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Centro de Estudios de la

TIERRA DE ÁGREDA

y el Moncayo Soriano

 

Boletín informativo 7. Diciembre de 2016

El Centro de Estudios de la Tierra de Ágreda y el Moncayo Soriano ha publicado, en diciembre de 2016, su boletín informativo número 7. Ochenta y dos páginas repletas de historia e historias de la villa agredeña y su comarca. 

Antonio Vera Mayor sigue extrayendo del Anuario Riera (Guía práctica de industria y comercio de España elaborada en el año 1930), todo aquello que se refiere a esa tierra rayana, acompañado de fotos, algunas de la época, procedentes del CSIC. 

Alejandro Núñez Motilva se dirige a los jóvenes en “Generaciones que hacen historia. Pequeños apuntes para un joven agredeño”, y le narra cómo era la vida en la villa en los años cincuenta y sesenta, cuando contaban con dos salas de cine, cerca de veinte bares y tabernas, cuando el sereno cantaba las horas, se volteaban las campanas y, en general, todo aquello que hoy ya es historia, pese a lo cercano en el tiempo. 

“Sobre un tornado en Fuentes de Ágreda el 18 de junio de 1768”, escribe Eugenio Sanz Pérez. 

Por fin alguien afirma que no hubo templarios en algún sitio. Francisco Javier Palacios Moya titula “No hubo Templarios. En la villa de Ágreda hubo Sanjuanistas”. Y toma una cita de don Manuel Peña García (Cuaderno agredano nº 5): “... Y es que la gente no ha distinguido entre Templarios y Sanjuanistas: para el gran público todas las Órdenes Militares medievales venía a reducirse genéricamente a los Templarios”. Termina Palacios Moya el documentado trabajo así: “Hablar de Templarios en Ágreda, cuando desde hace casi veinte años, está perfectamente investigada y documentada la historia de dicha Orden, es faltar a la verdad y no respetar nuestra historia, por lo que ruego a las instituciones locales, no usen en sus comunicaciones o publicaciones indebidamente dicho nombre como se viene haciendo”. 

A la memoria de José Tudela de la Orden dedican Fernando Sáenz Ridruejo y Nicolás Sáenz Lechón el trabajo titulado “El cubrimiento del Queiles bajo la Plaza Mayor”, comparándolo con otros túneles hidráulicos de España, como el del Darro en Granada, la mina de Daroca, etc. 

Olga Hernández Vitoria recuerda que una noche de julio de 1932, el Teatro Universitario “La Barraca” actuaba en la villa, en su trabajo “Federico García Lorca en Ágreda”. Reproduce el bando del entonces alcalde, Francisco Val y Vera, anunciando el acto que fue también pregonado por Basilio Sevillano, así como la factura que el Hotel Oriente dirigió al Ayuntamiento por los gastos de los componentes del grupo teatral. 

Agustín Rubio Semper da a conocer los “Estatutos de la Cofradía de San Blas de Matalebreras”. Y Fernando López Sainz escribe sobre “La guerra en la Tierra de Ágreda durante el Medievo”. El escultor Emiliano Barral López (1896-1936), aparece en el trabajo de Sergio Campos Cacho titulado “Las dolientes de Ágreda”. Se trata de las esculturas funerarias de Ezequiel Tudela y de la familia Cisneros Tudela. 

La calle Cervantes y sus antecedentes históricos son tratados por Francisco Javier Palacios Moya. José Vicente Ruiz Omeñaca recuerda en “Tirar la barra” este juego ya perdido. 

María Reyes Omeñaca Hernández dedica un amplio y documentado estudio a Diego de Ágreda y Vargas (Madrid ¿1591?-1639) y a la publicación de su novela Aurelio y Alexandra, cuya edición y estudio crítico lo ha llevado a cabo, en su tesis de fin de grado, Gemma Darnés Palmarola. En la sección de publicaciones, Omeñaca comenta “Ágreda en mis recuerdos”, de José María Rubio Hernández. Y “El tiempo es de color azul”, de Ignacio Cólera Beamonte. Asimismo hace referencia a la tesis doctoral de Alice Kadri sobre un manuscrito agredeño: un códice aljamiado fechado en 1472 y encontrado emparedado en una casa que se derrumbó en 1795 en el Barrio Moro, y que se conserva en la Biblioteca de El Escorial. 

