daño y perjuicio de esta Ciudad, y se le quebranta su preeminencia tan antigua y uniformemente usada y guardada
, los preeminentes se negaron a entregar el cargo a Juan de Fuenmayor hasta el 3 de Enero de 1636; desde entonces aquel simple teniente de regidor ejerció como teniente de corregidor en las juntas de la Ciudad hasta el 18 de Marzo de 1636.
Sus parientes por delante de la costumbre
1644. Era habitual que los frailes del convento de San Francisco atendieran en la Ciudad todos los sermones de tabla, misas de Ayuntamiento y de la cárcel
, sin embargo para el acto de las honras de la reina nuestra señora, se halla en esta ciudad el padre Andrés de Fuenmayor de la Compañía de Jesús, /.../ con dependencias de ministros tan grandes como el señor don Jerónimo de Fuenmayor su hermano, alcalde que fue de Casa y Corte difunto, y del señor don Antonio de Camporredondo y Río, su suegro, de los Consejos de Justicia y Cámara y regidor de esta ciudad, en quien tiene puestos los ojos para el sermón de dichas honras
; y este parentesco con el referido Camporredondo fue causa suficiente para dar prioridad al jesuita en lugar de a los acostumbrados franciscanos.
(Andrés de Fuenmayor fue el apoderado de don Antonio en las capitulaciones del patronazgo de la capilla mayor de San Juan de Rabanera)
Si la relación patrimonial de Antonio de Camporredondo con Soria pudiera ser desconocida para algunos sorianos, posiblemente suceda lo mismo con la que tuvo con Valladolid, población donde nació y fue enterrado nuestro personaje, capital donde será bien conocida su relación, y la de su familia, con la iglesia del convento de Nuestra Señora del Consuelo, carmelitas descalzos, hoy día Nuestra Señora del Carmen Extramuros de aquella ciudad.
No es nuestra pretensión explayarnos en la historia ni características de la misma, hay sobrada bibliografía, si bien al ser considerada historia local no siempre suficientemente accesible para los foráneos. Veamos algunos apuntes.
En 1602, tras la muerte de su marido el doctor Juan de Camporredondo, doña Catalina de Río fundó una capilla en la referida iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, la cual Urrea Fernández ("Gregorio Fernández...", p.548) sitúa como capilla que está al salir de la capilla mayor a mano dza. [sic, derecha] frontero de la capilla de Nuestra Señora
; la advocación nos la da la misma fundadora en su testamento mando que mi cuerpo sea sepultado en el monasterio de las carmelitas descalzas en mi capilla de San Juan Bautista
(curioso despiste del escribano).
Como se puede ver, la ubicación y dedicación es la misma que don Antonio pretendía fundar en Soria en 1627 (esta vez sí en un convento de monjas).
De la diversa información sobre el tema sólo tomamos como relevante para nuestro propósito la relativa al retablo.
García Chico, ("Documentos...", p.189) nos dice que el ensamblador Juan de Maseras, el 2 de Marzo de 1624, recibió de don Antonio 2.400 reales:
Este mismo año 1624, el 22 de Marzo, se concertaba la pintura y dorado del retablo con Jerónimo Calabria. (González Sánchez, "El santuario...", p.64)
El dicho García Chico, a continuación de esa noticia transcribe la entrega al convento, el 19 de Enero de 1629, de un retablo dorado de la historia del bautismo de Cristo cuando le bautizó San Juan
, describiendo las imágenes e historias contenidas en la obra;
En la licencia otorgada por el general de la Orden de los descalzos, para la recepción del retablo se hacía constar: acerca de la dotación de la capilla del señor San Juan Bautista /.../ y en orden a la mudanza y traslación de todo lo sobrepuesto en ella están capituladas ciertas condiciones a que me remito...
García Chico también nos da cuenta de cómo el 17 de Octubre de 1630, el escultor Gregorio Fernández otorgó carta de pago de 560 ducados (6.160 reales) en que se concertó el retablo que se hizo, puso y asentó en la capilla /.../ del carmen descalzo extramuros de esta ciudad
.
Siguiendo a Fernández del Hoyo anotamos que en 1648 el licenciado toma el patronazgo de la capilla mayor, tras dejar el de la capilla de San Juan Bautista, siendo en 1652 cuando los carmelitas le darán el patronazgo de todo el convento.
