Entre el rico
patrimonio que conserva la Catedral de El Burgo de Osma, a pesar de las
devastaciones y ventas hechas en momentos de verdadera necesidad –libros,
tapices, retablo bordado de Pedro de Montoya, etc.-, se guarda un cuadro,
del siglo XVIII, apenas conocido hasta que, el año 2000, se celebró el IV
centenario del nacimiento de Juan de Palafox y Mendoza, obispo de Osma
(1654-1659).
Se trata de un exvoto
en el que se representa a María Felipa Campbell Wadron, que ha sido
reproducido en catálogos y otras publicaciones conmemorativas de dicha
efemérides. Pero la verdad es que poco es lo que, hasta ahora, sabíamos de
su protagonista. En el bello retrato se lee: El día 9 de abril caí
enferma, deseé una estampa, de el Venerable Palafox, no conseguí tenerla,
quedé baldada, de una cadera, no creían los médicos podía sanar en mucho
tiempo, y sin muchos remedios, siempre me encomendé a Dios pidiendo la
salud por intercesión de el Venerable el día 14 de Mayo conseguí una firma
suya y el 17 Dios avivó mi fe y imbocando al Venerable me sentí impelida a
andar, y quedé de el todo buena como estoy oi 31 de Julio de 1765 por lo
que doi gracias al Señor y alabado sea en las mas que a hecho. María
Phelipa Campbell.
Un viajero anónimo,
que pasó por El Burgo en la segunda mitad del siglo XVIII, refiere la
curación de ésta indicando que, después de agotar todos los remedios
médicos le aconsejaron que se entregara a la eficacia de las reliquias.
María Felipa, dice, dio preferencia a un santo de la familia, tenían
una de sus cartas, la aplicaron sobre las piernas de la señorita que pudo
andar, fue curada y va a casarse.
Pero ¿quién era María
Felipa?. Nacida en el Puerto de Santa María (Cádiz), fue hija de Diego
Campbell, capitán del regimiento de Caballería de Granada, fallecido en
1744, y de Juana Francisca Wadron, ambos naturales de Escocia. Contrajo
nupcias con Pedro González de Castejón Salazar Camargo y Gascón
(1719-1783), segundogénito de Juan Manuel González de Castejón y Camargo
(1686-1770) y de Juana Salazar y Gascón, ésta nacida y casada en
Medinaceli e hija de Juan Antonio de Salazar y Uceda, alcaide del castillo
y fortaleza de Somaén, y de María Gascón y Ladrón de Guevara.
El marido de María
Felipa fue caballero de la Orden de Santiago (1763) y de la de Carlos III
(1777). Prestó servicios a la Corona por lo que Carlos III, el 31 de enero
de 1776, le nombró ministro de Marina. Este mismo año, el 15 de febrero,
le hizo merced del marquesado de González de Castejón. Murieron sin
sucesión.
De la llegada del
cuadro a El Burgo de Osma dejan constancia las Actas Capitulares
cuando informan, el 2 de junio de 1785, de la recepción de un retrato
de la Marquesa de González Castejón viuda que había obtenido repentina
curación por intercesión del Venerable y a la cual es alusivo, como
escribe, el año 1919, el canónigo pontificio Sinforiano Cantolla de las
Pozas. Y añade: No se conoce hoy, afirmación errónea motivada, sin
duda, por no aparecer en la inscripción el título nobiliario debido a que
cuando se pintó no se había concedido, lo que se hizo el 15 de febrero de
1776, y al enviarse a la Catedral ya era marquesa viuda.
©
José Vicente Frías Balsa
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