Alfonso García Jiménez comenta la publicación sobre la ermita de Nuestra Señora de Torrambril o del Remedio, de Noviercas, estudiada por Gonzalo Cabrerizo Cabrerizo.

Boletín informativo nº 6. Junio de 2016

En la portada una foto de Ignacio Cólera, del pueblo de Beratón, el más alto de la provincia de Soria, con 1391 metros sobre el nivel del mar. En la contraportada dos fotos con historia, una de la Banda de Música del Colegio de los Padres Agustinos Recoletos de Ágreda, y la otra seminaristas del Seminario Menor de los PP. Agustinos Recoletos. 

Antonio Vera Mayor continúa en este número repasando el Anuario Riera (Anuario general de España 1930). Si en el anterior número se ocupaba de la villa de Ágreda, en esta lo hace de algunas de las localidades de la Tierra: Aldehuela de Ágreda, Beratón, Castilruiz-Añavieja, Dévanos y Fuentes de Ágreda. 

Félix Vitoria Gómez recuerda el paso de José Manuel Blecua por Ágreda y lo que dejó escrito sobre la villa en Heraldo de Aragón de 2 de septiembre de 1951, con el título de “Gracia y figura de un pueblecito”. 

Con motivo de la conmemoración que se viene celebrando en la Villa, sobre la boda de Jaime I con Leonor de Castilla, Salustiano López Orba profundiza en los ancestros de Leonor en “Sobre la infanta que se casó en Ágreda”, con árbol genealógico incluido. 

Manuel Peña García escribe “Acerca de un cuadro de la infanta Margarita de Austria (1651-1673) existente en el Museo de la Concepción”. La relación de la venerable sor María de Jesús, con el rey Felipe IV, padre de la infanta retratada, justificaría la existencia de este cuadro en el monasterio. 

“Comercio, aduanas y contrabando en la Comunidad de Villa y Tierra de Ágreda (1334-1350), llega de la investigación de Fernando López Sainz. “Prospecciones arqueológicas en la dehesa de Ágreda”, de Montserrat Ruiz Ruiz. “El pueblo de Ágreda también se divierte”, de María Reyes Omeñaca Hernández. “Elogio de la palabra”, de Pedro Ruiz Cacho. “La cantina del tío Benito”, de Luis Alonso Mayor. Y “El escudo municipal de Noviercas”, de Alfonso García Jiménez, completa, con los anteriores, el apartado titulado “Recuerdos”. 

La sección de biografía está dedicada a Juan Marcos Sevillano López, y corre a cargo de Pilar Ruiz Cacho. Se trata de un agredeño, abogado de los Reales Consejos y corregidor de la ciudad de Valladolid de Michoacán de Nueva España. Se pregunta Ruiz Cacho quién era ese agredeño que en el siglo XVIII había ejercido un cargo en las Indias y qué le había llevado a emprender la aventura americana. En el trabajo lo desentraña. 

La sección “Lugares para la memoria” se ocupa en este número de las tejeras de Dévanos (José Bernardo Sevillano Ororbia). Y Francisco Javier Palacios Moya y Pilar Ruiz Cacho lo hacen de “La fábrica de harinas 'La Moncayo'”, unos edificios que se asentaban frente al cuartel de la Guardia Civil, y que fueron levantados por Fernanda González Jarauta, una joven viuda con muchos hijos. 

En la sección de Etnografía podemos informarnos del juego del calderón, por Jesús Vicente Ruiz Omeñaca, y de “La Cerería en Ágreda”, por Ana Puyuelo Hernández, un extenso e interesantísimo trabajo sobre este oficio casi perdido. 

En cuanto al comentario de publicaciones se ocupa este número de “Ágreda y su patrona”, editado por la Cofradía Nuestra Señora Virgen de los Milagros, sobre fotos de Luis Vijuesca y texto de Ignacio Grijalbo. El comentario es de María Reyes Omeñaca Hernández. La otra publicación, comentada por José Florencio Sanz Córdoba, es “De cazador a pediatra” (Fernando Rubio Ibáñez). 

En la sección de relatos, “Latidos de Ágreda”, de Ignacio Cólera, Mario Baeyens y Concha Morata, sobre un cortometraje documental amateur. Y la reproducción de un relato, “No fui culpable”, de Rafael Santa Clotilde Jiménez, quien se introduce en la piel de “el Rubio”, participante en el famoso robo de Beratón y asesino del segundo marido de Casta, la mujer de Gustavo Adolfo Bécquer. 