Si hemos dado estas noticias es para dejar constancia de que tanto en 1625 como en 1629, en la documentación carmelitana se recalca que entre los frailes y don Antonio se trataron unas condiciones que éste habría de cumplir en caso de que dejara la capilla de San Juan Bautista, y por tanto podemos suponer que ya desde esa primera fecha de 1625 el licenciado tendría en mente un posible traslado a Soria; pues como hemos visto, en 1627 el licenciado pretendía fundar capilla en las carmelitas sorianas. Sin embargo, mientras intenta hacer una fundación en la capital del Duero aumenta la ornamentación de la de Valladolid.
Para los interesados que lo desconozcan diremos que en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid se conserva la magnífica talla que hizo Gregorio Fernández para el retablo que hemos comentado.
Es habitual que los patrones de una capilla pusieran su escudo de armas en ella como distintivo de a quién pertenecía; en sus particiones y/o cuarteles representaban los de las familias a las que pertenecían, y el orden de las armas podía depender de la importancia de algún posible mayorazgo en el que sucedieran.
Aunque tratan expresamente de esta familia en sus vastas obras genealógicas y heráldicas los García Carraffa y los Mogrobejo, en ninguna de ellas se blasonan los escudos que se encuentran en los dos patronazgos fundados por nuestro licenciado Antonio de Camporredondo y Río.
Sánchez del Río ("Linajes sorianos...", p.47), después de relatar la misma línea que nosotros; cuando habla de los Sáenz de Camporredondo dice:
Sin embargo el arcosolio de la capilla mayor de San Juan de Rabanera de Soria está rematado por un gran escudo partido. La primera partición, correspondiente al apellido Camporredondo, cortada: arriba de león rampante, y abajo de castillo; con bordura de estrellas. La segunda partición cortada con las armas de los De Río sorianos: arriba tres flores de lis, y abajo ondas de agua (de río); bordura de veneras. Escudo durmiente sobre cruz de Santiago, adornado con tarjetas, casco y lambrequines.
Ahora bien los escudos que se encuentran en el santuario de Nuestra Señora del Carmen Extramuros de Valladolid difieren del que acabamos de describir.
Nuevamente agradecemos a Miguel Herguedas Vela la colección de fotografías que amablemente nos remitió para este trabajo. Gracias a ellas podemos observar cómo Antonio de Camporredondo compuso los blasones vallisoletanos en escudos partidos y cortados, pero diferentes al de San Juan de Rabanera.
En la primera partición, cortado: arriba de león rampante, y abajo nuevamente partido: de águila y castillo; con bordura de estrellas. La segunda partición también cortada con las armas de los De Río sorianos: arriba ondas de agua, y abajo tres lises; con bordura de veneras.
Se puede observar cómo en la parte inferior de las que debieran ser las armas de Camporredondo, mientras que en Soria llevan sólo un castillo, en Valladolid llevan águila y castillo, las armas que Sánchez del Río dice que ostentaban los Sáenz de Camporredondo en Villaseca Somera, originarias del lugar de Camporredondo. La diferencia que se puede observar de estrellas o luceros de 6 u 8 puntas en la bordura de esta partición de Camporredondo carece de importancia (en el blasón soriano hay alguna con 5 puntas).
Sin embargo sí llama la atención la posición de las ondas y las lises de los De Río en el escudo de San Juan Rabanera, ya que está invertido el orden las piezas, pues las ondas antes que las lises es el que se observaba, y podemos observar, en las casas y palacios de sus tío-abuelos ya mencionados: Francisco López de Río (I) (el llamado palacio de los condes de Gómara), Alonso de Río (Archivo Histórico Provincial), Antón de Río el joven (retablo de Santa Clara, castillo e iglesia de Almenar), o en el testero construido por su primo Francisco López de Río (II) en el Humilladero (ermita de La Soledad), o en el terrado del palacio de los Torres (el que Rabal llamaba palacio viejo de los condes de Gómara) edificado tal vez por su tío Antonio López de Río, si no lo hubiera hecho antes su otro tío-abuelo Pedro González de Río padre del dicho Antonio.
¿Por qué están alteradas las armas que usaban los parientes del licenciado Camporredondo? El único lugar en el que parecen utilizarse lises antes que ondas es en la capilla mayor de Santa Clara.
