Es un placer pasear por este bello pueblo
situado al pie de la
Sierra del Almuerzo. Sus casas de piedra, propias de ganaderos de la
Mesta, construidas en el siglo XVIII, están perfectamente conservadas.
En el año 1975 consiguieron el Premio nacional de Embellecimiento de Pueblos pequeños.
La iglesia de San Juan Bautista conserva un interesante calvario. Tiene Narros dos
ermitas, la de la Soledad y la del Almuerzo donde, todos los años, al domingo siguiente
del Domingo de Calderas de Soria, celebran una preciosa romería. Antiguamente esta
romería se hacía cada cincuenta años, a excepción de años especiales; que no lloviera
o que lo hiciera en exceso. En el primer caso, debía solicitar la romería Estepa de San
Juan, el más alto de los 25 pueblos que forman la Concordia; en caso de exceso de agua,
mandaba Buitrago. A mediados de este siglo, todavía se celebraba en esta ermita la fiesta
de Albricias, el segundo día de Pascua de Resurrección.
Os llamará especialmente la atención la Casa de la Media Naranja, fechada en 1750, que
dicen: "fue enclave nobiliario desde donde se trazaron los planes de la conspiración
que recuperó Soria de la huestes francesas, y es muestra afortunada de la recuperación
de edificios que arrumbó la decadencia" (Avelino Hernández de su guía
"SORIA");
también cuentan
que sobre el solar en que se edificó esta casa, existió una "Casa del Diablo".
Narros tiene un entorno de roble, carrasca, pino... y un sotobosque rico en té,
manzanilla, malva, endrina, tomillo, brezo, y un arroyo que llaman Narros donde abreva una
fauna también variada: ciervo, corzo, jabalí, liebre, conejo, perdiz...
Sus fiestas principales son el 13 y 24 de junio y, si bien conservado tienen el pueblo, no
sucede lo mismo con sus tradiciones, de las cuáles, aparte de la romería mencionada,
sólo mantienen la "entrada a mozo".
Muchas son las tradiciones perdidas aquí en Narros. Se cantaban
*Albadas en las bodas y tenían unos Cantares, que
escribía la señora Antonina; en las bodas repartían tortas, las suficientes para que
les tocara un trozo a cada uno. Pingaban el mayo; encendían luminarias, y ese mismo día
tapaban las cerraduras de las puertas con hormigos.
Jugaban al "pelotón", una especie de fútbol, pero con número indistinto de
jugadores, la pelota era fabricada con una vejiga de cerdo rodeada de hilo y mojada.
También tenía Narros sus Danzas: danzaban el día de la fiesta principal y se componían
de tres tiempos y doce danzantes; la primera parte bailaban delante de la Virgen; la
segunda, en un palo vertical se colocaba una plancha redonda de madera metida en el palo y
doce cuerdas colgando de la plancha, alrededor de este instrumento danzaban de tal forma,
que se iba formando un trenzado; la tercera parte, con un hombre haciendo de zarrón, se
bailaba con espadas, pasando por encima del zarrón.
Hay una curiosa historia alrededor de la
magnífica fuente de Narros, que Avelino Hernández nos relata por boca de un vecino, a
propósito de la "blasfemia" comarcal: "mecagüen la chorra Narros".
"El agua viene del término de Povar; encañada viene; 50.000 litros días; y aún
hay más, que se escapa por el río. El agua viene de la fuente de la Chorra que decimos;
cinco kilómetros tiene la chorra que trae el agua de la fuente aquí. Y esto tiene mucha
historia, que hay un escrito ahí en el Ayuntamiento o en la iglesia, no sé, de mucho
valor, que yo he oído algo de si dice o no dice que no les dejaban coger agua de la
Chorra a los de La Losilla y Povar, y que los de estos pueblos ponían vellones de lana en
el arcanduz para ver si reventaba y el agua que se fuera llevársela ellos. Que por eso
decían por mal habla que se hacían de vientre en la chorra de Narros, que acaso habrá
oído usted decir". ("Donde
la Vieja Castilla se acaba", Avelino Hernández).
Podéis repostar en la taberna, muy adecuada para chorizo con pan de pueblo, un buen vaso
de vino de la tierra e intercambiar las experiencias vividas. Si váis en verano os
podréis bañar en sus piscinas.
Os dejamos una Albada de 1960:
A esta
puerta hemos llegado con intención de
cantar que se han casado las hijas de Francisca y de Román. A las dos nuevas parejas la enhorabuena les damos que Dios los haga felices muy de veras deseamos. A los padres de los novios la enhorabuena les damos hermanos, tíos, padrinos y a todos los invitados.