La calle Agustinas, a cargo de María Consolación Campos Martínez, cierra el número 6 de esta revista. Una magnífica publicación sin parangón en la provincia de Soria.

Boletín Informativo 5. Diciembre 2015

El Boletín Informativo del Centro de Estudios de la Tierra de Ágreda y el Moncayo soriano, ha publicado el número 5, correspondiente a diciembre de 2015, 64 páginas plenas de la mejor y documentada historia de la Villa y alrededores, abierta en portada con la imagen de la magnífica iglesia de Trébago y el torreón, y cerrada con dos fotografías con historia.

En el apartado de Etnografía, Jesús Vicente Ruiz Omeñaca recuerda el juego de Los pitones (un juego transcultural con singularidades en nuestra tierra), mientras que Luis Alonso Mayor, en forma de poesía, evoca su infancia en Valverde.

No falta la narrativa, en forma de relatos, debidos a la imaginación de Mercedes González Larguero, “Un tesoro a la luz del día”, y a la de Olga Hernández Vitoria, “Bajo los hayedos”.

La sección de Historia agrupa cuatro interesantes trabajos. Francisco Javier Palacios Moya sigue en su empeño de investigar todo lo relacionado con la Judería de Ágreda, en el trabajo “Judíos, Judería y Sinagoga”. A través de documentos que van desde 1419 a 1795 pretende situar cada uno de los elementos de la topografía urbana de Ágreda. Además transcribe documentos sobre los judíos y sus actividades, toponimia, convivencia, etc., para llegar a decir, en las conclusiones: “Es paradójico que se pretenda promocionar Ágreda con el slogan “Villa de las Tres Culturas” y se tomara la decisión de convertir una Sinagoga en restaurante”. Pero, como Palacios Moya está empeñado en demostrar, la llamada Sinagoga es, en realidad, la iglesia de Santo Domingo.

María Reyes Omeñaca Hernández escribe sobre “La Batalla de Lepanto. Impuestos para la guerra”. Pilar Ruiz Calvo lo hace sobre “El primer Ayuntamiento Constitucional de Ágreda. 1812”. Y no podía faltar la Venerable Ágreda y el Santuario de los Milagros, de la pluma de Manuel Peña García.

En la sección de recuerdos, Sergio Campos Cacho ha investigado, en “Nacht und Nebel: Sorianos en los campos de concentración nazis. Veintitrés paisanos de varias poblaciones fueron deportados a seis campos de concentración, de los cuales siete fueron liberados durante los años 1941/1945, doce murieron al poco tiempo de ser ingresados, “Dos jóvenes sorianos apenas sobrevivieron cuatro meses la tortura de los campos: Alberto Martínez Manso, de El Burgo de Osma, que también había sido el primero en caer en manos de los nazis; y Damián Gañán Rejas, de Fuentecambrón. Ambos tenían 27 años en la fecha de su muerte”.

En la misma sección, Antonio Vera Mayor da a conocer el Anuario Riera General de España del año 1930, donde aparecen las distintas actividades y los numerosos oficios de la época en la Villa de Ágreda. También en la sección de recuerdos, Salustiano López Orba extrae de El caballero encantado, de Pérez Galdós, lo que escribió el autor de la Generación del 98 sobre la zona de La Rinconada y donde se ceba con el pueblo de Matalebreras.

La Academia parroquial (Milagros Hernández y Gemma Manrique), en Lugares para la memoria; la biografía de Joaquín Inza, pintor agredeño (Alejandro y Mercedes Núñez Motilva), la calle de San Pedro en el callejero (Pedro Ruiz Cacho), y la sección de publicaciones, a cargo de Antonio Vera Mayor (“Ecos del Moncayo”) y María Carmen Alonso Tejedor (“Las señoras de Paraná), del olvegueño recientemente fallecido Manuel Villar Raso, completan este número de Tierra de Ágreda y el Moncayo soriano.

Boletín Informativo 3. Diciembre 2014

Sumario

Editorial: José Florencio Sanz Córdova.

Recuerdos: La “Acción Ciudadana”, Antonio Vera Mayor.

El Hotel Oriente, Milagros Hernández y Gemma Manrique.

¿Dónde estás Valverde?, Luis Alonso Mayor.

Historia: “Algunas consideraciones en torno a un plano agredeño del siglo XVI”, Miguel Moreno Ramírez de Arellano.

