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VIDA Y ANDANZAS DE NEMESIO Nemesio García Huerta
Edita:
“Soria-Edita” |
Nemesio García Huerta nació en Benamira en 1881. Hasta los doce años acudió a la escuela. Después se ocupó del ganado familiar en su pueblo natal. A los 22 matrimonia con una muchacha de Benamira, de quien estaba muy enamorado, según él relata en sus memorias recuperadas en este cuaderno: “La quería tanto y tan ilusionado estaba con ella, que fue para él como el agua para el campo sediento que suministra al fruto el jugo preciso para el desarrollo, dándole vigor y fuerza en su vegetación”. Dejó el trabajo agrícola y se hizo secretario de ayuntamiento, ejerciendo por pueblos limítrofes con la provincia de Soria. Tras pasar unos años en Madrid, volvió a Benamira, donde ejerció la Secretaría hasta 1936. Militaba, o era simpatizante, en Izquierda Republicana. La primera parte de estas memorias está plena de anécdotas, propias de la vida feliz de un hombre, de una familia, y que habría de truncarse, como tantas, a principio de la guerra fraticida. Se puede conocer, a través de la lectura, la vida de su pueblo y de otros de características similares. Los bautizos se celebraban con cañamones y chocolate. Se pagaba la entrada a mozo. Se convocaba a los vecinos a hacendera, día de riego en Benamira, fecha anual en la que, como en otros pueblos, se comía en comunidad con vino a cargo del Ayuntamiento. Y, cómo no, se daban cencerradas salvajes cuando dos viudos, o uno de ellos lo era, contraían matrimonio. Costumbres –sobre todo esta última- que recogiera Eugenio Noel en su impagable “España, nervio a nervio”, de forma sobrecogedora. La propia boda de Nemesio fue una celebración que se recordaría durante muchos años: mataron 22 reses lanares, 120 aves de corral, conejos y sus similares, cañamones tostados, tortas, pan y, naturalmente, vino del mejor de los contornos. Hubo juegos de pelota, tiradores de barra, músicos, toreadores y cantadores. Tal parece una boda propia de nobles en la Edad Media. Mantiene Nemesio García Huerta (tal y como hicimos nosotras en nuestro trabajo sobre fuentes y manantiales) que el río Jalón nace en Benamira. Así es, si hemos de hacer caso al mapa Geográfico y Catastral, que conduce a este pueblo limítrofe con Guadalajara, que él conocía tan bien como su lugar de nacimiento que era, y que nosotras visitamos. A partir de 1936, este universo pleno y feliz, habría de truncarse. Baste decir, para no abundar más en esos hechos tan dolorosos, que el matrimonio hubo de sufrir algo tan terrible como la pérdida de tres hijos. Los últimos años de este entrañable Nemesio transcurrieron en Madrid, donde fallecieron él y su esposa. soria-goig.com |
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