Mis compañeros me dicen que no deje de cantar sin olvidar a Nolberto Timoteo ni Román.
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A
Estefanía y Nolberto
mucha salud deseamos
A Epifanía y Timoteo
para verlos casados.
A la Virgen del Almuerzo
una visita le haréis
y los nuevos matrimonios
el rosario rezaréis.
No sé como despedirme
de estos dos compañericos
lo hago de las dos hermanas
de Jesús y de Francisco.
No me cansaría nunca
de cantar ni de tocar
esta va por despedida
que ya es hora de cenar. |
© Luisa Goig
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La
Virgen del Almuerzo en Narros
A finales del siglo X, según la tradición, temerosos los cristianos de
esta comarca, por la invasión musulmuna, que venía destruyendo toda manifestación
religiosa, con el fin de evitar la profanación de la Virgen resolvieron ocultarla, como
hacían por otras aldeas cristianas, y en efecto una noche subiéronla a la cumbre de un
cerro próximo a la villa de Narros y abrieron una concavidad para colocar a la imagen. A
la noche siguiente llevaron una campana para colocar bajo ella la Santísima Virgen, y
así le sirviera como fanal protegiéndola de la humedad y de las aguas; cubrieron la
concavidad con piedras y maleza disimulando así aquel tesoro. Junto a la Virgen pusieron
una cruz muy apreciada por los feligreses. Pasaron los siglos y el recuerdo de aquella
santa Virgen, quedaba ya muy debilitado y nadie sabía dónde había sido ocultada. Pero a
principios del siglo XIII, ocurrió el milagro de su aparición. En una bella y serena
mañana de verano al amanecer, unos pastores iban camino de soltar sus ganados, cuando en
medio de un silencio matinal oyeron el sonido de una campana como si tocara al alba.
Sorprendidos por no haber oído nunca por allí tal campana, ni tener noticia de ninguna
iglesia próxima, no le dieron más importancia, pero al anochecer volvieron a escuchar el
mismo toque de la campana, y así fue también al día siguiente. Intrigados y
sorprendidos ya por tan insistente sonido de la campana, lo comunicaron a sus familias y
amigos, quienes acudieron en tropel a oír tales campanadas misteriosas. Subieron al cerro
y comenzaron a cavar y descubrir el lugar donde salían los sonidos y al poco tiempo
apareció la campana enterrada, que despedía un resplandor; la levantaron y apareció la
Virgen Santa. Admirados y enforvorizados decidieron levantarle una ermita para darle
culto, pero como era muy difícil y costoso construirla en el cerro y la mayoría de los
fieles no podrían subir con frecuencia, resolvieron construirla en la falda de la sierra
y colocar allí también la campana que había servido durante siglos de concha
maravillosa a tan preciosa perla. Y así fue y el júbilo de los pueblos del contorno fue
indescriptible al saber que la Virgen aparecida era la que siglos antes había sido la
misma que sus antepasados ocultaron en el cerro citado.
P. Damián
Janáriz, Leyendas de Soria de F. Zamora Lucas
Los
Siete Infantes de Lara
El Padre Damián
Janáriz, añade en su Manuscrito inédito al tratar de la Virgen del Almuerzo:
"Sólo un hecho nos ha transmitido la historia y la tradición constante de padres a
hijos y es: la visita de los Infantes de Lara...", y nos relata, con su sencillez y
credulidad infantil, una fiesta de tales Infantes habida después de una batalla, al mismo
tiempo que señala la existencia en la ermita de Narros de "una estampa de la
Santísima Virgen del Almuerzo y al pie de ella se grabó la imagen de los siete Infantes
de Lara, blandiendo la espada en ademán de defender la imagen de la Virgen, la Religión
y la Patria".
Y añade además: "Se cree que los Infantes de Lara, murieron en el valle de
Arabiana, al pie del Moncayo, muy cerca de la Cueva de Ágreda. Como recuerdo y monumento
que perpetúa la memoria de haber descansado y almorzado los Infantes en la cumbre de la
Sierra los pueblos la denomiraron en adelante la Sierra del Almuerzo, o de los Infantes, y
al cerro donde estuvo durante dos siglos escondida debajo de la campana "el Cerro de
la Campana".
Leyendas de Soria
de F. Zamora Lucas |
Mapa de la Sierra (145 KB. Incluye sendero
GR86)
Fuentes
de Narros, José Ignacio Esteban
Leyendas
y
Tradiciones por Ángel Almazán
Mendikat
:: Soria
::
Sierra del Almuerzo
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