Manzanares
Despoblado
perteneciente a Peralejo de los Escuderos
La Comunidad Libertaria de Manzanares (Soria)
Hace ya algunos años que
sabemos de la existencia de la Colectividad Libertaria de Manzanares, al
Sur de la provincia de Soria. Sin razones que justifiquen nuestra falta
de atención hacia ese interesante grupo, preocupado por la Cultura y,
naturalmente, por las libertades, o mejor Libertad, hemos ido demorando
el reflejar en nuestra página este hecho.
Unos meses atrás, la
colectividad de Manzanares ofreció, en el salón de actos de la Escuela
de Magisterio, un ciclo de películas, la mayoría sobre la Guerra Civil
Española y el protagonismo que en ella tuvo la FAI. No puede decirse que
en aquellas proyecciones (que se repiten periódicamente) el salón
estuviera abarrotado, pero tampoco vacío, entre quince y treinta
personas, según el día, visionaron esas cintas en blanco y negro,
páginas de nuestra historia reciente, con el fondo musical tantas veces
escuchado por personas que, como yo, se han interesado siempre por
aquellos hechos que tan innecesariamente sangrientos acabaron con los
sueños revolucionarios de muchas personas. Lo más importante de ese
público que acudió a la Escuela de Magisterio era la edad, pues la
mayoría eran jóvenes. Tal vez no todo esté perdido.
Eché de menos por un
momento a los viejos anarquistas sorianos, aquellos que entrevisté
cuando, en 1992, hice unos trabajos en el periódico CAMPOS DE SORIA,
sobre la CNT en Soria. Pero fue un momento nada más, porque casi todos
están muertos, no sé si Antonio Soria todavía vive en aquel humilde piso
de la ronda de San Francisco que tanto me impresionó. Casi todos habían
quemado, cuando la intentona del 23-F de 1981, los nuevos carnets que se
hicieron después de que muriera el dictador Franco, en su cama. El
miedo, el horro vivido, hizo nido en sus corazones años atras y les fue
casi imposible arrancárselo.
El anarquismo
En uno de esos visionados
de películas hechas por anarquistas, en todos los sentidos, Juan, uno de
los componentes de la colectividad de Manzanares, me dio unas revistas
que ellos editan (y todo lo demás) y una publicación sobre
colectividades y okupación rural, y en ellas nos vamos a basar para
presentar a este grupo soriano.
Pero antes dejemos claro,
tomando el ideario de la revista TIERRA Y LIBERTAD, nº 169, las bases
ideológicas del anarquismo social, organizador y revolucionario. Estas
bases parten de los teóricos Bakunin, Kropotkin, Malatesta, Rocker y
otros, se reafirmaron en la Conferencia de Saint-Imier y el Congreso de
Carrara de 1968, y desde entonces se han tenido en cuenta las
aportaciones de las federaciones y de los grupos anarquistas adherentes
a la I.F.A. Los principios son: Negación de toda autoridad y de toda
clase de poder. Negación de la jerarquía. Negación de las leyes
jurídicas. Libertad, igualdad, solidaridad, justicia social, pacto
libre, libre iniciativa, ateísmo, antimilitarismo, internacionalismo,
descentralización, autonomía, federalismo, autogestión y comunismo
libertario.
En la revista TIERRA Y
LIBERTAD nº 169, aparecen desarrollados esas bases ideológicas en los
artículos que en ella aparecen y cuya lectura recomendamos con
entusiasmo. También informa sobre la constitución de la Federación
Anarquista Ibérica (F.A.I.), en julio de 1927, en Valencia, a donde, por
cierto, ni acude ni se adhiere ningún grupo de Castilla, ni de León.
Abundan en cambio los grupos llegados de Valencia, Cataluña, Levante,
Portugal y Andalucía.
En Soria hubo un grupo
importante de trabajadores agrupados en torno a la CNT y a un periódico,
Trabajo, que comenzó a publicarse en 1931 y finalizó, obviamente, en
1936. Este importante movimiento obrero fue posible, sobre todo, por la
construcción del Pantano de la Cuerda del Pozo, donde el elevado número
de trabajadores protagonizaron alguna huelga. Del periódico Trabajo, que
manejé hace unos años, recuerdo los ataques continuados a los caciques
provinciales, sobre todo al terrateniente González de Gregorio y al
político vizconde de Eza.
