Luis Isidoro Sáenz Sáenz Escultor
Homenaje:
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La obra trata de encontrarse con la tradición, “La boina”. Su uso estaba masivamente extendida entre en campesinado castellano, como símbolo de costumbre y para guarda la cabeza de las inclemencias del tiempo, enraizada estéticamente en la cultura rural, una suma del pasado y del presente.
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La escultura no es una mera reproducción de formas, si no creación de estructuras de expresión personal e intuitiva por parte del autor, la figura del abuelo es la sabiduría y reflexión se solidariza con el joven que observa el futuro con incertidumbre, son las dudas de seguir en el medio rural ó emigrar, mi obra es de un espíritu informador que es más importante que la obra en sí. Se crea un universo de formas plásticas, saludando a los cuatro elementos “tierra, aire, agua y fuego”. Las formas elaboradas, la maña, la destreza autoriza al autor a percibir la variedad directa dándole así, alma al hierro, obteniendo sinuosidades propias someterlo a un ascesis, enseñarle a seguir los pasos de lo creado.
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El trabajo manual permanece mucho más en la memoria del cuerpo, paradójicamente, retroalimenta un impulso del origen perdido, entonces podremos decir que hemos alcanzado el equilibrio vital, trascendiendo lo inmediato, lanza un voto por un orden más justo y en consecuencia, más duradero. Mi trabajo está en el lado humano, social y espiritual es la metamorfosis de la vida, porque cuando trabajas y creas, no existe la carencia de espiritualidad, que tiene la sociedad actual. Isidoro Sáenz |