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CLAUDIO RODRIGUEZ Antonio Machín Romero
Ediciones PPU. S.A.,
2001 |
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Claudio Rodríguez (Zamora, 1934 – Madrid, 1999) Es el poeta más sorprendente del siglo pasado. Vivió como poeta, fundió vida y poesía, pasó por este mundo al margen de cenáculos literarios y sintió pudor ante elogios y distinciones que realmente lo abrumaban. Se mostró en estado puro y elevó su poesía a lo más alto, acercando al lector a lo sagrado sin perder el contacto con lo más terreno y cotidiano. Por su edad pertenece a la llamada generación de los cincuenta, que, en líneas generales, compuso una poesía social y crítica siguiendo consignas. Pero Claudio no siguió la corriente dominante y fue componiendo una obra personal al margen de cualquier norma o dictado. En plena adolescencia (a los 17 años) inició la composición de su primer libro Don de la ebriedad, que obtuvo el premio Adonais cuando él contaba tan sólo 19 años. El libro sorprendió por la madurez, impropia en un adolescente. En él se canta de manera exaltada a lo creado, a la Naturaleza, y el ser humano está obligado a corresponder amorosamente a ese don gratuito. Tiene la obligación moral de ello. El poeta medita ante el espectáculo grandioso que se le ofrece y que lo desborda. Por todo ello en el poema predomina lo emotivo frente a lo racional, sin perder nunca el control de los sentimientos. En 1958 publicó su segundo libro, Conjuros, que no dejó indiferente a la crítica por su originalidad. Esta originalidad consiste en lo que se ha llamado el realismo metafórico o alegoría disémica. Partiendo de un aparente realismo, en él se habla de la “ropa tendida”, de “una pared de adobe”, de “el fuego del hogar”…, - es el plano representacional- el poeta nos traslada a algo más profundo –plano simbólico- como puede ser el alma cuando nos ha empezado a hablar de “la ropa tendida”. Su originalidad básicamente radica en unir los dos planos En su tercer libro, Alianza y condena, 1965, tal vez su libro más perfecto, ha perdido su entusiamo embriagador y ha entrado en una fase más reflesiva valorando la solidaridad humana, auténtico leit-motiv del libro. Once años después (1976), dio a conocer su nuevo libro, El vuelo de la celebración, en el que vuelve al mundo de su infancia en la Zamora natal, recuerda episodios de la vida familiar y de la vida social. En 1991 publicó su último libro, Casi una leyenda. En él el saber se ha acumulado, el lenguaje es más preciso aún y el verso y los poemas se hacen más herméticos. Los temas se reducen básicamente a dos: la vida y la muerte, el amor y el sufrimiento. Mira la muerte sin desgarro pues justifica y da sentido a la vida, y nos conduce a la madre tierra de donde hemos salido. En el fondo es volver a la infancia, de manera que el poeta cierra inconscientemente el ciclo volviendo al punto de partida.
Antonio Machín Romero
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