Medinaceli fue una de las fronteras, durante las guerras de la Edad Media,
entre musulmanes y cristianos. La leyenda dice que por los alrededores murió el gran
caudillo Almanzor,
el cual llegaba, herido de muerte, de una de las grandes batallas en las que, unos y
otros, se midieron las fuerzas.
¿Qué es la historia si no una gran leyenda? Si tuviéramos que conocerla sólo por las
crónicas, sería muy aburrida. Podemos imaginarnos, dentro de cuatrocientos años, cuando
nuestra historia se conozca, si tuviera que hacerse solamente por las crónicas del País,
El Mundo, y los mensajes que los solitarios que envían, cada madrugada, a través de
Internet. Y eso que, dentro de quinientos años, tendrán fuentes para
elegir.
Qué decir de nosotros, que, para estudiar la Edad Media, hemos de basarnos, en el mejor
de los casos, en las crónicas del afín de turno, a sueldo, por demás. No es que ahora
no estén pagados, pero al menos, como cada "bando" paga al suyo, podemos
conocer dos versiones.
Demos por sentado que Almanzor murió por los alrededores de Medinaceli, incluso, que se
halla enterrado en algún lugar, en la mismísima colegiata. Pero si la colegiata se
construyó cinco o seis siglos después. Sí, pero se haría sobre otro templo, por qué
no una mezquita.
Ya era Medinaceli famosa cuando lo de la morisma. La Ocilis de los romanos. Su
arco, a la entrada, con tres arcadas, nos lo recuerda. Y las salinas. Y, después,
el Cantar del Mío Cid. Dicen autores muy reputados que, a buen
seguro, estuvo escrito por dos juglares y, que, uno de ellos, era de la zona.
Como muchos lugares de esta provincia, Medinaceli adquiere verdadero relieve en el
Renacimiento. Los ánimos calmados, la villa donada a familiares directos de los reyes,
los De la Cerda, junto con pueblos, villas y aldeas de alrededor. Los duques, condes
primero, sentaron sus reales en la villa, construyeron un magnífico palacio, conservado
hasta la fecha en muy buen estado, ocupando un lado entero de la gran plaza Mayor. A su
alrededor, se asentó una nobleza menor, medradora más o menos, alrededor de los
poderosos.
La visita a tan noble villa se lleva a cabo paseando, perdiéndose por las estrechas
callejuelas que advierten de un trazado moro, como la fortaleza, extramuros. Pasaréis por
delante del monasterio de Clarisas, mandado edificar y mantenido durante siglos, por los
nobles patronos, donde, todavía, apenas diez monjas elaboran repostería. Asomaros,
frente al arco, para ver las salinas, explotadas por los romanos, y el valle del
Arbujuelo, nombrado en el Cantar del Mío Cid, con el pueblecito del mismo nombre al
fondo y admirar la
Sierra Ministra.
Su
topónimo, de origen árabe "Madinat Salim" indica, textualmente, La Ciudad de
Salim. Después se convirtió en La Ciudad del Cielo.
En la plaza Mayor, donde cada año en noviembre se celebra la fiesta del
Toro Jubilo, veréis, además del palacio,
otros edificios notables, entre ellos la Alhóndiga.
José Arense,
propietario de la
GALERÍA ARCO ROMANO, fue,
durante muchos años, el encargado de dar esplendor artístico a la villa a través de su
galería.
Consciente de que el pasado está muy bien, sirve como sustrato, pero ha de ser utilizado
para vivir el presente, decidió reafirmar el nombre de Medinaceli. Y lo
consiguió.
Fue, algo así, como un mecenas del
Renacimiento. Jesús Alonso, Dis Berlin, Damián Flores, Angélica Kaak,
Juan Cruz-Plaza, José María Herrero... nombres todos ellos emblemáticos
de la pintura de España y fuera de ella. Invitados de honor como Cuixart, amigo de José, pudimos encontrar en esta
casa.