Entre los escudos vallisoletanos hay algunos policromados, pero no sabemos si portan los colores originales que tuvieron o no. Si atendemos a los que dice Sánchez del Río que llevaban los Camporredondo de Villaseca Seca: castillos de oro en campos de gules (rojo), y águilas de sable (negro) en campo de oro
, el águila que vemos está en campo de gules; y puesto que las ondas deberían ser de azur (azul), así como el campo de las lises que deberían ser de oro, no se puede asegurar que aquellos escudos se correspondan con los esmaltes usados en Soria.
Ahora bien, no estamos en disposición de entrar más a fondo en el asunto, que por otro lado no es objetivo de este artículo.
A pesar de que Antonio de Camporredondo y Río asumiera el patronazgo de la capilla mayor de la parroquial soriana de San Juan de Rabanera, y se construyera el arcosolio referido, no se mandó enterrar en él. En su tantas veces aludido testamento dispuso:
Cuando el cronista vallisoletano Manuel Canesi Acevedo ("Historia...", Lib.6, cap.14, folio 136)) describe el convento de Religiosos Carmelitas descalzos, extramuros de esta Ciudad
a mediados del siglo XVIII dice:
Por su parte unos años más tarde Rafael Floranes ("Inscripciones...", p.417v), antes de transcribir la inscripción del entierro de la capilla mayor en ese convento, relata:
Y ambos cronistas transcriben con un texto muy similar, en el que sólo cabe resaltar que las fechas que Canesi cita con letra, Floranes lo hace con números romanos. El texto del epitafio decía lo siguiente: (Reproducimos el de Canesi)
D. O. M.
D.Antonio Campo Redondo, y Río, Cavallero professo del Horden del Señor Santiago, Licenciado en ambos Derechos, Retor y Cathedratico de Leyes en esta Universidad, Colegial de S. Bartolome de Salamanca, Alcalde de Corte de la Chancillería de Granada, y Oydor en ella, y en esta, y en el de Hacienda, y Contadurîa Maior, del Consejo y Camara de su Magestad, D.Phelipe IV. y Presidente de el de Hacienda, tomó el Patronato de este Combento, y Capilla Maior, y lo dotó para sí, y sus sucesores año de mill, seiscientos, y cuarenta, y ocho, y cinquenta, y dos, sus padres, y hijos están enterrados en esta vóveda, y la Señora D.Margarita de Cevallos, su Muger.
En el B.O.E. del 10 de Enero de 1951 se publicó la Orden de 16 de Diciembre de 1950, por la que se aprueba el proyecto de obras en la iglesia de San Juan de Rabanera (Soria) monumento nacional
. En el proyecto del arquitecto Anselmo Arenillas Álvarez:
En el mismo se ve y se lee:
Como hemos dicho, la inscripción original en latín del arcosolio del lado del evangelio del altar mayor de San Juan de Rabanera fue restaurada a mediados del siglo XX, y no sabemos si la intervención fue lo suficientemente acertada, no por falta de interés de quienes la hicieron, sino tal vez por desconocimiento de a quién hace referencia.
Desde luego puede parecer una temeridad que alguien que no sabe latín, como el autor de este artículo, se permita hacer semejante comentario; pero el caso es que habiendo hecho un par de gestiones con personas que podrían habernos facilitado la traducción, no se han atrevido a hacerla por el tipo de abreviación que tiene el texto.
Por ejemplo, si observamos la inscripción vemos en la primera línea 'REDODO' cuando en realidad debería constar 'REDO̅DO' para leer 'Redondo' que es lo que se debe leer.
La segunda línea empieza 'SOAS A CAMPORDO' para hablar del señorío de Camporredondo y su vínculo con el de Saldaña, y puesto que más abajo se hace mención a Catherina de Rio, madre de Antonio, resulta extraño que no se haga referencia al padre, y por tanto cabe preguntarse si en el texto original pondría 'JOAN A CAMPORDO' pues Juan de Camporredondo fue su padre que estaba vinculado con aquel señorío; a lo que hay que añadir el hecho de que parece ilógico citar en esas dos primeras líneas 'Camporredondo' tres veces, salvo que como decimos se haga referencia a Antonio de Camporredondo, Juan de Camporredondo, y al señorío de Camporredondo propio de la antíquísima casa o señorío de Saldaña. Y si el texto original hubiera hecho mención de Juan también cabría preguntarse si 'VALI=SOL ALVMIN' era una referencia a un valle alumbrado por el sol, o si hubiera podido haber una referencia a un estudiante de Valladolid, como en realidad fue el dicho Juan de Camporredondo.
