Juan
Catalina, o la imaginación andante
Restauración
de la ermita de Carrascosa
Hace poco más de un año, el Obispado de
Osma-Soria cedió por un tiempo largo, a Juan Catalina Moreno –Kata-, la
ermita de Nuestra Señora de Carrascosa, en el término municipal de Berlanga
de Duero. La condición fue que el templo se restaurara. No podían haber
dejado el edificio en mejores manos porque con ellas, el edificio podría
convertirse, muy pronto, en un centro dedicado a la Cultura.
La
ermita ha sido, durante muchos años, un símbolo para los berlangueses.
Situada en un pequeño otero, al final de la ladera un ahora descuidado pinar
servía de anfitrión a los que acudían a su sombra para merendar y pasar las
tardes, mientras los niños –entonces numerosos- se mojaban en la fuente.
Ahora el espacio aparece descuidado, con basura y ramas de pino amontonadas,
rechazando, en lugar de invitar, a los que acuden al paraje. Desde el otero
la vista se perdía (hasta la gran epidemia de la filoxera) por fincas de
viñas que dieron lugar a que las Ordenanzas municipales de la Villa de
Berlanga dedicaran casi la mitad de su articulado a las viñas y sus
productos, el vino y el aguardiente.
El
edificio, cuyo patrono fue durante muchos años el Ayuntamiento de Berlanga,
sirvió de corral de ovejas mucho tiempo. Cuando Juan Catalina entró en él,
en lugar de desmoralizarse, se puso a trabajar. “No se ve lo que hay, sino
el proyecto que se tiene”, nos diría. Pero el suelo estaba cubierto por unos
treinta centímetros de detritos, la bóveda y el tejado hundidos, la escalera
hacia el coro intransitable, la puerta destrozada, en fin, casi una ruina.
De inmediato se puso a trabajar y ahora, algo más de un año después, el
tejado está construido, la bóveda cubierta, las paredes restauradas, la
piedra del arco picada, la puerta de entrada fabricada de nuevo tal y como
era la anterior, y por todos lados aparecen testigos de cómo era el revoque,
las baldosas… Para todo este trabajo ingente, Juan Catalina ha contado con
sus dos manos, y la ayuda circunstancial de algunos amigos.
¿Y
el dinero para llevar a cabo tamaña restauración? “Los espectáculos están
todos por aquí, en paredes y tejados”. Se refiere a su propio trabajo, a su
espectáculo –en muchas representaciones también en solitario- de
cuentacuentos, títeres, música. Nadie, a excepción de algunos berlangueses
que han aportado lo que buenamente han podido –unos mil euros en total- está
apoyando el proyecto de Juan, de momento. Las distintas administraciones
tienen buenas palabras y promesas que, quizá, podrían cumplirse en parte
cuando las elecciones estén más próximas. Las asociaciones que manejan
fondos europeos, al igual que las instituciones, piden proyectos, papeles,
documentos, inversiones. Juan no tiene tiempo para perder en cuestiones
burocráticas, se trata de elegir: espectáculos para obtener dinero y seguir
restaurando, o papeleo, del cual puede resultar, o no, subvención. A pesar
de ello, ha enviado algunos proyectos, a Diputación, a la Junta, sin
respuesta hasta ahora.
Él
quiere que el Ayuntamiento de Berlanga se implique y que la gente vea su
empeño como algo suyo, lo que es, precisamente. “¿No te da vergüenza
pedir?”, le preguntan a veces. “Pido para vosotros, para todos”. Pensándolo
bien, era la tarea primordial del santero, y qué es Juan Catalina, mas que
el santero de la ermita.
Exactamente, el proyecto para el uso
que en un futuro muy próximo va a darse a la ermita de la Virgen de
Carrascosa es convertirlo en un centro cultural que sirva de motor para toda
la comarca, ya que, según sus palabras, “la pobreza más preocupante no es la
económica, sino la cultural”. Quiere recuperar las tradiciones, la
artesanía, la música (cuenta en su domicilio con interesantes instrumentos
musicales), pero, sobre todo, el teatro, y poderlo incluir en la Red de
Espacios Escénicos. Los detalles de este ejemplar proyecto, se encuentran en
el web
www.enlaermita.org . Con Juan Catalina Moreno
colaboran, tanto en esta como en otras aspiraciones culturales, unas
asociaciones: “Arte sin Fronteras” y “Hay si voy”, expresión que, escrita
“Ay, si voy”, es muy utilizada en Berlanga, según Juan. A la pregunta de
porqué la grafía incorrecta, nos respondió que “estructuralmente, la frase
está sujetada con la hache”.
Digamos
algo de este edificio. Sobre el dintel de su puerta hay una fecha, 1745, que
debe corresponder a la de alguna restauración posterior a su edificación. Se
conserva, en el Archivo Histórico Local del Ayuntamiento de Berlanga de
Duero, un documento de fecha 11 de agosto de 1715. Se trata de la escritura
de “la obra y reparos que se han de hacer en la Hermita de Ntra. Sra. de
Carrascosa extramuros de esta dicha villa…”. Firmaron la escritura
“Francisco Martínez Bunsemilla vecino de la villa de Almazan y estante al
presente en esta de Berlanga maestro de albañilería y carpinteria como
principal, Miguel Calvo y Simon Calvo maestros de dicho arte, Juan Rubio
Morales, Tomas Alcalde y Bartolome de Utrilla todos vecinos de esta dicha
villa, como sufradores y cumplidores juntos juntamente y de
mancomunidad por uno y cada uno de nosotros por si y por el todo (...) se
remató la obra y reparos que se han de hacer en la hermita de nuestra señora
de Carrascosa estramuros de esta villa de quien es patrono esta dicha villa
como mejor postor en precio de 700 reales de vellon...”.
De
1898, 1900 y 1902, hemos encontrado referencias a la conmemoración de San
Lázaro, que tenía lugar en la ermita de Carrascosa. El Ayuntamiento, de
acuerdo con el párroco, disponía celebrar en ese templo la “tradicional
función religiosa, con rezo del santo Rosario, sermón y reparto de limosna
del pan a los pobres”.
El
padre Gonzalo Martínez Díaz, en su publicación “Las Comunidades de Villa y
Tierra de la Extremadura Castellana” (1983), apunta lo siguiente sobre ese
paraje. “San Gil de Pedroso.- Despoblado sito en el término de Berlanga,
cuyo nombre se ha olvidado totalmente, pero que con gran probabilidad
corresponde a la ermita de la Virgen de Carrascosa y a las ruinas cuyos
vestigios se hallan en torno a la ermita, ya que su situación corresponde a
la zona donde se hallaba el despoblado según el elenco de 1229; la ermita se
halla a unos 2.900 m al N/NE de Berlanga, tiene fuente y cerca de ella se
encontró una tinajilla con monedas. Mapa 1/50.000, hoja 406: latitud 41º
29´20´´, longitud 0º 50´27´´.
En
un futuro muy próximo, gracias a Juan Catalina, y a las ayudas de personas
como él, veremos el centro cultural acabado, el nido de cigüeña que piensa
colocar sobre el campanar habitado, y contemplaremos “las impresionantes
puestas de sol”, desde el mirador que piensa construir sobre lo que fuera
casa del santero.
Seguiremos con interés el desarrollo de la restauración y posterior puesta
en marcha de la ermita de Carrascosa.
La
Ermita de Carrascosita. Encuentro tradicional "de
Sol a Sol", 2015
Kata
Juan Catalina
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