En
Medinaceli podéis encontrar un
Aula Arqueológica:
"Taller de la Cultura" propone acercar el mundo de la arqueología
y la historia a todas aquellas personas que deseen conocer de forma sencilla
la evolución de nuestros antepasados. Además se pretende facilitar una
nueva forma de ver y comprender el arte y la historia. Para ello, en este
AULA ARQUEOLÓGICA se ha trazado un recorrido muy concreto que nos guía
desde las primeras manifestaciones arqueológicas del valle de Ambrona hasta
la Medinaceli del medievo".
©
Isabel
Goig
|
Báculo
eclesiástico de época visigoda en Medinaceli
Carlos de la Casa y Emilio Illarregui
La
cátedra de
Gramática de la villa de Medinaceli
El año 1629 Alonso Martínez Gaitán, abad de la insigne colegiata de
Medinaceli, fundó una cátedra de gramática en la villa ducal, dotada
con 2.000 ducados, situados en Benamira, Mezquetillas, Sagides,
Radona, Romanillos, Utrilla... dejando por patronos al abad y Cabildo
de dicha iglesia.
Años después, el 10 de octubre de 1783, se reunieron José Mariano
Rodríguez de Mora, alcaide, Lic. José Paz Gutiérrez Pizarroso,
corregidor, Manuel Francisco de la Torre, José Urrutia, Francisco
Velasco, Juan Antonio Diez Ibáñez y José García Barba, patronos de la
obra pía de San Lázaro y la mayor parte de su junta. El corregidor
expuso que el motivo de la junta era tratar lo conveniente acerca
de la agregación a la Cátedra de Gramática de las rentas de esta obra
pía y conclusión de este expediente a fin de que el público no
careciese más tiempo del auxilio del Preceptor sobre lo qual se
explicaría más latamente el referido Dn. José Mariano. Éste,
apoderado por la junta, obtuvo la agregación, en el Tribunal
Eclesiástico de Sigüenza, según resulta del despacho de aquel Tribunal
de 7 de agosto. Además, otorgó, el 24 de julio, escritura de cesión a
la cátedra de las rentas de la obra pía, que admitieron los diputados
del Cabildo de la Colegial. Pero se padeció alguna equivocación
involuntaria para cuyo remedio era forzoso otorgar otra que los
subsane y estableciese las condiciones las para evitar dudas en lo
sucesivo.
Así las cosas, el 17 de octubre fueron los capitulares de la colegial
los que se juntaron, en su contaduría, con José Mariano Rodríguez de
Mora, apoderado de los patronos de la obra pía de San Lázaro, que lo
era el Ayuntamiento. Declaran que José Mariano agregaba a la cátedra
73 rs. que producían los réditos de los censos redimibles y 18 fanegas
de pan por medio de un censo perpetuo, las demás rentas que en
adelante pudieran pertenecer y 14 fanegas de trigo de censo perpetuo
que producían varias tierras que, para dotación de la cátedra,
concedió el duque. Sólo se estableció de carga una misa rezada anual
la cual debía celebrarse en el Iglesia Colegial y Domingo de San
Lázaro cada año, la debía oír el preceptor con todos sus discípulos,
siendo de su obligación el satisfacer su limosna.
