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LA HUELLA DE VALLORIA
- Revista de la Asociación Cultural Valloria- |
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La huella de Valloria, Agosto, 2018, número 9 He dicho muchas veces que Valloria es uno de los pueblos más bonitos de toda la provincia de Soria. Es pequeño, apenas tiene habitantes, pero es bellísimo. El riachuelo del Valle discurre por debajo de un puente medieval, o por lo menos muy antiguo, y va a unirse al Cidacos recién nacido allí mismo, en la carretera, sólo es necesario apartar la vegetación. El templo, dedicado a Santo Tomás Apóstol es del siglo XVIII, pero conserva un resto romano y un bello ejemplar de pila bautismal románica. Es un pueblo muy activo durante el verano, cuando acuden los vallucos de cualquier parte de España a la tierra madre, a la casa familiar. Han colaborado en este número, dando a conocer esas actividades veraniegas y otros sentires Nadia García Medrano, con la Editorial. La “Epístola Yangüesa” la recuerda César González Jiménez, además de recordar un oficio muy antiguo “Los esquiladores”. “Volver donde se amó la vida”, de Isabel Goig Soler. “Sueño con aquellos niños” es un poema de Antonio Pedraza Calderero. “El juego del bote” lo enseña Soledad Jiménez Escudero (hay que recordar que tienen un Museo del Juego), quien también publica la poesía “¡Cuánto has cambiado Valloria!”. Pablo Escudero Pérez, con el título de “Valloria”, describe el pueblo y su entorno. Juan F. Revilla Revilla publica “El haya del señor Félix”. “Nos gusta vivir en Valloria”, por Concha Parrales Morillo. Tres páginas centrales están dedicadas a recordar las actividades festivas del pueblo: taller de pan en el horno (que restauraron recientemente), ruta de senderismo, jornada de trilla, fútbol sala, campeonato de tirachinas, olimpiada de juegos tradicionales, actuación musical infantil, observación de estrellas, concierto, gymkana digital, parque acuático y Valloria Run, que explica su contenido Manuel Guerra Verdejo. Más poesías: “Lo digo sin ironía” y “Los regalos del campo”, de Antonio Pedraza Calderero y “Valloria”, de Ángela Escudero Parrales. El sacerdote que cuida las Almas de la comarca de Tierras Altas, don Antonio Arroyo Muñoz, escribe de “San Bartolomé”. Mónica Martínez Molina reportajea “San Marcos 2018”. Dos jóvenes vallucos, Laura Revilla y Marcos González sobresalen, la primera en natación, seleccionada por la Federación Madrileña de Natación, y Marcos, jugador del Pixel and Home F.S. Salamanca infantil regional, ha sido convocado para entrenar con la selección de Castilla y León del Fútbol Sala SUB12 en Valladolid. Vallucos por el mundo, Elisa Aylón García, y la boda de Mario y Kasia en Polonia, de la que da cuenta Raquel Escudero Fernández, completan pero no cierran la revista, pues ello lo hace Félix Jiménez Jiménez, suponemos que el buen y sabio Félix de Santa Cruz de Yanguas, titulado “Las Nevadas”.
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