Cuando en la séptima línea se escribe 'GRATATEN' surge la duda de si realmente Granada se escribe así o no, porque la alusión es, sin ninguna duda, a esa población, en donde fue alcalde del crimen.
También dudamos sobre si cuando se escribe 'RECALLIS' y 'RECALIS' no debería decir 'REALIS', pues las alusiones son al patrimonio y hacienda 'real' tan relacionados con don Antonio.
Ante estas dudas no me pareció aconsejable complicar a nadie más para hacer la traducción al castellano de este texto. Pero a pesar de mi desconocimiento de la lengua latina, sí podemos comentar cómo esta inscripción parece decir, o debería decir:
Que Antonio de Camporredondo y Río era hijo de Juan de Camporredondo, descendiente de la antiquísima casa de Saldaña poseedora del señorío de Camporredondo, y de la distinguida doña Catalina de Río de una de las más ilustres familias de Soria.
Que fue colegial de San Bartolomé de Salamanca.
Que con Felipe III fue alcalde del crimen en la Chancillería de Granada, y luego civil en la de Valladolid.
Con Felipe IV fue del Consejo Supremo de Castilla, creado oidor de Hacienda y propuesto para gobernador.
Lució la insignia de la orden de Santiago.
Fue regidor perpetuo de Soria.
Fue patrón perpetuo de la capilla.
Y posiblemente diga cómo reedificó la casa principal de su familia materna.
Agradezco a José Vicente de Frías Balsa que me facilitara el texto latino del arcosolio soriano con las abreviaturas expandidas, sin embargo, al no haber conseguido una traducción exacta del mismo he preferido no publicarlo. (Sólo lo cito como reconocimiento a su ímprobo trabajo, y para dejar constancia de que además de lo que se publica hay más trabajo que no ve la luz)
Nos queda el consuelo de que si don Antonio (o quien mandara labrar ese texto) hubiera querido que todos supieran lo que se dice en él, lo habría mandado tallar en lengua castellana de la misma manera que se hizo en su enterramiento de Valladolid. Y por otro lado, formando este arcosolio parte de un monumento nacional con categoría de Bien de Interés Cultural, personas e instituciones debería haber con medios y recursos como para que sabiendo qué debería poner, digan qué es lo que realmente pone.
Sobre el patronazgo de Soria declara Antonio de Camporredondo en su testamento:
Pero como ha quedado claro el entierro se efectuó en la iglesia del convento de los carmelitas descalzos de Valladolid, y sobre su patronato decía el cronista Canesi a mitad del XVIII:
Por donde vemos cómo en Valladolid parece haber más noticia del patronazgo de la capilla mayor de la iglesia de San Juan de Rabanera de Soria que en la propia capital soriana; y que habiendo recaído éste en el marqués de Castelmoncayo posiblemente perdurara en ese marquesado mientras en sus sucesores recayera el mayorazgo fundado por el licenciado don Antonio de Camporredondo y Río.