Condiciones: 1ª) Ha de tener la Villa, como patrona de la obra pía, un
voto en las elecciones de preceptores de forma que constituya un solo
vocal como lo es cualquier prebendado a cuyo fin siempre que se
verifique vacante deberá el Cabildo disponer se fixen los
correspondientes edictos o llamar a opositores en la forma que más
convenga señalando día y avisando del que fuese el pretendiente de la
Villa y obra pía de S. Lázaro para que éste destine un sujeto que
asista a los exámenes. 2ª) Concluidos éstos deberá el Cabildo
dar cuenta a la misma obra pía del día que señalare para la elección a
fin de que antes de juntarse el Cabildo pueda la obra pía de S. Lázaro
entregar al canónigo secretario un pliego cerrado y sellado en que se
exprese el tal voto el cual se ha de abrir a presencia de todos los
señores prebendados que compongan el Cabildo anotándose en el Acuerdo
Capitular el sujeto a quien haya cabido el tal voto. 3ª) La obra
pía correrá con la administración de las rentas que agrega, siendo a
su cargo responder al preceptor de todo lo que cede excepto en el caso
de redimirse alguno de los censos que no tendría obligación de
satisfacer sus réditos mientras estuviere el capital sin imponer y la
misma reserva hace el Cabildo en cuanto a los censos de la fundación
del abad Gaitán y si se verificase alguna redención unas y otra
comunidad se lo comunicarán mutuamente y aún lo harán al mismo
preceptor para que entre todos se pueda proporcionar con mayor
brevedad su imposición ni tampoco han de quedar obligados dichas
comunidades a las pérdidas y menoscabos de arrendamientos o censos
perpetuos. 4º) Todo sin perjuicio del patronato de la cátedra que
por fundación del abad Gaitán corresponde al Cabildo y se advierte
que el voto de la Obra pía de S. Lázaro ha de cesar siempre que el
todo o la mayor parte de las rentas que se agregan no tengan efecto en
cuyo caso podrán los Patronos recoger y dar otro destino a la parte
que quedare e igualmente ha de cesar la contribución de veinte ducados
con que voluntariamente concurre el Cabildo siempre que este dimita en
el patronato de la Cátedra. 5ª) Cada estudiante natural de la
Villa debía satisfacer al preceptor 4 rs. al mes y una media de trigo
al año y el forastero según se ajustare con el maestro.
© José Vicente Frías Balsa
Leyendas
"Medim
y Celim eran los caudillos de dos poblados próximos. Al ser
derrotado el segundo, su gente, que residía en Villavieja, pasa a
vivir al pueblo del otro caudillo, que pasa a llamarse Medinaceli.
Otra leyenda dice que el arzobispo de Toledo llegó a Medinaceli
huyendo de la invasión árabe portando consigo la "Mesa de Salomón",
repujada con piedras preciosas. Tarik se apoderará de ella en
Medinaceli, donde dice la leyenda que Galib, su caudillo, se
hizo amigo del Cid, y en la que quiere la leyenda que fuera
enterrado Almanzor tras la derrota legendaria de Calatañazor,
barajándose varios enclaves para su sepultura.
Medim
y Celim eran los caudillos de dos poblados próximos. Al ser
derrotado el segundo, su gente, que residía en Villavieja, pasa a
vivir al pueblo del otro caudillo, que pasa a llamarse Medinaceli.
Otra leyenda dice
que el arzobispo de Toledo llegó a Medinaceli huyendo de la invasión
árabe portando consigo la "Mesa de Salomón", repujada con
piedras preciosas. Tarik se apoderará de ella en Medinaceli, donde
dice la leyenda que Galib, su caudillo, se hizo amigo del
Cid, y en la que quiere la leyenda que fuera enterrado Almanzor
tras la derrota legendaria de Calatañazor, barajándose varios enclaves
para su sepultura.
De Medinaceli
proviene también la leyenda de los Cuerpos Santos (Arcadio,
Pascasio, Eutiquiano, Probo y Paulino), que son las reliquias de cinco
salmantinos martirizados en Africa que son llevadas a esta villa
soriana en un carro guiado por bueyes, un camello volador o un toro
con velas encendidas, según las versiones. Incluso se asegura que un
hueso largo (posiblemente un fósil de elefante) es una reliquia del
camello."
© Ángel Almazán
de Gracia |
Mapa de la zona
(65 KB)
OCILIS (MEDINACELI)
Memoria de las excavaciones practicadas en 1924-25
Fuentes
de Medinaceli, José Ignacio Esteban
Recetas
de Medinaceli:
Huevos
verdes de las Hermanas Clarisas
Mollejas
de cordero con setas de cardo
Medinaceli. Arco y Mosaicos romanos Emiliano Navas Sánchez
GALERÍA ARCO ROMANO
Leyendas
y
Tradiciones por Ángel Almazán
Mendikat
:: Soria
::
Sierra Ministra
Medinaceli,
en el blog de Juan Carlos Menéndez
El Cantar del Mio Cid
Web
de Medinaceli
Medinaceli
- caminoSoria.com
Castillos de Soria --> Medinaceli
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