A los pies de
la sierra de San Miguel, la cual se une por el sur, con el nombre de Valdelaya, en forma
de semicírculo, con la mítica
Sierra del Almuerzo, se asienta la villa de Carrascosa de la
Sierra.
Según el Catastro del Marqués de la Ensenada, perteneció al duque de Alba, el cual
sólo tenía el privilegio de nombrar alcalde mayor. Era la Real Hacienda la que percibía
el derecho de Alcabalas y Martiniega, al no haber presentado el duque el título de su
pertenencia en la Real Junta de Incorporación, por lo que la propiedad de la villa era
puramente nominal. Al marqués de Vadillo le pertenecían dos novenos de los diezmos. Era
por entonces marqués de este título José Bartolomé de Salcedo.
En el término de Carrascosa se asientan los restos de dos despoblados, según recoge
Gonzalo Martínez en "Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura
Castellana". Uno de ellos es Cabrejas, ubicado a tres mil metros al Norte, con alguna
derivación Este, en la misma divisoria municipal con Castilfrío de la Sierra, junto al
camino de Carrascosa de San Pedro a San Andrés de Soria; el despoblado es conocido
también como Saelices. Puede localizarse en el mapa 1/50.000, hoja 318.
El segundo se conoce con el nombre de El Villar a mil doscientos metros al Norte con
fuerte derivación O, a la derecha, y lindando con el camino alto de la Royada, poco
después de la bifurcación de la senda de Estepares. Se reconocen restos en el pago
llamado El Villar. Puede localizarse en el mapa 1/50.000, hoja 318.
Contaba Carrascosa de la Sierra, según el Catastro de la Ensenada, con 72 vecinos, molino
harinero, 102 casas (8 de ellas arruinadas) casa-taberna para la venta del vino al por
menor. Cirujano, de nombre Juan Martínez, molinero, medidor de vino, dos mayorales de
cabañas segovianas, un mayoral de mulas de cabaña soriana, 18 rabadanes y 11 zagales.
"Hay más pastores, rabadanes y zagales pero no se les considera aquí su ganancia
por habérseles cargado en los respectivos lugares donde son vecinos". 5
Administradores de cabañas, 21 labradores, 2 maestros de albañilería y carpintería, 1
herrero, herrador y albeitar y 6 vecinos pobres de solemnidad.
A mediados del mil ochocientos, y según Madoz, se mantenían en pie 60 casas, cárcel,
escuela, una fuente y dos ermitas Nuestra Señora de la Soledad y San Gregorio-
Funcionaba un molino harinero y algunos telares de lienzos ordinarios para las necesidades
del vecindario.
El autor de
Vida Pastoril,
escrito en 1828, Manuel del Río, nació en la villa. Era ganadero trashumante y Hermano
del Real Concejo de la Mesta.
Por su término discurre la Cabaña Oriental Soriana. Lindando con
Castilfrío
de la Sierra
un dolmen da idea de la antigüedad de los primeros pobladores de la zona.
En la actualidad son alrededor de diecinueve los habitantes censados. Mantienen
ayuntamiento propio. Su iglesia está dedicada a San Juan Bautista y a él le celebran las
fiestas. Antes elaboraban un enorme rosco para esta celebración, con los doce huevos que
cada familia aportaba. Y dicen, que salía a veces de tanto diámetro, que se veían
obligados a hacer más grande la boca del horno.
A pesar de los pocos
habitantes conservan muy bien la villa. Todavía, adosado a una pared de la plaza, puede
verse la picota o rollo, junto al edificio antaño destinado a cárcel, tal y como reza en
la imposta. La iglesia ha sido recientemente restaurada. Las casas, de piedra, bien
cuidadas, le dan el aspecto de pueblo serrano que le corresponde.
Pequeñas huertas para el consumo familiar ofrecen bastantes frutos, a pesar de la altitud
1.176 metros- y gracias a los arroyos que discurren por el término. Abunda el
cultivo de la patata.
Fuente
de Carrascosa
Fuente
de las Fuentes
©
Isabel Goig
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