(Archivo Histórico Provincial de Soria - Protocolos Notariales -453-793-625)
Sepan cuantos esta carta de poder vieren, cómo nos la priora, supriora y monjas del monasterio de las Carmelitas Descalzas de esta ciudad de Soria, estando juntas a nuestro capítulo en la forma que tenemos costumbre de nos juntar para entender en las cosas y negocios tocantes al dicho convento, habiendo sido muñidas y llamadas a son de campana tañida, y siendo y estando presentes especial y nombradamente nosotras: Manuela de la Madre de Dios priora del dicho convento, y María de San José supriora de él, Isabel de la Madre de Dios, Ángela del Santísimo Sacramento, María de la Trinidad, María de San Alberto, Isabel del Santísimo Sacramento, Teresa de Jesús, Eufemia de San José, María del Espíritu Santo, Juana Bautista, Jerónima de Jesús, María de Cristo, Magdalena de Jesús, y María de la Cruz; todas religiosas profesas del dicho convento que somos la mayor parte de él, por nosotras mismas y en voz y en nombre de las demás religiosas del dicho convento que al presente son y serán de aquí adelante /.../ otorgamos y conocemos (f.625v) por esta presente carta, y decimos:
Que por cuanto este dicho monasterio y convento, con licencia de nuestro padre general de su Orden, tiene tratado y concertado con el señor licenciado don Antonio de Campo Redondo y Río, del Consejo y contaduría mayor de Hacienda de su majestad, de le vender una capilla en él, la primera en saliendo de la capilla mayor al lado del evangelio, la cual ha de ser de la advocación de señor San Juan Bautista, para el entierro de su merced y de sus hijos herederos y sucesores en su casa y mayorazgo, y para trasladar a ella los huesos de sus padres, mujer, tías e hijos difuntos, que están depositados en diferentes capillas e iglesias, por precio de doscientos ducados [75.000 maravedís] por una vez, y de encargarse de hacer decir en ella ciento y treinta y una misas rezadas y seis cantadas, por la limosna y dotación de las cuales se han de dar a este dicho convento treinta mil maravedís en cada un año /.../ las cuales se han de decir por sacerdote puesto por este convento dando parte y aviso de ello al dicho señor don Antonio y a los sucesores en su casa y mayorazgo, con responso sobre las sepulturas en los días y fiestas, y por las personas que está tratado, y con las demás condiciones contenidas en la licencia del (f.626) padre general, y en tres solemnes tratados que para efecto de otorgar este poder se han hecho en tres días en nuestro capítulo, a que en todo nos referimos.
Y para efecto de otorgar poder para lo concluir y otorgar las escrituras de venta y obligación, y las demás que para su firmeza y perpetuidad fuere necesario, en favor del padre fray Jerónimo de la Encarnación, procurador general de nuestra Orden que reside en la villa de Madrid, estamos juntas, como parece por la dicha licencia y patente de nuestro padre general, y a los dichos tres tratados, que todo ello pedimos al presente escribano lo ponga e incorpore en esta escritura, que su tenor es como se sigue:
Aquí la patente y tratados
[Se reitera que se da poder a fray Jerónimo de la Encarnación para otorgar las escrituras de venta de la capilla a favor de Antonio de Camporredondo y sus sucesores, y la obligación de decir las misas declaradas por la cantidad de 30.000 maravedís]
(f.628) En testimonio de lo cual, todas como nombradas somos a voz de convento, otorgamos esta escritura de poder en la manera que dicha es, ante Miguel de la Peña escribano del rey nuestro señor y del Ayuntamiento y número de Soria, y testigos yuso escritos, que fue hecho y otorgado en la grada del dicho monasterio de Carmelitas Descalzas de la dicha ciudad de Soria, a veinte días del mes de Octubre de mil y seiscientos y veinte y siete años /.../ Yo el dicho escribano doy fe conozco [a] las otorgantes, y esta escritura se metió por el torno del dicho convento y salió firmada de las firmas siguientes: [hay 15 firmas]
Pasó ante mí, Miguel de la Peña
Fray Juan del Espíritu Santo, general de la Orden de los Descalzos y Descalzas de Nuestra Señora del Carmen.
Por cuanto la capilla primera del lado del evangelio que está junto a la capilla mayor y fuera de ella en nuestro convento de religiosas de Soria, está libre de patronazgo y la pueda dar la Religión a quién por bien tuviere, y el señor licenciado don Antonio de Camporredondo y Río, del Consejo de Hacienda de su majestad, tiene tratado que se la den para entierro suyo y sus descendientes, y trasladar a ella los güesos de sus padres y los demás que tiene en la capilla de señor San Juan Bautista de nuestro convento de religiosos de la ciudad de Valladolid, y quiere que se le digan en ella las misas que se dicen y tiene fundadas en la dicha capilla de Valladolid, cesando en ella y haciendo la dicha traslación conforme [a] las escrituras que tiene hechas con nuestro convento de religiosas [sic] de la dicha ciudad de Valladolid.
