"Las Cudrillas" de Aguaviva de la Vega

Hasta Aguaviva de la Vega se llega desde Almazán, siguiendo la N-111 dirección Medinaceli y desviándose, a la izquierda, en el indicador de Santa María de Huerta.

Aguaviva de la Vega

O sea, que puede aprovecharse la visita obligada al monasterio cisterciense de Santa María de Huerta para detenerse en Aguaviva y ver el paraje de "Las Cudrillas".

Pasaréis por Taroda. Parad ahí siquiera sea un momento, para tomar un vino en la tienda y los propietarios os obsequiarán con una charla tan amena como instructiva sobre las costumbres y tradiciones de los tarodanos.

Así lo leemos en Fuentes, fuentecillas y manantiales de Soria: "Rodeado por un semiarco de este a norte por la sierra de Muedo, que enlaza con las de Hontalvilla y Bordecorex, formando lo que en Aguaviva de la Vega llaman "Sierra de la Mata", este pueblo goza de un entorno espectacular, gracias al tramo superior calizo de sus relieves, que se ha ido erosionando y dejando de testigos lugares como "Las Cuadrillas" o "Cudrillas", según lo oigamos de los habitantes de Aguaviva, o lo leamos en el mapa topográfico de la provincia.

Lugares como "Llano Galindo" y "Cabeza Larios", por el norte, y "Cuesta Mata", por el oeste, con sus alturas máximas en "Bullana Primero" y "Bullana Segundo", de alrededor de 1200 metros, han ido esparciendo por las tierras de labor que dominan, la caliza caída a causa de la erosión, y capas de yeso sedimentario, que igualmente han ido dejando su impronta en las tierras de labor y en el entorno en general.

Se accede hasta las Cudrillas por un camino en bastante mal estado, sobre todo si ha llovido y el agua se mezcla con el yeso. Se pasa por delante de la ermita de San Roque".
Ya, desde ahí, se van viendo unos enormes cerros testigos, limpios del yeso sedimentario, roca calcárea pura, fisurada, por donde se almacena el agua que surge por doquier.
En función de lo fructífera que sea vuestra imaginación, irán apareciendo puntas de espárrago, faquires, una cabeza de águila, un moro con turbante.

¿Quién sabe si estamos ante fenómenos geológicos o psicológicos? El que ve, decide. Pasear, contemplar e imaginar. Todo vale. Como fenómeno geológico es comparable al que puede verse en el "Cañón del Cajo", en Débanos, próximo a Ágreda. Como imaginación, lo que se ve y contempla forma parte de nuestro propio mundo.

Antes de marcharos parad en el más importante manantial de Aguaviva, junto al caserío. Si ha llovido en abundancia, cuatro enormes caños dejan su agua en las huertas formando el río que en el lugar se conoce como el de "La Fuente".

© Isabel Goig