De fogones y pitanzas sorianas Autoras: Isabel Goig Soler, Concepción Goig Soler y Luisa Goig Soler
Edita: Goig Soler Editoras |
Bonita sorpresa nos depara este libro dividido en dos partes cuidadosamente dosificadas y mimadas. Esta primera, realizada con una entrega y buen gusto, difícil de encontrar en libros de estas características, donde suele prevalecer el esquematismo y los tópicos al uso, en este caso culinarios. Los ritos gastronómicos de una tierra forman parte intrínseca de su cultura. Muchos rituales no se comprenden si los fogones no andan encendidos, y muchos de ellos son inimaginables sin las pitanzas alrededor o en centro de ellos. Por eso en este libro, como en el anterior Por los fogones sorianos, hay una búsqueda antropológica que relaciona los fogones, las pitanzas y el yantar con la comunidad unida a través de ellos; sin olvidar que los lectores interesados solamente en las cocinas cotidianas puedan encontrar una buena solución, de la mano de una antigua receta, a un guiso que ha resultado poco sabroso. La materia prima es lo fundamental, pero si sabemos añadirle el pellizco, en el momento
justo y con la dosis adecuada, tendremos algo más que "matar el hambre". Y este
libro es un lugar donde curiosear y saber que junto con el vino acidillo de esta tierra,
se pueden comer los productos de la matanza, las calderetas de cordero o machorra, los
artaguitones, las migas canas, el bodrio, las ensaladas de chicharros, los colines, los
escabechados, los huevos asesados, el congrio... Los postres, como los obispos o las
torrijas, empapados de ese mismo vino. Podremos invitar a los amigos a merendar a base de
mostillo, orejuelas, paciencias, retorcidos, pastas flora, rosquillos en sartén...
acompañado de licor de endrinas o de trufa, para rematar con un buen café de puchero
hecho al fuego de haber asado las chuletas de cordero, sin olvidar añadir un ascua. (Casi
todas estas recetas están en la sección de Gastronomía) De la segunda parte Donde yantar en Soria se habla en la otra ficha. © Celia Duañez
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