Por tanto, por el tenor de las presentes, doy licencia a la madre priora y religiosas del dicho convento de Soria, para capitular y otorgar las escrituras necesarias en orden al patronato de la dicha capilla, y para dar su poder cumplido, según que de derecho se requiere en orden a concluir dichas capitulaciones, al padre fray Jerónimo de la Encarnación, procurador general de nuestra Orden, con tal que las capitulaciones, en cuanto a la fundación de las misas se presenten primero en nuestro definitorio general para que con su licencia se admitan y haga la dicha traslación, y para que el sobredicho padre procurador general, en razón de lo sobredicho, otorgue la escritura o escrituras públicas que sea necesario con todas las clausas, vínculos y firmezas que el derecho dispone; que siendo así otorgada desde luego la aprobamos interponiendo a ello la autoridad de nuestro oficio.
En fe de lo cual mandamos dar las presentes, que van firmadas de nuestro nombre, selladas con el sello de nuestro oficio, y refrendadas por nuestro secretario, en Madrid a trece días del mes de Octubre de mil y seiscientos y veinte y siete años.
Fray Juan del Espíritu Santo, general - Fray Joseph de la Madre de Dios, secretario
Primer tratado
En la ciudad de Soria, en la grada del monasterio de las Carmelitas Descalzas de ella, a diez y ocho días del mes de Octubre de mil y seiscientos y veinte y siete años, estando juntas la madre priora y monjas del dicho convento en su capítulo en la forma que tienen costumbre, a son de campana tañida, para entender en las cosas y negocios tocantes al dicho convento; y siendo y estando presentes especialmente la madre Manuela de la Madre de Dios priora del dicho convento, y la madre María de San José supriora, y la madre Isabel de la Madre de Dios, y la madre Ángela del Santísimo Sacramento, y la hermana María de la Trinidad, María de San Alberto, Isabel del Santísimo Sacramento, Teresa de Jesús, Eufemia de San José, María del Espíritu Santo, Juana Bautista, Jerónima de Jesús, María de Cristo, Magdalena de Jesús, María de la Cruz, todas religiosas del dicho convento, que son la mayor parte de él, por ellas mismas y en nombre de las demás religiosas de él que al presente son y serán de aquí adelante /.../
En presencia de mí Miguel de la Peña, escribano del rey nuestro señor y del Ayuntamiento y número de la dicha ciudad, y testigos yuso escritos, la dicha madre priora dijo y propuso a la dicha
madre supriora y demás religiosas del dicho convento de suso nombradas, que bien saben cómo este convento tiene tratado con el señor licenciado don Antonio de Camporredondo y Río, del Consejo y Contaduría mayor de Hacienda de su majestad, de le dar la capilla primera que está fuera de la capilla mayor del dicho convento al lado del evangelio, para lo cual tiene patente del padre general de la dicha Orden, y las condiciones con que se le ha de dar son las siguientes:
- Lo primero, que el dicho convento haya de hacer venta, renunciación y traspaso de la dicha capilla en el dicho señor don Antonio de Camporredondo y Río, y en sus herederos y sucesores, por cuantía de doscientos ducados, pagados en este dicho monasterio luego de contado como se otorguen las dichas escrituras.
- Ítem. Que la dicha capilla haya de intitularse de señor San Juan Bautista, la cual ha de reedificar el dicho señor don Antonio a su voluntad, y hacer en ella debajo de tierra, si quisiere, carnero o bóveda para sepultura y entierro del dicho señor don Antonio y de sus hijos herederos y sucesores; en la cual pueda poner retablo con la imagen del dicho santo, y las demás imágenes a su devoción, y ha de poder poner en el arco que cae al cuerpo de la dicha iglesia, reja, cerradura y llave para que por allí nadie pueda entrar en la dicha capilla sin su licencia o de sus sucesores.
- Ítem. Que dentro de la dicha capilla y reja de ella, el dicho señor don Antonio y sus hijos y sucesores, puedan poner sus escudos de armas y letreros
a su voluntad y como quisieren, y estrado y asiento para ellos.
- Ítem. Que en la dicha capilla de señor San Juan Bautista sólo el dicho señor don Antonio y sus hijos y sucesores, y no otra persona sin su licencia, se puedan enterrar o depositar.