Los militantes de la CNT
soriana pagaron caro sus justas reivindicaciones. Tal y como ya avisaban
en uno de los primeros números de Trabajo, algunos ultraconservadores
andaban armándose para, llegado el momento, matarles. Y ese momento
llegó a partir del 18 de julio de 1936. Los primeros días de la
sublevación, aquella horda quemó la Casa del Pueblo, los locales de la
CNT, Izquierda y Unión Republicana, la imprenta del periódico la Voz de
Soria, e hicieron una pira en mitad del Collado con los libros del
quiosco situado a la entrada del Casino la Amistad, propiedad del
presidente de Izquierda Republicana, Baudilio Ruiz, según recogen
Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández Ruiz en su libro “La
represión en Soria durante la Guerra Civil”, la publicación más valiente
que se ha llevado a cabo en esta provincia en todos los tiempos.
Pero estos hechos hubieran
quedado en pura anécdota de muestra de bestialidad, si no hubiera venido
uno mucho más sangriento a casi borrarla de la memoria: el fusilamiento
de 16 militantes de la CNT en los días siguientes, junto con otros de
izquierda, hasta hacer un total, sólo en la capital, de 53, entre ellos
el doctor Gaya y el escritor Mariano Cabruja, sin que este apunte
signifique que tienen para mí mayor importancia estos que “el
Manquillo”, si no que tanto Cabruja como Gaya eran sobradamente
conocidos y sirven para ilustrar los motivos, o la ausencia de ellos,
por los cuales fueron fusilados.
La colectividad de
Manzanares
Tuvieron lugar hace ya
algunos años, concretamente del 4 al 8 de marzo de 1996, las II Jornadas
Anticapitalistas de la U.A.M., en la Facultad de Biología. En el
apartado “Okupar en el campo” Juan, uno de los miembros de la
Colectividad de Manzanares, participó con una ponencia, junto a
Giuseppe, de Campol (Huesca); Pepe, de Sasé (Huesca); Carlos, de
Moriello de San Pietro (Huesca); Iñaki, de Arizkuren (Nafarroa) y
Endika, de Madrid, abogado que defiende el movimiento de okupación
urbano. Como puede verse, sobran los apellidos, en evitación de centrar
en una sola persona un movimiento colectivo.
Juan, quien junto con otras
personas, llevaba por aquellas fechas siete años en Manzanares (ahora
son ya 14), expuso su visión sobre los motivos de la desertización
humana del mundo agrario, de la que resumimos:
“En dos generaciones hemos
pasado de ser una sociedad agraria a una sociedad donde prima el sector
secundario y terciario. La gente no abandona el campo, es expulsada por
medio de la modernización agraria, se abandona por causas económicas
pero tiene unas causas políticas. Al poder económico le interesa un
campo abandonado, ya que así no habrá oposición a sus pantanos,
autopistas, etc.”.
Soria y Huesca, de donde
llegaban la mayoría de los ponentes, sabían bien de lo que hablaban. En
Soria, lugar que conocemos, sabemos cómo y porqué se ha despoblado la
provincia. Concretamente las tierras del Sur provincial, las del Jalón,
fueron adquiridas en su día a los habitantes de los pueblos a bajo
precio por una sociedad tras la que se ocultan apellidos de la
oligarquía soriana, se dejaron por allí unas vacas, y ahora,
curiosamente, han sido expropiadas a muy buenos precios para que por
ellas discurra el AVE. El Norte, repoblado y vaciado de ganado lanar,
sirve para caza y poco más.