“La Cartografía antigua de Ágreda”, Félix Vitoria Gómez.

“La iglesia de Santo Domingo”, Francisco Javier Palacios Moya.

“Apuntes para un estudio histórico de la comarca: Añavieja”, Salustiano López Orba.

“La epidemia de cólera de 1885 en Ágreda”, Pilar Ruiz Cacho.

“Toros, vaquillas y diablillos en Ágreda”, Manuel Peña García.

Etnografía: “El cancionero de Kurt Schindler”, Francisco Javier Palacios Moya.

“Guardia montado”, un ejemplo de tradición lúdica en Ágreda, Jesús Vicente Ruiz Omeñaca.

Medio ambiente: “Fuentes, escorrentías, abrevaderos”, Ángel Pérez Gómez.

Publicaciones: “El Archivo del Convento de la Concepción de Ágreda”, Mª Carmen Alonso Tejedor.

“Saber dar razón de nuestra Venerable”, Manuel Peña García.

“El bosque en tu paladar”, Eva Sánchez.

Biografías: “Juliana Gómez Pardo”, María Reyes Omeñaca Hernández y Pablo Pascual López.

Callejero: “Calle Vicente Tutor”, María Consolación Campos Martínez.

De este número publicamos en nuestra web el trabajo de Francisco Javier Palacios Moya “La iglesia de Santo Domingo”.

La iglesia de Santo Domingo
Francisco Javier Palacios Moya

Como el número 2, este es otro ejemplo de publicación donde se tratan los aspectos, no sólo más relevantes, sino también los más cercanos, de una tierra, la de Ágreda, plena de historia y, más si cabe, por su condición de rayana con Aragón, tierra frontera. Una revista a la que deseamos, por su rigor, un largo y fructífero camino en lo cultural.

Boletín Informativo Nº 1. Diciembre 2013

En el año 2014 comenzó la andadura del boletín del Centro de Estudios de la Tierra de Ágreda y el Moncayo Soriano, con el propósito de “investigar, estudiar, recuperar, conservar, promover y difundir” los aspectos históricos, y otros, de esa extensa zona soriana.

Los trabajos que aparecen en esta revista, y sus firmantes, son: José Florencio Sanz Córdova para el Editorial. Antonio Vera Mayor, “El Katiuska”; Luis Alonso Mayor para “El ocaso del verano y el otoño naciente”; Consolación Campos Martínez, “El tren de Ágreda”, los tres en la sección de Recuerdos. La sección de Historia corre a cargo de Alice Kadri, Francisco Javier Palacios Moya, Pilar Ruiz Cacho y Manuel Peña García, para los títulos “El Códice Aljamiado”, “La Judería de Ágreda”, “El Motín de Cabarrús” y “Breve Historia de Ólvega”, respectivamente. De la recensión de las publicaciones “Gran guía turística de Ólvega”, “Las cartas del amparo y consejo” y “Visión poética y evocaciones de la infancia”, se ocupa María Reyes Omeñaca Hernández. En el apartado de biografía la del hermano Luis Antonio Aroz, por Pilar Aroz Ibáñez. La sección Lugares para la memoria, con el título “Misión rescate”, a cargo de Milagros Hernández Ruiz y Gemma Manrique Gonzalo. “La apicultura tradicional de Ágreda”, en el apartado de Etnología, la ofrece Félix Vitoria Gómez. Por último, la de Medio Ambiente, “El Canal de San Salvador”, es de Ángel Pérez Gómez.

Uno de estos reseñables trabajos, “La Judería de Ágreda”, de Francisco Javier Palacios Moya, se puede leer íntegro en nuestra web, en la actualización de Primavera, 2015.

La Judería de Ágreda
Francisco Javier Palacios Moya

Muy interesante también “El Katiuska”, por Antonio Vera Mayor, que trata de la exhumación de los restos de los aviadores republicanos caídos en combate en 1937, en el paraje de La Dehesilla, a cuyo acto acudimos en octubre de 2010, y de las circunstancias que rodearon el hecho.

Desde el punto de vista etnológico, el trabajo sobre la apicultura nos ha interesado especialmente: la caldereta tras la prospección apícola, la elaboración del mostillo…

Y no queremos señalar especialmente ningún trabajo más, porque todos ellos reúnen el interés de lo bien investigado y lo mejor expuesto, a lo que hay que añadir la selección de fotografías, verdaderos documentos.

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