- Ítem. Que a la dicha capilla se hayan de poder trasladar los güesos del señor doctor Juan de Camporredondo y la señora doña Catalina de Río, padres del dicho señor don Antonio, y los güesos de la señora doña Isabel de Ulate [sic] y de la señora doña Bernardina de Río, abuela y tía del dicho señor don Antonio, y de don Francisco y doña Juana de Camporredondo y Río, hermanos, que están en la capilla de señor San Juan Bautista que tienen en el monasterio de Carmelitas Descalzos de la ciudad de Valladolid; y asimismo se han de trasladar los güesos de la señora doña Margarita de Ceballos, su mujer del dicho don Antonio, y los de doña María su hija, que están depositados en la iglesia de doña María de Aragón de la villa de Madrid.
- Ítem. Que por la translación de los dichos güesos, ni por el entierro del dicho señor don Antonio, ni de sus hijos ni sucesores, y abrir las sepulturas y carnero, no se ha de dar cosa alguna al dicho convento, sino que libremente lo han de poder hacer.
- Ítem, que la dicha priora, monjas y convento, se han de obligar a hacer decir perpetuamente para siempre jamás, en la dicha capilla de señor San Juan Bautista, por el dicho señor don Antonio, todos los miércoles de cada semana una misa rezada de réquiem, y todos los sábados otra misa rezada de Nuestra Señora, y otras nueve misas rezadas de las nueve fiestas
de Nuestra Señora, que son: Concepción, Natividad, Presentación, Anunciación, Visitación, Expectación del parto, Purificación, Asunción y Fiesta de las Nieves.
Y asimismo han de hacer decir una misa rezada el día de señor San José, otra el día de señor San Antonio de Padua, otra el día de San Juan Evangelista, y otra el día de señora Santa Catalina mártir, y otra el día de señor San Antonio abad, y otra el día de Santa Margarita.
Y asimismo han de hacer decir una misa cantada con diácono y subdiácono en la dicha capilla, oficiándola las madres desde el coro, el día de la Cruz de Mayo.
Y por la dicha señora doña Margarita de Ceballos [mujer de don Antonio] otra misa cantada en la misma forma, con diácono y subdiácono, [el] día de Santa Úrsula y once mil vírgenes [21 Octubre].
Y por la dicha señora doña Catalina de Río, madre del dicho señor don Antonio, cuatro misas cantadas: una el día de la Concepción de Nuestra Señora, y otra el día de señor San Juan Bautista, y otra el día de señor San Francisco, y otra el día de difuntos, a dos de Noviembre y en sus octavas de las dichas fiestas; todas con diácono y subdiácono, y en la dicha capilla oficiándolas las madres desde el coro.
Y más se han de decir por la dicha señora doña Catalina de Río todos los lunes una misa de réquiem rezada por las ánimas del purgatorio en la dicha capilla.
Todas las cuales dichas misas son ciento y setenta y una las rezadas, y seis las cantadas; todas las cuales se han de decir en la dicha capilla de señor San Juan Bautista con cada una de
las cuales, así rezadas como cantadas, se ha de decir un responso en las cantadas el convento desde el coro, y en las rezadas el sacerdote en la dicha capilla.
Y el dicho convento ha de poner cera, ostia y vino por limosna.
De las cuales dichas misas cantadas y rezadas, cera, ostia y vino, y cuidado que ha de tener el dicho convento [de] que la dicha capilla esté limpia, aderezada y adornada, el dicho señor don Antonio ha de dar y pagar, y después de sus días sus herederos y sucesores en su mayorazgo, al dicho convento ochenta ducados que valen treinta mil maravedís, pagados la mitad el día de San Juan de Junio, y la otra mitad el día de navidad de cada un año, puestos y pagados en el dicho convento a su costa y riesgo, sobre [lo] que se ha de hacer escritura de obligación en forma.
- Ítem. Que el dicho convento haya de tener cuidado [de] que la dicha capilla esté limpia y aderezada y adornada con los frontales y ornamentos que el dicho señor don Antonio entregare al dicho convento, teniendo cuidado de mudar los frontales y poner las casullas conforme a las festividades y días en que se celebrare, y todo el dicho aderezo y ornamentos se ha de entregar por inventario para que se sepa lo que es y haya cuidado en su guarda.