“Ocupar un pueblo es
recuperar eso que el capitalismo robó a nuestros antepasados, la tierra,
el agua, la naturaleza..., lo que permitía a las personas producir los
medios de subsistencia. Ocupar espacios es reivindicar el valor de uso
frente al valor de cambio, es liberar espacios de la lógica en beneficio
para situarnos en la lógica del trabajo creativo, cooperativo,
solidario. Es crear brechas de crítica, espacios de subversión en el
medio rural, espacios de vida colectiva frente a espacios de destrucción
y muerte (...) Como anarquistas, vemos muchas líneas de ataque contra el
estado al vivir en el campo, como tales ofrecemos antiautoritarismo,
colectivismo y autogestión. Difusión de la cultura libertaria en esta
sociedad rural tan oprimida y pasiva...”.
La Colectividad de
Manzanares, anarquista, forma parte del movimiento libertario en su
sentido más amplio y mantiene estrechas relaciones con FAI, Mujeres
Libres, Juventudes Libertarias, CNT, Ateneos Libertarios.
En una guía llamada
“Pueblos Vivos 2000/2001”, aparece descrita la Colectividad Libertaria
de Manzanares por sus propios habitantes.
“Manzanares es un pueblo
que se abandonó en los años 60, pueblo en el que se habilitó una casi
tres décadas después para liberar espacios y personas; a lo largo de
casi una década la colectividad Manzanares ha sufrido modificaciones en
sus integrantes, actualmente somos seis, dos adulta, dos adultos, y dos
niñas”.
En aquel lugar de la
provincia de Soria, casi en el límite con la de Guadalajara, a los pies
de la Sierra de Grado, donde se junta con la de Pela, los componentes de
esta colectividad han rehabilitado algunas casas con materiales
autóctonos. Utilizan la energía solar para la luz y la leña de los olmos
muertos para calentarse.
Viven rodeados de animales
campestres y domésticos: yeguas, burras, gallinas, practicando la
agricultura y horticultura ecológica y la apicultura y organizando
paseos ecuestres por los yacimientos (Manzanares está a tiro de piedra
de Montejo de Tiermes), practicando el trueque que les lleve a la
independencia total, “pero nos resulta bastante difícil por el momento”,
“nos gustaría realizar un intercambio de productos ecológicos: harina
integral, frutos secos, cereales, legumbres, algas... etc., por miel,
artesanía, frutas y verduras, setas, etc., que tenemos aquí en
Manzanares”.
En el ámbito cultural,
disponen de una biblioteca amplia, donde caben también los temas
sorianos pero, sobre todo, libertarios, así como el archivo, ambos con
el nombre de “Teresa Claramunt”, elegido “para recordar a una mujer que
es considerada la primera mujer revolucionaria del siglo XIX español. A
Claramunt se la recuerda por haber sido una de las militantes de mayor
relieve del Movimiento Libertario Español y fundadora de un grupo
anarquista femenino en Sabadell. A partir de 1886 destacó como oradora y
por su gran capacidad de convocatoria y movilización, siendo detenida y
encarcelada en varias ocasiones y posteriormente condenada al
destierro”.
Los ciclos de cine
libertario, la asistencia a jornadas y distintas publicaciones, entre la
que destaca “ALEJANDRA” (publicación anarquista desde las mujeres),
completan la oferta cultural de esta interesante y firme colectividad
asentada en el Sur de la provincia de Soria, concretamente en el que un
día fuera pueblo agrícola y ganadero, después deshabitado por el
obligado éxodo rural, y ahora lugar vivo de nuevo, gracias a ellos.
En PUEBLOS VIVOS, finalizan
los miembros de la colectividad de Manzanares con estas hermosas y
esperanzadoras palabras: “Por tierras sorianas, por tierras
manzanareñas, por tierras rojizas, por tierras secas y frías queremos
sembrar semillas negras, en un ambiente cálido y húmedo creado por
personas que ansíen la anarquía para nosotros/as y para ellos/as y para
todas las personas que quieran ser libres. En Manzanares pronto
empezarán a verse los amaneceres que siempre soñamos. En Manzanares hay
unos manzanos con manzanas de desobediencia que morder”. Todos/as
juntos/as podemos crear un pueblo diferente cimentado en la libertad y
el apoyo mutuo para la anarquía”.
Para contactar con ellos:
Colectividad de
Manzanares
Biblioteca-Archivo
“Teresa Claramunt”
42315 Manzanares-Peralejo
de los Escuderos (Soria). Tfno.: 975 186426 |