- Ítem. Que las religiosas de este dicho convento tengan señalado capellán que diga las dichas misas conforme a sus constituciones, dando parte de este nombramiento, y aviso al sucesor del mayorazgo del dicho señor don Antonio, quedando siempre la obligación del cumplimiento de estas misas
a cargo de este convento sin que se excusen con tener nombrado capellán.
Las cuales dichas condiciones y capitulaciones, y otras a esto tocantes, se han de asentar y capitular con el dicho señor don Antonio Camporredondo y Río, o con quien tuviere su poder en la villa de Madrid; para lo cual se ha de otorgar poder por este convento en favor del padre fray Jerónimo de la Encarnación procurador general de esta Orden, para lo cual hay patente y licencia del padre general de ella.
Que vean si conviene que se efectúe el dicho concierto con las dichas condiciones y se otorgue poder al dicho padre procurador general /.../ que lo vean y declaren porque si les parece es cosa conveniente a este dicho convento la haga, y si no lo declaren para que no se haga, porque lo que dijeren lo ejecutará, y si una vez se hace después no tendrá remedio.
Y las dichas madre supriora y demás religiosas de suso nombradas dijeron que ellas muchas veces antes de ahora han conferido y platicado entre ellas sobre el dar la dicha capilla y encargarse de las dichas misas, y sobre las demás condiciones y cláusulas que se les han referido por la dicha madre priora, y obligarse al cumplimiento de ellas; y las han comunicado con personas de fuera celosas del bien y aumento del dicho convento, y hallan que conviene a ellas y a este dicho convento que lo suso dicho se efectúe con las dichas condiciones, y según y como está declarado en este tratado, por serles muy útil y provechoso; y que para se otorguen las
escrituras necesarias se dé poder al dicho padre procurador general, el cual, mediante la licencia del dicho padre general, lo quieren dar y otorgar, y están prestas de lo hacer, por ser cosa conveniente a este dicho convento. Y esto dieron por su respuesta a este primer tratado; y la darán más en forma mañana martes diez y nueve de éste que piden se haga el segundo.
Y esto dieron por su respuesta [sic], y lo otorgaron todas ante mí el dicho escribano y testigos.
Testigos que fueron presentes: don Juan de Río, y Pedro de Milla y Andrés Gómez, vecinos y estantes en Soria, Y yo el dicho escribano doy fe [que] conozco [a] las otorgantes. Y esta escritura se metió por el torno del dicho convento, y salió firmado de las firmas siguientes:
[Hay 15 firmas] - Pasó ante mí, Miguel de la Peña
[En los días siguientes se celebraron el 2º y 3º tratados, determinándose en el último que no hacía falta más término para aplazar la decisión, y que se otorgara el poder para capitular la venta de la capilla con las condiciones expuestas en el primer tratado]
Ana Cristina Valero Collantes ("Arte e iconografía...", p.657) nos dice:
cuarto nuevo…, así como otras numerosas mercedes dadas al cenobio por esta familia:
En “compensación”, los carmelitas debían decir un número determinado de misas: una de réquiem cada año y rezar por su alma en cada una de las oraciones diarias de la liturgia.
1149 A.H.P.V., Leg. 1171, fols. 590 y ss., en FERNÁNDEZ DEL HOYO, M.A., Patrimonio perdido…, op. cit., p. 397.* (Aunque dice 1649, hemos visto que fue en 1648 cuando don Antonio tomó el patronazgo de la capilla mayor)
José Luis Barrio Moya ("Sobre una obra desaparecida...") transcribe el concierto realizado el 1 de Junio de 1651, entre don Antonio de Camporredondo y Río con el maestro arquitecto y escultor Pedro de la Torre, vecino de Madrid, para labrar su entierro: (AHP Madrid, 6.251, f.574-577, Escribano Francisco Suárez) [Actualizamos léxico y añadimos puntuación]
AHM - Archivo Histórico Municipal de Soria, fecha del acta o acuerdo
FN - Archivo Histórico de la Nobleza - Fernán Núñez - caja.documento
OMSant - Archivo Histórico Nacional - Órdenes militares - Santiago - nº expediente
PN - Archivo Histórico Provincial de Soria - Protocolos Notariales - caja-volumen-folio
RAH.DBE - Real Academia de la Historia - Biografías - 34161
RE - Archivo de la Real Chancillería de Valladolid - Registro de Ejecutorias - caja